De nuevo fue el hotel Marriott el escenario para la presentación por Hinterlaces de su Monitor País Agosto II, correspondiente a levantamiento de datos para su tracking presidencial entre el 14 y el 24 de agosto. Oscar Schemel destacó de inmediato que el cierre de campo fue un día antes de la tragedia de Amuay y por tanto la información revelada hoy no medía el impacto del doloroso incidente sobre las tendencias electorales. Hinterlaces, dijo, está midiendo ese efecto ahora mismo, y tendrá nuevas cifras la semana que viene. Adelantó que sí ha habido una influencia notoria, pero es su impresión preliminar que no se modifica sustancialmente el escenario dominante: el triunfo de Hugo Chávez en las elecciones del próximo domingo 7 de octubre. (Hay, sin embargo, una pertinente medición de Datanálisis realizada entre el 27 de agosto—dos días luego de las mortales explosiones—y el 1º de septiembre: esta encuestadora mide una ventaja a favor de Chávez, a pesar del accidente, de 14,3 puntos; 37,5% a 23,2%).
Schemel explicó que ambos candidatos habían crecido dos puntos cada uno desde la medición anterior, por lo que la brecha de 18 puntos se había mantenido invariable.
Lo más significativo de la presentación fueron un video de focus groups de varios ciudadanos de toda clase social y definición política, de los que puede aprenderse las razones de fondo para tal ventaja, y una soberbia explicación del Presidente de Hinterlaces acerca del profundo cambio cultural, psicológico y político que ha experimentado el país en las últimas dos décadas. Es esa transformación la que Chávez ha capitalizado, con su «discurso amoroso» hacia los pobres. (Schemel ofreció un dramático dato; un estudio del Banco Mundial tomó opinión de 60.000 personas en situación de pobreza en el mundo, a quienes preguntó: ¿qué es lo que más duele de ser pobre? La respuesta mayoritaria fue: «La mirada de desprecio»).
El video confirmó esta impresión, pero también mostró que en las bases del pueblo venezolano no hay un odio de clases. Hasta los chavistas de clases D y E opinaban que puede haber ricos que se hayan ganado su posición con trabajo meritorio; lo único que piden es oportunidades y respeto.
De modo que los registros de Hinterlaces siguen siendo base para pronosticar un nuevo éxito electoral del candidato del PSUV. A una pregunta de un periodista, Schemel dijo que su encuestadora no tenía evidencia alguna de que la gente tuviera miedo de declarar su intención de voto, especie que se ha puesto a rodar—como lo hicieron Alfredo Keller e Ibsen Martínez en 2004—para justificar un presunto triunfo de Capriles a base de la expresión de un «voto oculto».
Otra esperanza del capriloradonskismo es que los indecisos, que se han mostrado en significativa proporción durante toda la campaña, se decantarían en forma muy mayoritaria por su candidato. Esta vez es el estudio de Datanálisis el que acaba con esa conmovedora presunción: ha medido en 10,4% el total de personas que no habrían decidido su voto y emitieron opinión, pero estima que sólo 3,2% votaría por Capriles y 7,2% por Chávez. Sumados estos porcentajes a la intención base, 26,4% votaría por Capriles y 44,7% por Chávez, para una diferencia a favor de este último de 18,3%, cifra prácticamente idéntica a la aportada por Hinterlaces.
En una o dos semanas Hinterlaces tendrá cifras más recién salidas del horno. Ud. podrá conocerlas aquí. LEA
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Descargue láminas de Hinterlaces: MCS – MONITOR PAIS – AGOSTO 2012 – REPORTE ELECTORAL (29-08-2012)
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