Acepté con gusto la amabilidad de Oscar Schemel, «el mejor conceptualizador de los encuestadores venezolanos» (José Rafael Revenga dixit), quien me invitó a la rueda de prensa en la que presentó los hallazgos fundamentales del Monitor País de Hinterlaces correspondiente al mes de junio (levantamiento de campo entre el 16 y el 24 de junio), recién salido del horno. Se trató de 1.500 entrevistas directas—con muestra estratificada, semi-probabilística, polietápica y aleatoria—de las que el 76% se hizo en hogares y 24% por consulta telefónica. (Hinterlaces comenzó en 2006 sus sondeos telefónicos—de amplio empleo en los Estados Unidos—y ha logrado construir una base de datos de 12 millones de teléfonos fijos y celulares plenamente estratificados). Además hace Hinterlaces estudios cualitativos—focus groups—que le permiten desentrañar significados y motivos para las respuestas que obtiene con sus encuestas; su aproximación a tal tomografía de la opinión nacional es psicosocial, cultural, lo que mejor aprecia la premisa de que el país ha cambiado su cultura política. «Hay un nuevo país», dijo Schemel.
Naturalmente, la cifra más esperada era la de intención de voto para el 7 de octubre; la recentísima medición registra que la brecha entre las candidaturas del oficialismo y la oposición se ha ampliado algo más: ahora es de 21 puntos la ventaja de Hugo Chávez sobre Henrique Capriles. He aquí los datos de las respectivas trayectorias (que sólo corresponden a intención de voto por Capriles después del 12 de febrero):
En el último mes, la ventaja del adelantado se amplió en cuatro puntos desde la formalización de las postulaciones ante el Consejo Nacional Electoral; la intención de voto a favor de Chávez aumentó en 1%, mientras que bajaron tres puntos quienes anuncian que votarán por Capriles. Dos informaciones complementarias son la propensión a votar en las elecciones presidenciales y el juicio acerca de quién ganará en ellas.
Una buena mayoría del país piensa que Hugo Chávez será el triunfador. En mayo, 61% de los consultados pensaba eso mismo; en junio, 60% cree que tal será el resultado. Sólo 24% de la muestra piensa que Capriles vencerá. En términos del padrón electoral, 4.300.000 personas creen que Capriles ganaría, lo que no es una cifra despreciable. Esa fue la cantidad de votantes que sufragó por Manuel Rosales en diciembre de 2006, y seguramente hay un buen número de electores que votarán por Capriles aunque crean que perderá. Con toda probabilidad, sacará más votos que Rosales en números absolutos.
En cambio, parece muy elevado el porcentaje de quienes aseguran que depositarán su voto el 7 de octubre. Los que dicen que votarán con seguridad alcanzan 86% de los encuestados, y si se suma quienes afirman que lo harán probablemente, la cosa se monta en un total de 94%. Estas respuestas hacen presumir a Hinterlaces que la abstención del 7 de octubre equivaldrá a 20% de los electores.
Quien hace este blog, en cambio, se inclina por pronosticar 30% de abstención y que, tal vez, Chávez gane a Capriles por menos de diez puntos y él mismo alcance 40% de los votos o un poco menos. Esto, obviamente, puede ser un caso de wishful thinking; veremos si puede ser más preciso el ojo clínico de Dr. Político que el bioanálisis del laboratorio de Hinterlaces. Reconoceré mi error si se produce, pero apuesto a alguna forma de manifestación de la gente no alineada con el gobierno y tampoco con la oposición.
En una de las tantas informaciones que Schemel aportó acerca de la importancia de ese grupo, llamó mi atención la que refiere porcentajes de identificación con tres posibilidaes; Hinterlaces preguntó: «¿Cuál de las siguientes frases se parece más a su manera de pensar? 1. El resultado de las próximas elecciones presidenciales decidirá mi futuro; 2. Gane quien gane, mi situación personal se mantendrá igual; 3. Los cambios en mi vida personal no dependen de estas elecciones». Estos fueron los resultados: 1. 35%, 2. 24%, 3. 38%. Casi 40% del país cree que construye la forma de su vida a pesar de lo que pase políticamente.
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El solo Resumen Ejecutivo del Monitor de Hinterlaces se compone de 49 láminas (abajo se encuentra un enlace para descargarlo en formato .pdf). Creo interesante mostrar algunas de las que corresponden a la opinión de los ciudadanos acerca de ciertos grupos e instituciones. Aquí se ha seleccionado las que presentan la estimación de los venezolanos acerca de los tribunales de justicia, la policía, el Consejo Nacional Electoral, el PSUV y la oposición, así como un cuadro de simpatías por los principales partidos. No será fácil la cosa para quienes preparen su grito de fraude, con los números que ahora obtiene el CNE.
Cuando los periodistas presentes en la rueda de prensa preguntaron a Schemel si la brecha de 21 puntos entre Chávez y Capriles, a escasos tres meses de las votaciones, era superable por el segundo, se resistió a desahuciarlo por completo. Destacó que Capriles había tenido éxito en posicionarse como «candidato potable», que no genera mucha resistencia y ha asegurado la continuidad, en términos generales, de los programas sociales del gobierno. Y pudiera haber, dijo, eventos imprevistos que modificaran la situación a favor de Capriles. Si hubiera sido yo a quien hubiese sido dirigida la interrogante, habría sacado una cuenta muy simple: Capriles tendría que captar 7% de los electores cada mes faltante, mientras Chávez no convenciera ni un solo votante más, para lograr un empate. (Y no me refiero a un «empate técnico» como el que ha declarado Consultores 21, sino real).
Hace nada declaró Saúl Cabrera, el Director General de esa encuestadora: “Tengo en la cara una sonrisa y es que nuestros estudios reflejan que los candidatos tienen una diferencia de 2, 3 o 4 puntos; pero otros estudios, realizados a la misma población, señalan una diferencia porcentual de 27 o 30 puntos, eso es imposible, alguien está mintiendo“. (En Noticias 24). Bueno, la admisión de rostro sonriente equivale a admitir para quién trabaja. Por su lado, Schemel no tenía en la cara una sonrisa cuando habló hoy, con mucha seriedad, en la rueda de prensa del Hotel Marriott, y aprovechó para destacar que sus más de 60 clientes son todos empresas privadas nacionales e internacionales, que no trabaja para ninguno de los comandos y ninguno de los partidos. Tampoco habló de 27 o 30 puntos de brecha; sólo de 21, el número de la consultora de Capriles.
LEA
Descargue aquí el Resumen Ejecutivo, que no sólo contiene números, sino explicaciones: MONITOR PAIS – JUNIO 2012 – REPORTE MCS (28-06-2012)
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La situación es muy compleja; la causa principal ha sido la intención de ambos lados de promover la polarización. Todos tenemos amigos y hasta parientes que se encuentran en uno u otro grupo radical. A los que como yo no pertenecemos a ninguno de ellos, nos preocupa, nos mortifica, nos desagrada, ese radicalismo. Somos venezolanos y queremos lo mejor para nuestro país y esa polarización radical es dañina para la nación; ejemplos existen en la historia presente y pasada. De manera despectiva, se descalifica al que no forma parte de esos dos grupos; se nos llama Ni-ni y ojalá existiera una tercera posición, menos virulenta, mas sensata, que acabe de una vez por todas con ambos radicalismos. Soy un ser pensante, y a mí me tienen que convencer con hechos, no con palabras.
Recientemente, observé a un joven que con una navajita amedrentaba a una pobre muchacha, delgadísima y asustadísima, para que le entregase lo que cargaba en sus bolsillos; esto en plena calle a la vista de todos y en la zona de la avenida principal de La Urbina, a la altura de la estación del Metro de Petare. Por cuanto observé, no había autoridad policial alguna en los alrededores. Dije a los pasajeros de este colectivo: bajémonos todos y hagamos al menos desistir a este joven delincuente de sus propósitos. Nadie respondió; silencio absoluto. John F. Kennedy escribió un libro que pude obtener de la embajada de los EEUU en los años sesenta. Ese libro se llama Perfiles de coraje, y recibió el Premio Pulitzer. Sería interesante que se consiguiera y se reeditara.
Las sociedades son, por definición, entidades o sistemas complejos. Para comprenderlas, no es la mejor práctica privilegiar una causa particular como explicación, como causa expiatoria. Creo que aciertas al ubicarte en una posición no alineada: ni la oferta de Chávez ni la de Capriles son satisfactorias. En la introducción a mi reciente libro (Las élites culposas), puse al final:
En el origen de esta tarea de cronista, hay una firme voluntad de rectificar lecturas de nuestra historia política reciente que son altamente inexactas. Éstas han comenzado a proliferar últimamente, añadiendo distorsión ulterior a la última década de propaganda oficial y opositora interesada, que ha tergiversado el sentido de nuestro tránsito nacional. De lado y lado, se nos propone películas simplistas y mutuamente contradictorias, ambas en blanco y negro.
Pero el mundo, como decía Yehezkel Dror con bastante frecuencia, tiene muchas tonalidades de gris, y la maldad de mi contrincante no absuelve la mía, no me justifica. También dijo que en estos tiempos la sorpresa se había hecho endémica. Esta historia concluye, tan arbitrariamente como ha sido escrita, en el mes de diciembre de 2011. Las elecciones presidenciales de 2012 imponen al proceso político venezolano un grado de incertidumbre muy apreciable. Quizás aloje este año bifurcaciones que conduzcan por senderos sorprendentes.
La conducta urbana de no involucrarse en incidentes como el que describes no es, en ningún caso, exclusiva de Caracas. Ha sido reportada muchas veces en ciudades de los EEUU.
Concurro con tu opinión sobre el libro de Kennedy; pudieras dirigir tu deseo al editor.
Reproduzco acá la entrada de Alejandro Tarre—Traspapelón—del martes 7 de agosto en su blog:
Traspapelón
Martes, 7 de agosto de 2012
Lean esto hasta el final porque es increíble. Me enteré gracias al diario Tal Cual, responsable de este impresionante hallazgo.
Al parecer Oscar Schemel de Hinterlaces invitó a un amigo suyo, Luis Enrique Alcalá, a una rueda de prensa para presentar el Monitor País de Hinterlaces correspondiente al mes de junio. Alcalá escribió sobre el evento en su blog y compartió las láminas Power Point del estudio de Hinterlaces, presumiblemente porque Schemel se las dio.
Al mismo tiempo Schemel también montó el Monitor País en la página web de Hinterlaces.
¿Qué tiene esto de raro?
Pues que las láminas de Alcalá son idénticas a las que puso Hinterlaces en su blog…..con una minúscula pero reveladora diferencia en una lámina.
Fíjense lo que dice la lámina divulgada por Hinterlaces:
«La mitad de los venezolanos tiene una ‘opinión negativa’ de la oposición por lo que es comprensible el ‘distanciamiento visible’ con este sector que muestra la candidatura de HCR»
Y fíjense lo que dice esta versión casi idéntica de esa misma lámina divulgada por Alcalá en su blog. Aquí Hinterlaces pasa de observar a aconsejar:
«La mitad de los venezolanos tiene una ‘opinión negativa’ de la oposición. Para debilitar a HCR, es crucial asociarlo con la oposición desacreditada, así como a su intención de adoptar medidas neoliberales de llegar al poder.
Al parecer el encuestador tenía una presentación para el gobierno y otras para los medios. Pero en vez de darle la de los medios a Alcalá le dio la del gobierno.
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Bueno, no es «al parecer» que fui invitado a la presentación de Hinterlaces; fui invitado, como dejé expresa constancia en No sólo números, explicaciones (28 de junio de 2012): «Acepté con gusto la amabilidad de Oscar Schemel, ‘el mejor conceptualizador de los encuestadores venezolanos’ (José Rafael Revenga dixit), quien me invitó a la rueda de prensa en la que presentó los hallazgos fundamentales del Monitor País de Hinterlaces correspondiente al mes de junio (levantamiento de campo entre el 16 y el 24 de junio), recién salido del horno».
El Sr. Tarre, al parecer, se apresura en extraer conclusiones aparentemente astutas; conjetura que Hinterlaces tenía «una presentación para el gobierno»—la que me habría entregado—y «otras para los medios». Él mismo podría darse cuenta, al parecer, si se percatara de que lo fáctico es que en su propia web Hinterlaces colocó una lámina con redacción diferente a la que presentó en rueda de prensa. Ésta fue la que coloqué en el blog, y proviene de un disco compacto que se repartió a todos los asistentes al hotel Marriott. El mentado disco venía dentro de una carpeta que se tomaba de una pila colocada sobre la mesa de recepción; no me fue entregado especialmente por nadie. Para que el Sr. Tarre pudiera afirmar responsablemente lo que sugiere, alborozado por el «increíble» e «impresionante» hallazgo de Tal Cual (no he leído del tema en el periódico y, al parecer, el Sr. Tarre llega a la incredulidad y se impresiona con gran facilidad), tendría que tener pruebas de que la versión que obtuve iba destinada al oficialismo y sería distinta de la que repartió a los demás invitados a la rueda de prensa. Al parecer, el Sr. Tarre—¿también Tal Cual?—discurre con lógica defectuosa.
El Sr. Tarre ha terminado por corregir en su blog las aseveraciones e insinuaciones indebidas. Al avisarme de esto escribió: «De verdad que quiero que entienda algo. Usted no es el objeto del escrito», a lo que repuse: «El objeto de sus escritos debiera ser la verdad».