LEA, por favor
Es peculiaridad de la política alemana el que el Estado financie la actividad partidista. Cada partido importante contiene una fundación que recibe fondos del gobierno federal y ellas, a su vez, tienen amplia libertad para apoyar movimientos, partidos e iniciativas que pueden incluso ser extranjeras. En el caso venezolano, son muy influyentes los programas de la Fundación Konrad Adenauer, del campo social-cristiano, y la Fundación Friedrich Ebert, del social-demócrata. El programa más importante de esta última es el sostenimiento del ILDIS, el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales. En un estudio de junio de 1998 sobre el problema de la relación entre conocimiento y poder (con especial mención de los institutos conocidos como think tanks), el suscrito anotó lo siguiente: “El autor de este comentario no conoce todos los institutos de investigación venezolanos en los que se estudie problemas públicos, por supuesto, y cree, además, que algún espacio se ha ido ganando a esta función racionalizadora de la política con la producción del ILDIS (centro socialdemócrata que contribuye a un análisis serio en el seno de los órganos de dirección de Acción Democrática), del IESA (que ahora ofrece una maestría en políticas públicas), del CENDES, (viejo centro de la democracia que ha perdido influencia), de la COPRE (que debiera ser redefinida), del Instituto de Investigaciones Económicas de la UCAB, de Pensamiento y Acción, de CEDICE, de la Fundación Raúl Leoni, por mencionar a institutos domiciliados en la región capital”.
Es así como el ILDIS alimenta un mejor pensamiento de lo político en latitudes latinoamericanas, particularmente en Venezuela. Puede uno percatarse de la amplitud de sus actividades en la siguiente dirección: http://www.ildis.org.ve
Por estos días puede accederse allí a un útil y oportuno estudio de Yolanda D’Elia y Luis Francisco Cabezas sobre el alcance, la eficacia y la situación actual de las “misiones” gubernamentales, cuya valoración objetiva no es cosa fácil. El sitio web del ILDIS advierte: “Las misiones representan el emblema y la columna vertebral de la política social del actual gobierno venezolano. Su concepción y formas de implementación, sin duda poco ortodoxas, han captado el interés de lo/as cientistas sociales tanto en el ámbito nacional como internacional. Generalmente, se les asocia con un esfuerzo por cerrar las brechas de inequidad y desigualdad social que caracterizan a la sociedad venezolana. Sin embargo, su evaluación rigurosa no es sencilla. Las dificultades para construir y alimentar indicadores objetivamente verificables sobre su cobertura, eficacia y eficiencia operacional, representan un serio obstáculo para cualquier intento de evaluarlas desapasionadamente”.
A pesar de esta advertencia, se encontrará en el trabajo de Cabezas y D’Elia la más completa evaluación posible de las “misiones”, escrita desapasionadamente. La Ficha Semanal #200 de doctorpolítico reproduce de ese estudio (Las Misiones Sociales en Venezuela), el capítulo correspondiente al “Estado actual de las misiones: coberturas y desempeños”.
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Misioneros al poder
Alcance real y caída de las coberturas
Barrio Adentro 1 y Mercal fueron las que lograron el mayor alcance territorial y poblacional de todas las misiones, por introducirse dentro de las dos esferas de más alto déficit institucional en las estructuras de bienestar social del país y por su gran penetración en las zonas donde viven los sectores de menores recursos. El gobierno afirma que, de acuerdo con el personal de salud colocado y el volumen de ventas de alimentos en estas zonas, ambas misiones cubren entre un 60% y 70% de la población venezolana. En la Misión Barrio Adentro I, todavía hoy el gobierno estima una cobertura de 17 millones de personas y en la Misión Mercal se calcula en 15 millones. Las encuestas de Datanálisis indican, por el contrario, que en su punto más alto de expansión, la Misión Barrio Adentro pudo haber llegado al 30% de la población (7,2 millones) en el año 2004 y la Misión Mercal al 53% (12 millones) a finales del año 2006.
Las misiones Robinson I y II, destacaron por la innovación del sistema de educación inicial para la población adulta no escolarizada en un tiempo de ejecución más rápido que el alcanzado históricamente por los planes tradicionales. Pero éste era un esfuerzo relativamente sencillo delante de una estructura institucional educativa que desde hace varias décadas viene mostrando coberturas superiores al 80% en los niveles de educación básica. Las mas difíciles de ejecutar fueron Ribas y Sucre, al querer levantar con ellas una estructura de educación media y superior paralela a la existente que supone triplicar el esfuerzo de inversión en infraestructura y profesionalización hecha en el país por años. Según voceros del gobierno, alrededor de 2,7 millones de personas han sido beneficiarias del sistema de misiones educativas. Las encuestas de Datanálisis confirman esta cifra, encontrando una cobertura de estas misiones cercana al 10% de la población. Las cifras del gobierno indican que más del 80% de estos beneficiarios han sido personas adultas. El promedio de edad fue de 54 años en la Misión Robinson I, 43 años en la Misión Robinson II y 31 años en Ribas. Pero al mismo tiempo, las mismas cifras muestran que aproximadamente 2,6 millones de personas han ido saliendo del sistema. El 86% de los retirados son jóvenes, siendo mayor la pérdida de beneficiarios en la Misión Ribas.
Las que tuvieron muy bajas coberturas, a pesar de los enormes déficits en los sectores donde fueron dirigidas, fueron las misiones Vuelvan Caras y Vivienda-Hábitat. Cada una de estas misiones reporta en las encuestas de Datanálisis porcentajes de cobertura iguales o inferiores al 3% de la población. La misión Vuelvan Caras fue prácticamente desmantelada después de varios fracasos en los planes de formación laboral, la conformación de cooperativas y la constitución de Núcleos de Desarrollo Endógeno (NUDE’s) en el año 2005. En el año 2006, se procedió a trasladar más del 50% de las 300 mil personas formadas en esta misión—la mayoría mujeres—, para trabajar en las actividades de la Misión Madres del Barrio y, en el 2007, la misión Vuelvan Caras fue definitivamente sustituida por la Misión Che Guevara. La misión Hábitat disminuyó sensiblemente en sus niveles de ejecución, después de no lograr mayores avances en los planes de rehabilitación de barrios, sustitución de viviendas precarias por viviendas dignas y la construcción de 250 mil unidades habitacionales anuales. Tales misiones requerían de planes de inversión sostenidos y su articulación con los sectores económicos nacionales y locales.
A mediados del año 2005, el rendimiento de las misiones de mayor alcance comenzó a bajar de manera considerable afectando rápidamente los niveles de cobertura reportados por los beneficiarios. Según las mediciones de Datanálisis, la tendencia de beneficiarios de la Misión Barrio Adentro I decreció entre los años 2004-2007 a una cobertura de 22%. La Misión Mercal también se redujo a un 46% y, se ha encontrado que en el 2008 bajó a un 43%. Entre las educativas, la Misión Ribas es donde más se observa una disminución del número de beneficiarios, llegando a perder entre los años 2006-2007 un total aproximado de 360 mil estudiantes.
Declive del sistema de atención paralelo
Después de 5 años de haberse puesto en práctica, el sistema de atención paralelo que se pensó podía nacer de las misiones muestra hoy día un gran debilitamiento que explica la caída de las coberturas. En todos estos años la disponibilidad de recursos financieros nunca logró equipararse al ritmo de los planes de expansión decretados por el Presidente, creando una constante situación de incumplimiento de metas y de expectativas no satisfechas en las comunidades. Ademas del bajo rendimiento y los rezagos financieros, el sistema enfrenta severas dificultades de carácter institucional que han ido aumentado con el tiempo. La persistencia de estas dificultades es lo que hace pensar que no es una crisis del sistema, sino que se trata del declive de las estructuras paralelas que se soportan sobre el mecanismo de las misiones. Como muestra, presentamos a continuación las principales dificultades por las que atraviesan las tres misiones mas emblemáticas: Barrio Adentro, Mercal y las Misiones educativas.
Misión Barrio Adentro En el 2003 se instalaron 8.500 puestos de médicos cubanos en locales comunitarios temporales. Al expandir la misión, se esperaba construir 6.500 establecimientos de salud para que los médicos prestaran un servicio más adecuado, pero hasta el 2006 solamente se había construido el 40%, y el 30% de éstos todavía no se encontraba equipado. Cifras del 2007 indican que no hubo cambios significativos en esta situación y que alrededor del 30% de los puestos de salud a nivel nacional cerraron ese año. Además, estudios y denuncias señalan que un número elevado de establecimientos construidos se encuentra sin uso, a causa de la inseguridad, mala ubicación, poco espacio y deficiencias físicas, así como la persistencia de problemas de suministro de insumos médicos y de higiene.
En Barrio Adentro II, se propuso la rehabilitación de centros de salud existentes para convertirlos en clínicas de atención especializada, pero solamente se inauguraron 7 en Caracas. Para llenar este vacío, se decidió traer de Cuba equipos de diagnóstico, cirugía y rehabilitación a fin de dar soporte a los puestos de salud y cubrir emergencias. La meta era construir 600 Centros de Diagnóstico Integral (CDI), 600 Salas de Rehabilitación (SRI) y 30 Centros de Alta Tecnología (CAT) pero al 2007 todavía falta por cumplir el 50%. En Barrio Adentro III, se anunció la rehabilitación y modernización de 33 hospitales públicos y hasta el 2006 solamente se ejecutaron obras en 5 de ellos. Nuevamente, en el 2007, se anunció la construcción de 15 hospitales nuevos, habiendo construido ya 2 centros cardiológicos en Caracas y Zulia, pero se desconoce el estado de dicha oferta.
La Defensoría del Pueblo en el 2004 señalaba que los médicos cubanos debían ser formados por especialistas venezolanos en terapéutica y que era necesario aumentar el personal médico venezolano en los puestos de salud. Sin embargo, después de 5 años, éstos representan menos del 2% en el total de personal y, hasta el presente, la práctica médica de los cubanos no ha sido certificada por autoridades académicas nacionales ni es objeto de regulación por parte del ente rector del sistema de salud. En el 2005, se anunció el reclutamiento de 20.000 jóvenes venezolanos para cursar 3 años de medicina integral comunitaria bajo la tutoría de los cubanos. De cumplir con los requisitos académicos y comunitarios, éstos serian incorporados como fecha más cercana en el 2010. Además, la falta de espacios y equipos para la formación de los jóvenes, hace presumir que el número de graduados no cumplirá la meta de 1 médico por cada 250 familias. Para solventar este problema, Venezuela y Cuba acordaron en el 2007 instalar una Escuela Cubana de Medicina en el país.
Asimismo, las cifras oficiales indican una reducción del personal médico cubano en 20%, pasando de aproximadamente 15.000 médicos en el 2005 a 12.000 en el 2007. Esto ha sido corroborado por entrevistas hechas a las comunidades en estudios y medios de comunicación, quienes afirman que ha disminuido considerablemente la presencia de los médicos en los puestos de salud y que ya no se cumplen los horarios de consulta, las actividades de prevención ni las visitas domiciliarias. Incluso, reportes de las comunidades indican que, en Caracas y Vargas, la reducción del personal cubano podría estar alrededor del 60%. Se desconoce las causas de la retirada parcial de estos médicos, ello puede deberse al vencimiento del período de servicio, estipulado hasta un máximo de 3 años, para lo cual no existe capacidad nacional ni internacional de reemplazo, y también a su traslado a la fase de Barrio Adentro II.
Con la expansión de la Misión Barrio Adentro I, el gobierno ofreció un sistema de atención primaria en salud las 24 horas del día que lograría disminuir el uso de los hospitales públicos en un 80%. En realidad, la atención abarca 4 horas de consulta y cubre básicamente una atención de medicina simplificada que no tiene las condiciones para constituirse en una red completa de atención primaria. Ocurre lo mismo con los centros de Barrio Adentro ll, los cuales tienen como función en Cuba la de servir de red complementaria para el diagnóstico (laboratorio, exámenes de todo tipo) y no como una red de especialidades médicas. Datos del año 2007 muestran que las comunidades con puestos de salud de Barrio Adentro, siguen usando con bastante frecuencia los hospitales públicos para chequeos preventivos y consultas a especialistas. Asimismo, el personal de los centros de Barrio Adentro I y II, ha manifestado no contar con espacio, insumos ni recursos humanos suficientes para cumplir con la labor que les fue encomendada.
Misión Mercal
El número de establecimientos para la venta de alimentos a bajo precio de la red Mercal, aumentó entre los años 2004-2005 de manera exponencial, pasando de 1.600 a 15.700. Pero el 96% de estos establecimientos pertenecen a particulares, el 90% de éstos son bodegas y el 6% funcionan como franquicias. En el año 2005, comenzaron a verse fallas importantes en las capacidades de almacenaje, la cadena de distribución y la fuga de alimentos. En el 2003 se había programado construir 300 centros de acopio para la distribución de alimentos y hasta el 2007 solamente se había construido el 38%. En el año 2005, comenzaron a presentarse dificultades de diferente naturaleza. Los problemas más reportados ese año eran: la escasez de pollo, carne, huevos y leche, la pérdida de productos por robos, un inadecuado sistema de enfriamiento para mantener los alimentos y deficientes sistemas de administración.
La Misión generaba cerca de 8.000 empleos directos y existen alrededor de 30.000 mujeres voluntarias de las comunidades encargadas de hacer y suministrar 150 comidas diarias [por centro] para la población en riesgo nutricional, situación de calle y desempleo, a través del programa Casas de Alimentación. Los estudios acerca de la Misión indican una alta precarización de estos empleos. Para el gobierno estos empleos no generan compromisos laborales y, por tanto, no requieren pago de salarios ni beneficios sociales, aun cuando se exige cumplimiento de horario y metas de producción. Durante el 2007, los trabajadores de Mercal organizados sindicalmente denunciaron incumplimientos en las convenciones colectivas por parte de los organismos encargados. Asimismo, el gobierno paga a las mujeres voluntarias de las Casas de Alimentación un bono o ayuda de 160 bolívares fuertes mensuales que representa apenas el 20% del salario mínimo fijado en el 2008.
Las metas de abastecimiento de Mercal también crecieron exponencialmente, de 3.200 toneladas de alimentos para abastecer a 8 millones de personas en el 2004, se pasó al doble de la cantidad con 6.928 toneladas para abastecer a 15.000.000 en el 2005 y a una meta de aproximadamente 10.000 toneladas para llegar a 20 millones de personas en el ano 2007. Sin embargo, entre los años 2005-2006 el gobierno admitió una caída de 53% mensual en las ventas, debido a que los recursos recibidos no alcanzaban para cubrir las toneladas de alimentos necesarias, además de continuar pagando el subsidio a los precios y cubrir los gastos de las Casas de Alimentación.
En el 2007, cerca de un 20% de las bodegas abandonaron la red Mercal a causa del desabastecimiento y el escaso margen de ganancia. De igual manera, se produjo una desviación de los productos hacia canales de distribución privados. Debido a esta situación, el Ministerio del área ordenó la reducción del horario de trabajo de los establecimientos de la red y decidió darle prioridad a las ventas de gran volumen en puestos itinerantes como los mercados a cielo abierto y mercados móviles. A principios del 2008, el gobierno estimaba una pérdida de 41,5% de beneficiarios. Con 13 mil puntos de venta aún funcionando, en el año 2007 las encuestas de opinión indicaban que Mercal no era el principal lugar de compra de los sectores de menores recursos, quienes continuaban utilizando en un 65% la red de abastos y supermercados privados.
Con la expansión de la red de Mercal se proponía crear un sistema de seguridad alimentaria aumentando la capacidad de control del Estado sobre la producción, el almacenamiento y la comercialización de alimentos a nivel nacional, pero en la práctica las importaciones de alimentos se elevaron a niveles jamas antes vistos, siendo éste uno de los indicadores internacionales que más expresa la vulnerabilidad alimentaria de un país. En declaraciones de funcionarios públicos se ha estimado que el 70% de los alimentos vendidos en Mercal son importados. De igual manera, en el 2004 se esperaba atender a 1,3 millones de personas a través de los programas especiales de protección nutricional, pero hasta el 2007 la población atendida se ha mantenido alrededor de las 600 mil personas (46%).
Misiones Educativas
Hasta el 2005, la Misión Robinson I instaló 136 mil ambientes para actividades de alfabetización en casas y centros educativos, con la asesoría de 74 técnicos cubanos y el trabajo de 50.000 efectivos militares. Los materiales educativos fueron adquiridos en Cuba: “… 1.900.000 cartillas, 200 mil manuales del facilitador, 80 mil televisores e igual número de VHS, un millón de videos y de bibliotecas familiares y un aproximado de 300 mil lentes correctivos”. La Misión terminó prácticamente su labor cuando el Presidente declaró erradicado el analfabetismo en el país, con la graduación de aproximadamente 1,5 millones de personas alfabetizadas ese año. Un total aproximado de 600 mil personas de esta misión prosiguió estudios de educación primaria en la Misión Robinson II y se calcula que se hayan graduado en el 2007 unas 300 mil personas (50%).
En la Misión Ribas, se instalaron 34 mil ambientes. De los 600 mil matriculados a nivel nacional en el 2004, esta misión graduó a unos 160 mil nuevos bachilleres en el 2006 (27%) y, de 500 mil matriculados en el 2006, se graduaron 250 mil en el 2007 (50%). En esta misión han participado unos 30 mil facilitadores y 6 mil asesores. Estudios y denuncias han sugerido una posible migración de estudiantes de la Misión Ribas a la Misión Vuelvan Caras, por el monto de las becas (de 160 BsF. en Ribas a 185 BsF. en Vuelvan Caras) y porque en esta última las becas se otorgan a todos los participantes, mientras que en Ribas el porcentaje de becados es de 27%. Datos del BCV revelan que el 36% de los que participaron en la Misión Vuelvan Caras son estudiantes. También el gobierno ha confirmado actos de corrupción relacionados con estas becas. El Ministro de educación superior decía en el 2007: «…de 100.000 mil supuestas becas que había en Misión Sucre, (…) encontramos 79 mil verdaderas y casi 20 mil irregulares, de las cuales más de 10 mil no habían sido cobradas por tres meses o más”.
La idea del gobierno es que los estudiantes de Ribas continúen dentro del sistema y trabajen dentro de los planes de la revolución: “El titular de la cartera de Energía y Petróleo, explico que esta misión apenas está empezando y no debe ser una misión finita, que culmine con una graduación, porque aún tienen mucho camino que recorrer y un gran futuro que construir, incorporándose activamente a la Misión Sucre: en el seno de las comunidades, en la organización popular y estudiantil”. En el 2006, de los 400 mil bachilleres de la Misión Ribas apenas se inscribieron en la Misión Sucre un numero de 25 mil (6%), ante lo cual el gobierno abrió la Misión Ribas Técnica con la idea de ofrecer una alternativa mas corta a los que no quisieron proseguir estudios universitarios.
En la Misión Sucre se creó la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) con sedes en Caracas, Zulia y Bolivar, y se abrieron programas educativos en 11 universidades experimentales y 28 colegios universitarios. Pero, los programas tardaron 2 años en regularizarse por dificultades para cubrir la plantilla de profesores, cambios de orientación en la misión y el diseño de los programas. Las inscripciones superaron la capacidad instalada de aulas en los centros educativos disponibles, de 6 mil requeridas solamente se contó con 1.400 hasta el 2007. En el 2004, se crearon unos 1.000 ambientes provisionales en las Aldeas Universitarias con la idea de municipalizar la misión en los 334 municipios del país y posteriormente sustituirlos por establecimientos, pero hasta ahora se han asignado recursos para construir 37 aldeas. En el 2008, el Presidente anunció la edificación de 28 universidades nuevas y la remodelación de 29 institutos y centros universitarios dentro de la nueva Misión Alma Mater.
En el 2003, se inscribieron en la Misión Sucre cerca de 400 mil estudiantes que comenzaron estudios en el Programa de Iniciación Universitaria (PIU) mientras se esperaba por la apertura de las carreras. Unos 196 mil (49%) terminaron este programa en el 2005, fecha en la cual se eliminó. De estos estudiantes promovidos, 53 mil se inscribieron en 86 carreras de formación ofrecidas en los centros universitarios (27%) y para el año 2008, se habían graduado alrededor de 5 mil estudiantes (9,4%). En esta Misión participan unos 2.300 preparadores y 21.000 profesores de las universidades involucradas.
La calidad ha sido uno de los problemas mas críticos de todas las misiones educativas, lo que es reforzado por la ausencia de mecanismos de supervisión y evaluación. Las dificultades que más se han reportado son: la baja calidad académica y pedagógica de los facilitadores y asesores, así como el ausentismo y la alta rotación de éstos, atribuido a la irregularidad en los pagos. También se ha mencionado el incumplimiento de los periodos académicos, la inasistencia de los estudiantes, la falta de material didáctico y de apoyo, y las malas condiciones de equipos e instalaciones.
Yolanda D’Elia / Luis Francisco Cabezas
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