El Caracazo: del 27 de febrero hasta el 8 de marzo de 1989.

 

La página web del diario El Universal publicó ayer una nota que llevó por título: Gobierno nacional recuerda 34 años del «Caracazo» como un «tsunami popular». Éste es su contenido:

 

El 27 de febrero de 1989 miles de venezolanos protestaron contra la incesante alza de precios y la pérdida de poder de los salarios

Caracas.- Al cumplirse 34 años del estallido social en Venezuela conocido como el «Caracazo», el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, afirmó este lunes que los venezolanos se echaron a las calles como «un tsunami popular» para rechazar al sistema capitalista y a «los indignos gobernantes de otrora que hipotecaron» los intereses del país.

El ministro indicó, en un comunicado publicado en Twitter, que hace 34 años los venezolanos se volcaron a las calles para rechazar las «nefastas fórmulas neoliberales que los condenaban al hambre, la pobreza y la miseria».

El 27 de febrero de 1989 miles de venezolanos protestaron contra la incesante alza de precios y la pérdida de poder de los salarios, principalmente en Caracas y la ciudad satélite de Guarenas, a unos 30 kilómetros de la capital.

Las protestas degeneraron en violencia generalizada y saqueos que fueron reprimidos a tiros por la Policía y militares y que dejaron un número no determinado de muertos, que van de 300 a 3.000, según fuentes oficiales de entonces y de ahora.

Padrino López afirmó que ese acontecimiento se convirtió, años más tarde, en el inicio de una etapa de «liberación nacional».

«Aquel trágico episodio de la vida nacional que ocasionó cifras de muertos y desaparecidos, nunca más volverá a repetirse, pues ahora la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), con una clara conciencia nacionalista, reafirma su carácter bolivariano, popular, anti imperialista y muy especialmente humanista, comprometiéndose, en medio de la adversidad, a defender integralmente a esta nación», agregó.

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El suscrito emprendió, en 1994, la segunda—referéndum—de tres publicaciones periódicas para exponer mis puntos de vista en materia política. En su numero «cero» se incluyó el trabajo Los rasgos del próximo paradigma político, donde puse:

Naturalmente, ciertos episodios caóticos pueden tener consecuencias lamentables en magnitudes enormes. Los acontecimientos del 27 y el 28 de febrero de 1989, por ejemplo, son más fácilmente comprensibles si se les interpreta como un caso de proceso caótico, antes que como resultado de una acción subversiva intencional. En muchos sistemas físicos la transición de una fase ordenada a una fase caótica se produce al aumentar la magnitud de algún parámetro, la velocidad, por ejemplo. En el caso del más reciente crash del mercado de valores de Nueva York (octubre de 1987), ese parámetro ha podido ser la mayor velocidad de transmisión de datos que se había logrado luego de la completa computarización de las transacciones. El 27 de febrero de 1989 pudo observarse la propagación de la avalancha desde Guarenas, exacerbándose por la transmisión del evento a través de los medios de comunicación social, pero también a través de una cadena informal de transmisión de información: los mensajeros motorizados, que exhiben desde hace mucho una rápida solidaridad de conducta y que fueron propagando el descontento desde Guarenas a Petare, de allí a Chacaíto, a la estación del Metro en Bellas Artes, y así sucesivamente.*

En contraposición a estas posibilidades caóticas, los sistemas sociales aprenden y se autorganizan. A pesar de la larga acumulación de tensiones sociales en el país, el apagón masivo del sistema eléctrico venezolano del 29 de octubre de 1993 no condujo a disturbios dignos de ser mencionados.

Ya con este blog en operación, expliqué ese primer apagón generalizado de Venezuela en Caracas-Shanghai el 1º de marzo de 2007):

Era viernes, día de pago, y la extensa falla eléctrica que llegó del Guri hasta San Cristóbal significaba que los bancos no tenían “línea” ni los telecajeros operaban; no había servicio de Metro en Caracas, y los trabajadores que vivían en Catia y laboraban en Petare (y a la inversa), caminaron la ciudad para regresar a sus moradas, sin dinero, y ni una sola vidriera fue rota, a sólo cuatro años del “Caracazo”. La ciudadanía intuyó tal vez que los disturbios, de producirse, proporcionarían un pretexto para la toma del poder político por autoridades militares que se habían mostrado como inusualmente agresivas en sus declaraciones públicas. (Se conspiraba contra el precario gobierno presidido por Ramón J. Velásquez, y la interrupción del servicio eléctrico formaba parte del plan).** La comunicación telefónica sirvió esta vez para generalizar la impresión de que se estaba frente a la preparación de un golpe de Estado: la conciencia política lograda en esos años de tanto sufrimiento social evadió la posible trampa.

De modo que no puedo estar de acuerdo con Vladimir Padrino López, violador contumaz del Artículo 328 de la Constitución de la República de Venezuela, que establece:

La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación.***

Las protestas se iniciaron en Guarenas por el aumento del pasaje interurbano, y las barriadas populares de Caracas acababan de experimentar aumentos en el precio del pan y la leche. No es exacto que la justificación proferida por Padrino—no el de Mario Puzo—haya sido «contra la incesante alza de precios y la pérdida de poder de los salarios». Si es por eso ¿qué es lo que hemos vivido en los últimos años? ¿Cómo se han comportado los precios y el poder de compra de los salarios desde 2014, cuando el presidente Maduro lo nombrara Ministro?  ¶

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* Protestas violentas también se originaron en otras ciudades como La Guaira, San Cristóbal, Maracay, Valencia, Barquisimeto, Mérida y Ciudad Guayana. (Wikipedia en Español).

** Entonces era Ministro de Defensa el Vicealmirante Radamés Muñoz León, quien una vez dijo en el extinto programa Primer Plano (RCTV): «Yo estudié para poner orden». Fue el conductor de ese mismo programa, Marcel Granier, quien avisara al presidente Velásquez, la víspera de la gigantesca falla de suministro eléctrico, que se preparaba un levantamiento militar. El propio Dr. Velásquez me refirió la conversación, y concurrió conmigo en que la clave del fracaso de la conspiración fue la conducta popular. Los conjurados requerían una masiva protesta de parte del pueblo, lo que jamás se produjo.

*** Esa misma Constitución estipula en su Artículo 9: «El idioma oficial es el castellano», y el ciudadano Ministro del Poder Popular para la Defensa seguramente sabe que esa lengua se guía por el Diccionario de la Lengua Española, el que define: socialismo 1. m. Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes.

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ADDENDUM

Un rasgo fundamental y definitorio de los sistemas complejos es su “sensible dependencia de las condiciones iniciales”. Esto es, que una pequeña variación en el inicio de un proceso complejo puede conducir a un futuro muy diferente. (“¿Desata el aleteo de una mariposa en Brasil un tornado en Texas?”, preguntaba en discurso de 1972 el meteorólogo Edward Lorenz, que ya en 1959 se había topado con esa sensibilidad esencial de los sistemas complejos). ¿Quién sabe si la señora que encendió la airada protesta por el costo del pasaje de autobús en Guarenas, el 27 de febrero de 1989, había recibido abuso del marido la noche anterior? Si Carlos Andrés Pérez no hubiera accedido a su segundo gobierno en acto fastuoso que parecía una coronación, poco antes de apretar el cinturón del pueblo ¿habría reaccionado la psiquis de los caraqueños de la misma forma al aumento de ese costo?

Las condiciones iniciales del Caracazo son irrepetibles. Desde entonces, el precio del transporte público urbano e interurbano ha aumentado en innumerables ocasiones, sin que por ello se haya suscitado una agitación ciudadana tan terrible como la de aquel febrero, cuando las abejas humanas de la urbe del Ávila se africanizaran.

(En Para pensar la política, 15 de agosto de 2012).

LEA

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