Una semana densa, especialmente cargada de eventos y sobresaltos. Luego del atentado asesino contra el fiscal Danilo Anderson, sobrevino la violenta muerte de Antonio López Castillo (a quien se tenía por implicado en el sonado crimen); la inmisericorde detención de sus padres a raíz del allanamiento a su residencia, que encontró un verdadero arsenal; la detención e imputación de Iván Simonovis por los sucesos del 11 de abril de 2002; la efectista visita de Hugo Chávez a España; el fallecimiento del abogado oficialista Omar Meza; la aprobación en segunda discusión de la ley de contenidos.
Sobre esto último se ha pronunciado José Miguel Vivanco, Director de la División de las Américas de Human Rights Watch. Vivanco es de la opinión—ya anticipada con algún tiempo—de que la ley de los cuatro nombres (ley de responsabilidad social de la radio y la televisión, ley de contenidos, ley resorte, ley mordaza) «amenaza gravemente la libertad de prensa en Venezuela. Sus restricciones ambiguamente concebidas y sus fuertes castigos son una receta para la auto censura de la prensa y la arbitrariedad de las autoridades de Gobierno». Igualmente destacó Vivanco que la señalada ley viola las normas internacionales que protegen la libre expresión.
Pero ya es hecho cumplido. Ahora vendrá la promulgación, después de lo cual los medios radiofónicos y televisivos dispondrán de plazos variables para ajustarse a las exigencias de la novísima norma. El horizonte de la libertad continúa contrayéndose en Venezuela.
Entretanto el presidente Chávez detona una bomba de tiempo en Madrid, con sus nada protocolares acusaciones contra el gobierno de Aznar, provocadas nada menos que por el canciller español, Miguel Ángel Moratinos. Esto en medio de una luna de miel del mandatario venezolano con el Presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero. Habrá que ver si éste es capaz de ofrecer explicaciones convincentes sobre lo denunciado por Moratinos y Chávez, que en todo caso desmiente previas declaraciones de este último, quien dos semanas después del 11 de abril de 2002 señalaba: «Creo en lo que Aznar siempre me ha dicho. España viene de horrendas dictaduras y no creo que Aznar vaya a estar apoyando este horroroso intento de instalar en Venezuela una dictadura».
Una semana movida. Para conmemorar los 41 años de la muerte de John Fitzgerald Kennedy, una firma escocesa ha puesto en la Internet el archivo de un juego de vídeo (JFK Reloaded, descargable por la suma de $9,99) con el que se juega a ser el asesino de Dallas y ganar puntos si se es capaz de disparar tres veces en unos pocos segundos sobre la imagen del presidente asesinado, que puede observarse en la pantalla de un computador en movimiento hacia su fatídico final. El mundo está bonito.
LEA
intercambios