Guillermo Bello se llama como debe ser, puesto que su obra es bella. Y no otra cosa debe pedirse de un artista. Puede que una obra exprese emociones sublimes, que describa el mundo natural, que cargue contenido político importante pero, si no es portadora de belleza, esa obra no será arte. Ahora se verá cómo es que Guillermo Bello es un verdadero artista: la Fundación Cultural Ipiar Tumerem se apresta a exhibir una nutrida muestra de sus trabajos en su sede de Boleíta Norte (Calle Sta. Clara, Edf. Tulipán, Piso 5), entre el domingo 23 de mayo (inauguración a las 11:30 a. m.) y el sábado 10 de julio.
La colección que será expuesta, bajo la curaduría de Ovidio Ramella, David Bello y el propio artista, se compone de cuadros, tallas, baúles, vitrinas y otros objetos fabricados por Guillermo, cuyas manos traducen al medio que escoja la belleza que sus ojos privilegiados saben encontrar. Guillermo Bello es artista raigalmente petareño (nacido en 1953; en 2008 fue declarado Patrimonio Cultural Viviente de Petare). Quienes no viven tranquilos sin el recurso a una etiqueta dirán que es artista ingenuo, artista popular, pero él es, simple y cabalmente, un artista. Y esto ha sido reconocido muchas veces: Guillermo ha ganado el Primer Premio del Salón Anual de Pintura Gramoven (1984), una Mención Honorífica en la Primera Muestra de Pintura Popular 2000 y el Primer Premio Popular de la Galería Municipal de Maracay (1992).
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La Fundación Cultural Ipiar Tumerem es iniciativa de su Presidente, Ovidio Ramella, un hombre de empresa que colgó los hábitos para sumergirse de lleno en el riquísimo mundo del arte popular venezolano, el que conoce como cartógrafo de la creatividad nacional. Desde siempre, ha contado con el aporte de David Bello, el decano de los artistas de la Fundación. Ahora ha reclutado la estrecha cooperación económica y ejecutiva de José Luis Alcalá, Vicepresidente de la Fundación (el mismo que tortura fraternalmente a quien escribe jugando dominó). Ellos han hecho un trío formidable que se apoya en la extraordinaria labor de, entre otros, Viviana Ghelman y Alejandro Blanco Uribe. Este último ha conformado una eficaz unidad audiovisual que registra y difunde, en magníficas piezas audiovisuales, la obra de los artistas populares venezolanos y las iniciativas de Ipiar Tumerem.
Este nombre viene a la Fundación de la lengua caribe, en la que dice Muro Pintado, obvia alusión al medio pictórico de nuestros aborígenes. La Fundación persigue, primordialmente, la reivindicación y seguridad social de nuestros artistas populares, y su reconocimiento y promoción a través del conocimiento de sus obras. La unidad audiovisual de la Fundación ha emprendido una serie documental de estas obras y sus creadores, inscribiéndola en el ciclo anual del folclore venezolano y destacando su relación con la cultura culinaria autóctona, ligada indisolublemente al calendario de las festividades tradicionales.
Un énfasis importante de la Fundación Cultural Ipiar Tumerem es el ecológico. Ha concebido la simbiosis del arte popular con la cultura del reciclaje de desechos (muchas obras hechas en los talleres de la Fundación son ejecutadas con materiales desechados), y combina actividades educativas, principalmente dirigidas a los niños, con un despliegue en espacios abiertos de un arte que cambie el espacio urbano hacia una mayor belleza y conciencia de conservación. Un nuevo sueño de Ramella y Alcalá apunta al establecimiento de un centro de tratamiento para artistas populares con problemas de adicción, en el que la recuperación sea posible mediante la recuperación de la autoestima y el estímulo de la producción artística.
En suma, es una fuerza insólita que estimula la formación de capital creativo, cuya presencia es rasgo característico de las ciudades más prósperas y adelantadas del planeta. El arte es el motor de la prosperidad. LEA
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El horario de la exposición Bello ingenuo será de lunes a viernes de 9:00 a. m. a 4:00 p. m., sábados y domingos de 9:00 a. m. a 2:00 p. m. La entrada es libre. El acto de inauguración incluirá un espectáculo de tambores y música afrocaribeña. La Fundación Cultural Ipiar Tumerem opera una galería de arte, y ofrece una terraza con estupenda vista al Parque Nacional El Ávila en la que es posible la degustación de gastronomía venezolana, así como un área de exposición y venta permanente de piezas de arte popular venezolano.
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