El circo local. Con las encuestas registrando alto nivel de aceptación (febrero 2005, 69% de apoyo a Chávez, 78% al gobierno), se rescribe la historia y el general Lucas Rincón es exonerado por el Fiscal General por razones de ineptitud situacional cuando anunció la renuncia presidencial el 12 de abril de 2002, en frase tanto histórica como ambigua: «Se le solicitó al Presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó». (¿La renuncia? ¿La solicitud?) «La propaganda del vencedor es la historia del vencido».
En otra de las pistas del circo se dicta condena de seis meses de prisión contra Patricia Poleo, por difamación de Jesse Chacón respecto de su actuación en la toma sangrienta de Venezolana de Televisión el 27 de noviembre de 1992. El remedio pudiera ser peor que la enfermedad, porque ahora la periodista anuncia que al concluir la causa (que apelará) ya puede dar a conocer públicamente detalles no conocidos sobre aquella aventura, pues las actas procesales quedarían liberadas del secreto sumarial.
Pero en la pista principal se escenifica la juramentación, en Fuerte Tiuna, de la polémica reserva militar, a la que se duplicará el emolumento por jornada diaria. (Dieciséis mil bolívares para cada reservista, para un total de 1 millón 600 mil bolívares por día. No suena como mucho, mientras no se computen los costos de los AK-47 y otras erogaciones asociadas).
La voz del dueño del circo no deja lugar a equívocos. Al destacar que cada componente de la Fuerza Armada contaba con sus propios cuerpos de reserva, explicó por qué habían sido creados en primer lugar: «El golpe fascista, imperialista de abril, motivó a la Fuerza Armada… Todo el alto mando militar y los comandantes de los componentes se pusieron a trabajar para darle vida y forma». Esto es, las reservas tendrían entre sus funciones específicas las de combatir golpes de Estado. A continuación declaró que tales cuerpos separados formarían ahora uno solo, bajo el mando directo del Comandante de la FAN, es decir, él mismo. Si llegare a necesitar de nuevo la aplicación de un Plan Ávila podría ordenarlo directamente.
Y además, cuando pedía toda colaboración hacia su segundo al mando, el general Julio Quintero Viloria, dijo que le había encomendado «la misión más difícil, compleja y de mayor trascendencia que general o almirante alguno haya recibido en 50 años de historia venezolana». O sea, capiti diminutio clarísima para la fuerza armada institucional. O sea, García Carneiro, tú presides sobre una organización cuya misión es de importancia secundaria.
¿Hay señales de inconformidad con esta disminución de los militares de carrera? Por los momentos el general Baduel, obsecuente, declara que la seguridad y defensa nacionales no son coto cerrado de los militares. Y para conectar la pista principal del circo con la primera reseñada, García Carneiro evade airado a los periodistas que preguntaban por la actuación de Lucas Rincón en la madrugada del 12 de abril con la salida de que se le ataca (a García Carneiro) con una «campaña mediática», olvidando que el tema ha sido puesto en el tapete, no por los comunicadores, sino por Isaías Rodríguez.
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