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Un nuevo estudio que llegó a las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, vuelve a señalar como culpable a la actividad humana que acelera el calentamiento planetario. En esta ocasión, el estudio dirigido por Benjamín Santer y fortalecido por una pléyade de instituciones de investigación en varias partes del mundo, concentró su análisis del aumento de la temperatura oceánica en zonas de formación de huracanes.

Ya existía significativa evidencia de que una mayor temperatura de los mares está ligada a la creciente intensidad de huracanes nacidos en aguas tropicales del Atlántico y el Pacífico. El nuevo estudio, que combinó datos de 22 modelos climáticos elaborados en 15 centros de investigación en varias partes del mundo, halló, al decir de Santer: «una muy clara huella digital humana».

El equipo dirigido por Santer llegó a la conclusión de que los aumentos en las temperaturas marinas que vienen siendo registrados no pueden ser explicados por meras razones naturales. En sus estimaciones se considera que hay una probabilidad de 84% de que factores inducidos por el hombre sean responsables de al menos 67% del aumento observado. El principal entre estos factores es la emisión de gases a la atmósfera que dan lugar al efecto invernadero, la formación de anhídrido carbónico atmosférico en cantidades desusadas, lo que atrapa sobre la superficie terrestre el calor generado por la radiación solar.

Los científicos predicen, en la era post-Katrina, una aceleración de esta tendencia, y por tanto la aparición de huracanes y ciclones de mayor intensidad y frecuencia.

La emisión de gases problemáticos proviene mayormente de la combustión de carbón y petróleo. ¿No debiera una potencia petrolera como Venezuela preocuparse por estos asuntos, aunque sólo fuera porque la salud del planeta llevará, más temprano que tarde, a una sustitución del petróleo como fuente de energía? Para la época de la devastación de Nueva Orleáns por el huracán Katrina, el presidente Chávez insinuó que el desempeño atmosférico de los Estados Unidos era una de sus causas. ¿No tienen que ver nada en el problema los ricos países productores de petróleo? Si hay un gran mercado para la cocaína en los países desarrollados, eso no absuelve de responsabilidad a quienes cultivan la coca y la procesan.

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