Debo a Mireya Caldera la lectura de un inestimable trabajo de Raúl Alegrett Ruiz: la crónica de la destrucción del aparato económico venezolano, fechada el 22 de febrero próximo pasado. (En este enlace puede descargárselo en formato .pdf: LAS SANCIONES. Vale la pena leerlo y archivarlo para permanente referencia).
Es destacada utilidad del reporte de Alegrett la certificación de que el deterioro económico se inició antes de que Nicolás Maduro asumiera la Presidencia de la República. Por ejemplo, le leemos:
La producción de petróleo, como consecuencia de una gestión deficiente, iniciada con el despido de un numeroso contingente de personal calificado*, con la partidización de la administración** y con el incremento de la nómina de trabajadores, que de menos de 50 mil empleados en 1998 aumentó a más de 110 mil en 2012; de la falta de transparencia y rendición de cuentas, y de la insuficiencia de las inversiones necesarias para mantenimiento y ampliación; en lugar de crecer, como había anunciado Chávez en 2005 con su “Plan de Siembra Petrolera”, para alcanzar seis millones de barriles por día en 2012, se encontraba en 2008 al mismo nivel de 1998, alrededor de 3,3 millones de barriles por día, y para el año meta 2012, había descendido a 2,9 millones. En 2015, dos años antes de la aplicación de las sanciones, apenas llegaba a 1,4 millones de barriles por día. Es un hecho que, a partir del año 2012 se inició una caída de las inversiones en todos los sectores de actividad de la industria petrolera. Los taladros operativos, que en 2011 eran 83, disminuyeron a 51 en 2016. Asimismo la capacidad de refinación se redujo significativamente. Las exportaciones de derivados de petróleo que en 2009 fueron de casi un millón de barriles por día, comenzaron a declinar en el 2010, y en 2016 eran apenas 250 mil b/d.
Claro que las administraciones de Maduro han acelerado el colapso. En Alquimia de la culpa (9 de diciembre de 2014) se expuso acá:
El presidente Nicolás Maduro es ducho en [la] práctica de la proyección. Las macroculpas, naturalmente, son siempre de la “Cuarta República”—en sí misma, una noción tramposa*—y el “Imperio”. La más reciente transferencia de su responsabilidad ha consistido en postular la existencia de un “bloqueo financiero”; se queja de que el acceso a los medios externos de financiamiento es cada vez más oneroso para Venezuela. Maduro denunció que el “bloqueo financiero” que se está ejerciendo sobre Venezuela no permite que se obtenga financiamiento. Responsabilizó de esto a las calificadoras de riesgo al sentenciar que “han puesto el riesgo país Venezuela como el más alto del mundo. Tenemos más riesgo país que otros que están en guerra. No voy a nombrar países para no ofender. Tenemos el doble de riesgo país que los hermanos países de África con Ébola”.
Venezuela acaba de cambiar por liquidez inmediata con Goldman Sachs la deuda de República Dominicana por petróleo sin mayor problema, pero el punto es que las calificadoras de riesgo, aun si tuvieran (como las tienen) sus propias simpatías y antipatías políticas, no pueden inventar fábulas sin grave pérdida de credibilidad, imprescindible en su negocio. Venezuela está en serios problemas económicos, agravados por la baja de precios petroleros; tiene la mayor tasa de inflación del planeta, un déficit equivalente a dieciséis puntos del Producto Interno Bruto, una fase contractiva de su economía, un retraso en el cumplimiento de sus asignaciones de divisas… y pare de contar. ¿Quería Maduro que Moody’s o Standard & Poor o Fitch dejaran de considerar esta situación? Descartemos a esas agencias porque son del Imperio y preguntemos a los chinos—que por principio ven con más simpatía a los gobiernos socialistas—, a quienes debemos literalmente varias millonadas, por lo que no está en su interés que Venezuela tenga dificultades. Pero, reportó Víctor Salmerón el 13 de agosto en El Universal: “Principal calificadora china ve alto riesgo en Venezuela – Dagong degradó la calificación del país y proyecta déficit fiscal de 14.7% del PIB”.
El problema de Maduro y su gobierno es que la ciudadanía venezolana ha aprendido a desentrañar en sus primitivos pretextos la proyección freudiana. Datanálisis ha encontrado en noviembre que 85,7% de los encuestados opina que es mala la situación del país. (¿Es que más de las cuatro quintas partes de nuestra nación han constituido una agorera agencia de calificación de riesgo que impide el acceso razonable a financiamiento externo?) También midió la encuestadora, por cierto, un rechazo de 72,2% al gobierno y 71,5% de quienes creen que el mandato de Maduro será revocado en 2016.
No debe buscarse en la lluvia de sanciones internacionales contra nuestra república* y un buen número de sus funcionarios públicos la causa principal del colapso; ella está certificada por Alegrett con la mayor claridad.
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El sitio de aporrea acaba de reproducir una entrevista que hiciera el diario español ABC a Rafael Ramírez, el otrora «zar» del petróleo venezolano. El medio pregunta, por ejemplo, si Chávez quería a Maduro como su sucesor. La respuesta de Ramírez: «Chávez no dijo «voten a Maduro como mi sucesor», porque él pensó que volvería. Lo hizo porque Capriles había hecho una gran campaña y, salvo a Hugo Chávez, podía ganarle las elecciones a cualquier candidato del chavismo».
Bueno, he aquí las palabras precisas de Hugo Chávez, registradas por YouTube el 8 de diciembre de 2012:
Al medio español, que lo había pinchado así: «Hace una descripción idílica del periodo Chávez, nada de autocrítica», dijo también:
–Ni Chávez ni yo nos dimos cuenta de que teníamos ahí ese grupo tan dañino que tomó el control y acabó con todo. Por otro lado, para sostener nuestro modelo de garantías sociales teníamos que no depender sólo del petróleo y en esos diez años no tuvimos capacidad de superar el modelo, pero entregamos a Maduro un país con suficientes recursos para salir adelante y lo dilapidó. Tuvimos errores, pero llevamos al país por la prosperidad durante muchos años. Un gobierno progresista y respetuoso con los derechos humanos. Eso se ha de reconocerse para llegar a la unidad. A nadie del sector privado le fue mal con Chávez.
¿A nadie del sector privado? ¿Es que no vimos los casos de Agroisleña, la industria cementera, La Electricidad de Caracas, RCTV, etcétera, etcétera?
Y hablando de «la partidización de la administración»—¿por «ese grupo tan dañino»?—en la industria petrolera venezolana señalada por Alegrett, viene al caso refrescar las palabras del entrevistado, registradas el 23 de julio de 2009 en Parada de trote:
Rafael Ramírez, bajo su casco de Presidente de PDVSA, proclama: “PDVSA está con Chávez. PDVSA está con la revolución… Quien no esté en un comité socialista es sospechoso de conspirar contra la revolución”. (23 de julio de 2009).
* Horacio Medina, el actual «presidente» de PDVSA nombrado inválidamente por Juan Guaidó, comentó con orgullo estratégico en la Peña de los Lunes de Luis Ugueto Arismendi a mediados de 2003: “Chávez iba a fregarnos en dos años; con el paro ¡logramos que se quitara la careta y nos fregara en dos meses!” (???)
** Tampoco es una apreciación justa sostener que las sanciones internacionales no tengan efectos nocivos para la población venezolana: “La buena noticia es que la crisis continúa”, me escribía un líder empresarial en 2017, queriendo decir que la propensión a protestar al gobierno aumentaría con las privaciones y por tanto la probabilidad de su desmoronamiento. Gobiernos de emergencia, 10 de mayo de 2020.
Terminaba 2018 cuando un enviado del gobierno chino dejó boquiabiertos a los venezolanos. El militar Wilmar Castro, entonces ministro de Producción Agrícola, preguntó a su invitado cómo podían endurecer, aún más, sus controles contra la economía privada local. Inmutable, el experto chino aseguró que «el gobierno no puede hacer un buen control directo, puede implementar un sistema de incentivos; algunas empresas buenas que tanto necesitamos pueden desarrollarse con más rapidez». La televisión chavista ni siquiera informó sobre el nombre del visionario, pero desde aquel momento comenzó a barruntarse el giro económico que venía. El debate se reabrió ahora de par en par tras las últimas sanciones de la Casa Blanca contra una subsidiaria de la petrolera estatal rusa Rosneft.
Bueno, algo más de cuatro años antes de eso alguien tuvo una visión relacionada:
Tal vez las autoridades económicas venezolanas estén ahora más abiertas a considerar el modelo de un patriarca del socialismo: China, cuyo Partido Comunista ha reunido su 18º Comité Central para aprobar el mes pasado el Plan 383 (con penetración hasta 2030), que comienza por declarar: “En primer lugar, se trata de implementar reformas estructurales para fortalecer los cimientos de una economía basada en el mercado por medio de la redefinición del rol del gobierno; reformar y reestructurar las empresas del Estado y los bancos del sector público; desarrollar el sector privado;promover la competencia; y profundizar las reformas en cuanto a los factores tierra, trabajo y mercados financieros”. Los jerarcas chinos no llaman a los empresarios privados la derecha “fascista” o “parasitaria”; son sus socios en el desarrollo de la cuna de Confucio y de Mao. (Las artes catastróficas, 18 de diciembre de 2013).
En línea complementaria anda The New York Times, según recoge El Carabobeño de El Nacional: «El periódico estadounidense afirmó que ante la presión por las sanciones, el régimen no tuvo más remedio que aceptar recomendaciones del sector privado». La nota da cuenta de un artículo en el periódico neoyorquino que asegura la existencia de un pacto secreto entre Nicolás Maduro y Lorenzo Mendoza, el líder de Empresas Polar: «Ante la creciente popularidad de Mendoza como un posible contendor electoral, el régimen aplicó una política de persecución a todo el sector privado, pero principalmente hacia Empresas Polar, arguye la publicación citada en el portal de El Nacional. (…) De repente, Mendoza desapareció de la vista pública y Maduro dejó de llamarlo ‘ladrón’, ‘parásito’ y ‘traidor’. El gobierno dejó de hostigar a Polar y comenzó a adoptar los cambios económicos que había propuesto Mendoza, como terminar con los controles de precios paralizantes”.
Por su parte, Radio Francia Internacional registra la dolarización de facto de la economía venezolana. Así, cita a Henkel García, Director de la firma Econométrica:
“En la liquidez que uno puede recoger del dinero que hoy sirve para hacer transacciones domina el dólar. De todo el dinero que circula de manera electrónica y en términos de efectivo en esta economía, tres cuartas partes son dólares y una cuarta apenas es moneda local. La creciente circulación del dólar en Venezuela es sólo uno de los factores que explican la existencia de señales de recuperación en la economía venezolana, según Henkel García. “Hay cierto alivio, pero que uno no puede atribuirlo por completo a la dolarización. Creo que hay algo de mejora pero allí coinciden otros hechos como la flexibilización económica que el gobierno ha hecho: ya no hay controles de cambio que teníamos años atrás. Además hay un factor social, la gente empezó a esperar que su destino dependiese de sí mismo y no de condiciones políticas o económicas externas para empezar a hacer su vida. Hay que destacar que todavía no es una mejora significativa y hoy día Venezuela vive en términos generales con una precariedad clara donde todavía tenemos una alta tasa de éxodo. Sin duda hay mejores condiciones, pero no estamos cerca de una recuperación franca de la economía venezolana”, concluye.
Eso es un cambio atmosférico que sólo implica un alivio relativo y todavía no se traduce en medidas más drásticas, como la posible privatización de PDVSA de la que se ha hablado. Pero la mera aceptación de las transacciones cotidianas en dólares o euros ya es algo extraordinariamente significativo que antaño hubiera sido entendido como apostasía: algo así como abdicar la soberanía monetaria en la Reserva Federal de los Estados Unidos, nada menos. (Apartando el reconocimiento del fracaso del «bolívar soberano», sucesor del «bolívar fuerte» de Chávez—que sucediera a la vez al bolívar de verdad verdad, que se cambió a 4,30 por dólar durante más de dos décadas—, y el del arcano «petro» que es como el cariño verdadero: «ni se compra ni se vende»). Para usar una figura trillada: Hugo Chávez debe estar revolcándose en su tumba por la decisión que habría tomado Nicolás Maduro; según The New York Times, «el régimen optó por convertirse en una autocracia que permite un capitalismo de facto (…) para evitar el colapso y asegurar su continuo control del poder”.
«Cosa más grande», se dice en Cuba ante algo así. LEA
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* «La economía, estúpido» (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George H. W. Bush (padre), que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos. Luego la frase se popularizó como «es la economía, estúpido» y la estructura de la misma ha sido utilizada para destacar los más diversos aspectos que se consideran esenciales. (Wikipedia en Español).
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** Ilustración tomada de La Nación de Argentina. El título de la imagen es de este blog.
Respondiendo a un compromiso previo, la emisión #301 de Dr. Político en RCR acometió el apasionante y muy actual tema de las criptomonedas, apuntando que su plataforma digital—blockchain (cadena de bloques)—comienza a verse como ideal para implementar votaciones seguras. Eugenia Alcalá Sucre, experta en el asunto, cabeza de DASH-Venezuela e hija del conductor del programa, consintió en auxiliar al padre con explicaciones claras y suficientes. La ofrenda musical de esta edición consistió en el Adagio en Sol menor del musicólogo Remo Giazotto (1910-1988), que él mismo atribuyera a Tomaso Albinoni (1671-1751) y, al cierre, la introducción del primer movimiento de la Sinfonía Clásica (#1 en Re mayor) de Sergei Prokofiev. He aquí el archivo de audio de la transmisión:
Quien escogiera su nombre impone a Eugenia la medalla de Psicóloga de la UCV
A Eu, con mi gratitud
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Mañana se hablará decriptomonedas en la sesión #301 de Dr. Político en RCR, cuando el programa contará con la cooperación de uno de mis mayores orgullos: Eugenia Alcalá Sucre (con González).
Hicimos primero a Eugenia, a quien su abuelo le escogió el nombre para significar que era bien nacida; yo la exhibía feliz, al mes de haber venido, en mi oficina, y uno de los empleados la bautizó como Estrella de la mañana. (Ella cantaba más allá del genio del mar, 31 de julio de 2013).
Eugenia es la líder de DASH, una de las más importantes criptomonedas del mundo, en Venezuela. En preparación de su útil visita, he aquí la exposición sobre el tema de Bettina Warburg—Cómo la cadena de bloques transformará radicalmente laeconomía—para TED (Technology, Entertainment, Design), la gran iniciativa de distribución de conocimientos.
Mañana sabremos más todavía. Entretanto, puede consultarse en este blog Criptocorrespondencia (17 de diciembre de 2017), para una respuesta a cierto tipo de críticas del indetenible fenómeno, basadas en la comprensible postura de gente conservadora. LEA
En el día de hoy un amigo me envió un artículo de Aurelio Concheso: El Bitcoin y la burbuja de los Tulipanes. Concheso es un competente ingeniero mecánico egresado del prestigioso MIT y fue alto dirigente empresarial venezolano en Consecomercio y Fedecámaras; seguramente maneja herramientas conceptuales para discutir el tema de las criptomonedas. Sin embargo, su argumentación es fundamentalmente retórica, pues esencialmente sostiene que así como ocurriera con la primera burbuja especulativa registrada por la historia, el sorprendente surgimiento en valor de algunas criptomonedas, especialmente de la primera y más conocida—Bitcoin—, esta expansión de las monedas digitales basadas en la tecnología de «cadena de bloques» (blockchain), podría tener el mismo destino. Esto escribió:
La primera burbuja financiera documentada históricamente es la de los tulipanes holandeses, conocida también como “tulipmania” en el Siglo 17. Oriundos del Imperio Otomano, los tulipanes fueron llevados a Holanda por el embajador austriaco en Turquía y flor culturista amateur, Ogier Ghislain de Busbecq en el Siglo 16. En el suelo arenoso de los Países Bajos, robado al mar literalmente, florecieron produciéndose en ellos cambios de colores mientras crecían que le daban un aura exótica que a su vez aumentaba su valor. Hoy se sabe que esos cambios de colores eran producto de un parásito de la flor el cual le transmitía un virus. (…) Hay quienes seguramente dirán que cualquier parecido entre los tulipanes y el Bitcoin es pura coincidencia, pero los elementos de una burbuja claramente están ahí. Durante buena parte de la historia de la humanidad, la moneda reserva era el oro. Esto fue así hasta que la Revolución Industrial creó una sociedad más productiva, y necesitada de aumentos en los medios de pago que la limitada cantidad de oro en el mundo no podía dar, con lo que se paso al concepto de “monedas reserva” como la Libra Esterlina y eventualmente el Dólar que, por la fortaleza de las economías que representan tienen un valor intrínseco aceptado por los mercados financieros. (…) El riesgo es que, así como un mercado de futuros y un virus produjeron el desinfle de una burbuja hace 400 años, que esto vuelva a suceder con el Bitcoin, solo que el virus no será biológico sino virtual.
Al amable corresponsal le puse:
Razonar a partir de similitudes, aunque sugerente, es usualmente un procedimiento que conduce al error*. Si a ver vamos, «la fortaleza de las economías que (…) tienen un valor intrínseco aceptado por los mercados financieros” genera burbujas peores que la de los tulipanes, como la que causara la crisis financiera de 2008 en los EEUU y varios países europeos.
También le invité a ver este pedagógico y divertido video sobre esa crisis que explotara al término de la presidencia de George W. Bush:
En ese tiempo, la Carta Semanal #304 de doctorpolítico (Pompa y circunstancia, 25 de septiembre de 2008) se atrevió a apuntar lo siguiente:
En la base del asunto está una deformación sistémica. Ha explotado una pompa especulativa de proporciones titánicas, pero es que la formación de burbujas parece ser consustancial al funcionamiento de los mercados de capital. Incluso en “mercados experimentales”—juegos de simulación con participantes de alguna sofisticación—en los que se elimine la especulación y esté ausente el exceso de confianza, emergen espontáneamente las burbujas, definidas como discrepancias injustificables entre el valor de mercado y el valor intrínseco de las cosas. (Ver King, Smith, Williams, Arlington y van Boening: The Robustness of Bubbles and Crashes in Experimental Stock Markets, en Nonlinear Dynamics and Evolutionary Economics, Oxford University Press, 1993). Se trata de sistemas complejos, que ni pueden ser regulados por control central ni parecen poder escapar a crisis caóticas cada cierto tiempo.
Y en el número siguiente (El precio de lo complejo, 2 de octubre de 2008), se complementó la información:
A pesar de que, ex post facto, es posible trazar la trayectoria de los mercados financieros—en realidad una miríada de trayectorias entrecruzadas—que llevó a la gigantesca pérdida, lo más constructivo es percatarse de que los grandes agregados, los sistemas complejos, tendrán una historia que incluirá episodios catastróficos, y por ende debe aprenderse de la experiencia para mejorar los sistemas e instalar protecciones para el manejo de las emergencias que seguramente ocurrirán de nuevo. Es esa “robustez”—la persistencia—de los crashes económicos a la que se refiere el trabajo citado en el número anterior de esta carta: The Robustness of Bubbles and Crashes in Experimental Stock Markets, publicado hace ya quince años. (Artículos más recientes sobre el mismo fenómeno, como The Social Life of Financial Bubbles o el más técnico The Effect of Short Selling on Bubbles and Crashes in Experimental Spot Asset Markets, ambos de 2006, pueden obtenerse gratuitamente en Internet).
Por último, anexé a mi contestación una publicación nada alarmante de Deloitte** sobre el tema de las criptomonedas, que se puede descargar aquí en formato .pdf: Blockchain-and-Cyber. LEA
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*Ver, sobre este tipo de falacia (razonamiento inválido con apariencia de validez), Generalización apresurada en Wikipedia en Español.
**Deloitte Touche Tohmatsu Limited (llamada de forma abreviada Deloitte) es la firma privada número uno de servicios profesionales del planeta, por volumen de facturación (36.800 millones de dólares en 2016), una de las más importantes y prestigiosas del mundo y también una de las llamadas Cuatro Grandes Auditoras (Big Four auditors en inglés), junto a PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young, y KPMG. Calificada en los últimos 4 años como el lugar número uno para lanzar una carrera por la revista BusinessWeek. (Igualmente en Wikipedia en Español).
En estos días de la devaluación china y la crisis griega, conviene tener una idea clara acerca de quiénes son los expertos financieros que deciden lo que debe hacerse en casos como ésos. John Bird y John Fortune explican acá al lego cómo se formó y explotó la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos, que en 2008 arrastró poderosos bancos y contribuyó decisivamente al triunfo electoral de Barack Obama:
No debemos juzgar a los financistas internacionales tan severamente, sobre todo si ignoramos su asombrosa competencia profesional. LEA
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