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María de Lourdes Vásquez ha reportado en el diario El Universal recientes declaraciones (30 de junio) del Presidente de la República, que siguen ya un guión ortodoxamente marxista. Abre así su nota: “El Presidente de la República, Hugo Chávez, indicó durante la noche del martes que en Venezuela existe una ‘guerra social’, según él desatada por las clases poderosas que quieren seguir explotando a los más pobres y en función de ellos manipulan y tienen desatada una ‘guerra psicológica’.” (En ese momento, Chávez inauguraba una nueva escuela técnica de formación de suboficiales en Maracay, ciudad que fuera la plataforma de lanzamiento de su golpismo o, como él prefiere decir en los últimos días, su gorilismo).

A juzgar por las mediciones de un encuestador hasta no hace mucho respetado por el gobierno (Félix Seijas, IVAD), Hugo Chávez habla así pero no convence. En la encuesta nacional que practicara Seijas entre el 17 y el 26 del mes pasado, los entrevistados asignaron estos porcentajes al fijar la responsabilidad por los problemas de la Nación: el gobierno nacional, 26,3 %; el Presidente, 18,3%; los gobernadores de estado, 15%; los alcaldes, 8,2%; la oposición, 9,4%; los empresarios, 2,9%.

Dos ítems más confirman que Chávez expone sus primitivas teorías a un auditorio sordo: primero, al medir la importancia que debe darse al respeto a la propiedad privada, 48,9% de los encuestados cree que es muy importante y 45,7% que es importante, para un total de 96,4%. Luego, 65% prefiere la propiedad privada, contra sólo 7% que prefiere la propiedad social. ¿Querrán suicidarse políticamente los asambleístas nacionales con la aprobación de la Ley de Propiedad Social?

Es posible que se sientan sobre seguro al considerar las preferencias partidistas. Seijas mide un apoyo al PSUV de 33,5%, mientras registra los siguientes porcentajes favorables a los partidos de oposición: Acción Democrática, 5,8%; Primero Justicia, 5,3%; Un Nuevo Tiempo, 4,5%; COPEI, 3,3%; Proyecto Venezuela, 2,5%. (El total de estos miembros principales de la Mesa de Unidad Democrática—constituida por once partidos—alcanza a 21,4%, o doce puntos por debajo del PSUV).

Pero estas cosas cambian. La mesa unitaria es considerada positiva por el 64,3% de los entrevistados, mientras sólo 26,3% la considera negativa.

Lo cierto es que la aprobación de Chávez y el chavismo está descendiendo dramática y aceleradamente, y mientras se ocupa de sus tropiezos en Honduras y de consolar al matrimonio Kirchner, hace nada vapuleado en elecciones argentinas, la mayoría de los electores venezolanos (52,9%) estima que la situación de nuestro país es desfavorable.

¿Cómo pudiera ser de otro modo, si la primerísima responsabilidad de un gobierno es la seguridad de los ciudadanos y 82,3% cree que ella es nuestro principal problema?

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