Diseño de mi hija Eugenia
Con la emisión #348 llega a su fin Dr. Político en RCR, dado que una decisión tomada por el suscrito es incompatible con mi permanencia como ancla de Radio Caracas Radio. Entérese por qué escuchando el audio colocado al final, que contiene dos melodías hermosísimas: la Variación 18 de la Rapsodia sobre un Tema de Paganini, de Sergio Rachmaninoff («el hombre que sudaba melodías») y el clímax del segundo movimiento (Adagio) del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. He aquí el archivo de hoy:
LEA
__________________________________________________________
Estimado Dr. Alcalá
Quisiera solicitarle que por favor no retire sus programas de iVoox.
La razón fundamental que me mueve a plantearle esta petición es que quiero convertirme en un ciudadano políticamente culto y sus audios son una de las fuentes más importantes de donde estoy adquiriendo conocimientos que me permitan alcanzar dicha pretensión.
Los estoy estudiando en la medida en que me lo permiten mis responsabilidades. Allí Ud. ha vertido conceptos que no he visto en ninguna otra fuente y que yo como profesional universitario (de la ingeniería) he podido aquilatarlos en toda su dimensión.
Finalizando, quiero aprovechar para agradecerle todo el tiempo y trabajo que Ud. se ha tomado para contribuir a formarnos a los ciudadanos. Sin esa intervención yo no habría podido aprender muchos de los conceptos que ya aprendí o en el mejor de los casos habría tardado muchísimo más para conocerlos.
Reiterándole mi eterna gratitud, queda de Ud.,
Ing° Gustavo E. Ortiz
Agradezco mucho su amable evaluación, Ing. Ortiz, y me alegra haberle sido de utilidad. En ivoox permanecerán los audios de todos los programas, así como en este mismo blog: Dr. Político en RCR. En el programa #4, del 4 de agosto de 2012, encontrará una justificación anticipada de su correcto propósito de aprendizaje. Asimismo, le invito a explorar en este blog la sección de Política General.
Estimado doctor político, al escuchar de su propia voz la noticia del cierre de su programa debido a sus aspiraciones electorales le confieso que sentí alegría y tristeza a la vez. Tristeza porque a través de su programa aprendí a entender de manera coloquial la Constitución y alegre porque al parecer se asoma una luz al final de este túnel tan oscuro en que estamos metidos desde varios años. Le deseo toda la suerte del mundo, cuente con mi voto y que Dios lo bendiga.
Agradezco profundamente su aprecio y apoyo. ¡Cómo quisiera que estuviera vivo mi fraternal y dulce amigo, Ignacio Andrade Arcaya!
Saludos Dr Político, muy sorprendido al enterarme que ya no seguirá con el programa, en verdad lo echare de menos en su espacio. Ya hace unos años que no estoy en Venezuela y por ende sólo lo seguía en diferido y en algunas ocasiones en vivo cuando el tiempo me lo permitía. Le deseo todo el éxito en su nuevo emprendimiento, no menos importante al que ya se había dedicado en todos estos años, considero que Ud. es una persona respetable, de intachable reputación y con una visión holistica en lo concerniente al tema político. Con base a su trayectoria, ha venido desarrollando la capacidad para atender, analizar y proponer solución a estos problemas y prueba fehaciente sobre el gran trabajo que ha plasmado a lo largo de sus escritos, programas e intervenciones en los medios públicos. Sepa Ud. que cuenta con mi respaldo y apoyo a esta iniciativa que se ha propuesto. Aunque en algunas ocasiones he diferido parcialmente en sus puntos de vista, considero que tiene la capacidad y autoridad moral para desempeñarse en ese cargo tan importante. Todos los ciudadanos debemos ser partícipes en esta nueva etapa para la transición del país de manera acuciosa y objetiva para el bien común de la nación, y una de las cosas que hay que tener en cuenta es precisamente la elección de hombres probos y calificados que estén a la altura de las circunstancias. Sigo leyéndolo por el blog y atento a sus propuestas, finalmente como decía el ilustre Don Pedro Berroeta: “..hasta la próxima vez..”
Muchas gracias, Don Arecio, por su aprobación de mis intenciones y su generosa opinión. Considero su apoyo un estímulo muy bienvenido.
Estimado Dr. Político, quisiera hacerle saber que al leer el titulo de este blog me invadió un profundo sentimiento de tristeza por el solo hecho de pensar que ya no tendría quien me ilustrara en mi formación como ciudadano. Sin embargo al escuchar el audio completo renació de inmediato la alegría y esperanza que en el país habrá cambios muy positivos con usted como presidente y mi mayor entusiasmo es que usted en ese cargo marcaría de manera muy positiva a todos los que habitamos en este país y más allá. Gracias de antemano por sus buenas intenciones de sacar al país de esta oscuridad, estaré atento a sus acciones y desde ya le extiendo mi mano en lo que pueda contribuir como ciudadano.
Estoy seguro que su capacidad gerencial es de muy alto nivel pero creo que su estadía en la presidencia no podrá ser tan breve como la del Dr. Ramón J. Velásquez ya que a mi modo de ver, el deterioro existente es de una proporción que raya en metástasis.
No digo de perpetuarse en el poder, o mucho menos creerse insustituible como se creen algunos de los que han llegado a ese cargo, pero tal vez con un período sea suficiente para sentar las bases solidad para seguir su legado y no desviarse del deber ser.
Me despido deseando el mayor de sus éxitos, que se traduce en el éxito de Venezuela.
De verdad esta noticia hace revivir la esperanza.
Saludos
Quedo muy agradecido de Ud. por su generosa evaluación y el ofrecimiento de apoyo. La idea de una presidencia breve es vieja en mí, tanto como hace treinta y cuatro años. Así asenté en Violación de juramento (diciembre de 1997):
A mediados del año de 1985 conversaba con mi hermano José Luis en mi casa. La conversación fue política: relativamente pronto el camino que tomó condujo a la siguiente aseveración de mi parte: “Hermano, si por alguna casualidad yo fuera electo presidente en este país, trabajaría muy duro y renunciaría a los dos años, seis meses y un día exactos de la toma de posesión”. Mi hermano me dijo de inmediato: “Estás loco. ¿Cómo se te ocurre decir que entregarías el poder cuando no tienes que hacerlo?”
Primero quise congraciarme por la vía del humor y le dije que si un mandatario presidencial cumplía más de la mitad de su período adquiría la condición de Senador Vitalicio, lo que me resolvería económicamente la existencia. Creo recordar que esto no le hizo demasiada gracia. Entonces le expliqué lo que de verdad quería decir.
Ya para entonces creía que lo que yo podría tal vez hacer medianamente bien, era obtener una metamorfosis del Estado venezolano. No administrarlo en su tránsito cotidiano, de por sí complicado y difícil, por los malabarismos del financiamiento público, mediante la incesante acomodación de las transacciones y las influencias directas o indirectas sobre actores individuales y específicos, con una gerencia tácticamente imaginativa y paciente sobre una miríada cambiante de puntos de decisión. No es la atención de un bombero hacia la muchedumbre de incendios que diariamente prenden en nuestro Estado. No, lo que me es vocacionalmente irresistible es el sistema general del Estado, y estoy muy interesado en los supuestos que pueden sustituir a aquellos sobre los que nuestro Estado ha sido diseñado, los que han dejado de ser vigentes.
Lo que ocupa mi interés son las características estructurales, las propiedades arquitectónicas del Estado, de las que depende tan grande proporción de su deficiente y a veces dañino desempeño. Lo que yo quería decirle a mi hermano era que no sentía el menor interés por perpetuarme en el poder ni por mí mismo ni a través de una continuidad dinástica que algún hijo o socio mío pudiese concretar.
Pudiera también consultar Intervalo solónico (enero de 1996) o Recurso de Amparo (julio de 2015).
Suerte y éxito en ese reto que se propone afrontar, puede contar con mi apoyo desinteresado.
Saludos cordiales
Muchas gracias por sus buenos deseos y su apoyo, que me comprometen.