Rondón, ron, rondón ron,
Manuitt va a prisión
El Fiscal la pone presa
Con pesquisa de Rincón
(Cantado en Sebucán a la música de Jingle Bells)
………
El primer general en jefe vivo (retirado) de Venezuela ha logrado poner al descubierto, tras laboriosas y dilatadas pesquisas técnicas, ordenadas últimamente por su ministerio, que aquí hay una actividad de invasión de la propiedad privada, aunque «no detenemos por detener». La cual aceptó. Y el fiscal sexagésimo segundo hizo imputación a la gerente de «Maisanta Invasions Outsourcing», Jazmín o Yasmín Manuitt, por cinco delitos, uno de los cuales está relacionado con armas de guerra. La cual aceptó. Es natural que el ministerio actúe de esa manera. Para garantizar los derechos constitucionales de quienes pisotean derechos constitucionales el ministerio hizo preceder sus recientes y firmes actuaciones por más de cinco años de seguimiento al problema de las invasiones de Venezuela, donde el ministro cree recordar que hace como un año un general desestimó del Mínimo Tribunal Supremo una orden para que no siguiera protegiendo invasores tan cerca de Sabaneta. Cinco años tomó ubicar a la ciudadana Manuitt. La cual aceptó.
Ahora la carlosortega de los invasores, la Presidenta de la Federación de Sindicatos de Invasores de Bienes Raíces No Gubernamentales, está a la orden de un tribunal submínimo. Pero ¿no estuvo Lina Ron presa por imputación de un fiscal? ¿La misma Lina Ron que, en imitación de Luis Piñerúa Ordaz—Q. E. P. D.—insinúa ahora una lista de gente indigna del proceso? ¿Y no está ahora afuera y caricaturizada benévolamente en «Cosita Rica» de Venevisión? ¿Cuánto tardará Yasmín en salir en libertad y ser emulada por actriz madura de RCTV?
Rondón no ha peleado. Es feo lo que ha destapado y últimamente busca desacreditar, como aparente segunda prioridad, el tema paramilitar. Pero no sé por qué—Dios me perdone—suena comprado. Rondón no ha peleado. Rondón, ron, como Rincón, ha tardado años en tropezarse con una indiscreción ministerial, una ratería, y en hacernos saber que él pudiera ahorrarnos la angustia y la espera, y un gran gasto electoral, máquinas de votación y máquinas de digitalización de digitales huellas y máquinas de aplanación y máquinas de reparación de referendos planos que el clamor del Pueblo reclama, todas incluidas, porque si él hablara caería el gobierno. ¿Por qué no sale la Coordinadora Democrática a ofrecerle ya la recompensa que se ha ofrecido por la cabeza de Osama bin Laden, para que nos alivie de una vez por todas el desasosiego?
Ron. Se ha burocratizado. Y ya tiene demasiada competencia, y años viendo crecer su lista de indignos y traidores, que suponemos crece, tal vez lenta pero inexorablemente. Se nos asegura que ahora procura comprender con cierta prisa el folleto de «Un sueño para Venezuela», sobre todo después de que la Manuitt hubiera expresado interés por alinearse con el «consenso-país» logrado por Urbaneja.
Y el Jefe del Estado, que jamás acusa a nadie en público, porque él es muy respetuoso de los procedimientos penales y escrupuloso acerca de honras ajenas, recibe sin explicaciones ostensibles a Cisneros, ese señor de quien le consta que financia golpes y magnicidios en su contra. ¿Cómo habrá explicado esta visita a Diosdado o a Baduel, el pretendido émulo de Karl Doenitz, efímero heredero de Hitler, que se ha expuesto heroicamente por la causa y ha insinuado—sin tomar en cuenta lo que le pudiera pasar el 5 de julio que está enfrente, fecha de castrense movida de mata—que el imperio contraataca, que ahora que el U. S. General Sánchez está sin ocupación fija Rumsfeld le considera para dirigir desembarcos norteamericanos en Machurucuto—para enseñarle a Fidel cómo se hacen las cosas—y controlar nuestro excremento del Diablo?
¿Recula el gobierno? ¿Son todas esas cosas signos de gran debilidad, de desconcierto, de preparación de salida?
Claro, explicará Rangel, ese aguacerito de noticias inconvenientes no es sino táctica para atraer al enemigo hasta donde lo quiere el Oberkommando Maisanten en la creencia de que el gobierno está débil. Así lo garantizará la ortodoxia estratégica de Guillermo García Ponce, y lo declarará Jazmín, o Yasmín, o Jasmín Manuitt, quien seguirá dirigiendo tras los muros de su prisión el crucial aporte táctico de sus 55 escuadrones de invasores, que tendrán puesto de honor en la retención física de los 58 mil miembros de mesa que ahora le parecen ses-ga-dos a Carrasquero.
¿Por qué es que éste es el gobierno que ha tenido que dar más explicaciones en la historia política de Venezuela? ¿Por qué es que todo es tan retorcido en sus manos? ¿Todo tan complicado? ¿Por qué dejaría de atender la invitación de Súmate a visitar sus instalaciones?
Por otro lado ¿por qué no aprovecha la Coordinadora Democrática esta situación para exigir, del Consejo Nacional Electoral, una autorización a Smartmatic para que, en representación del Consorcio SBC, intente satisfacer las angustias técnicas que pudiesen formular los más feroces peritos de la oposición? (Antonio Mugica—Smartmatic—dijo a César Miguel Rondón que él no creía que el Pueblo tenía que entender tantos términos y detalles técnicos de sus máquinas, de las que se siente, con no poca razón, orgulloso. Eso es una equivocación. Eso no es ni endógeno ni democrático ni protagónico ni ninguna otra esdrújula cara al régimen. La empresa estaría en el deber de proveer satisfacción completa al último componente del Pueblo Soberano).
Rondón, Ron, Rincón. Y más de uno quiere ser Ricky Ricón. Rincón sigue en su lentitud morrocoyuna el patrón del jefe, pues el mismo Chávez se tardó más de cuatro años para descubrir que había que llevar salud a los cerros y alfabetización a los analfabetas. Todavía no ha redescubierto los niños y jóvenes que hacen de juglares o limpiavidrios o simplemente mendigan en las calles, pues alguna vez juró renunciar si no les sacaba de allí, de esa situación. ¿Cuán dura puede ser una cara que tantas veces lo ha sido?
Hace años, dicho sea con perdón de Valera, el aeropuerto de esta ciudad, descuidado por la democracia, era un desastre. Era incontable el número de agujeros en la pista. Alguien sugirió que sería más barato que rellenarlos hacer siete huecos más, después de lo cual la superficie sería uniforme. Son tantas las mentiras del régimen, que con sólo decir una media docena más parecerá veraz; claro, si escoge los puntos correctos para la fabulación. Quizás quisiera el gobierno, aprovechando la gentil invitación de Súmate, proponerle un contrato que sufrague un matching fund de FONCREI y el National Endowment for Democracy, para que, a partir de un exhaustivo inventario de falsedades, enumere cuáles son los embustes que faltan.
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