A Jaime, a Marcel y a la memoria de Peter
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Hace once años, a la medianoche entre el 27 y el 28 de mayo de 2007, dejó de verse la señal abierta de Radio Caracas Televisión, la familiar televisora venezolana fundada en 1953 por William H. Phelps. Se trató de una muerte anunciada; a pesar de que Hugo Chávez expusiera para fines de campaña electoral que la cesación de la licencia televisiva de las Empresas 1BC pudiese ser sometida a referendo, en cuanto derrotó convincentemente a Manuel Rosales en diciembre de 2006 anunció que la concesión de RCTV no sería renovada. (Poco después, hizo lo mismo sobre la estatización de la CANTV en Brasil—porque grababa sus conversaciones, según pretextó—y luego procedió con la de La Electricidad de Caracas). Un mes antes del sablazo contra RCTV se ponía en la Carta Semanal #234 de doctorpolítico (26 de abril de 2007):
El 20 de septiembre de 1952, mientras estaba vigente en Venezuela la Ley de Telecomunicaciones de 1940, RCTV C. A.—hoy subsidiaria de Empresas 1BC—recibió autorización para el establecimiento de una televisora comercial en la ciudad de Caracas. En aquella fecha no se estipuló un lapso de duración de la licencia. Es en 1987 (27 de mayo), cuando se publica en la Gaceta Oficial No. 33.726 el Reglamento de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones sobre Concesiones para Televisoras y Radiodifusoras, expedido en el Decreto No. 1.577. El primer artículo del susodicho reglamento prescribe que las concesiones serán otorgadas por un lapso de veinte años. En consecuencia, dicen principalmente Hugo Chávez y sus acólitos Willian Lara y Jesse Chacón—de grata recordación, este último, por la toma sangrienta de Venezolana de Televisión del 27 de noviembre de 1992—la licencia quedará extinguida automáticamente al cumplirse veinte años del mencionado decreto. Lo que se niega a hacer el gobierno es a leer más allá del artículo primero del reglamento, cuyo tercer artículo dice sencillamente: “Los canales de Radio y Televisión tienen derecho a que se les extienda la concesión por veinte años más, salvo que pesare sobre ellos sentencia definitivamente firme en tribunales donde se les haya comprobado faltas graves a la Ley Orgánica de Telecomunicaciones”. No hay sentencia, ni firme ni floja, que pese sobre RCTV por violación grave de ninguna ley.
Pero la arbitrariedad y la desatención a la ley ha sido signo distintivo del chavismo-madurismo, empezando por el Tribunal Supremo de Justicia que aún controla. El 5 de agosto de 2008, su Sala Constitucional declaró válidas las inhabilitaciones políticas de Enrique Mendoza, Leopoldo López y un centenar más de personas impuestas por la Contraloría General de la República, a pesar de lo establecido en el Artículo 42 de la Constitución: “El ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los derechos políticos sólo puede ser suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley”. La decisión de la Contraloría no era una sentencia judicial, ni firme ni floja, y para sostenerla la Sala Constitucional proclamó que la protección del Art. 42 ¡sólo amparaba a los venezolanos por naturalización!
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Dicho esto, y habiendo admitido en el primer programa de Dr. Político en RCR (7 de julio de 2012) que Radio Caracas me había enseñado la felicidad, propongo para celebrar la trayectoria de su hermana, Radio Caracas Televisión, repasar el desternillante diálogo de Ilan Chester y Emilio Lovera en Radio Rochela, programa de RCTV que nos hizo reír por muchos años. («Radio Rochela fue un programa humorístico venezolano transmitido por Radio Caracas Televisión. (…) Alcanzó fama internacional llegando a ser conocido no solo en Hispanoamérica, sino también en España y otras naciones europeas». Wikipedia en Español).
Gracias, RCTV. LEA
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Entiendo que la arbitrariedad y abuso por parte de Chavez y sus secuaces fue algo horrible en contra de la libertad de expresión, leyes, de todo. Lo que si no me duele es el paupérrimo estándar de RCTV a lo largo de los años: chabacano, ordinario, bajo. Nunca trataron de emular a las grandes empresas televisivas como la BBC, CNN, entre otras. Se dedicaron por muchos años a presentar las porquerías más ordinarias de telenovelas, con pseudo-actores de muy baja calaña, individuos ignorantes incapaces de representar el pulpero de la esquina y explotando la apariencia de patéticas mujeres que se hacían llamarse «artistas» solo para mostrar sus partes sobresalientes con el único fin de ganar puntos en el rating. Era una emisora sin ningún tipo de apego a la calidad y a la buenas costumbres. Abarrotada de comerciales lo que hacía imposible ver cualquier programa de 30 minutos en 60. Las comedias más vulgares con sus chistes de mala muerte se hicieron cómplices de lo ordinario del régimen chavista. hora, 11 años después, yo lo lamento, lamento la forma como se hizo. Si el gobierno de Chavez hubiese sido el mío, yo hubiera obligado a RCTV a mejorar la calidad o a terminar en el olvido.
En la misma Carta Semanal #234 citada al comienzo de la nota que Ud. comenta, asenté el 26 de abril de 2007:
¿Es, entonces, RCTV un actor político? Sin duda lo es. Pocas telenovelas del canal de Bárcenas han causado más impacto que Por estas calles, de altísima carga crítica contra el gobierno y la acción partidista en las postrimerías del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Para el gusto de quien escribe, esa telenovela significó una acción socialmente benéfica, en momentos cuando el desafuero y la corrupción caracterizaban el proceso del Estado venezolano. En cambio, igualmente en apreciación muy personal, la oferta programática de RCTV deja mucho que desear, con sus honrosas excepciones, por supuesto. Más de uno de sus programas traspasa la línea divisoria que separa el buen gusto de la obscenidad, y no sólo por la propaganda explícita de servicios sexuales en horarios que en principio no alcanzan a los niños, sino en vulgares producciones de programas de concurso verdaderamente deplorables. Pero es que, en general, el nivel de la programación de las grandes televisoras nacionales es de calidad bastante baja. Esto, sin embargo, no es la causa que lleva a la vindicta gubernamental contra RCTV, sino su influencia política. El gobierno no ha ocultado que cobra una factura de carácter político. De este modo se entromete en terreno que compete, en esencia, a la sociedad, que comprende la acción individual y libre de irse del canal que le disguste tanto como acciones cívicas colectivas para enderezar algún medio salido de donde debe.
Naturalmente, la chabacanería existía porque la audiencia se complacía con ella (de allí el alto rating de RCTV), pero si se tratara de condenar a partir del juicio transcrito, expuse dos años después (25 de septiembre de 2009) en mi Carta Semanal #350:
La verdad es que los partidos venezolanos, especialmente Acción Democrática y COPEI, que alternaron en el poder suministrando seis personalidades para ejercer ocho presidencias entre 1959 y 1999, no necesitaron ayuda para deteriorarse ante la opinión pública, no necesitaban que Ibsen Martínez expusiera sus defectos en una telenovela que fue posible porque copió de la realidad política, a pesar de que recientemente él haya llegado a pensar que se le fue la mano y se sienta, sin motivo, culpable de la venida de Hugo Chávez por haber atizado la antipolítica. (Por estas calles inició sus transmisiones cuatro meses después del 4F).
Por otra parte, con la mediocridad mencionada coexistían programas de alta calidad; no toda la oferta de los canales televisivos responde a su condena general; en RCTV se exhibió por muchos años Valores Humanos, con Arturo Úslar Pietri, Por el mundo de la cultura, con José Antonio Calcaño, el programa de concursos El torneo del saber (Úslar, Rosenblat, Carpentier…), el Concierto Firestone… y Primer Plano, conducido por Marcel Granier, fue un programa de entrevistas mayormente políticas de muy alta factura y considerable utilidad cívica. Tomo los siguientes datos de Wikipedia en español:
La planta televisiva comienza a presentar espacios de teleteatro tales como Kaleidoscopio, Teatro del lunes, Gran teatro, Ciclorama, Cuentos del Camino y Candilejas. En 1954 surge el primer programa cultural de la planta, denominado Anecdotario, con el fin de representar teatralmente grandes obras de la literatura universal. El canal incrementó el número de horas de transmisión al aire, iniciando su programación desde el mediodía y más adelante desde la mañana, mientras el resto de los canales existentes solo transmitía en horas de la noche. Internamente, incrementó la cantidad de estudios, equipos, personal capacitado para laborar tanto en la parte técnica como en la parte administrativa, así como también en la artística. El Show de las Doce, conducido por Vìctor «El Tío» Saume bajo el patrocinio de Lucky Strike, se convirtió no solo en la primera revista de variedades del país, sino también en furor de sintonía en el mediodía, un horario de consumo audiovisual hasta entonces desacostumbrado para los televidentes. En esta misma etapa se inscribe también La perfecta ama de casa con Ana Teresa Cifuentes, el programa pionero de todos los espacios de cocina, consejos para el hogar y manualidades que se han transmitido en Venezuela desde 1954 hasta hoy. En 1955, la planta presenta un noticiero matutino presentada por el locutor y productor televisivo Renny Ottolina, llamado Lo de hoy. En 1958 sale al aire el primer programa de El Show de Renny, con Renny Ottolina quien incorporó en la producción diversos elementos como un cuerpo de baile, jingles de identificación y propagandas transmitidas en vivo. Es presentado el espacio de opinión La Voz de la Revolución, dando de este modo, nacimiento a este formato en la TV nacional. También en 1958, la empresa incursiona en los programas humorísticos, al contratar a Tito Martínez del Box, libretista y productor argentino, quien inicia La Gran Cruzada del Buen Humor, dentro del Show de las 12 y que, al año siguiente, cambió su nombre por Radio Rochela siendo presentado como espacio independiente. En los programas de variedades actuaron artistas como Pedro Infante, Libertad Lamarque, Pedro Vargas, Nat King Cole, Benny Moré, Celia Cruz, Kiko Mendive, Adilia Castillo, Alfredo Sadel, Conny Mendez, Magdalena Sánchez, Héctor Cabrera, Néstor Zavarce, Héctor Monteverde, Héctor Murga, Lia Toussaint, Carlos Almenar Otero, Mario Suárez, Juan Vicente Torrealba, Aldemaro Romero, Lila Morillo, Mirla Castellanos y Cherry Navarro, entre muchos otros. En 1961, Radio Caracas Televisión (RCTV) realizó la primera experiencia de transmisión de sonido estereofónico en televisión con un programa de variedades conjuntamente con la emisora Radio Caracas Radio. En 1962 RCTV demuestra el adelanto en materia electrónica que existe en Venezuela, poniendo en funcionamiento el primer selector de imágenes fabricado enteramente en el país. En este mismo año presta sus primeros servicios al estado Táchira y el norte de Santander de la República de Colombia desde la antena en el páramo El Zumbador. El 24 de agosto de 1963 se realiza la primera transmisión vía microondas, desde las antenas de Curimagua y Maracaibo. Se incorpora el uso del apuntador electrónico. En 1963 durante siete años se transmite cada 17 de diciembre, El ocaso de un sol, unitario que recrea la vida del Libertador. Fue escrito por Alfredo Cortina, protagonizado por el actor peruano Luis Muñoz Lecaro, dirigido por José Antonio Ferrara y presentado por Rubén Darío Villasmil. En 1965 sale al aire El Derecho de Nacer, telenovela original de Félix B. Caignet con Raúl Amundaray, Conchita Obach y Amalia Pérez Díaz, entre otros. Duró 600 capítulos. El 17 de julio de 1969 se creó el Comité Nacional de Telecomunicaciones organismo rector de las telecomunicaciones en Venezuela y ese día, Radio Caracas Televisión, por medio de su recién instalada antena rastreadora de satélites en Maracaibo, envía a la teleaudiencia venezolana la primera transmisión de televisión internacional en Venezuela: una conferencia de prensa de los astronautas estadounidenses que viajarían a la Luna el día siguiente. Tres días después, Radio Caracas Televisión (RCTV) transmitió, en vivo y directo y de manera exclusiva, la primera visita del hombre a la Luna. El 31 de mayo de 1970, Radio Caracas Televisión (RCTV) transmitió en vivo y en exclusiva el Mundial de Fútbol desde México, siendo el primer mundial que se veía en la televisión venezolana (se usan las primeras señales cromáticas, durante la transmisión del Mundial de Fútbol, realizado en México. Sin embargo, por exigencia del gobierno nacional, el canal se ve obligado a utilizar filtros electrónicos). Durante este evento deportivo, el Rey Pelé marcó su gol número 1.000. Más tarde, RCTV transmitiría también el Mundial Infantil, el béisbol y el básquetbol nacional. En 1974, el canal incursiona en la producción de televisión a color, cuando presenta la adaptación realizada por el dramaturgo José Ignacio Cabrujas de la novela Doña Bárbara, del escritor venezolano Rómulo Gallegos. Esta producción fue la primera telenovela venezolana que se transmitió en Europa. Canaima y Cantaclaro completarían la trilogía. El 31 de marzo de 1976, RCTV fue cerrada por 72 horas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, debido a la divulgación de informaciones exclusivas acerca del secuestro del industrial estadounidense, William Niehous. En 1977, desarrolla el concepto de «telenovela cultural» con La hija de Juana Crespo y luego La Señora de Cárdenas, las cuales presentaron a la audiencia historias que iban desde el deseo de la superación económica y profesional, hasta la infidelidad y turbulencias en el matrimonio. A esta oferta de producciones dramáticas se incorporaron adaptaciones de novelas de Rómulo Gallegos como La Trepadora, Pobre Negro, Canaima, Sobre la misma tierra y La Balandra Isabel llegó esta tarde del también escritor venezolano Guillermo Meneses. En la década de los 80, fue producido el Ciclo de Oro de Rómulo Gallegos, basado en cuentos cortos de este escritor y telenovelas tales como Leonela, Topacio, Cristal y La Dama de Rosa. RCTV también presentó las series Gómez I y Gómez II, del dramaturgo José Ignacio Cabrujas que narraron la historia del dictador Juan Vicente Gómez interpretado por el primer actor Rafael Briceño. En 1981 se inician las transmisiones de los espacios Dimensión humana y Clásicos dominicales. El primero fue un conjunto de programas conducidos por el presentador Napoleón Bravo que reflejaban la situación del país, mientras que Clásicos dominicales fue un espacio dedicado a la música académica universal inicialmente conducido por Eladio Lárez, luego por María Cristina Neumann y finalmente por la músico Isabel Palacios. En 1986 sale al aire Expedición, la primera serie ecológica y conservacionista producida en Venezuela y que convirtió a RCTV en el canal pionero en este género. El 3 de junio de 1992, en medio de una fuerte situación político social, RCTV presentó la telenovela Por estas calles, del escritor Ibsen Martínez, la cual estuvo al aire hasta el 30 de agosto de 1994, por lo que es la única telenovela con 1342 transmisiones (2 años, 2 meses y 27 días). Los libretos se alimentaban del acontecer diario. La protagonizaron Marialejandra Martín, Franklin Virgüez, Gledys Ibarra, Aroldo Betancourt, Héctor Mayerston, Carlota Sosa, Carlos Villamizar, Roberto Lamarca y Roberto Moll. En 1997 RCTV se convierte en el primer canal latinoamericano que automatiza los servicios informativos, desde la redacción de contenidos hasta la salida al aire, para lo cual adopta el formato DVC Pro. En 1999 se adopta el Betacam Digital y se introduce la técnica cinematográfica en la iluminación de exteriores. RCTV inauguró el lunes 18 de julio de 2005, su Centro Nacional de Noticias en su sede de Quinta Crespo, en Caracas que contó con estudios equipados con tecnología avanzada, una Sala de Prensa con 35 estaciones de trabajo, 10 cabinas de edición, 10 estaciones de visualización, una departamento de Digitalización, una sala gráfica, una sala para la recepción de satélite y microondas. Este estudio en parte era para el uso del noticiero El Observador.
Como puede ver de esa enumeración parcial, su evaluación de RCTV es extraordinariamente simplista. Ud. generaliza con sentencias tan inexactas e injustas como «Se dedicaron por muchos años a presentar las porquerías más ordinarias de telenovelas, con pseudo-actores de muy baja calaña»; un buen número de telenovelas de RCTV alcanzó niveles de gran calidad, y actores muy importantes hicieron en ella vida profesional. Rafael Briceño, Amalia Pérez Díaz, Raúl Amundaray o Carlota Sosa no eran «pseudo-actores».
Su frase final sugiere que Ud. también habría negado la renovación de la licencia de señal abierta y que no parece tener muy claro en qué consiste la libertad de expresión. En El político virtuoso escribí (18 de octubre de 2007):
Una tercera virtud política, exigible de los líderes que adquieren poder público y complementaria de la anterior o muy cercana a ella, es la compasión. De nuevo, fue Einstein quien dijese: “Por lo que a mí concierne, prefiero un vicio silencioso a una virtud ostentosa”. En su excepcional humildad, reconocía que los seres humanos somos limitados, imperfectos, pecadores. Es el reconocimiento de esta condición, común a todo miembro de la especie humana, la base de la compasión, la capacidad para compartir la pasión y la falibilidad del otro, para la comprensión y el perdón. Todos tenemos derecho a la vergüenza. Quien odia es un mal político; quien se mueve con el poder en pos de sus resentimientos es un mal político, pues desecha parte integral del tejido social y niega a otros la libertad de mejorar, de dejar atrás sus errores y progresar moralmente. El peor atentado contra la libertad del otro es congelarle en su pasado.
Por último, considere esto de Tragedia de abril (14 de junio de 2002):
…a su asunción de la Presidencia de la República de Venezuela, Chávez contó con un amplificador de gran potencia para su particular interpretación de lo político. En el acto mismo de prestar juramento ya evidenció mezquindad e inclemencia al referirse al libro sobre el que juraba como constitución moribunda. Dos días más tarde, al cumplirse siete años de su rebelión de febrero de 1992, exaltaba esta intentona violenta y atemorizaba a la Presidenta de la Corte Suprema de Justicia. Poco después, en su primera exposición desde el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores y ante un auditorio lleno de personalidades, ofrecía a un conocido empresario de televisión venderle un carro blindado del que el gobierno se desprendería dentro de un programa de austeridad fiscal. La directa implicación era que el empresario aludido podría necesitar el vehículo para la protección de su vida.
Ese empresario era Marcel Granier, y la velada amenaza se produjo tres años antes del Carmonazo.
Entre tantos programas cómicos – dirigidos hacia el tan amplio y variado gusto de su público que tenía RCTV, la emisora con la mayor cobertura y sintonía de Venezuela- Debió haber sido muy difícil seleccionar éste: » El Chunior e Ilan Chester» ; Como ejemplo. Porque también se pudo haber escogido alguno de los tantos musicales o algún capítulo de Gómez, así como también, por hablar de la verdad y la libertad de expresión: » El Show De Renny Ottolina – Ultimo Programa En La TV Venezolana» ( https://youtu.be/c84G2_Ysb0Q No sé si se pueden colocar vínculos, y me excuso en caso contrario ) Es una cátedra del valor de los méritos por esfuerzos propios, Que realizó Renny Ottolina al terminar con el canal Ocho. En la reseña que hace el anterior interviniente, el Sr. Freddy Trómpiz, le serviría para explicarle, dichos valores; Quizás la prefiriese, proviniendo de allí del canal en el cual se expresó el Sr. Ottolina.
Gracias por su participación y el valioso enlace que, como ve, perfectamente puede insertarse. Hay muchos ejemplos que ha podido escogerse, de Renny o de Primer Plano, por ejemplo, o los que Ud. menciona. Escogí el que puse porque quise dar una nota de «alegría y buen humor», el lema de Radio Rochela. Quizás quiera Ud. revisar acá Música hertziana, donde dejo constancia de mi relación personal con RCR y RCTV.
Gracias por su atención. En efecto, es correcto lo que me comunica y el día de hoy pensaba casi de idéntico modo. RCTV, tenía las virtudes de llegar a muchísimos hogares y a todo tipo de audiencias. Existió durante una época en la cual si a uno no le gustaba determinado programa, no estaba sentenciado a apagar el receptor de televisió; Debido a que el resto eran peores. Más bien, se podía escoger entre los de la competencia. Si bien es cierto que yo era de la opinión que ciertas emisiones – de cualquier canal televisivo- no eran de mi agrado y los calificaba con adjetivos que no referiré aquí-, mis posteriores estudios me han permitido entender que el amplio abanico de gustos y preferencias de las audiencias televisivas, no son un mercado fácil de manejar y por lo tanto se hallarán opiniones tan diversas que por respeto habrá que darles cabida. Así como concomitantemente deberían los poseedores de ellas respetar también. Pero «No se puede pedir peras al olmo»-