Una fotografía publicada hoy agita la pasión farisaica: en ella aparecen reunidos José Antonio Abreu y Gustavo Dudamel con el Presidente de la República. La tentación es demasiado grande para almas mediocres. («La envidia es el rubor de la mejilla sonoramente abofeteada por la gloria ajena». José Ingenieros, El hombre mediocre). No pudieron dejar de sacar conclusiones necias, inútilmente moralizantes, de la sesión y retornaron las supuestamente cultas comparaciones con Wilhelm Furtwängler, Director de la Filarmónica de Berlín durante el período de los nazis en Alemania. En este blog se encuentra, sin mucha dificultad, la calificación del chavismo como proceso canceroso (Dictamen 2010), pero no se necesita mucha sagacidad para entender que el chavoma, por más pernicioso e invasivo que sea, es mucho menos virulento que el hitleroma. El régimen venezolano ha iniciado su duodécimo año; en doce años habían muerto ya, por obra de Hitler (1933-1945) seis millones de judíos en sistemática y despiadada exterminación y cincuenta millones de personas en la Segunda Guerra Mundial que el monstruo austriaco desatara. Hasta para rasgarse las vestiduras conviene adquirir el sentido de proporción.
Abreu es casi que la única, junto con Dudamel, referencia positiva remanente para los venezolanos. Los moralistas— que han escrito, desde la comodidad de ya largas residencias norteñas, cosas como ésta: «…la exhibición de cobardía moral que está dando la sociedad venezolana, con su pasividad y hasta masoquismo, representa un profundo descrédito para nuestro gentilicio»—, armados de una indignación pretendidamente superior y con gran inconsciencia, ya han salido con antorchas al incendio de quienes, con disciplina y amor venezolano, construyen patria grande aun en medio del odio mediocre del gobierno actual y sus peores oponentes. («Lo peor que puede hacer un opositor a Chávez es parecerse a él»).
Ya antes ha salido el suscrito en defensa de Abreu y Dudamel (Conocimiento y opinión, en la Carta Semanal #241 de doctorpolítico, del 14 de julio de 2007), y con orgullo ciudadano tradujo—Director del Pueblo, Ficha Semanal #169, del 6 de noviembre del mismo año—un extenso y elogioso trabajo sobre Dudamel, Abreu y El Sistema en The New York Times.
En el estudio citado—Dictamen 2010—se contempla la figura de Abreu como un posible sucesor balsámico de Chávez, en el caso no improbable de una falta absoluta anticipada del Presidente de la República. (En su sección última, también publicada como archivo de audio: Tratamiento del chavoma). Quienes ahora denuestan acaloradamente de él y de su más destacado pupilo hacen muy flaco servicio al país. Con alguna frecuencia podemos constatar que algunos observadores externos son más perceptivos que nosotros mismos. El 31 de agosto de 2009, José Antonio Abreu recibió de manos del rey Carl XVI Gustaf de Suecia el Premio Polar de Música, conferido por la Academia Real Sueca de Música. Esta academia dijo de él:
El Premio Polar de Música 2009 se concede al director, compositor y economista José Antonio Abreu. Impulsado por una visión de que el mundo de la música clásica puede ayudar a mejorar las vidas de los niños venezolanos, ha creado la red musical El Sistema, que ha ofrecido a cientos de miles las herramientas para superar la pobreza. La exitosa creación de José Antonio Abreu ha promovido valores tradicionales, como el respeto, la solidaridad y la humanidad. Su logro nos muestra lo que es posible cuando se hace de la música un terreno común y por eso mismo parte de la vida cotidiana de la gente. Simultáneamente, se ha dado a niños y padres, así como a los políticos, una nueva esperanza para el futuro. La visión de José Antonio Abreu sirve de modelo para todos nosotros.
LEA
_________
¡Bravo, Luis Enrique! Si hubiera un centenar de Abreus en Venezuela, seríamos un país del primer mundo. ¡Qué fácil es destruir, y qué mezquino, por decir lo menos, destruir a alguien que lo que ha hecho durante toda su vida ha sido construir!… Los últimos 35 años son ejemplo de ello. Yo prefiero pensar que el dinero que pago en impuestos va para las orquestas, la diferencia entre la civilización y la barbarie.
Creo que la cosa es tal como dices aunque, pensándolo bien, del Primer Mundo seríamos con sólo diez como Abreu. Basta ver qué dicen los grandes directores musicales de ese Primer Mundo. Sir Simon Rattle, por ejemplo, Director de la Filarmónica de Berlín. De Dudamel: “El director impresionantemente más dotado que yo haya conocido nunca”. Del Sistema: “Es la cosa más importante de las que pasan en la música clásica en cualquier parte del mundo”.
Estimado Luis, suscribo plenamente tu comentario. Abreu y Dudamel son un patrimonio venezolano, sin duda.
Sí lamento que la visita hubiese ocurrido el mismo día que nuestro comandante-presidente se hizo acompañar de quién sabe cuantos milicianos para adornar las escaleras de El Calvario. Los milicianos no tenían violines, ni bajos, ni muchas flautas, sino rifles. Sin ninguna pena, pero con disfraz militar y botas incluidas, el comandante no tuvo reparo en hablar con estos dos verdaderos artistas.
Jesús
P. D. Sí me llamó mucho la atención cómo la nota de la visita sólo se refiere a Dudamel como director de la Orquesta Juvenil Simón Bolívar. Dudamel es desde hace seis meses el Director de la Filarmónica de Los Ángeles, y allá en Beverly Hills tiene su residencia. Es más, esta gira de OSB es la despedida de Dudamel a su actividad con el Sistema. Está claro que los medios oficiales se resisten a molestar al jefe recordándole que Dudamel es ahora también un recurso del imperio. Aquí te dejo una crónica mía a propósito del concierto inaugural de Dudamel en Los Ángeles. http://blogeandoparalospanas.blogspot.com/2009/10/no-es-facil_10.html
Gracias, Jesús. He visto tu nota en tu blog. Por mi parte, te invito a leer Director del Pueblo en éste, una traducción de elogioso artículo aparecido en el magazine del New York Times (28 de octubre de 2007), que trata temas más sustanciales que la comercialización de la marca Dudamel.
Amigos, Es insensato comparar la figura del Profesor Abreu, que tiene más de 30 años trabajando en ese maravilloso Proyecto, que ha sido ejemplo para Venezuela y el mundo, y descubriendo caminos a cientos de jóvenes venezolanos y sólo merece elogios, con la irresponsable posición del joven director Dudamel, que si bien ha demostrado internacionalmente su capacidad y talento, es un verdadero ignorante (o se hace el loco) en conocimiento de la historia (Siglo XX) de los grandes compositores y directores sinfónicos, muy superiores y más talentosos que él, hasta la fecha, y que dieron su vida y patrimonio, pagando a veces con prisión y desprecio público su defensa a los mismos valores por los cuales hoy luchamos en Venezuela. Ojalá se tomara la molestia de leer y meditar la vida de Béla Bartók, Sergei Prokoviev, Dmitri Shostakovich, Igor Stravinsky, Paul Hindemith, Arnold Schoenberg y varios genios más y lo que les pasó por no vender su obra artística al nazismo ni al comunismo. Cuando pasen los años Gustavo (salvo que sea rojo-rojito de verdad), se dará cuenta del daño que le hizo a nuestra Patria, por cuadrarse y no denunciar este nefasto régimen, o al menos, mantenerse callado y neutral. Me da lástima ver como actúa, aunque como demócrata defiendo su derecho a hacerlo. Lo disculpo por su juventud.
Estimado Jorge: me ha sorprendido muy ingratamente tu comentario, en el que tan injustamente tratas a Gustavo Dudamel, orgullo venezolano. Si algo hay que reclamar a Dudamel—aparentemente que no se comporta como Marta Colomina, Alejandro Peña Esclusa o Patricia Poleo—, lo mismo y con mayor exigencia habría que reclamar a José Antonio Abreu (a quien absuelves plenamente), pues éste es el hombre más viejo y con una experiencia política ausente en el joven director, que se ha limitado a ser un músico brillante, excepcional; el estandarte, como lo llamó el propio Abreu, del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Con altivez moralista que no te corresponde, acusas ligeramente a Dudamel de «irresponsable», porque ignoraría (cosa que no te consta en absoluto) la historia de los directores y compositores del siglo XX. Apostaría sin el menor riesgo que conoce esa historia muchísimo mejor que tú. La lista que propones (con los nombres de Schoenberg y Bartók mal escritos, que debí corregir junto con otros errores en tu comentario), es completamente inadecuada para tus propósitos argumentales. Para empezar, es una lista de compositores, no de directores de orquesta, que es lo que fundamentalmente es Dudamel.
Luego, con la excepción de Béla Bartók, que emigró a los Estados Unidos y se negó a conciertos en Alemania, todos los restantes supieron acomodarse, o al régimen nazi o al soviético. Aunque no se puede decir de ellos que hayan sido nazis o comunistas entusiastas, Prokofiev regresó después de varios años en el exterior para vivir permanentemente en la URSS en 1935, donde entre otras cosas compuso la Cantata para el Vigésimo Aniversario de la Revolución de Octubre, recibió dos Premios Stalin por sendas sonatas para piano y fue el líder de una colonia estatal de compositores alejada del frente de batalla durante la Segunda Guerra Mundial; Schoenberg no vivió realmente el nazismo, puesto que se mudó a los Estados Unidos en 1934, sin que se supiera de él ningún ejemplar acto político; Hindemith, emigrado en 1940, llegó a pronunciar un juramento de fidelidad a Hitler, aceptó un encargo para escribir música para un evento de la Luftwaffe (la Fuerza Aérea nazi) que nunca se celebró, dirigió orquestas en conciertos de los nazis y tuvo un cargo en la Cámara de Música del Reich; Shostakovich, por último, que ciertamente tuvo numerosos roces con la burocracia artística de la Rusia comunista, llegó incluso a ser miembro de su Soviet Supremo. Tus ejemplos, en suma, son pésimos. A mí me parece irresponsable de tu parte que, en exhibición de una pretendida cultura acerca de la historia musical del siglo XX de la que careces, aduzcas figuras que estuvieron muy lejos de ser los héroes de la democracia que tenías entendido eran, para llamar irresponsable a Dudamel, de cuyos conocimientos no tienes idea. Mi consejo: no hables de lo que no sabes.
Es muy querido antepasado de tu señora esposa (creo que su abuelo) Don Pedro Elías Gutiérrez, a quien debemos la sabrosa Alma Llanera. ¿No debieras execrarlo familiarmente y descolgar en tu casa su retrato, siguiendo tu tortuoso criterio, porque hizo y dirigió música en el país a lo largo de todas las dictaduras de la primera parte del siglo XX? ¿Por haber dirigido, por ejemplo, con uniforme militar, la Banda Marcial de Caracas entre 1903 y 1946, sin que se le conociera jamás una condena de Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez o Eleazar López Contreras? El maestro Gutiérrez, estimado Jorge, hizo lo que muchos artistas hacen, gracias a Dios, aun en condiciones políticas de mengua nacional: nos dio su arte para elevar nuestro espíritu a pesar de esa mengua. Eso era lo que tenía que hacer, como lo ha hecho Gustavo Dudamel de manera incomparablemente más brillante y profunda que Gutiérrez. Gustavo Dudamel no ha hecho el menor daño a Venezuela; por lo contrario, es quien nos ha traído una de las poquísimas alegrías nacionales de los últimos años, una alegría y un orgullo inmensos de ser venezolanos.
Cordialmente, te llamo a la reflexión sobre este grave error tuyo. Tal vez te ayude la lectura de Director del Pueblo (traducción de artículo en la revista del New York Times) en este mismo blog. Contiene, entre otras muchas cosas, el abordaje sin tapujos de las dificultades políticas que debe sortear el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Debe haber sido la molestia de la lectura del correo de condena de Gustavo Dudamel, por «irresponsable» e «ignorante», lo que me hiciera olvidar a Igor Stravinsky en mi comentario. Stravinsky tampoco fue mártir de la democracia contra el comunismo soviético. No sufrió pérdida de libertad ni de patrimonio, ni pagó «con prisión y desprecio público su defensa a los mismos valores por los cuales hoy luchamos en Venezuela». Stravinsky salió de Rusia en 1910, a la que regresó muy brevemente en 1914 antes de fijar residencia en Europa primero y luego en los Estados Unidos. Aceptó una invitación en 1962 para dirigir varios conciertos en Leningrado y conversó largamente con Nikita Khrushchev, quien trató de convencerlo acerca de un regreso definitivo. La única prisión que Stravinsky sufriera en su vida fue a manos de la policía de Boston, que lo arrestó por haber introducido un acorde indebido (prohibido por ley federal) en el himno de los Estados Unidos.
¡Muy bien dicho, Doctor! ¡Qué provechoso sería invertir un tiempo similar en hacer propuestas constructivas, unir esfuerzos y criterios en búsqueda de soluciones y no más diatribas! ¡Cuestión de actitud, pues!
MIS RESPETOS.
En referencia a mi comentario anterior, temo que no expresé claramente mi punto de vista. Quise decir: en total consonancia con Luís Enrique y en disonancia con Jorge.
Gracias, César. Le había entendido perfectamente bien su primer comentario. El contexto lo hacía claro. Gracias de nuevo.
Luis Enrique, agradezco tu publicacion y las correcciones. No estoy tan seguro ni de los conocimientos historicos de Gustavo, y menos de su simpatia por este gobierno totalitario y opresor, hecho el cual su inteligente politica exterior ha sabido disimular muy bien, a billetazo limpio y con la ayuda de politicos e intelectuales que tienen aversion por todo lo que sea libertad de expresion, religiosa,propiedad privada bien habida y lo mas importante respeto a la dignidad humana. Mi mensaje no tiene que ver nada con la brillantez y talento del Sr. Dudamel, lo cual no esta en discusion, sino la enorme oportunidad que el ha tenido ,de ser un embajador mundial de esos valores. El tiempo dira si hizo bien o mal para sus compatriotas que sufrimos, no para los que viven el festin de Baltazar. Los pocos compositores que mencione, la lista es mucho mas larga y no quise fastidiar, casi todos fueron tambien Directores sinfonicos o excelentes musicos y tambien podria agregar : Arturo Toscanini siempre se nego a tocar en paises con regimenes totalitarios, Pablo Casals y Pablo Picasso rechazaron de frente la dictadura franquista y se autoexilaron, y por ultimo el mas grande del Romanticismo, Ludwig van Beethoven, tacho con su propia mano la dedicatoria de la Sinfonia #3, Heroica, cuando supo que su admirado Napoleon Bonaparte tambien actuaba como Dictador. (con Corona)
Por ultimo, el Maestro Pedro Elias Gutierrez, abuelo materno de mi esposa, aun sin tener la estatura de otros grandes musicos y compositores venezolanos de su tiempo, que yo sepa mantuvo su dignidad y distancia ante dictadores como J.V. Gomez y M.E. Perez Jimenez y nunca fue genuflexo ni conquistado para proclamar las bondades del ‘paraiso» venezolano. Es lo menos que se puede esperar de un intelectual del arte, que no sea simpatizante de las ïdeologias del mal» (Juan Pablo II.) Gracias,ojala que alguien mas opinara, ya que todos no pensamos igual.
Pues esta vez te publico y no gasto tiempo en correcciones, pero sigo lamentando la terquedad para sostener tu punto indebido. Quod scripsi, scripsi. Podrás voltear ahora los datos apropiados de alguna enciclopedia, pero antes ofreciste los terribles ejemplos que citaste.
La esencia de tu lamentable participación anterior no es la evaluación del actual régimen venezolano, sino tu irresponsable injusticia, en especial, cristianamente hablando, de gente que, como tú, hace práctica religiosa frecuente. Tú llamaste irresponsable e ignorante al Sr. Dudamel—a quien no te sale llamarlo Gustavo, pues ni siquiera lo has tratado personalmente y él no te ha dado esa confianza, y menos después de tu irresponsable e ignorante denuesto—sin la menor base. La implicación que construyes a partir de la referencia al abuelo de tu señora, que largo tiempo, bajo dictaduras bastante peores que la del Sr. Chávez, con muertos y prisioneros torturados, ejerció un cargo público sin elevar su protesta, para sugerir que el Sr. Dudamel es genuflexo o ha proclamado “las bondades del Paraíso venezolano”, es lógicamente falaz. Te repito, si lo que achacas a Dudamel es que haya pertenecido al Sistema creado por Abreu (a quien no censuras por lo mismo) porque no haya firmado un manifiesto antichavista, debes descolgar en tu casa el retrato del Maestro Gutiérrez, pues tampoco se manifestó contra los dictadores bajo los que trabajó dignamente. El Sr. Dudamel no se ha arrodillado jamás frente a Chávez, ni siquiera ante José Antonio Abreu, y tampoco ha proclamado por el mundo las virtudes del chavismo, mucho menos es simpatizante de ninguna “ideología del mal”.
Me entristece constatar tu dificultad para reconocer tu error y procurar enmendarlo. Es lo que haría un hombre, es lo que haría un cristiano.
JAMÁS había visto, entre los numerosos artículos que he leído del Dr. Alcalá, otro que demostrara, de mejor manera, lo irrefutable y concluyente del título: “CONTRA LOS NECIOS”…
Gracias otra vez, César. El Sr. Correa cerró su última e infeliz contribución con esta oración: «Gracias, ojalá que alguien más opinara, ya que todos no pensamos igual». Se ve que no se molestó en leer sus comentarios o el de Jesús Sánchez Meleán o el de Carolina Jaimes Branger, que fue el primero.
De verdad, es triste ver la ligereza al juzgar… El Maestro Abreu ha sembrado una semilla de la que hoy es uno de los frutos el Maestro Dudamel. Nadie puede poner en duda los méritos que les acompañan. Le felicito, Dr. Alcalá, por la vehemencia con la que refuta ese tipo de opiniones.
Gracias, María Teresa. Debo admitir que horas después de mi última respuesta a Jorge Correa me invadió la infelicidad. Esas cosas no debieran pasar.