Habrá nuevas elecciones presidenciales el año próximo, si no acontecen sobresaltos en un país ya habituado a ellos. Meganálisis ha hecho una pregunta a sus encuestados de utilidad prácticamente nula, puesto que Hugo Chávez ya no está con nosotros. ¿Qué nos dicen otros sondeos?
El sitio web de la Voz de América ofrece algunas pistas.
Luis Vicente León, presidente de la firma privada Datanálisis, advierte que ni Maduro ni ningún otro dirigente de la oposición nacional supera el techo de 20 puntos porcentuales de preferencia.
En sus sondeos, Maduro logra 20 % de valoración positiva como líder, mientras que, del lado opositor, Manuel Rosales, excandidato presidencial y actual gobernador del estado más poblado, Zulia, suma 17,5 % de opción favorable.
Juan Guaidó, presidente del Parlamento elegido en 2015 y reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de naciones, logra 9 % de valoraciones positivas de la gente en la encuesta de abril de Datanálisis.
“No hay un líder en particular que destaque. Lo que hay es vacío. El gran líder de Venezuela es ‘ninguno’, ninguno de los líderes convencionales, explorables, reconocidos. Eso es un indicador típico de deseo de cambio”, dice León.
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La agencia Bloomberg ofrece información de varias encuestadoras:
Sin ser oficiales aún las candidaturas, pasando por la fase de inscripción que los llevará a participar en las primarias fijadas para el 22 de octubre, los tres dirigentes ya han coqueteado con la idea públicamente, mientras apenas el 30% de la población se muestra de acuerdo en acudir a la convocatoria que podría estar asistida por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Las intenciones políticas de Rausseo, conocido como «Er Conde del Guácharo», han hecho que sea considerado como el nuevo “outsider” de la oposición. De acuerdo a Datanálisis, encuestadora dirigida por Luis Vicente León, el excomediante y empresario venezolano, contaba con una popularidad de 36% en enero, que aunque podía no traducirse en intención de voto, era de las más altas entre los nombres opositores, seguido por Machado. En el último sondeo de febrero, sin embargo, ambos se encontraban empatados en la intención de voto, con una cifra cercana al 10%, de acuerdo a lo comentado por León a la Voz de América.
La exparlamentaria, al frente de la organización política Vente Venezuela, no forma parte de la Plataforma Unitaria, donde coaligan los principales partidos de oposición, y es ubicada así en el ala más radical frente al grupo más moderado de la oposición, donde Manuel Rosales califica con el mejor puntaje. En el caso de Delphos, coordinada por Félix Seijas, Rausseo solo es superado por María Corina Machado. En ello coincide Jesús Seguías, al frente de Datincorp, quien habla del modesto porcentaje de Machado con un 25% de apoyo, por encima del 17% de aceptación que tiene ‘Er Conde’. En esos tres primeros puestos de Datincorp, finaliza la lista Manuel Rosales con 16% y es seguido por el exgobernador de Miranda y también excandidato presidencial en dos oportunidades, Henrique Capriles Radonski. Para la encuesta de More Consulting a mediados de enero, Machado superaba con 57,5% a Rausseo, con un respaldo de 34.6%, en medio de un 66% de la población insatisfecha con la situación del país, calificándola como mala. La intención de participación recogida por CyberData, luego de una consulta publicada en febrero, revelaba mejores números, situando al 47,4% de los encuestados dispuestos a elegir un candidato único opositor en primarias. En este sondeo de la firma privada, Rosales encabeza la lista con 13%, seguido de Machado con un 12% y Juan Guaidó, pese a su inhabilitación, con un 10%.
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Creo que siguen siendo válidas algunas cosas que expuse a los oyentes de Y así nos va por Radio Caracas Radio, el 18 de noviembre de 2014, en conversación con Nehomar Hernández:
Una cosa sí no haría: buscar la reelección al término de ese plazo. Es estipulación de mi código de ética política—compuesto y jurado públicamente en septiembre de 1995—ésta que me obliga:
Podré admitir mi postulación para cargos públicos cuyo nombramiento dependa de los Electores en caso de que suficientes entre éstos consideren y manifiesten que realmente pueda ejercer tales cargos con suficiencia y honradamente. En cualquier circunstancia, procuraré desempeñar cualquier cargo que decida aceptar en el menor tiempo posible, para dejar su ejercicio a quien se haya preparado para hacerlo con idoneidad y cuente con la confianza de los Electores, en cuanto mi intervención deje de ser requerida.
El mejor médico es el que se hace prescindible cuanto antes.
Rafael Tomás Caldera Pietri lleva el nombre y el apellido de su padre, pero también el de Santo Tomás de Aquino, el «Doctor Angélico», canonizado en 1323. Hoy se acercó por mi casa a obsequiarme—debo decirle que su obra ya no cabe en mis estantes—dos libros de su autoría: Educar en Venezuela y El poder y la justicia—Para jóvenes políticos. Es de este último, cuya primera edición es de este año recién nacido, que reproduzco la décima sección de su primer capítulo, pues su lectura me hizo reflexionar sobre mi propia lucha política, lo que agradezco profundamente aunque ya yo no sea joven.
No puede haber acción política buena sin sabiduría práctica, sin rectitud en la búsqueda de la justicia, sin conocimiento de las circunstancias en las cuales nos toca actuar. Sin embargo, para conservar la sabiduría práctica debemos tener una cualidad imprescindible, de la que se habla poco: la fortaleza.
Necesitamos fortaleza para soportar los golpes adversos de la Fortuna y no dejarnos vencer por ellos. Fortaleza para luchar contra la corriente y abrir camino a los ideales que guían nuestra acción. Necesitamos fortaleza, también, bajo forma de constancia, sin la cual los mejores proyectos no llegan nunca a ser realizados.
Sólo Dios gobierna el destino, no los hombres. Puede uno tener un plan de gobierno bien pensado, que se vea frustrado por una catástrofe natural. Un terremoto, cuya intensidad y capacidad de daño pueden sobrepasar todas las estimaciones razonables dentro de un plan de contingencia. O una guerra entre diversas naciones, que de algún modo nos afecta. O una pandemia. Cualquier cambio grave en las circunstancias exige en el político mucho temple para no perder el rumbo.
Debe ser capaz de luchar contra la opinión adversa. Unas veces serán prejuicios ancestrales, otras una matriz divulgada por los grupos que han controlado los medios de comunicación o el poder del Estado. Hemos conocido la lucha de Gandhi, la de Martin Luther King, la de Vaclav Havel o Nelson Mandela. Resulta fácil, y grato, evocar tales luchas cuando han culminado con 1éxito. Pero no puede minimizarse el esfuerzo que les ha costado. Sufrimientos, fatiga, cárcel, contradicción, muerte violenta. Quien quiera estar siempre tranquilo, será mejor que se dedique a ver televisión y olvide su ideal y su compromiso de mejorar las cosas en este mundo.
Pero requiere también constancia, que no es sino otro nombre de la fortaleza. Mantener en el tiempo el empeño para alcanzar los objetivos. Quizá los venezolanos somos más inclinados a soñar que a llevar a la realidad nuestros sueños. A lo mejor es consecuencia de haber tenido, por el petróleo, una ilusión de riqueza. O acaso la costumbre de buscar la ayuda del Estado para toda actividad que queremos emprender. O quizás—sería más grave—una falta de responsabilidad personal, de asumir de verdad el proyecto de vida como algo propio.
No puede dejar de preocuparnos ver, todos los días, cómo se enfocan los problemas que padecemos como algo a lo que basta con dar soluciones técnicas. Éste se equivocó, o lo hizo mal: vamos a cambiarlo por otro que lo haga mejor. ¿No será, sin embargo, que muchos de de esos problemas, buena parte de ellos, derivan de nuestra falta de responsabilidad personal?
Antes mencioné la corrupción que, sin duda, es un problema ético. Pero mencioné también la indiferencia. Porque cuando procuramos hacer nuestra vida sin preocuparnos verdaderamente por los problemas de los demás—ocurre en los estratos más ricos de la población y ocurre también en los estratos más pobres—¿cómo podemos pretender que mejore la vida del país, que Venezuela alcance el desarrollo que debería tener.
Hay una vara para medir la responsabilidad personal que no falla: la capacidad de arrepentirse, de decir no sólo “me equivoqué”, sino “tuve la culpa”. ¿Somos capaces de reconocer la culpa que tenemos de muchos de los males que padece nuestra sociedad? ¡Qué fácil resulta decir la culpa es del Imperio, o de los partidos políticos, o de los corruptos! ¡Qué fácil es tomar la justicia no como guía sino como pretexto, como arma de lucha para una campaña! Pero si mido las acciones en términos de resultados, y los resultados en términos de conveniencia propia, la conclusión será la amargura, el fracaso, la frustración. Sólo el arrepentimiento—por lo que hemos hecho mal y por lo que hemos dejado de hacer—puede sanarnos, porque significa asumir, con la responsabilidad, la libertad de una vida verdaderamente personal. ¶
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Rafael Tomás produce como el Doctor de la Iglesia que anticipó su segundo nombre; no en balde es miembro de la Academia Pontificia Santo Tomás de Aquino, y siendo que asimismo es Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua, entenderá que al texto antecedente lo llame sermón.
sermón
Del lat. sermo, -ōnis ‘conversación’, ‘lenguaje coloquial’, ‘lengua, estilo’.
m. Discurso cristiano u oración evangélica que predica el sacerdote ante los fieles para la enseñanza de la buena doctrina. Diccionario de la Lengua Española.
A la oposición le llueven los precandidatos presidenciales. Desde el inicio de 2022 se ha engrosado la lista de aspirantes de distintas organizaciones, varios de las cuales no están dentro de la Plataforma Unitaria. Para efectos de este trabajo, se contabilizaron, al menos, 20 precandidatos opositores para convertirse en el abanderado unitario en las elecciones presidenciales que, según la Constitución, toca hacer en 2024.
Sofía Nederr – Tal Cual, agosto de 2022
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Las próximas eleciones presidenciales en Venezuela ocurrirán en 2024 y aún no ha concluido 2022, pero el pescueceo hace rato que tuvo su comienzo..
El más reciente registro de Hinterlaces (Oscar Schemel) pinta un panorama tenebroso para los candidatos de la oposición. Nicolás Maduro lleva una ventaja de 52 puntos—en cuanto a probabilidad estimada de triunfo—sobre el más nombrado entre los precandidatos opositores, Lorenzo Mendoza, de quien no se sabe si está interesado en competir con el actual Presidente de Venezuela. (Maduro, no el mitómano Guaidó).
Por alguna razón experimenté lo que los franceses llaman déjà vu. Una posible explicación puede encontrársela en El pelotón opositor, del 10 de marzo de 2011. LEA
Hace diez años y un trimestre de la publicación de mi segundo libro (Las élites culposas – Memorias imprudentes). En la actualidad, lidio con la escritura de un tercero que imagino como destinado a cada ciudadano del mundo, pues vivimos tiempos de conciencia mundial, exacerbada con las crisis de salud a escala del planeta y las crisis políticas en casi cada nación del mismo. (Crisis International Group nos informa periódicamente acerca de serios problemas en al menos setenta y cinco países). Por esto he creído de interés reproducir ahora la sección final de esa obra, cuyo texto en cursiva está tomado a su vez de la Carta Semanal N˚ 285 de doctorpolítico, del 8 de mayo de 2008.
Imagen tomada de New Scientist
El mundo va, entre dolores increíbles e injusticias horrorosas, hacia la esperanzadora construcción de una civilización planetaria. La época que viene será post-ideológica, trans-ideológica. Es una mutación gigantesca de la humanidad a lo que asistimos. Su ámbito es ancho, mundial:
Todavía falta tiempo bastante para que una conciencia irreversible se apodere de los seres humanos: que la suprema condición política es la de ciudadano del planeta, que la polis que finalmente tiene sentido es la planetaria. (…)
Pero… no tenemos gobierno mundial. Hay una asociación de estados-nación, más bien tenue, en la Organización de las Naciones Unidas, y ciertamente han ido añadiéndose instituciones planetarias con autoridades hasta hace poco inexistentes. (La Corte Penal Internacional es el caso más destacado y significativo). Por otra parte, hay megaprocesos cuya presión va llevándonos a conformar, en algún momento no tan lejano, una polis del mundo. Hay un calentamiento global que todos causamos, desde una vaca en Abisinia hasta un fumador en Estocolmo, desde un tractorista en Wisconsin hasta un talador en la Selva Amazónica. El clima no reconoce fronteras. Hay, desde hace tiempo ya, corporaciones transnacionales, pero también crimen transnacionalizado, desde el más vulgar hasta el terrorista, incontenible por policías locales. Hay, también, un cerebro del mundo en construcción. Google procesa ya alrededor de mil millones de búsquedas por día, y todavía la Internet está en pañales. Nos preocupa Chávez, pero también Putin y Bush, y se nos engurruña el corazón con un volcán chileno o un ciclón birmano. El mundo es plano, argumenta Thomas Friedman.
Es necesario un pacto federal que transfiera a una autoridad central planetaria ciertas atribuciones. ¿Cuáles serían? ¿Quiénes serían las autoridades de ese Estado global? ¿Cómo se les elegiría? Debe haber una legislatura planetaria, tal vez construible sobre una reforma de la Asamblea de las Naciones Unidas, pero probablemente haya que sustituir el Consejo de Seguridad por un Senado Planetario, compuesto por miembros elegidos por los bloques de la “geotectónica política”. Hay ya grandes bloques en el planeta bajo autoridad única: EEUU, Rusia, China, India, Europa, Australia. Hay protobloques en América del Sur y África, así como sub-bloques en Centroamérica. Hay entidades que tienen más bien base religiosa, como el Islam, que agrupa a más de 1.200 millones de almas. ¿Cómo sería y cómo pudiera establecerse un gobierno mundial viable y beneficioso? ¿Cómo se pagará?
En la base de todo tendría que estar la conciencia apuntada al principio: la de que en verdad somos, por encima de cualquier otra cosa, ciudadanos del planeta; la de que es una nueva soberanía planetaria, emanada del único pueblo del mundo, lo que dará base a un gobierno del mundo.
(…)
Pero, en verdad, pensarnos como ciudadanos del planeta nos sirve doblemente. Por un lado, coloca en sus exactas proporciones de teatro bufo la gestión del gobierno nacional. Si sé que soy un ciudadano del mundo me percato más claramente de las pequeñeces intrascendentes de nuestra política, y veo con mayor nitidez la escasez de los discursos habituales.
Y también, por supuesto, se adquiere con esa conciencia el nivel correcto para el acceso a la modernidad y la superación de un proceso político generalmente mediocre. La solidaridad necesaria, la sintonía con el prójimo y sus necesidades, no puede agotarse en Evo Morales y sus tribulaciones, no debe ser formulada en términos guerreros y excluyentes.
Falta todavía mucho para que la crisis de la política, mucho más grave que una mera crisis política, dé paso a otra forma de hacerla, a un modo de entenderla que no la tenga por combate para aniquilar adversarios. Falta adquirir ese punto de vista, para que cesen simétricos chauvinismos que alientan un “choque de civilizaciones”.
Cuando Toynbee paseaba su mirada ancha por la historia del mundo, veía innumerables guerras de todo género y escala. Así como hacemos antropomorfismo de Dios—decir que somos creados a su imagen y semejanza es, en realidad, suponer presuntuosa y conmovedoramente que se nos parece—también lo hacemos de los animales, y hablamos del león como “el rey de la selva” o de todo el zoológico terrestre porque identificamos líder y combate, porque creemos consustancial a la política la lucha.
Pero vienen tiempos de acomodo y convergencia. Viene una nueva política.
El tiempo de esta anunciada visita sólo depende de nosotros.¶
A la memoria de Argenis Martínez, quien dijera en 1997:
La característica general de la política venezolana hasta ahora es que si usted está mejor preparado en el campo de las ideas, es más inteligente a la hora de buscar soluciones y tiene las ideas claras sobre lo que hay que hacer para sacar adelante el país, entonces usted ya perdió las elecciones.
¿Es la hora de un candidato ‘outsider’ para las presidenciales de 2024 en Venezuela?
El gran líder de Venezuela es “ninguno”, apunta el analista Luis Vicente León. No hay dirigentes políticos con más del 20% de valoración positiva, ni en el gobierno de Maduro ni entre sus opositores, advierten especialistas en sondeos.
El divorcio de los partidos políticos con millones de venezolanos ha generado un vacío de liderazgo que pudiera dar pie a la aparición de un candidato alternativo para las elecciones presidenciales de 2024 en esa nación, si bien hoy esa opción no tiene rostro ni nombre, según los expertos. (…) Una encuesta realizada el pasado fin de semana por la firma Datincorp revela que 63 % de los venezolanos considera que su presidente ideal para 2024 debe ser alguien sin alineación con la oposición ni con el chavismo. (…) “Hace 10 años, el 80 % de los venezolanos se dividía entre chavistas y opositores. Hoy, ambos bloques son una minoría. Sumados los dos, llegan a 29 %. Es un tercio de la población”. (…) El responsable de Datincorp insiste en que tanto el gobierno como la oposición “perdieron la calle” y que están “abiertas las puertas para un nuevo liderazgo”. (Gustavo Ocando Alex – Voz de América).
«Hace 10 años», en 2012, pero apenas tres años después—en mayo de 2015—la misma Datincorp había registrado lo siguiente:
Registro de opinión de hace siete años
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He aquí algunas anticipaciones de ese fenómeno:
Hace dieciséis años:
¿Será lo adecuado presentar una oferta que, entendiéndose a sí misma como trascendente de la vieja dicotomía izquierda-derecha, pueda ser comprendida por los electores como de centro? ¿Y será el candidato correcto ese caballero desconocido que responde al maracaibero nombre de Ninguno Nosabe Nocontesta?
Hay un segundo sentido, más específico, en el que el candidato que pueda resultar la sorpresa debe ser un outsider. Debe serlo también en términos de estar afuera o por encima del eje tradicional del «espacio» político. Tal eje viene determinado por un continuum más o menos lineal, que va desde las posiciones de «izquierda» hasta las posiciones de «derecha». Esta es una división tradicional del campo político, pues responde al criterio de que el principal «problema social» (o político), consiste en distribuir la renta social: si se acomete este asunto con preferencia para «los pobres» entonces se es izquierdista; si esto se hace con preferencia por «los ricos», entonces se es derechista.
No es éste el sitio para describir otra noción política más moderna que considera obsoleto el planteamiento anterior, definitorio de «derechas» e «izquierdas». Pero el candidato que pretenda tener éxito en 1988 deberá ser outsider también en el sentido de no situarse en alguna posición del eje referido, sino en un plano diferente.
La segunda característica importante (a nuestro juicio más importante que la condición de outsider) que debe ostentar un candidato con posibilidades de «dar la sorpresa», es la posesión de tratamientos suficientes y convincentes para la crisis.
La base de esta condición consiste en poder partir de una concepción de lo político que comprenda importantes y hasta radicales diferencias con las concepciones convencionales. En la raíz de tal concepción está la necesidad de una sustitución de paradigmas políticos, en el sentido que Tomás Kuhn da al término paradigma. Es decir, nos hallamos ante una realidad social y política que ya no puede ser comprendida por los planteamientos y enfoques convencionales, lo que es la causa de fondo de la crisis de gobernabilidad. No es el caso que los políticos tradicionales tengan las recetas adecuadas y por «maldad» se resistan a aplicarlas. El punto es que no las saben.
El espacio intelectual de los actores políticos tradicionales ya no puede incluir ni siquiera referencia a lo que son los verdaderos problemas de fondo, mucho menos resolverlos. Así lo revela el análisis de las proposiciones que surgen de los actores políticos tradicionales como supuestas soluciones a la crítica situación nacional, situación a la vez penosa y peligrosa.
Pero junto con esa insuficiencia en la conceptualización de lo político debe anotarse un total divorcio entre lo que es el adiestramiento típico de los líderes políticos y lo que serían las capacidades necesarias para el manejo de los asuntos públicos. Por esto, no solamente se trata de entender la política de modo diferente, sino de permitir la emergencia de nuevos actores políticos que posean experiencias y conocimientos distintos.
Las organizaciones políticas que operan en el país no son canales que permitan la emergencia de los nuevos actores que se requiere. Por lo contrario, su dinámica ejerce un efecto deformante sobre la persona política, hasta el punto de imponerle una inercia conceptual, técnica y actitudinal que le hacen incompetente políticamente.
Nihil sub sole novum. El fenómeno, el problema, ya había sido diagnosticado y explicado con anticipación más que suficiente y Alexis de Tocqueville postulaba, en L’Ancien Régime et la Révolution (1856), que «el verdadero arte del Estado» consistía en «…una clara percepción de la forma como la sociedad evoluciona, una conciencia de las tendencias de la opinión de las masas yuna capacidad para predecir el futuro…»LEA
La invasión de Ucrania puede ser el comienzo de la «tercera guerra mundial», dice George Soros
George Soros en Davos
Veterano filántropo le dice al Foro Económico Mundial que la civilización «puede que no sobreviva» a lo que se avecina
La invasión rusa de Ucrania amenaza con ser el «comienzo de la tercera guerra mundial» que podría significar el fin de la civilización, advirtió el veterano filántropo y exfinanciero George Soros.
En un feroz ataque contra Vladimir Putin y Xi Jinping de China en el Foro Económico Mundial en Davos, Soros advirtió que los regímenes autocráticos estaban en ascenso y que la economía mundial se dirigía a una depresión.
Soros, quien se ha convertido en una figura de odio para la extrema derecha en los EE. UU., también criticó duramente a la excanciller alemana Angela Merkel por complacer a Moscú y Beijing.
Con el estado de ánimo en Davos ya decaído debido a la guerra en Ucrania, Soros elevó la retórica sombría a nuevas alturas.
“La invasión puede haber sido el comienzo de la Tercera Guerra Mundial y nuestra civilización puede que no sobreviva”, dijo.
“La invasión de Ucrania no surgió de la nada. El mundo se ha visto cada vez más involucrado en una lucha entre dos sistemas de gobierno que son diametralmente opuestos entre sí: la sociedad abierta y la sociedad cerrada”.
El expropietario de un fondo de cobertura, de 91 años, dijo que la marea había comenzado a volverse contra las sociedades abiertas después de los ataques terroristas del 11 de septiembre en los EE. UU. en 2001. “Los regímenes represivos ahora están en ascenso y las sociedades abiertas están bajo asedio. Hoy, China y Rusia presentan la mayor amenaza para la sociedad abierta”.
Soros, quien lideró el ataque financiero especulativo que expulsó a la libra del mecanismo de tipo de cambio europeo hace 30 años, dijo que Europa había respondido bien a la crisis provocada por la invasión de Rusia.
“Tomará mucho tiempo resolver los detalles, pero Europa parece estar moviéndose en la dirección correcta. Ha respondido a la invasión de Ucrania con mayor rapidez, unidad y vigor que nunca antes en su historia”.
Agregó: “Pero la dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos sigue siendo excesiva, debido en gran parte a las políticas mercantilistas seguidas por la excanciller Angela Merkel. Había hecho acuerdos especiales con Rusia para el suministro de gas y convirtió a China en el mercado de exportación más grande de Alemania. Eso convirtió a Alemania en la economía con mejor desempeño en Europa, pero ahora hay que pagar un alto precio. La economía de Alemania necesita ser reorientada. Y eso llevará mucho tiempo”.
Soros dijo que Putin había ganado el acuerdo de Xi para la invasión rusa en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing a principios de febrero. Pero insistió en que el líder chino no era tan fuerte como creía.
“Xi alberga un secreto culpable. Nunca le dijo al pueblo chino que había sido inoculado con una vacuna que fue diseñada para la variante original de Wuhan y ofrece muy poca protección contra nuevas variantes”.
Soros dijo que Xi no pudo “confesarse” porque estaba en un momento delicado de su carrera. “Su segundo mandato en el cargo vence en el otoño de 2022 y quiere ser designado para un tercer mandato sin precedentes, lo que eventualmente lo convertirá en gobernante de por vida”.
Los bloqueos de China para combatir el covid-19 habían llevado a la economía a una caída libre, pero Xi no pudo admitir que había cometido un error, dijo.
“Además de la crisis inmobiliaria, el daño será tan grande que afectará a la economía mundial. Con la interrupción de las cadenas de suministro, es probable que la inflación mundial se convierta en una depresión mundial”.
Contrariamente a las expectativas generales, es posible que Xi no obtenga su codiciado tercer mandato debido a los errores que cometió, predijo Soros.
“Mientras continúe la guerra, la lucha contra el cambio climático debe pasar a un segundo plano. Sin embargo, los expertos nos dicen que ya nos hemos quedado muy atrás y que el cambio climático está a punto de volverse irreversible. Ése podría ser el fin de nuestra civilización. Por lo tanto, debemos movilizar todos nuestros recursos para poner fin a la guerra lo antes posible. La mejor y quizás la única forma de preservar nuestra civilización es derrotar a Putin lo antes posible. Ésa es la última raya”.¶
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No sé con qué armas se luchará la III Guerra Mundial, pero la IV Guerra Mundial será luchada con palos y piedras.
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