Hoy, como decía Patricia Janiot, todos queremos ser chilenos. La gente se identifica con los héroes, y el chileno es un pueblo heroico, que de la adversidad fabrica paz.
Nuestra gratitud hacia Chile, modelo de una vocación vital indoblegable. La patria está allá también, desde que la fuera de Andrés Bello, cien veces más sólido, mil veces más grande y útil que el inflado Simón Rodríguez. No es el alba, sino el alma lo que salva a un pueblo.
La patria es también Chile, nuestra patria chica es también Copiapó. LEA
Hola LEA
No puedo ocultar mi admiración y las gracias que debemos al pueblo chileno por el ejemplo que nos han obsequiado. Más allá de una planificación, una tecnología y una ejecución impecables, que tienen un valor incalculable, creo que el punto más importante fue el respeto que se mostraron entre sí todos los 33 mineros luego de que fallara el primer intento y quedaran incomunicados creo que por 17 días. A partir de ese momento, hubo total incertidumbre sobre sus posibilidades de sobrevivir. En esas condiciones, tan difíciles y tan retadoras de los instintos, respetaron el derecho de todos y funcionaron el racionamiento y el apoyo mutuo. Esto fue lo que les otorgó el tiempo para llegar al momento de comunicarse con el exterior y que surgiera de nuevo la esperanza.
Tremenda enseñanza
OJAS
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Otros venezolanos valiosos también formaron a Chile.
“Que país éste amigos míos! Si alguna vez, lo que Dios no permita, los huracanes de la maldita política los arrancan de cuajo de la tierra natal, como me han arrancado a mí de la mía, vengan a Chile para que gusten y vean las dulzuras de la hospitalidad”.
(Presbítero Antonio José Sucre Alcalá: “A mis amigos de Colombia”, Santiago de Chile, 15 de noviembre de 1888)
Muchas gracias, Luis, por el hermoso dato.