Gracias a indicaciones expresas de Teodoro Petkoff, y recordatorios oportunos de Azucena Correa, su asistente, el diario Tal Cual asignó a su Coordinador de Política, Víctor Amaya, la tarea de entrevistarme sobre la publicación de la editorial Libros Marcados: Las élites culposas. Quedo muy agradecido a este inteligente periodista por la generosidad con la que trató mi obra y su exactitud al describir el propósito y el contenido de la misma. No ha podido recibir juicio más benévolo.
Al lado se reproduce una versión digital de la página que reservó el diario en su edición de hoy (25 de julio) al trabajo de Amaya; haciendo clic sobre ella se la amplía hasta la legibilidad, y también puede leérsela en el sitio web de Tal Cual, bajo el sugestivo título escogido por Amaya: Una nueva política.
Fue este periódico el que me facilitara la fotografía de su archivo para la portada del libro, sobre la que Pedro Penzini López insistió cuando me recibiera en Jueves de Libros, sección de su programa en Éxitos FM. (El audio de ésta, reproducido abajo, puede también ser escuchado en Conversaciones bibliológicas, junto con el de tres otras precedentes). Antes escribieron gentilmente sobre el libro Fernando Luis Egaña (Quinto Día), Eduardo Martínez (El Nuevo País) y Leopoldo Puchi (Últimas Noticias). Éste escribió: «Las élites culposas es el nuevo libro del director de la página web doctorpolitico.com, Luis Enrique Alcalá, en el que repasa los acontecimientos de las dos últimas décadas de nuestro país. Ciertamente, desde una óptica opositora a Chávez, pero que destaca por sus acertadas críticas de las extraviadas conductas de la oposición y por la búsqueda de nuevos paradigmas que guíen de manera más científica el quehacer político».
Jueves de Libros
Agradezco, pues, al Director de Tal Cual, a su Asistente y, sobre todo, a Víctor Amaya por su amable texto y a Saúl Uzcátegui por su fotografía, que no me desmejora. LEA
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Luis, en animo de ser objetivo de acuerdo con tus propositos de ser Presidente, la entrevista era una excelente oportunidad para plantearla, en el contexto en el cual ubicas a tu libro de la necesidad de tener un nuevo paradigma, que sustituya al actual modo de hacer politica.
Aurelio: te agradezco la postulación, pero el asunto de la entrevista, que yo no conduje, era el libro Las élites culposas. No sigo tu costumbre de salirte del tema. Puedo, sin embargo, darte las señas de Víctor Amaya para que le reclames que haya perdido una «excelente oportunidad».
Excelente entrevista-reportaje. Inteligente y buena pluma Víctor Amaya
Así es; la inteligencia de las nuevas generaciones. Hay razón para la esperanza.
La conocida frase del letrado Jorge Santayana (1863-1952) está mas vigente que nunca en este trascendente momento: «Aquellos que no pueden recordar el pasado, están condenados a repetirlo».
No se trata sólo de leer y asimilar asertivamente el «Retrato hablado«, al cual parece no le «paran» mucho, sino que también llaman la atención otras decisiones del «Comando Venezuela», a saber:
-Rechazo pertinaz de la tarjeta unitaria sin color político; más importante les parece contar los votos de PJ, UNT, y otros, que sumar una «avalancha» de votos hacia la opción demócrata.
-Insistencia en hablar de «programas de gobierno» que poco interesan a la gran mayoría. Recuerdo que Tony Blair (1983) y Vaclav Havel subieron a más de 50% en las encuestas cuando dejaron de hablar sobre «generalidades», y su mensaje fue hacia las necesidades pequeñas y sentidas del pueblo.
-Triunfalismo y velado desprecio a la ayuda de organizaciones e instituciones tradicionales, muy disminuidas pero no desaparecidas.
-Complejo de sapiencia política, basado solamente en juventud, caras nuevas, y en propuestas teóricas de nuevo estilo y con asesoria de mercadeo electoral moderno e infalible.
-De vez en cuando se deja saber, no oficialmente, que el Dr. Fulano de Tal o el Grupo Tal manejarán un sector o ministerio del Ejecutivo Nacional. Grave error.
-Y lo más serio, tengo la impresión de que ni estos «jóvenes» aspirantes a líderes políticos, ni sus gamonales, tienen muy clara la magnitud y complejidad social-político-económica-militar e internacional que debería afrontar un nuevo Ejecutivo, distinto del actual. Para eso se necesita un equipo político «grande liga», muy multicolor, que dudo esté ya conformado.
Si no estoy equivocado, y ojalá que sea así, es muy dificil, por no decir imposible, que David pueda vencer electoralmente a Goliath.
Todavía estamos a tiempo para un golpe de timón.
Espero que me perdones por descreer de tu última observación. En el momento cuando escribes, faltan 73 días para la votación del 7 de octubre, menos de dos meses y medio. Supongamos que no damos crédito a las extremas encuestadoras 21 y escogemos la más favorable a Capriles entre las mediciones intermedias: la de Datanálisis, que adjudica a Chávez ventaja de 15 puntos. Capriles tendría que ganar netamente 1% de la intención de voto cada cinco días para empatar. En términos absolutos, convencer a más de 2.500.000 de electores en el tramo restante de campaña mientras Chávez queda congelado. No veo cuál sería el golpe de timón que pueda darle el triunfo. Ciertamente, no los intentos de El Universal con un «experto en encuestas» que desacredita encuestadoras y vuelve a cifrar las esperanzas capriloradonskistas en los indecisos, que tendrían que votar prácticamente todos por el abanderado de la MUD. (Bote salvavidas: «Lancha que sirve para que se ahoguen juntos los que se iban a ahogar por separado». Enrique Jardiel Poncela).
No hablamos de gobernar, sino de ganar una elección. En esto, el carácter del candidato es más importante que equipos capaces para el gobierno o permitir la participación de fuerzas que, como tú mismo dices, están muy disminuidas. Dar, por ejemplo, mayor relevancia a COPEI, con menos de 1% de afiliación, no le va a convertir en ganador. Capriles no es capaz de «asimilar asertivamente» lo que dice Retrato hablado. Simplemente, ese retrato no es de él.
En materia de ganar elecciones, no de gobernar, nada está escrito en piedra. Cuando hablo de golpe de timón, no me refiero al candidato HCR, el cual, por supuesto, nunca me ha convencido que calce los puntos del «Retrato hablado».
La voluntad popular puede dar un sorpresivo viraje hacia otro lado, sobre todo si están «hartos de HCh» y su proyecto politico para Venezuela e Hispanoamérica. No votan por HCR, votan hasta por un mono, si desean de verdad un cambio. Ésta repito, deberia ser un importante rasgo de las preguntas: ¿Desea Ud. a HCh, aun sin libertad de pensamiento, de expresion,de propiedad, etc, etc….?
Ejemplos de «hartura y rechazo» políticos:
Años 1960. El hipopótamo «Kakareko», aunque su inscripción electoral no fue aceptada, gano la Alcaldía de Río de Janeiro.
Año 1987. La actriz porno «Cicciolina fue electa como diputada en Roma, ubicada de 2a. en la lista del Partido Radical.
Año 2010. El payaso «Titirica» saco 1 millón de votos, (mayor votado) en la Cámara Legislativa de Sao Paulo.
Puede haber otros casos poco serios, pero hay uno que no olvido nunca:
Harry S. Truman ( 33 Presidente USA 1945-53) Sucedio al Presidente fallecido F.D. Roosevelt, se lanza como candidato y todas las encuestas y pronósticos en su contra daban ganador a su adversario Thomas Dewey.
Cuando ganó Truman, algunos famosos diarios tuvieron que reeditar su edicion extra que daba ganador a Dewey. Lo demás es historia.
Creo en las encuestas, pero también en acontecimientos políticos inesperados. Gracias anticipadas por las aclaratorias. Creo que lo mejor es quedarme callado por un tiempo.
Hola, Jorge. Te ruego perdones mi retraso en aprobar tu nuevo comentario y comentarlo. Hace media hora llegué a mi casa de un viaje.
Vamos a tener que generar aclaratorias de lo que se quiere decir cuando se escribe; mi costumbre es escribir exactamente lo que quiero decir. Tu tema era la campaña en la que estamos, y un golpe de timón es un acto voluntario, no un evento azaroso. Repito que lo esencial en una campaña electoral es el candidato y su carácter.
No estoy seguro de si ahora quieres equiparar a Capriles Radonsky con Cicciolina o el payaso que mencionas. Y además del error de algunas encuestadoras en el caso Truman-Dewey, hay muchos más aciertos en las restantes elecciones estadounidenses. Razonar a partir de las excepciones no parece aconsejable.
De los casos particulares que enumeras no se desprende que algo anómalo ocurrirá indefectiblemente en Venezuela en 2012.