Para un libro compuesto por textos de diversos autores—Chávez es derrotable—, editado a fines de 2005 por Libros Marcados, escribí un capítulo que di en llamar Tío Conejo como outsider. En él puse:
El Darth Vader venezolano las tiene prácticamente todas consigo: no sólo tiene el control de todo el aparato estatal—desde el nivel nacional hasta el municipal en lo ejecutivo, y transversalmente en lo legislativo, judicial, electoral y el “poder ciudadano”—lo que incluye casi todo aparato represor—militar convencional y de reserva junto con lo policial (salvo unos pocos municipios)—sino por supuesto los recursos financieros públicos, que en el año electoral han sido presupuestados en nada menos que 85 billones de bolívares. (Más de cuatro veces, en bolívares corrientes, lo que manejara en su primer año de gobierno). Por si fuera poco, usará este poder desde una plataforma de apoyo electoral que oscila, según las encuestas, entre 45% y 60%—veinte o cuarenta puntos sobre su más cercano competidor—y, para coronar, ha adquirido una estatura mundial que, independientemente de su corrección, es superior a la de cualquier candidato emergido o emergente y a la de cualquier otro presidente venezolano de la historia, en verdad segunda sólo tras la de Bolívar. Si Chávez muriera mañana, habrá dejado un hondo y extenso recuerdo en el mundo entero, y una empatía global con su trayectoria y sus posturas se convertiría en una amplificación y diseminación de ellas. A Chávez hay que mantenerlo vivo.
Ya no tiene, por supuesto, sino un residuo disminuido de esa talla. El prestigio internacional de Chávez se ha reducido considerablemente, por ahora, pero hay focos de indignados en el mundo, y no sólo en España. Adentro, sigue teniendo muy considerable respaldo y un enorme patrimonio político. El Instituto Venezolano de Análisis de Datos acaba de medir 14,2 % de la opinión que sostiene que el trabajo que Chávez ha hecho es excelente, y 28,3% piensa que es bueno mientras 25,3% cree que es de regular hacia bueno, para un total de 67,8% de valoración positiva. (Agencia EFE). Enfrente está 30,4% de encuestados que sostendrían que el desempeño del Presidente «se encuentra entre lo regular y lo malo o lo pésimo».
El discurso que transmitiera hoy desde La Habana es posiblemente el mejor discurso de su vida; con seguridad, el mejor que le he escuchado. Fuerte, franco, sintético, convincente, elegante. Con él habrá galvanizado a su favor a una holgada mayoría de venezolanos. Si las elecciones presidenciales fueran mañana, las ganaría de calle.
El homónimo de Alfredo de Musset me ha hecho notar que Chávez no puso fecha al retorno que ha prometido, pero aun si no regresara la fuerza electoral de su proyecto ya ha recrecido, como espero que su tumor no haga. Si Chávez ensalza a Bolívar, lo mismo se encargarían de hacer sus continuadores con él, y el mito prestaría alimento de considerable valor nutritivo a su entristecida y preocupada corte por al menos durante un tiempo.
Pero aún así no logro ver el hombre o mujer que dentro de sus filas pudiera ser el primer albacea de su herencia, así que el término de su revolución sería sólo asunto de tiempo más bien breve, aunque se pusiera en práctica la usurpación violenta del poder que el hermano mayor ha previsto como posible camino.
De modo que me sumo a quienes le han hecho llegar con sinceridad mensajes que auguran su recuperación. Desde mi mayor honestidad le deseo salud. Prefiero tenerlo vigoroso cuando se exhiba eficazmente, con la mayor claridad, lo equivocadas que son sus concepciones. Usted está en el error, pero sería mezquino si no admitiese que su equivocación es hermosa. LEA
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Comparto plenamente tu análisis. Después de tantos subterfugios de desinformación por parte de su «preocupada corte», quizás más preocupada por su destino que por la recuperación de su jefe, el Presidente ha enfrentado con adecuada transparencia una situación de extrema dificultad personal e institucional. Además, sólo a aquellos quienes a destiempo y fuera de lugar evocan «la lucha armada» como recurso para el mantenimiento del poder, les conviene un desenlace negativo del drama en curso.
Agradezco con el respeto que te debo tu opinión concurrente. Añadiría que ahora se hace más patente que sólo un venezolano de capacidad fuera de lo común, después de esta alocución, pudiera ganar las próximas elecciones a Hugo Chávez. Ninguno de los precandidatos evidentes de la oposición, quiera o no lanzarse en las primarias de la Mesa de la Unidad Democrática, calza los puntos. Las opciones latentes con eficacia y actual debilidad de su señal, se fortalecen.
Luis: teníamos razón en cuanto a la enfermedad y a una aparentemente deliberada ausencia. Comparto tu opinión sobre el discurso de Chávez. No podía ser otro, de manera que ha actuado con racionalidad. Sin embargo, a pesar de la confesión, no está claro cuán grave es su enfermedad en cuanto a pronóstico. Deduzco que se trata de un proceso largo de tratamientos químicos y de radioterapia, que no le van a permitir actuar como Presidente en plenas funciones y, desde luego, Jaua es el bateador designado. No lo puede cambiar; sería un grave error y tiene que jugar a esa carta. Ello va a traer grandes inconvenientes que seguramente marcarán los próximos meses y el inicio del proceso electoral. No estoy seguro de que, a pesar de que Chávez pueda contar con respaldo en estas circunstancias, pueda contar con los votos, estando en las condiciones actuales. Hay que esperar…
Concurro contigo en que hay muchas áreas grises, comenzando por la localización del tumor. En la pelvis residen el colon, la próstata, la vejiga. Como dices, no hubo pronóstico; no puso, como me destacó un amigo, fecha al retorno. Hablando de errores, la MUD no debiera creer que con esto tiene el mandado hecho.
LE: muy buenos días. Leo diariamente tu blog, lo nuevo, lo anterior, y reconozco que me he enriquecido muchísimo. Hay que leerte con atención, reflexión y… humildad. Me encantó «Lobo estepario…» para entender mejor tu praxis.
A riesgo de plantear un sinsentido, me atrevo a preguntar: si ves que «…ninguno de los precandidatos evidentes de la oposición… calza los puntos» ¿no sería el momento de lanzar un llamado a todos los venezolanos… todos, que, en razón de la magna tarea político-económico-social que se nos viene encima después del 2012, es conveniente una propuesta temporal de Gobierno Colegiado? Nada fácil, por cierto, pero ya lo hizo Edgar Sanabria en 1958. Sería una Junta Cívica, no militar, lo mas representativa del mapa político de Venezuela, gente seleccionada, profesional y que incluya, por supuesto, representación del PSUV. Esto no es nada original, pero no he oído plantearlo a ningún vocero calificado.
Me acojo al viejo principio de la Carta Magna Inglesa… pago impuestos si me siento representado… y no autoridad sin responsabilidad..
Por último, recientes políticos activos, en EEUU y Europa, apresuran sus campanas y legitiman a la brevedad candidatos… Aquí es todo lo contrario. ¿Qué tal? Estoy casi seguro de que no habrá primarias. Ni siquiera existe una solicitud al CNE de tarjeta única.
Primero que nada, mil gracias por tus muy generosas apreciaciones. Es reconfortante saber que mi trabajo puede ser de utilidad a alguien.
Luego, se me pone que andas bien encaminado al presumir que habrá necesidad de alguna clase de pacto de gobernabilidad incluyente. Una junta de gobierno, sin embargo, sería algo inconstitucional. Creo que debe probarse primero el camino estándar: sustitución del Presidente por el Vicepresidente en caso de falta absoluta del primero y celebración de elecciones. De ellas puede emerger el Solón resolvedor de problemas que necesitamos; el ateniense hizo como primera cosa, precisamente, lo que recomiendas: un acuerdo de gobernabilidad de los actores importantes de Atenas en época de enorme agitación política. Debe ofrecérsele a Jaua cooperación de emergencia, aunque sea poco proclive a acordarse con quienes ve como enemigos; tal vez la crítica situación lo abra un poco. Pero la solución perfecta requiere hablarle desde un paradigma superior a las ideologías.
No se desprende de mi aseveración acerca de la insuficiencia de los precandidatos opositores que ellos sean los únicos posibles. Y añado ahora que tampoco se deduce de ella que un grupo es mejor que un único Jefe de Estado. Un camello es un caballo diseñado por un comité.
Precisión histórica. Edgar Sanabria no hizo una convocatoria como la que señalas en 1958. Él era el Secretario de la Junta de Gobierno que se formó al derrocamiento de Pérez Jiménez—por golpe de Estado; por supuesto, contra un gobierno en sí mismo ilegítimo—, y heredó la Presidencia de la Junta cuando Wolfgang Larrazábal finalmente se lanzó como candidato después de que Luis Herrera Campíns lo pullara eficazmente en un mitin en el Nuevo Circo al que asistí. El gran acuerdo político de 1958 fue forjado por Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera. Sanabria fue informado, sin duda, pero no es su mérito el Pacto de Punto Fijo.
Sin lugar a dudas, Chávez nos cautivó con su aparición desde Cuba: ¡tan sosegado! ¡Tan procedente! ¡Tan comedido dentro del libreto! ¡Tan sobrio! ¡Tan NO él!. ¡Claro! Todo es más fácil proponerlo a posteriori. Cuando le vi en el balcón del pueblo el 4 de Julio, arengando a sus seguidores (y a los que no lo somos), no entendí bien por qué se le vio tan enérgico, tan lleno de vida (diría que hasta rozagante); y después, el 5 de Julio, desde el Palacio de Miraflores, dando el permiso para proceder al desfile, tan él mismo, no vi la diferencia. Es así como me pregunto si será verdad que «la segunda operación» existió alguna vez o será el producto de la sala situacional de Fidel y nos están reconstruyendo al líder. ¡Algo así como el Ave Fénix tropical! ¡Es que me cuesta tanto creer en lo que veo! Mis saludos.
¿Cómo hacemos, Jokin? Yo mismo admití aquí el 25 de junio (Palabras de chamán): «…no entendía bien la ausencia presidencial; durante un tiempo pensé que la cosa era cuento chino, una ausencia programada para que la abollada imagen del Presidente no se deteriorara todavía más con los rollos en los penales o en la pertinaz sequía eléctrica en tiempo de lluvia y Guri repleto, una telenovela que debía reponer las simpatías perdidas por vía de la lástima». Chávez tiene un grave problema de credibilidad que él mismo ha alimentado. (En este blog encontrará algún análisis sobre su propensión a mentir; por ejemplo, en Carácter del reo).
Por mi lado, no dispongo de información suficiente como para certificar nada respecto de la enfermedad presidencial y tampoco quiero involucrarme en especulaciones, así que tomé lo que dijo desde Cuba a su valor nominal. Independientemente de su verdad, el discurso fue bueno desde el punto de vista político.