Video de la llegada de Raúl Castro a Maiquetía. El gobierno hablará de sabotaje cocinado en el Imperio.
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por Luis Enrique Alcalá | Mar 5, 2014 | Miscelánea, Política | 6 Comentarios
Video de la llegada de Raúl Castro a Maiquetía. El gobierno hablará de sabotaje cocinado en el Imperio.
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Graciosa equivocación. 🙂
Lo otro gracioso es que vendrán algunos despistados hablando de un designio y señal divina que mágicamente tumbará al gobierno… o algo.
«El tipo ideal de opositor existencial, adicto e inerrante es también supersticioso. La Dra. Magaly Villalobos mostró este rasgo en trabajo al que llamó Caimanes de un mismo caño (2004), en el que encontraba más de una similitud entre el opositor radical y el chavista duro. En particular, describía la imaginería supersticiosa de cierta oposición, que a la superchería mariano-lioncista y santera de la afiliación oficialista, opone las estampitas virginales y pretende que la Madre de Dios ha sacado carnet de la Coordinadora Democrática.
Claro, esta concupiscencia supersticiosa ha sido estimulada desde altas esferas, como cuando un cardenal—que no es Rosalio—sugiriera en la Catedral de Caracas que los deslaves e inundaciones que asolaron el estado Vargas en 1999 eran un castigo de Dios a la soberbia presidencial.
¿No había una relación numerológica implacable entre la fecha del referendo revocatorio y el número 2021, o algo así, que hacía ineludible la caída de Chávez? ¿No lo habían determinado los astros de algún modo?» (En Enfermo típico, 26 de enero de 2006).
Lo suscribo con bastantes experiencias de primera mano de credulidad sobrevalorada. Un ejemplo es el estafador este de Reinaldo Dos Santos y su legión de seguidores…
Es lamentable que tanta gente crea en un timador tan evidente.
Tirios y Troyanos: chavista y opositores,señoras de alto linaje y los viejos «choludos»venezolanos, somos supersticiosos. Hoy en día, en cada cada casa, habrán velitas encendidas, de todos los colores e inscripciones diversas, pidiéndole a las ánimas del purgatorio, a los santos y hasta al «maligno» que se pongan de nuestra parte.
Me excluyo de esa clasificación, Don Yunis. No tengo supersticiones, y conozco muchas personas que también carecen de ellas. Yo las denuncio.