Hacia la 1:30 de la tarde de hoy recibí en mi casa el volumen Rafael Caldera: estadista y pacificador, por generosa remisión de Andrés Caldera Pietri. La obra de colaboración, editada por la Fundación Konrad Adenauer y la Universidad Metropolitana, es indispensable referencia para calibrar con justicia el significado del gran político venezolano, lo que sí es en verdad un legado. En ella escriben sobre este excepcional venezolano Rafael Tomás Caldera, Abdón Vivas Terán, Guillermo Aveledo Coll, Asdrúbal Aguiar, Tulio Álvarez, Horacio Biord Castillo, Beatriz Rodríguez Perazzo, Jair De Freitas, Rafael Mac Quhae, Tomás Straka, Francisco Javier Pérez, Ramón Guillermo Aveledo, Julio César Pineda, Manuel Donis Ríos, Edgardo Mondolfi Gudat, Hernán Castillo, René De Sola, Fernando Luis Egaña, Paciano Padrón, Laura Febres y Luis Bremo. (Rafael Ángel Rivas Dugarte trabajó la bibliografía, y Andrés Caldera Pietri y Napoleón Franceschi elaboraron otras referencias bibliográficas). Reproduzco a continuación el correo de agradecimiento que envié a los hermanos Caldera-Pietri. LEA
………
Queridos Andrés y Rafael Tomás: hoy he recibido por gentil envío del primero de ustedes, el inestimable volumen que lleva por nombre Rafael Caldera: estadista y pacificador. Estoy agradecidísimo del obsequio, que planeo comentar en mi blog. (Les avisaré).
En veinte minutos he leído tres capítulos, en orden peculiar. Fui primero por el último, porque tengo recuerdos muy vívidos del evento que comenta: el debate Caldera-Úslar de la campaña de 1963. Fue bueno refrescar algunos de los puntos, pero para mí el bottom line de esa discusión fue lo que creo determinó el desenlace de la cosa a favor de vuestro padre. Úslar lo fustigaba porque COPEI había participado en el gobierno de Betancourt (un compromiso asumido para el apuntalamiento de una democracia que nacía); según el humanista tal cosa equivalía a haber pactado con el demonio comunista que sería Acción Democrática. Entonces Caldera señaló tranquilamente dos puntos: 1. que el partido de Medina, del que Úslar era líder importantísimo, había pactado con los comunistas en las elecciones municipales de 1941; 2. que durante el gobierno medinista Venezuela había establecido relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. Úslar no quiso darse por aludido respecto de lo primero, pero de lo segundo ofreció como excusa esta enormidad: «Las relaciones con la URSS se establecieron por presión abierta y expresa del gobierno de los Estados Unidos». Esto es, Úslar admitía que la política exterior de Medina no se fijaba con autonomía. Inconsistentemente, el partido de la campana iría a hacer lo que criticaba a COPEI, al formar no más concluir las elecciones el «Gobierno de Ancha Base» bajo la presidencia de Leoni, adeco, la encarnación del demonio comunista. El oportunismo es pecado que se consigue en gente cultísima.
Después fui en busca de la claridad doctrinaria de Rafael Tomás en el capítulo primero. Pedagógicamente escrito, con tranquila implacabilidad, expone la constancia en la fe, en una vida consistente como sólo la ha ofrecido entre nuestros políticos Rafael Caldera. En Estudio copeyano escribí en octubre de 1994 (el primer año de su segundo gobierno): «Así, la dimensión ideológica, el compromiso con un código de valores, quedan en la esfera de la persona individual. Rafael Caldera no puede, como no podrían Luigi Sturzo o Konrad Adenauer redivivos, garantizar que un contingente humano heterogéneo, como es la militancia copeyana, va a comportarse ‘socialcristianamente’. Él puede garantizar esa conducta únicamente de sí mismo». En agosto de ese mismo año había puesto en Para entender a Caldera: «…en Caldera se tiene a un político que, junto con muy pocos otros, procede políticamente con arreglo a sus principios doctrinarios. Caldera es un demócrata cristiano auténtico, como hay unos cuantos en COPEI y unos cuantos también fuera de sus filas. (…) La clave para entender a Caldera está en la lectura del muy sencillo código principista de la democracia cristiana original, del que nunca se ha desviado…» Uno de los intertítulos de ese trabajo que inaugura el libro lo dice todo: Una vida coherente.
Por último, mi sesgo profesional me llevó a leer el trabajo de Beatriz Rodríguez Perazzo, Rafael Caldera: científico social. Nadie menos que Georges Gurvitch lo distinguió como el importante sociólogo que era al confiarle uno de los capítulos en su obra en dos tomos: Sociología del Siglo XX, que tuve en la edición castellana de 1965. Como si no hubiera hecho nada en Política y Derecho, fue en una época el primero de nuestros sociólogos, eximio profesor de Sociología del Derecho en la UCV, en brillante papel pedagógico recordado por sus muchos alumnos.
Pero aun antes, sin abrir todavía el volumen, me puse en «plan Balmes». (Una vez me contaron que Jaime Balmes tenía una rutina invariable al enfrentarse a un nuevo libro que alguien otro hubiese escrito. Miraba fijamente el título de la obra antes de apartarla, para decidir qué habría dicho él bajo ese título. Sólo después de esa meditación iba a las páginas, y si el libro no se encaminaba por el rumbo que había pensado lo desechaba). Bueno, no hice eso, pero sí reflexioné sobre el título—Estadista y Pacificador—para decidir que era hasta cierto punto redundante; vuestro padre fue pacificador porque era precisamente un estadista quien nos gobernaba en circunstancias que clamaban por la paz, el más grande, completo, democrático, benéfico, profundo, coherente estadista de toda nuestra historia republicana.
Estoy en deuda con ustedes… y con él.
Abrazos
Luis Enrique
_________________________________________________________
Dr. Un cordial saludo.
Me atrevo a escribirle porque sé que usted es una persona con mucha ética, educación y respeto con las personas, que a pesar de su administrado compromiso de tiempo y trabajo, “que me imagino que son importantes para Ud”. responde tan cordialmente a un saludo, etc. y acciones como esas son las que lo ayuda a que lo recuerde. Y le puedo expresar, que sus respuestas siempre me parecen acertadas, interesantes y sobre todo muy amables.
Y ¿A quién no le gusta abrir un e-mail, etc. donde aparezcan mensajes de personas para decirnos solo ‘hola’ y saber cómo estamos?, o para decirnos que le caemos bien, y más agradable aún cuando se es agradecido…como veo que lo es usted con esas personas.
De verdad que Usted también es Auténtico y con un perfil de valores tan evidentes.
Aunque, para no pecar de ignorancia en expresar cosas mínimas de Ud., le puedo escribir que oírle por la radio me ha hecho apreciarle y valorarle. (y creo que usted tiene mucho precio y valor para muchísimas personas más).
No ocupo mucho tiempo en ponerme a chatear, pero me encanta la lectura, un libro logra a ser un buen conocido y acompañante.
Nuevamente Un gusto saludarle, espero que le esté yendo muy bien con esas distinguidas amistades, y que le sigan llegando muchos libros más…le deseo lo mejor.
Con mucho cariño, me despido, Julieta Vásquez.
Muchas gracias, Doña Julieta, por su abrumadora generosidad. Los Caldera-Pietri y los Alcalá-Corothie fuimos vecinos en Las Delicias de Sabana Grande, y esa circunstancia fue la base primera de una larga amistad. De los hijos de Don Rafael y Doña Alicia, traté principalmente a los tres mayores: Mireya, Rafael Tomás (el más cercano) y Juan José. Por supuesto, tuve una relación fructífera y mutuamente respetuosa con el Dr. Caldera.
Muchas Gracias!, Doctor, por su saludos, y respuestas, las cual recibo con mucha satisfacción y encanto y lo mejor de este tipo de comunicación, me da la maravillosa oportunidad de saber un poquito más de usted. Interesante y bonito lo que dice, los vecinos son algo muy importante en una comunidad “Claro siempre esperando que sean buenos ciudadanos y gracias a Dios los hay. Y usted los ha tenido por lo que expresa… le puedo contar algo también en mi caso. Donde resido, he tenido la oportunidad de la estimación amistosa desde que colonizamos el lugar. Algunos ya no están por mejoras en su estatus social, etc. pero los buenos vecinos viejos y nuevos seguimos bien. En donde resido a pesar de ser un lugar sin estructuras lujosas, solo apartamentos y hasta el momento con pocos problemas, se considera un buen lugar, “el sitio específicamente”, ya que lamentablemente todas las etapas o continuidad llevan el mismo nombre y no ayuda mucho, por famas de inseguridad que ocupan algunas otras.
Es tanto así, que le puedo decir que hace sus años el apto. de al lado tuvo ventas, alquiler variados, y entre uno estuvo morando “nuestro alcalde Actual” (“cuando No lo era, y todavía se le podía ver modestamente” y me sigue diciendo Vecinaaa, cuando “sorprendente” me ha visto, (a pesar del lujo adquirido)) … Ya transcurrido varios años, por cosas de la vida, el apto. ahora, esta residido por una conjugue e hijita linda de un muy buen famoso e humilde ex Alcalde, (adeco), y ex candidato para la asamblea) (“viéndolo ahora todos los días como mi vecino de al lado”), el cual puso y mantuvo al pueblo muy bonito y hasta turístico, en esos tiempos… (Era alabado por esa belleza del pueblo en los demás municipios, ya que a mí personalmente me lo expresaban),… y así termino, con todo el respeto que usted se merece, Hermoso, Cordial y Amable Dr…. Y no distraerle más su mirada, atención y su tiempo, con esta, mi historia de vecinos, donde le incluí que también conozca de mis amistades vecinos de el (ex alcalde, y ex candidato para la asamblea) al cual este último le gusta mucho el café que preparo y le brindo “y hasta repite me lo ha pedido de vez en cuando”. Jeje. (y lo menos que he hablado con ellos en los tiempos son temas políticos, aunque ahora ya con todas las épocas tan cambiadas, es el tema que hay que relacionarse)… Lástima que a usted no lo tengo como vecino, porque si no, ya le hubiese llevado un cafecito….
Deseándole con aprecio, que en este nuevo año le vaya muy bien, que Dios lo Bendiga con mucha salud, muchas sorpresas gratas…, consiga alcanzar triunfos, que sus sueños jamás desaparezcan y que continúen sus programas tan vivos y tan lindos como lo es usted.
“Me quedo siempre oyendo su trasmisión, en el cual incluyo a mi esposo Carlos Abreu, que no se pierde uno y deja lo que esté haciendo para oír el programa… sino la repetición.
Un abrazo… que este bien.
Muchas gracias, de todo corazón por su atención. Estamos para oírle.
¿Qué puedo decirle, Doña Julieta? ¿Repetir que me abruma su amable generosidad? Probaré a decir que el café me gusta mucho, que añoro el vecindario de mi infancia—trompos, metras, papagayos, pelota en la calle, mangos, pomagás—, y que esas cosas hacen la vida y la felicidad. Mis saludos agradecidos a Don Carlos y a usted.
Quedo curioso al respecto de su opinión sobre el resto del volumen, Dr. Alcalá.
Mis respetos.
No planeaba alguna referencia ulterior. De lo que llevo leído, lo que más he apreciado es la contribución de Fernando Luis Egaña, en su descripción del disciplinado método de Rafael Caldera para organizar su trabajo. Caldera siempre fue así; desde joven, hacía ejercicios de memoria con Lorenzo Fernández, y aprendió taquigrafía para registrar debates en la Constituyente de 1946, una habilidad que siempre le fue útil.