La Rectora Presidente del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció que el organismo auditará el 46% restante de las cajas que contienen las papeletas de la votación del domingo 14 de abril: “El poder electoral toma esta decisión en aras de aportar a la preservación de un clima de armonía entre venezolanos y venezolanas. Pero también para aislar a los sectores violentos que buscan irresponsablemente lesionar la democracia”.
El Presidente electo anticipó que acataría la decisión que en este asunto tomara el Poder Electoral. Por su parte, el candidato de la alianza opositora, Henrique Capriles Radonski, había declarado previamente y en varias oportunidades que aceptará los resultados electorales que esta auditoría complementaria arroje. En consecuencia, habiendo logrado su objetivo, ya no ordenará más cacerolazos y tendrá que retirar la caracterización de ilegítimo que endilgara a Nicolás Maduro, en caso de que el exhaustivo examen confirme el orden anunciado a las 11:20 p. m. del 14 de abril. El comunicado que leyera esta noche Lucena es una contribución extraordinaria a la paz de la República, y es una actuación que debe ser recibida con alivio y orgullo por la ciudadanía en general, independientemente de preferencias políticas.
Entretanto se completa el procedimiento previsto, en presencia de los técnicos designados por los comandos de campaña de los candidatos, he aquí los números del CNE en actualización de hoy a las 6 de la tarde. (Aún no se ha incorporado las cifras de la votación en el exterior).
Es clarísimo que la oposición venezolana tuvo un desempeño notable, del que puede estar satisfecha. José Vicente Rangel ha reconocido hoy: «Desde luego, a la oposición le asiste el derecho a objetar el resultado. Sólo que tiene que hacerlo respetando la legalidad y las instituciones. Hay instancias que no es posible poner de lado. La oposición tiene que canalizar su denuncia a través del CNE e impugnar el resultado recurriendo a la instancia correspondiente. De lo contrario, estará reaccionando contra el Estado de derecho. La excelente campaña electoral que ese sector hizo y el liderazgo conquistado por Capriles, lo puede arruinar un paso en falso».
El país debe su reconocimiento y su gratitud al Consejo Nacional Electoral. Las aguas podrán ahora volver a su cauce. LEA
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«El comunicado que leyera esta noche Lucena es una contribución extraordinaria a la paz de la República, y es una actuación que debe ser recibida con alivio y orgullo por la ciudadanía en general, independientemente de preferencias políticas.»
Buenas tardes, Dr. LEA. Efectivamente ha sido una contribución importante para bajarle un poco de tensión al clima revuelto que desde el domingo 14 vive nuestro país. Sin embargo, vemos cómo horas después declara la Presidenta del Organismo Electoral en el sentido de «no hacerse falsas expectativas» con el proceso de auditoría próximo a iniciarse.
¿Qué quiere decir con esto? ¿Que ya está todo decidido? ¿Era simplemente para no complicar las condiciones de la reunión de UNASUR en Lima? ¿Nueve horas de reunión para tomar esa resolución fueron una simple cortina de humo?
Sinceramente no entiendo qué quiere decir la Rectora con esa declaración que arroja sombras en lo que pareció, en principio, un signo de apertura importante.
Saludos,
Fernando Guijarro.-
Creo que su preocupación es razonable. La rectora Lucena no necesitaba decir lo que dijo, y en cierta medida esto debilita el efecto benéfico del anuncio de ayer sobre la auditoría complementaria. Sin embargo, no creo que cabe interpretar sus palabras como que ya está todo decidido, por algún factor distinto de la voluntad de los votantes, en favor de Nicolás Maduro. Lo que la Presidente del CNE ha querido significar es que la proclamación de Maduro se efectuó cuando el ente alcanzó, en aplicación de nuestra normativa electoral, la certidumbre de que los resultados de 98,12% de las actas transmitidas, con una auditoría de 54% de las cajas, son los que ella anunció el 14 de abril pasadas las 11 de la noche, y que no hay base para creer que el examen en exceso de lo pautado legal y reglamentariamente invertirá el orden de los candidatos principales. Es decir, ella tiene bases muy bien fundadas para sostener que esos resultados son irreversibles. Tampoco pueden interpretarse sus innecesarias palabras como una cortina de humo o que se tomó la decisión de la auditoría complementaria para complacer a la reunión de UNASUR que, por otra parte, reconoció unánimemente el triunfo del Sr. Maduro. Fíjese que Ud. necesitó no una, sino tres conjeturas para explicarse la conducta de la Rectora. Ud. mismo da a entender que no puede dar ninguna por cierta, al presentarlas hipotéticamente.
Las normas aplicadas el 14 de abril son las que fueron aplicadas en el caso del referendo de 2007, cuando el gobierno perdió por una diferencia porcentual todavía menor. El Sr. Capriles también produce declaraciones inconvenientes: al anunciar que aceptaba lo decidido por el CNE, dijo que es en el 46% de las cajas no auditadas donde están los problemas. Sería realmente sorprendente que no hubiera «problemas» en más de la mitad de las cajas escogidas aleatoriamente, una muestra enorme y suficientísima, como cualquier estadígrafo puede certificar. Eso suena a pensamiento supersticioso.
Es claro que la rectora Lucena ha sido objeto de los más viles e insultantes ataques pero, aun cuando pueda humanamente sentirse ofendida, no debe dejarse influir por tal cosa; debe ponerse por encima de los agravios. Nosotros los ciudadanos, por nuestra parte, haríamos bien en dejar de estar a la caza de comentarios para sacarlos de contexto e imaginar motivos aviesos. Creo que la rectora Lucena tiene razón; escribí en Terapia antihistérica: «Considero poco probable que un recuento del 100% de los votos invierta el orden de llegada…» Esto no impide que reconozca cierta imprudencia en su declaración. Lo mejor hubiera sido que dejara las cosas en el punto que se encontraban anoche luego del alivio.
Gracias por su amable participación y por el doctorado honoris causa. No tengo doctorado alguno; como he explicado más de una vez, el uso del término doctor en este blog y mi programa de radio quiere sólo sugerir mi aproximación a la Política entendiéndola como arte de carácter médico. Es decir, algo así como lo que significamos en la frase «vengo del doctor»; esto es, vengo del médico.
Tibisay Lucena ha advertido que los cambios que pueda haber como producto de la auditoría, si bien reflejarán cifras diferentes, no alteran la decisión de la proclamación de Maduro. Ahora bien, si existiese esa posibilidad, entonces se generará una crisis política de dimensiones mucho mas profundas que las anteriories. Y depende, en caso que ello sea posible numéricamente, de qué posición tomen las Fuerzas Armadas.
No debemos poner en boca de la rectora Lucena cosas que no ha dicho. Sus palabras exactas fueron: “De lo que se trata es de una auditoría, y hago esta aclaratoria porque no queremos que se manipule, que se formen falsas expectativas por un procedimiento que hemos hecho, con naturalidad, a lo largo de muchos años”. Y aunque entiendo lo que quieres decir, tampoco debemos meter a los militares en el asunto; ya están demasiado metidos.
En esta segunda declaración, la rectora Lucena habla de que, de ese 46% de cajas sin auditar, se va ha hacer una escogencia aleatoria. Lo cual implica que no se va a auditar el 100% de ese 46% restante. Esto no fue lo que entendí del primer anuncio de la Rectora.
Ella misma ha confundido la cosa. En efecto, primeramente dijo que se auditaría el 46% restante; luego que habría muestras aleatorias de ese universo. En verdad, lo decidido es esto: «…hemos acordado en el marco de lo permitido en la norma electoral, ampliar la auditoría de verificación ciudadana en su fase dos que se inició el día de hoy para realizar la auditoría sobre el 46% de las cajas de resguardo que no fueron auditadas el día de la elección. Esta decisión ha sido tomada atendiendo a una situación evidentemente particular, en ningún caso debe ser interpretada como escrutinio alguno y será realizada de la siguiente forma: Seleccionaremos una muestra que será auditada durante diez días al final de cuyo lapso será entregado al país un informe de resultados. Este procedimiento se repetirá en ciclos de diez días hasta completar treinta días». Es decir, cada muestra contendrá el 33% del 46% no auditado.
En cualquier caso, el candidato opositor y la Mesa de la Unidad Democrática han aceptado la decisión. Debemos estar seguros de que no ofrecerían su conformidad de haberse decidido una cosa distinta.
BUENAS TARDES, DOCTOR ALCALÁ. POR AQUÍ ESCUCHANDO SUS SABIAS E INTERESANTES PALABRAS. COMO SIEMPRE, DEMASIADO. GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE ALLÍ. TRATANDO DE SOBREVIVIR ANTE ESTAS CIRCUNSTANCIAS QUE LA VIDA NOS HA PUESTO ENFRENTE… RECIBA MIS CORDIALES SALUDOS, IGUALMENTE A SU ESPOSA. ELVIGIA NAHMENS LARRAZÁBAL.
Gracias, Doña Elvigia, por sus gentiles y generosos saludos.
Debemos tomar en cuenta que el «como vaya viniendo vamos mintiendo» se ha convertido en politica de Estado en los últimos años.
En efecto, en los últimos años la psiquis nacional ha sufrido un daño considerable. (Ver en este blog Nocivo para la salud mental). Una de las áreas dañadas es la de la confianza (puede escuchar en Dr. Político en RCR el programa #39 que trata el tema).
Gracias a usted por su respuesta. De ahora en adelante, LEA, a secas pero con el mismo aprecio y respeto de siempre.
Es cierto, el poder, y sobre todo, el enriquecimiento súbito y, más que todo, el temor a perder ese estatus deben tener efectos mentales muy negativos. Se entiende así el comportamiento que a diario vemos en las cadenas de radio y televisión.
No, no se entiende así, Don Alejandro, porque puesto así niega toda motivación positiva en los oficialistas, lo que no es justo.
Es casualidad que leyera su comentario viniendo de conversar con mi esposa. Me hablaba de un libro de Héctor Abad Faciolince, colombiano, de un libro hermoso, personal, íntimo, difícil. El conflicto armado en Colombia ya era telón de fondo. Mi señora me contó que los guerrilleros gozaron inicialmente de un prestigio considerable, y ató su lectura a palabras que escuchó de autoridades venezolanas: «¿Cómo es posible? Parecían atizar una guerra civil—me dijo—, y de una cosa así nos quedaría, como en Colombia, una herida gravísima. En algo así podemos caer».
Debemos nosotros entender que hay motivos hermosos, aun si son de estética diferente, motivos buenos, aunque según una ética distinta, en las razones del chavismo. (Lea, por favor, Amores que matan). También hay temor, por supuesto, y en unos pocos lo que Ud. enumera. Y algunos debiéramos preguntarnos cuánto nos preocupábamos de la pobreza.
“Luego de una larga reunión, hemos acordado, en el marco de lo permitido en la norma electoral, ampliar la auditoría ciudadana que comenzó el día de hoy para realizarla sobre el 46% de las cajas restantes que no fueron auditadas el día de la elección (…) El derecho asiste a quienes votaron por el candidato Capriles pero también a quienes lo hicieron por el presidente Maduro”.
Eso es absolutamente correcto. La verificación ciudadana y la auditoría que manda la Ley Orgánica de Procesos Electorales y regula su Reglamento General—instrumentos jurídicos en los que no se menciona los cuadernos de votación para aquellos actos—se efectuaron el propio 14 de abril en una muestra suficientísima. La auditoría complementaria es un acto de gracia en ánimo de distender tensiones. Los cuadernos electorales son mencionados por la ley en el capítulo del Contencioso Electoral (la impugnación), y deben ser usados en casos concretos de mesas o centros electorales específicos en los que se presuma irregularidad que deben ser sustentados con pruebas. Llamar chucuta o chimba a la auditoría acordada es un irrespeto.
Este Poder Electoral emitió unos resultados electorales absolutamente transparentes, exactos que reflejan de forma pulcra la expresión de las electoras y los electores. Es un sistema electoral que fue y ha sido sometido a las auditorías y a las pruebas que dan garantías de la fortaleza y la robustez del sistema electoral venezolano durante mucho tiempo. Se trata de las garantías a los derechos políticos de las ciudadanas y los ciudadanos. Es la soberanía del país expresada por el sufragio. La institución es garante de esos votos y por tanto de las decisiones que el pueblo toma por medio del sufragio. El Poder Electoral tiene la obligación constitucional de respetar y hacer respetar la decisión de cada una de las ciudadanas y los ciudadanos venezolanos, por ello el Poder Electoral actúa estrictamente dentro del marco jurídico del país.
Concurro con su apreciación.