Estimada suscritora, estimado suscritor: en el #261 de la Carta Semanal de doctorpolítico se dice: «Es clarísimo que el proyecto de reforma introducido por Chávez a la Asamblea Nacional, ampliado considerablemente por ésta, modifica en más de un punto la estructura y los principios fundamentales de la Constitución. A pesar de esta circunstancia, nadie ha intentado ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia algún recurso que busque declarar que ése es el caso, y que los cambios perseguidos por el régimen exceden con mucho la definición de reforma constitucional claramente establecida en el artículo mencionado».
Esa afirmación es completamente errónea. El 27 de septiembre, Néstor Luis Romero Méndez introdujo ante el Tribunal Supremo de Justicia recurso de amparo constitucional contra el Presidente de la República y la Asamblea Nacional «por pretender tramitar como Reforma, un conjunto de propuestas que modifican la estructura y principios fundamentales del Texto Constitucional vigente”. La Sala Constitucional del TSJ acaba de declarar inadmisible el recurso intentado por Romero Méndez, según decisión de la que fuera ponente Francisco Carrasquero.
De esta decisión vale la pena notar que el asunto de fondo no fue decidido, primeramente. La inadmisibilidad fue predicada sobre la consideración de si los derechos constitucionales del accionante habían sido violados, y la ponencia no dilucidó el punto principal. Luego, es notable que los magistrados Jesús Eduardo Cabrera y Pedro Rondón Haaz, razonadamente y por separado, salvaron su voto. De hecho, el primero de los nombrados sí se dirigió al fondo de la materia y escribió: «En criterio de quien disiente, un sistema de organización social o económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción, como lo es básicamente el socialista, en sus distintas concepciones, cual es el propuesto en el Proyecto de Reforma, chocaría con lo que quien suscribe, y la propia Sala, era considerado Estado Social, y ello—en criterio del disidente—puede afectar toda la estructura y los principios fundamentales del Texto Constitucional, hasta el punto que un nuevo ordenamiento jurídico tendría que ser creado para desarrollar la construcción del socialismo. No es que Venezuela no puede convertirse en un Estado Socialista. Si ello lo decide el pueblo, es posible; pero a juicio del voto salvante, tal logro sería distinto al que la Sala ha sostenido en el fallo de 24 de enero de 2002 (Caso: Créditos Indexados) y ello conduciría no a una reforma de la Constitución sino a una nueva Constitución, la cual debería ser votada por el Poder Constituyente Originario. Al menos, en nuestro criterio esto es la consecuencia del fallo N° 85 de 24 de enero de 2002».
No habiendo pronunciamiento firme de la Sala Constitucional sobre el fondo del recurso intentado por Romero Méndez, es perfectamente posible la introducción de un nuevo recurso que subsane los aspectos formales de los que se aferró Carrasquero para proponer la inadmisibilidad. El magistrado Cabrera opinó: «En todo caso, si la mayoría de la Sala consideraba—tal como se lee del fallo—que ‘el ciudadano Néstor Luis Romero Méndez no tiene legitimación activa alguna para incoar la presente acción de amparo constitucional, por cuanto no señaló, ni se evidencia de autos, de qué manera las actuaciones denunciadas como lesivas son susceptibles de vulnerar sus derechos constitucionales’, debió ordenarse al demandante la corrección de la solicitud respecto de lo que establecen los cardinales 4 y 5 del artículo 18 de la Ley especial y debió recaer el referido pronunciamiento de inadmisibilidad sólo en la eventualidad de que caducara el lapso que establece el artículo 19 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, sin que la parte hubiere subsanado el error».
Usted puede leer el texto completo de la decisión en:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Noviembre/2042-021107-07-1374.htm
Ofrezco a usted mis excusas por haber suministrado la equivocada información que aquí rectifico.
Con un cordial saludo
Luis Enrique Alcalá
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