Luigi Ferrajoli, filósofo: “Los países de la UE van cada uno por su lado defendiendo una soberanía insensata”

Luigi Ferrajoli (Foto tomada de www.semana.com)

 

 

El jurista italiano defiende una Constitución de la Tierra como la única manera realista de afrontar los problemas que, como las pandemias o el cambio climático, desbordan las fronteras

Braulio García Jaén (EL PAIS)

Madrid – 27 mar 2020 – 23:30 UTC

Confinado en su casa de Roma, el filósofo y jurista italiano Luigi Ferrajoli piensa en la forma que tendrá el mundo cuando pase la pandemia. El cambio climático, las armas nucleares, el hambre, la falta de medicamentos, el drama de los migrantes y, ahora, la crisis del coronavirus evidencian un desajuste entre la realidad del mundo y la forma jurídica y política con la que tratamos de gobernarnos. Los problemas globales no están en las agendas nacionales. Pero de su solución “depende la supervivencia de la humanidad”, afirma Ferrajoli, ex magistrado y uno de los referentes de la Filosofía del Derecho del último medio siglo europeo. El 21 de febrero, víspera del primer contagio local contabilizado en Italia, el autor de Constitucionalismo más allá del estado (Trotta, 2018) y Manifiesto por la igualdad (Trotta, 2019) defendió en la histórica biblioteca Vallicelliana de la capital una Constitución de la Tierra ante unas 200 personas. La pandemia –con su “terrible balance diario de muertos”—hace aún más visible y urgente la carencia de instituciones globales adecuadas, dice en esta entrevista por correo electrónico. Respecto a la Unión Europea, su optimismo estratégico no excluye la crítica frontal: “Si la UE se respetara a sí misma podría haber hecho mucho más”, dice. Sus respuestas las ha traducido, como casi toda su obra en español, el ex magistrado del Tribunal Supremo Perfecto Andrés Ibáñez.

PREGUNTA: Usted reclamó recientemente un “constitucionalismo planetario”. ¿En qué consiste y cómo se articula?

RESPUESTA. Son problemas globales que no forman parte de la agenda política de los gobiernos nacionales y de cuya solución, solo posible a escala global, depende la supervivencia de la humanidad: el salvamento del planeta del cambio climático, los peligros de conflictos nucleares, el crecimiento de la pobreza y la muerte de millones de personas cada año por la falta de alimentación básica y de fármacos esenciales, el drama de los centenares de miles de migrantes y, ahora, la tragedia de esta pandemia. De esta banal constatación, nació hace un año la idea de dar vida a un movimiento político —cuya primera asamblea tuvo lugar en Roma el 21 de febrero— dirigida a promover una Constitución de la Tierra, que instituya una esfera pública internacional a la altura de los desafíos globales y, en particular, funciones e instituciones supranacionales de garantía de los derechos humanos y de la paz.

  1. ¿Y por qué es oportuno reclamar ese constitucionalismo planetario en una situación de emergencia como la del coronavirus?
  2. Porque espero que, precisamente, esta emergencia del coronavirus provoque un despertar de la razón, generando la plena consciencia de nuestra fragilidad y de nuestra interdependencia global. Esta emergencia tiene un rasgo que la diferencia de las demás. A causa de su terrible balance diario de muertos en todo el mundo, hace aún más visible e intolerable que cualquier otra emergencia la falta de adecuadas instituciones globales de garantía, que tendrían que haberse introducido en actuación de esa embrionaria constitución mundial formada por las diversas cartas internacionales de los derechos humanos. Por eso, hace más urgente y más compartida que cualquier otra catástrofe la necesidad de un constitucionalismo planetario que colme semejante laguna, mediante la creación, no tanto de instituciones de gobierno, que está bien que sigan confiadas sobre todo a los estados, sino de funciones e instituciones globales de garantía de los derechos humanos.

“Una Unión Europea que se respetase a sí misma podría hacer mucho más”

  1. ¿Qué papel puede jugar Europa, desde el punto de vista jurídico, en esta crisis?
  2. La Unión Europea debería haberse hecho cargo de la crisis desde el principio. El propio Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión lo prevé: su artículo 168, tras afirmar que «la Unión garantizará un alto nivel de salud humana», establece que «los Estados miembros, en colaboración con la Comisión, coordinarán entre sí sus políticas» y que «el Parlamento Europeo y el Consejo podrán adoptar medidas de fomento destinadas a proteger y mejorar la salud humana y, en particular, a luchar contra las pandemias transfronterizas». El artículo 222, titulado «Cláusula de solidaridad», establece que «la Unión y los Estados miembros actuarán conjuntamente y con espíritu de solidaridad cuando un Estado miembro sea víctima de una catástrofe natural».
  3. Y, desde el punto de vista político, ¿estamos asistiendo a un retorno a la soberanía nacional en Europa?
  4. Francamente, espero que no. Como ya he dicho, emergencias globales como la del coronavirus deben afrontarse en la medida de lo posible a escala supranacional, no solo en garantía de la igualdad en derechos de todos los ciudadanos europeos, sino también de su eficacia, que depende en buena parte de la coherencia y homogeneidad de las medidas. Pero sucede que los 27 países miembros van cada uno por su lado, con diferentes estrategias, en la demagógica defensa de una insensata soberanía nacional. El resultado es que bastará que uno de ellos adopte en uso de su «soberanía» medidas inadecuadas, para generar el riesgo de contagio en los demás.
  5. ¿Qué consecuencias puede tener eso para el futuro de la Unión Europea?
  6. Depende de las respuestas que sean capaces de dar las instituciones europeas. La Comisión Europea —que tiene, entre sus componentes, un comisario para la salud, otro para la cohesión y otro más para la gestión de las crisis— todavía está a tiempo de coordinar las estrategias de los distintos países de la Unión, en actuación de los artículos del Tratado a los que me he referido. Si no lo hace, dará otra prueba de su ineptitud, como institución capaz de imponer sacrificios solo en garantía de la estabilidad presupuestaria pero no de la salud y la vida de los ciudadanos.

“La democracia no admite excepciones”

  1. Las diferentes versiones del estado de alarma, de emergencia o más densamente estado de excepción, ¿en qué medida son compatibles con la democracia?
  2. R. La democracia no admite excepciones. Es por lo que considero un mérito de la Constitución italiana que no prevea estados de alarma, de emergencia o de excepción lo que, sin embargo, no le ha impedido disponer igualmente las limitaciones a la libertad de circulación y de reunión necesarias para frenar el contagio. En Europa tenemos disciplinas heterogéneas, compatibles con la democracia si no se cometen abusos. En España, el artículo 116 de la Constitución prevé «los estados de alarma, de excepción y de sitio» bajo el control parlamentario y conforme a la Ley Orgánica 4/1981.
  3. ¿Y cómo debe o puede responder la UE, políticamente, ante este desafío?
  4. Desempeñando el papel de coordinación y adoptando las medidas homogéneas de las que he hablado. Pero una Unión Europea que se respetase a sí misma podría hacer mucho más. Podría tomar, a escala global, la iniciativa de proponer la transformación de la actual Organización Mundial de la Salud en una efectiva institución global de garantía de esta, dotada de los medios y poderes necesarios para tal fin. No solo para gestionar de manera racional las pandemias, sino también para llevar a los países pobres los 460 fármacos esenciales que, desde la Conferencia de Alma Ata de 1978, ella misma estableció que deberían ser accesibles a todos, y cuya falta provoca cada año 8 millones de muertos. No solo. Junto a este fragmento de constitucionalismo planetario, la Unión Europea, a partir de la terrible lección del coronavirus, podría promover la creación de otras instituciones globales de garantía. Por ejemplo, un demanio (¿dominio?) planetario para la tutela de bienes comunes como el agua, el aire, los grandes glaciares y las grandes forestas; la prohibición de las armas convencionales a cuya difusión se deben, cada año, centenares de miles de homicidios y, más aún, de las armas nucleares; el monopolio de la fuerza militar en manos de la ONU; un fisco global capaz de financiar los derechos sociales a la educación, la salud y la alimentación básica, proclamados en tantas cartas internacionales. Parecen hipótesis utópicas. En cambio, son las únicas respuestas racionales y realistas a los grandes desafíos de los que depende el futuro de la humanidad.¶

………

Nota de este blog: En Avant-Garde Politician – Leaders for a New Epoch (2014), Yehezkel Dror postula la necesidad perentoria de una «Constitución de la Humanidad»; en eso concurrimos, pero diferimos en el modo de aprobarla. Dror, acostumbrado a moverse en los corridors of power, la imagina redactada y pactada por gobiernos del mundo, mientras que quien escribe, como minúsculo ciudadano del planeta, exige que sea aprobada y promulgada en un referendo planetario, y una aplicación blockchain que aloje una consulta de esa escala es perfectamente posible. (Cadenas de libertad, 7 de septiembre de 2017).

_____________________________________________________________

 

Share This:

Entrevista a George Soros

En tennis es izquierdista

 

“Trump estará dispuesto a hacer casi cualquier cosa para seguir en el poder”

 

George Soros asegura que la UE es «mucho más vulnerable» que EE UU porque es una «unión incompleta» y «tiene muchos enemigos»

 

MARIO PLATERO (LA REPUBBLICA)

Southampton (Nueva York) – 12 AGO 2020 – 07:54 GMT-4

 

George Soros acaba de jugar un partido de tenis. A sus 90 años, juega tres veces a la semana. Por supuesto, su movilidad ya no es lo que era, pero marca sus puntos con impecable elegancia. Y cuando comete una doble falta en el servicio, sus rugidos de frustración resultan intimidantes. Pocos días antes de su cumpleaños [nacido en Budapest, que este 12 de agosto cumplió 90], está en perfecta forma física y más determinado que nunca a continuar luchando por una sociedad abierta. Tan pronto como nos sentamos en su casa para la entrevista —La Repubblica forma parte de la alianza de medios europeos LENA—, le pregunto por la situación actual de pandemia.

Pregunta. El coronavirus ha trastornado la vida del planeta. ¿Cómo ve la situación?

Respuesta. Estamos en una crisis, la peor crisis que he vivido desde la Segunda Guerra Mundial. Yo la describiría como un momento revolucionario, en que la gama de posibilidades es mucho mayor que en tiempos normales. Aquello que en una situación de normalidad sería inconcebible, no solo se vuelve posible, sino que de hecho ocurre. La gente está desorientada y asustada. Hacen cosas que son malas tanto para ellos mismos como para el mundo.

¿Usted también se siente confundido?

Tal vez un poco menos que la mayoría. He desarrollado un marco conceptual que me coloca ligeramente por delante del pelotón.

¿Y cómo ve la situación en Europa y en Estados Unidos?

Creo que Europa es muy vulnerable, mucho más que Estados Unidos. EE UU es una de las democracias más longevas de la historia. Pero incluso allí, un embaucador como [Donald] Trump puede ganar unas elecciones presidenciales y socavar la democracia desde dentro. Sin embargo, EE UU tiene una larga trayectoria en la implementación de controles y contrapesos, y también cuenta con unas reglas bien establecidas. Y, sobre todo, tiene la Constitución. Así que estoy convencido de que Trump será un fenómeno transitorio que, con un poco de suerte, se acabará en noviembre. Sin embargo, es un individuo muy peligroso porque está luchando por su vida, y estará dispuesto a hacer prácticamente cualquier cosa para mantenerse en el poder, porque ha infringido la Constitución de muchas maneras diferentes. Si pierde la presidencia, tendrá que rendir cuentas. Pero la UE es mucho más vulnerable, porque es una unión incompleta. Y tiene muchos enemigos, tanto internos como externos.

¿Quiénes son los enemigos internos?

Hay muchos líderes y movimientos que se oponen a los valores fundamentales de la UE. Existen dos casos en los que estos enemigos han llegado al poder y han capturado al Gobierno: Viktor Orbán en Hungría y Jaroslaw Kaczynski en Polonia. Sucede que precisamente Polonia y Hungría son los mayores receptores del fondo estructural que distribuye la UE. Pero mi mayor preocupación es Italia. Un líder antieuropeo muy popular, Matteo Salvini, logró ganar bastante terreno hasta que sobreestimó su éxito y desmembró al Gobierno. Eso fue un error fatal. Ahora su popularidad va en declive. Pero ha sido efectivamente reemplazado por Giorgia Meloni, del partido Fratelli d’Italia, que es incluso más extremista. La coalición de gobierno actual es sumamente frágil.

Lo único que les une es el deseo de evitar unas elecciones, que las fuerzas antieuropeas de seguro ganarían. Y estamos hablando de un país que otrora fue el partidario más entusiasta de Europa. Porque la gente confiaba en la UE más que en sus propios Gobiernos. Pero ahora, las encuestas de opinión pública revelan que los números de los partidarios de Europa se están encogiendo, y que el apoyo a permanecer dentro de la eurozona está disminuyendo. Pero Italia es uno de los mayores miembros, es demasiado importante para Europa. No podría imaginarme una Unión Europea sin Italia. La gran pregunta es si la UE será capaz de brindar suficiente apoyo a Italia.

La UE acaba de aprobar un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros…

Es cierto. La UE ha dado un paso muy grande y positivo al comprometerse a pedir dinero prestado al mercado, a una escala mucho mayor que nunca. Pero también es cierto que algunos Estados, los denominados cinco frugales: Holanda, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia, lograron volver menos eficaz al acuerdo. La tragedia es que todos ellos son básicamente proeuropeos, pero son muy egoístas. Y también muy frugales. Y han llevado a un acuerdo que resultará inadecuado. Las reducciones en la magnitud de los planes para el cambio climático y la política de defensa son particularmente decepcionantes. En segundo lugar, también quieren asegurarse de que el dinero se gaste correctamente. Esto les crea problemas a los Estados del sur, que fueron los más afectados por el virus.

¿Aún cree en un bono perpetuo europeo?

Aún no lo doy por perdido, pero no creo que haya suficiente tiempo como para que se acepte. Déjeme explicarle qué es lo que vuelve tan atractivos a los bonos perpetuos y por qué son una idea poco práctica ahora mismo. Como su nombre sugiere, el principal de un bono perpetuo nunca tiene que pagarse, sino solamente sus intereses. Asumiendo una tasa de interés del 1%, bastante generosa en un momento en que Alemania es capaz de vender bonos a 30 años con una tasa de interés negativa, el servicio de la deuda de un bono de un billón de euros solamente costaría 10.000 millones de euros al año. Esto representa una bajísima relación coste/beneficio de 1:100. Además, el billón de euros estaría disponible de inmediato, en un momento en que se necesita con urgencia, mientras que los intereses deben pagarse con el tiempo, y mientras más tiempo transcurre menor es el valor presente descontado. Entonces, ¿por qué no se emiten? Los compradores del bono deben tener garantías de que la Unión Europea sea capaz de pagar los intereses de la deuda. Esto necesitaría que la UE tuviese recursos suficientes (es decir, capacidad de recaudar impuestos) y los Estados miembros están muy lejos de autorizar tales impuestos. Los cuatro frugales: Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca (que ahora son cinco, porque Finlandia se les unió) se oponen. Los impuestos ni siquiera tendrían que cobrarse, sino que su mera autorización bastaría. En pocas palabras, esto es lo que vuelve imposible la emisión de bonos perpetuos.

¿Y no podría hacer algo al respecto la canciller Merkel, determinada a que su presidencia sea un éxito?

Está haciendo su mejor esfuerzo, pero se enfrenta a una oposición cultural fuertemente arraigada: la palabra alemana schuld tiene un doble significado. Significa deuda y culpa. Los que incurren en deudas son culpables. Esto no toma en cuenta que los acreedores también pueden ser culpables. Este es un tema cultural muy, muy arraigado en Alemania. Ha creado un conflicto entre ser alemán y europeo a la vez. Y explica la reciente decisión del Tribunal Supremo de Alemania, que entra en conflicto con el Tribunal de Justicia de la UE.

¿Quiénes son los enemigos externos de Europa?

Son numerosos, pero todos comparten una característica común: se oponen a la idea de una sociedad abierta. Yo me volví un defensor apasionado de la UE porque la considero una verdadera personificación de la sociedad abierta a escala europea. Rusia solía ser el mayor enemigo, pero últimamente China le ha arrebatado la supremacía. Rusia dominó a China hasta la época de Nixon, quien entendió que si se abría a China y apoyaba su desarrollo, podría debilitar tanto al comunismo en sí como a la Unión Soviética. Sí, fue destituido, pero tanto él como Kissinger fueron grandes estrategas. Sus acciones llevaron a las grandes reformas realizadas por Deng Xiaoping.

Hoy en día, las cosas son muy diferentes. China es líder en el campo de la inteligencia artificial. La inteligencia artificial genera instrumentos de control que son muy útiles para una sociedad cerrada, y que representan un peligro mortal para una sociedad abierta. Inclina la balanza a favor de las sociedades cerradas. La China actual es una amenaza mucho mayor a las sociedades abiertas que Rusia. Y en EE UU existe un consenso bipartidista de que China es un rival estratégico.

Volviendo al tema del coronavirus, ¿es provechoso o perjudicial para las sociedades abiertas?

Definitivamente perjudicial, porque los instrumentos de supervisión producidos mediante inteligencia artificial son muy útiles para controlar al virus, cosa que vuelve más aceptables a esos instrumentos incluso en sociedades abiertas.

¿Cómo llegó a tener tanto éxito en los mercados financieros?

Como dije antes, he desarrollado un marco conceptual que me proporcionó una ventaja. Se enfoca en la compleja relación entre el pensamiento y la realidad, pero yo usé al mercado como campo de pruebas para corroborar la validez de mi teoría. Puedo resumirla en dos postulados sencillos. El primero es que, en situaciones donde existen participantes pensantes, la visión del mundo de estos participantes siempre está incompleta y distorsionada. Eso es la falibilidad. El otro es que estas visiones distorsionadas pueden influir en la situación con la que están vinculadas, porque las visiones distorsionadas pueden llevar a acciones inapropiadas. Eso es la reflexividad. Esta teoría me dio una ventaja en su momento, pero ahora que mi libro La alquimia de las finanzas se ha convertido en una obra de consulta casi obligatoria para los participantes profesionales en el mercado, he perdido mi ventaja. Me doy cuenta de esto, y ya no participo activamente en el mercado.

¿Su marco conceptual le indica que debería preocuparse por la desconexión percibida entre las evaluaciones del mercado y la debilidad de la economía? ¿Nos encontramos en medio de una burbuja impulsada por la inmensa liquidez que ha generado la Reserva Federal?

Da usted en el clavo. La Fed hizo un trabajo mucho mejor que el presidente Trump, quien la criticó. Inundó de liquidez los mercados. Actualmente existen dos consideraciones que sustentan al mercado. Una de ellas es que se espera que ocurra a corto plazo una inyección de estímulos fiscales aún mayor que los 1,8 billones de dólares de la ley Cares; la otra es que Trump anunciará la existencia de una vacuna antes de las elecciones.

Ha donado 220 millones de dólares a las causas de la equidad racial y relacionadas con la población negra. ¿Cuál sería su evaluación del Black Lives Matter?

Es muy importante, porque esta es la primera vez que una gran mayoría de la población, más allá del segmento demográfico afroamericano, reconoce que existe una discriminación sistémica en contra de los negros, cuyo origen se remonta a la época de la esclavitud.

Muchos opinan que, después de la covid-19 y la experiencia de teletrabajo, el futuro de las ciudades y las áreas metropolitanas está en riesgo.

Muchas cosas cambiarán, pero es demasiado pronto para predecir cómo. Recuerdo que, después de la destrucción de las Torres Gemelas en 2001, la gente pensaba que ya nadie querría volver a vivir en Nueva York, y pocos años después este concepto ya había quedado en el olvido.

En esta revolución se están demoliendo estatuas y la corrección política se está volviendo importantísima.

Algunos lo llaman la cultura de la cancelación. Creo que es un fenómeno temporal. También creo que se ha exagerado mucho. Por otra parte, la corrección política en las universidades está muy, muy exagerada. Como defensor de una sociedad abierta, considero que la corrección política es políticamente incorrecta. Nunca debemos olvidar que la pluralidad de puntos de vista es fundamental para las sociedades abiertas.

Si pudiera enviar un mensaje al pueblo europeo, ¿cuál sería?

S.O.S. Si bien Europa está celebrando sus acostumbradas vacaciones de agosto, la reactivación de los viajes puede haber precipitado una nueva ola de infecciones. Si buscamos una referencia paralela, la epidemia de la llamada gripe española de 1918 salta a la vista de inmediato. Tuvo tres olas, de las cuales la segunda fue la más mortífera. La epidemiología y la ciencia médica en general han avanzado muchísimo desde entonces y estoy convencido de que la experiencia no tiene por qué repetirse. Pero, para poder emprender los pasos necesarios para evitar una segunda ola, primero es necesario admitir la posibilidad de su existencia. No soy un experto en epidemiología, pero sí tengo claro que las personas que usen el transporte público deben usar mascarillas y tomar otras precauciones.

Europa también enfrenta otro problema existencial: no tiene suficiente dinero para lidiar simultáneamente con el virus y el cambio climático. En retrospectiva, está claro que la reunión en persona del Consejo Europeo fue un fracaso rotundo. El curso que se ha trazado la Unión Europea producirá demasiado poco dinero y demasiado tarde. Esto me hace pensar nuevamente en la idea de los bonos perpetuos. En mi opinión, los cuatro frugales, o los cinco, deben reconocer esto: en lugar de oponerse a la idea, deberían convertirse en grandes defensores de esta. Solo su genuina conversión podría hacer aceptables los bonos perpetuos para los inversores de la UE. Sin ellos, existe la posibilidad de que la Unión Europea no sobreviva. Esto sería una pérdida terrible, no solo para Europa sino para el mundo entero. Y esto no es solo posible, sino incluso probable. Creo que, si la opinión pública presiona lo suficiente, las autoridades podrían evitar que ocurriese.¶

___________________________________________________________

 

Share This:

Copiado, José Luis

El periódico de Hans Neumann y Teodoro Petkoff, dos amigos lamentablemente idos

 

Comenzando la semana, el estupendo periodista José Luis Carrillo, quien nutre abundantemente la sección A Fondo de Tal Cual digital, logró la convergencia de opiniones en su reportaje acerca de la proposición de los EEUU sobre una transición política en Venezuela. (Acá reproducido con algunos comentarios al pie, un archivo de audio de menos de un minuto y otro de menos de siete).

_______________________________________________________________________________

 

 

Académicos ofrecen alternativas a propuesta de EEUU para un acuerdo político

 

 José Luis Carrillo Publicado abril 13, 2020

 

 

 

 

Luis Enrique Alcalá, Daniel Varnagy y Carlos Raúl Hernández consideran que la propuesta de EEUU de conformar un Consejo de Estado es inviable e inconstitucional pero que debe avanzarse a un acuerdo político que permita al país salir adelante y enfrentar la situación derivada de la pandemia por el coronavirus

 

El pasado 31 de marzo, EEUU planteó una propuesta para una salida negociada al conflicto político de Venezuela mediante el que se conforma un Consejo de Estado que asume las funciones del Poder Ejecutivo y conduce al país hacia un nuevo proceso electoral, mientras la potencia norteamericana se compromete a levantar las sanciones financieras impuestas al país.

Como “Marco Democrático para Venezuela”, la propuesta fue presentada por el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, y establece el retorno de todos los diputados de la Asamblea Nacional (AN), el retiro de la orden de desacato al Parlamento, que procedería a escoger cuatro de los cinco integrantes de ese Consejo de Estado, quienes a su vez elegirían el quinto, y nombrarían las nuevas autoridades electorales.

La propuesta ha sido rechazada de plano por el gobierno de Nicolás Maduro, lo que descarta hasta el momento la posibilidad de una negociación. Mientras tanto, el ex secretario ejecutivo de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Ramón Guillermo Aveledo indicó el 1° de abril en una entrevista a la emisora Unión Radio que la propuesta de Washington era un camino, pero no el único, y que correspondía a los venezolanos explorar otros para alcanzar un acuerdo político.

 

Caminos constitucionales para un acuerdo político

El exalcalde del municipio Libertador Juan Barreto propuso, durante una entrevista en VTV el miércoles ocho de abril,1 que Nicolás Maduro cree un gobierno de emergencia nombrando un Vicepresidente opositor que a su vez designe un tren ministerial que emprenda las acciones necesarias para superar la crisis que embarga a Venezuela.

“Gobierno y oposición tienen que ceder las posiciones de lado y lado. El Gobierno, en términos declarativos ha dado muestras de estar dispuesto a llegar a un acuerdo nacional. Hace falta una tregua, asumir a un enemigo principal que está devorando la vida de la gente, como es el coronavirus”, expresó Barreto en esa oportunidad sobre la necesidad de lograr un acuerdo político.

Ante esta perspectiva, TalCual consultó un panel de tres amplios conocedores del escenario político nacional, Luis Enrique Alcalá, Daniel Varnagy y Carlos Raúl Hernández, quienes insisten en la necesidad de apegarse a la Constitución vigente y lograr un entendimiento que permita al país afrontar su crisis interna y recibir los recursos necesarios para enfrentar la emergencia.

 

Contexto para un acuerdo político

Daniel Varnagy

Para Daniel Varnagy, Doctor en Ciencia Política y profesor titular de la Universidad Simón Bolívar, la llamada propuesta de EEUU se entiende dentro de un contexto según el cual el Departamento de Justicia ha fijado unas recompensas por los principales actores del sistema que encabeza el señor Nicolás Maduro, el chavismo, pero al no haber, desde el punto de vista pragmático, práctico, ninguna acción para avanzar en ello, salvo algunos ejercicios en aguas internacionales cerca de Venezuela, entonces no se prevé un desenlace.

“Es muy importante ver las cosas de forma vinculada y no aislada. Esa propuesta se hace en un determinado contexto que parte de una serie de premisas, como que hay una cierta probabilidad de que uno o varios actores, no los que están en segunda línea, sino los que están en primera línea del chavismo, pudieran entregarse voluntariamente para generar algún tipo de gobierno temporal. Si eso no ocurre, esa propuesta, en ese contexto, entonces los últimos estertores de una ‘negociación’, quedarían de lado, desaparecerían”, sostuvo el experto.

“Entiendo que en la mente de muchas personas está el tema de posiciones estilo Junta Cívico Militar o gobierno de transición, pero tengo un problema ético con eso, y es que la restitución del Estado de Derecho tiene que tener como elemento fundamental la búsqueda de la Justicia, y la cohabitación o coexistencia con actores que permitieron que llegáramos hasta aquí, incluso desde bancadas diferentes a las del Gobierno obstaculizaría que esto se dé a plenitud”, indicó Varnagy.

Acotó que, sin embargo, las instituciones, cuando logran restablecerse, tienen los mecanismos para reimpulsar la construcción de un nuevo Estado de Derecho y no tiene necesariamente que haber unas figuras extra constitucionales para la transición mediante un acuerdo político.

 

Inconstitucional

Luis Enrique Alcalá

El sociólogo e investigador Luis Enrique Alcalá, quien mantiene el blog Dr. Político, indicó que ya en el proceso de negociaciones impulsado por el Reino de Noruega, se hablaba de conformar un Consejo de Estado que sustituyera la presidencia de la República, pero que eso es algo absolutamente inconstitucional. Insistió en que para hacer algo que no esté contemplado en la Carta Magna, debe consultarse primero al pueblo en referendo, ya que como depositario del Poder Constituyente Originario, no está limitado por la Constitución.

“La piedra fundamental, el basamento de toda nuestra constitucionalidad se estableció el 19 de enero de 1999 con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que dio puerta franca a la posibilidad de preguntar si queríamos elegir una Asamblea Nacional Constituyente. El poder constituyente originario no está limitado por la Constitución, sólo lo está por los DDHH y tratados a los que la República haya entrado válidamente con otras soberanías equivalentes”, resaltó Luis Enrique Alcalá.

En su opinión, la oposición llegó a las conversaciones en Noruega con el esquema del “cese de la usurpación”, que considera una tesis rebuscada y traída por los cabellos; y que además se refería a un gobierno de transición y a unas elecciones libres. Destacó que sólo podría haber elecciones presidenciales si Nicolás Maduro renuncia al cargo, pues su período vence en 2025.2

 

Sin viabilidad

Carlos Raúl Hernández

El también Doctor en Ciencia Política Carlos Raúl Hernández descarta cualquier posibilidad de que se logre un acuerdo político en torno a la propuesta de EEUU.

“Creo que ése no es ningún camino, porque el camino es uno que acepten las dos partes y sabemos que eso lo ha propuesto el gobierno norteamericano en estos dos años de haberse arreciado el conflicto. Es lo mismo del año pasado en Noruega y Barbados. No tiene ninguna viabilidad”, expresó tajantemente el experto.

Hernández es escéptico en cuando a que se logre un acuerdo político y duda de la sinceridad de quienes acuden a las rondas de diálogo.

“Creo que por el momento no se vislumbra ninguna alternativa, porque quienes representan la política norteamericana, el grupo oficial de la oposición, no tienen interés en negociar efectivamente con el Gobierno, sino que el Gobierno se entregue atado de pies y manos. Eso no va a ocurrir y no suele ocurrir en experiencias históricas parecidas”, indicó Hernández.

Dijo que esa posibilidad de rendición del gobierno de Nicolás Maduro es cada vez menor si se toma en cuenta que el mismo “ha venido ganando todas las peleas contra las insurgencias y ahora ha hecho un manejo correcto de la crisis (por el coronavirus)”.

 

Propuestas para un acuerdo político

Daniel Varnagy estima que, para avanzar hacia un acuerdo político tendría que reivindicarse la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y, en este sentido, habría que pensar en lo que significa la capacidad de ejercicio que podría tener una Asamblea Nacional fuera del contexto del desacato para poder expresarse acerca de las soluciones que tenemos en el país, y que sean constitucionales.

Por ello, en su opinión, hay que restituir los tres principales Poderes Públicos, los de la estructura tradicional del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial para buscar las soluciones.

Sin embargo, hizo hincapié en que la Asamblea Constituyente, que fue convocada por Nicolás Maduro y no por el pueblo venezolano en referendo, debe cesar en sus actividades. “Hay una asamblea constituyente que no goza de legitimidad ni legalidad,3 sino que es un poder de facto que tiene que cesarse para trabajar con los Poderes Constituidos”, insistió.

 

Nombramiento

Para Luis Enrique Alcalá, el camino a seguir consiste en aprovechar el artículo 234 de la Constitución, que regula las faltas temporales del Presidente de la República, las cuales, establece el Texto Fundamental, serán suplidas por el Vicepresidente Ejecutivo hasta por 90 días, prorrogables por 90 días adicionales. “Propongo que Nicolás Maduro como primer paso, nombre un nuevo Vicepresidente que no venga ni de las filas oficialistas ni de la oposición”, señaló el investigador.

Explicó que, una vez nombrado ese Vicepresidente, Nicolás Maduro se debe separar voluntariamente del cargo por 90 días, y que este lapso sea prorrogado por 90 días adicionales, luego de lo cual debe renunciar a la primera magistratura del país.4

Agregó que, en esos seis meses que dan los dos períodos, el Vicepresidente asumiría el Ejecutivo, recibiendo el respaldo de todos los sectores del país y actuando en colaboración con la Asamblea Nacional, atendiendo a lo establecido en la Constitución acerca de la colaboración entre los Poderes Públicos. Destacó que para la elección presidencial podrán postularse tanto Juan Guaidó como Nicolás Maduro, cumpliendo lo establecido en la Constitución y tal como figura en la propuesta presentada por EEUU, que dice que cualquier ciudadano podrá participar de la misma.

“Esos seis meses los puedes emplear para decisiones urgentes. Un período de ocho meses duró la presidencia de Ramón J. Velásquez cuando Carlos Andrés Pérez fue destituido de la Presidencia de la República en 1993”, indicó Alcalá.

 

Falta de voluntad

Carlos Raúl Hernández coincide en que la ruta a seguir debe estar apegada a la Constitución, pero advirtió que esto se presenta con dificultades.

“El punto está en que hace tiempo que la Constitución no tiene ninguna operatividad y sirve sólo para efectos del discurso; pero para efectos prácticos no se actúa conforme a ella. Lo ideal sería que tanto el Gobierno como la oposición trataran de regresar al esquema constitucional. Tampoco veo ninguna intención en ellos a propiciar un encuentro que permita una institucionalización del país”, argumentó Carlos Raúl Hernández.

En este mismo orden de ideas, Hernández resaltó que hay sectores del país que “impugnan” o critican su normalización. “Hay un cierto sector de la sociedad que todo lo que signifique que la gente esté más o menos tranquila, o que traten de vivir la vida en estas terribles condiciones del socialismo constituyen una traición a unos llamados insurreccionales que no tienen audiencia”, apuntó.

Por todo ello, sostuvo que tendría que haber un espíritu de acuerdo político entre ambas partes, pero acotó que «el único país donde he observado un empecinamiento infantil de parte y parte en aniquilar al contrario es en Venezuela. En todos los países ha habido procesos de transición gracias al entendimiento entre el gobierno y los opositores. Mientras la oposición esté dirigida por la hegemonía actual no veo ninguna posibilidad de que se progrese”, aseguró.

 

Peligros

La cerrazón por parte de ambos bandos enfrentados políticamente podría tener efectos devastadores para la nación. No sólo al continuar la crisis económica, ni al impedir el poder contar con los recursos necesarios para atender la emergencia del coronavirus, sino porque puede dar pie a aventuras muy peligrosas para el país.

Al cerrarse las puertas a un acuerdo político se multiplican las posibilidades para una acción unilateral por parte de EEUU contra Venezuela, considera Daniel Varnagy, quien en todo caso duda que la potencia norteamericana se vaya a lanzar en la aventura de una invasión.

“La realidad política sería totalmente diferente si EEUU decide hacer algún tipo de intervención en Venezuela”, explicó, y pasó a detallar que la potencia norteamericana tiene dos maneras de intervenir, una llamada “quirúrgica”, que es puntual y tiene características muy restringidas en el tiempo, contando básicamente con el uso de recursos tecnológicos, y otra la invasión, que es más amplia en recursos y en el tiempo, y que, considera, está descartada.5

Sostuvo que, en caso de que haya algún tipo de acción muy precisa para presentar a los funcionarios señalados de presuntos vínculos con el narcotráfico ante la justicia de EEUU, la propuesta que hizo EEUU desaparece del panorama, que pasa a ser totalmente diferente.

 

Decisión

Luis Enrique Alcalá enfatizó que el camino que ha descrito para lograr un acuerdo político es, primeramente, compatible con la Constitución y, luego, sencillo y rápido, y destacó que el alivio de no tener de mandatario a Maduro será inmediato, no solo para la nación entera sino para él mismo.

“A Nicolás Maduro no le ha sido fácil el ejercicio de la presidencia de la República al haber sido llamado ‘ilegítimo’ por Capriles en 2013,  cuando ya la gente de ‘la salida’ (en 2014) sostenía que ‘Maduro no es Chávez, a ése lo tumbamos de un soplido’. Luego lo amenaza Ramos Allup de lograr la cesación de su gobierno en seis meses (2016); la absurda declaratoria de abandono de su cargo por la AN bajo la presidencia de Julio Borges (2017); el ataque de los drones (2018), y la incesante batería de sanciones”, expresó a su vez Luis Enrique Alcalá.

“Honestamente—prosiguió Luis Enrique Alcalá—no conozco otro tratamiento tan simple y menos traumático que la secuencia de ausencias temporales y la renuncia; la cosa depende de él y de la AN para autorizar la segunda ausencia. Entre otros tratamientos propuestos hay mucha agresividad y el desconocimiento de nuestra constitucionalidad, lo que es funesto. Nicolás Maduro tiene una nueva oportunidad de eludir el destino de Mohamed Morsi en Egipto, finalmente depuesto por los militares”.

Al respecto citó a Wael Ghonim, respetado ícono cívico en Egipto, que había apoyado a Morsi y luego lo acusó de polarizar y paralizar al país, quien dijo: “Ningún país avanza cuando la sociedad está dividida de este modo, y el principal papel del presidente de la República es unir, pero, desafortunadamente, el doctor Morsi, el presidente de la República, ha fracasado miserablemente en este objetivo”.

 

Negociación

“Continuaremos avanzando hacia un escenario de mayor control del gobierno, y con la agudización de los serios problemas en la producción de bienes y servicios”, aseveró por su parte, Carlos Raúl Hernández.

Señaló como un error por parte de dirigentes de la oposición, el creer que el hambre va a tumbar al Gobierno. “Sabemos que la dependencia con respecto al CLAP es mucho mayor, y que el hambre está sumamente paliada por la asistencia del Gobierno. Hace un mes había insatisfacción por los CLAP, pero ha habido un cambio y hay productos con una calidad aceptable. Esa idea infantil es la que ha llevado a la destrucción de la alternativa democrática”, indicó.

Recordó que la oposición siempre ha planteado una elección presidencial y el Gobierno no quiere y, al respecto, destacó que una negociación son concesiones y nadie gana todo. “El problema es que la oposición se presenta siempre con eso del cese de la usurpación, algo que no tiene viabilidad, y es negar la posibilidad de negociar. Se tiene que establecer plazos, dar concesiones. Se ha visto en más de 100 casos de transiciones de dictadura a democracia”, indicó sobre la posibilidad de un acuerdo político.¶

………

Notas

1 La proposición de un Vicepresidente «de la oposición» hecha por Barreto fue precedida en cuatro días por la siguiente prescripción: «el presidente Maduro nombra a un nuevo Vicepresidente Ejecutivo que no provenga de las filas oficialistas y tampoco de las de la oposición». (Otro camino, 4 de marzo de 2020. ¿Será que Barreto visita este blog?). Más aún, la conveniencia de que un sucesor inmediato de Nicolás Maduro no fuese ni oficialista ni opositor fue ya argumentada el 18 de noviembre de 2014 en el programa Y así nos va, de Radio Caracas Radio. Acá está el minuto de audio correspondiente:

2 En estricto sentido, también podría causarse elecciones antes del vencimiento del actual período constitucional desde un referendo consultivo. En Prontas elecciones (22 de octubre de 2016) se postuló lo siguiente: «El Poder Constituyente Originario, el Pueblo llamado a referendo en ese carácter, tiene la potestad de superponerse a la Constitución y aprobar una norma que ella no contemple. En consecuencia, puede preguntársenos a Nosotros, la Corona, el Soberano, lo siguiente: ¿Está Ud. de acuerdo con la convocatoria a elecciones, en el plazo de tres meses a partir de esta fecha, que escojan al ciudadano que se encargue de la Presidencia de la República hasta el 10 de enero de 2019, elecciones ésas en las que podrá participar como candidato el ciudadano Nicolás Maduro Moros, actualmente en el cargo?«

3 Difiero de esta lectura del Dr. Varnagy: «la Asamblea Constituyente, que fue convocada por Nicolás Maduro y no por el pueblo venezolano en referendo, debe cesar en sus actividades». No existe provisión constitucional que exija la convocatoria de constituyente en referendo; en cambio, el Artículo 348 de la Constitución enumera claramente quiénes pueden convocarla, y el Presidente de la República en Consejo de Ministros es uno que puede. También pueden convocarla «la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; los Consejos Municipales en cabildos, mediante el voto de las dos terceras partes de los mismos; y el quince por ciento de los electores inscritos y electoras en el Registro Civil y Electoral». La tesis de Brewer Carías al respecto es completamente errónea. (Ver en este blog #lasalida de Maduro – segunda parte, del 2 de mayo de 2017). Ahora bien, como se expuso en los programas #268 y #286 de Dr. Político en RCR, del 30 de septiembre de 2017 y 24 de febrero de 2018 respectivamente, un referendo sí podría disolver la constituyente actual y hasta anular todos sus actos.

4 Así se causaría constitucionalmente nuevas elecciones presidenciales: «Artículo 233. Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República: (…) su renuncia… (…) Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente o Presidenta de la República durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal y directa dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva».

5  El Día de San José del año pasado, Foreign Affairs, la muy autorizada revista estadounidense de política internacional, publicó un lúcido artículo de Frank O. MoraWhat a Military Intervention in Venezuela Would Look Like – Getting in Would Be the Easy Part—que desaconsejaba cualquier intervención armada de los Estados Unidos en nuestro país y ya distinguía, como el Dr. Varnagy, entre una operación «quirúrgica» y una ocupación prolongada. La opinión de Mora fue comentada en el programa #340 de Dr. Político en RCR cuatro días después de la publicación, el 23 de marzo de 2019. Éste es el pasaje del caso:

 

____________________________________________________________

 

Share This:

Coronavirus, Maduro y Guiado

 

Una corona que no es de Miss Universo o Miss Mundo ha llegado al país

_______________________________

 

Se reproduce a continuación el trabajo de José Luis Carrillo que fuera publicado el Día de San José en la web de Tal Cual.

 

Coronavirus: Guaidó está relegado y Maduro fortalecido, pero se juega su futuro

 

José Luis Carrillo Publicado marzo 19, 2020

Los académicos Óscar Vallés, Luis Enrique Alcalá y Daniel Varnagy coinciden en que es lógico que Nicolás Maduro haya cobrado protagonismo mientras Juan Guaidó queda relegado, pero advierten: el mandatario se juega su futuro por la deplorable situación del país previa a la llegada del covid-19

 

El 13 de marzo de 2020 cambió el panorama político del país. El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, había anunciado esa semana que se reactivarían las movilizaciones en protesta contra Nicolás Maduro, mientras el debate se centraba en la conformación de una nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la posibilidad de que, si se lograba un acuerdo para la designación de la misma, la oposición pudiera participar en las elecciones parlamentarias que constitucionalmente deben realizarse este año.

Pero en la mañana de ese viernes 13, la confirmación oficial de los primeros casos de personas contagiadas del coronavirus en Venezuela alteró el tablero político. Nicolás Maduro pasó al primer plano dictando las medidas a tomar por su gobierno ante la situación, valiéndose como brazo ejecutor de la Fuerza Armada Nacional y anunciando la orden de colocar en cuarentena a la población, mientras la atención se desvió de la oposición en general y Juan Guaidó queda relegado.

A estas alturas, la figura de Maduro aparece fortalecida y la de Guaidó anulada ante la contundente realidad de la pandemia originada en la provincia de Wuhan, China. Sin embargo, al haber quedado el mandatario jugando solo en el escenario político, le hace ahora bailar en el filo de la navaja, pues toda la responsabilidad del impacto de los efectos del covid-19 quedó sobre él, en un momento en que el país continúa transitando una severa crisis económica, donde los servicios públicos tienen severas deficiencias y la producción de bienes y servicios, especialmente alimentos y medicinas es prácticamente nula, al punto que, expertos consultados por TalCual llegan a considerar que el mandatario se juega su futuro político de manera definitiva.

 

Fuerza

El politólogo y jefe del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana, Óscar Vallés, destacó que es normal que Nicolás Maduro, al ejercer de facto el poder en Venezuela, sea quien destaque en esta etapa inicial de la crisis.

“Por supuesto que, ante una crisis de esta naturaleza, va a destacar quien tenga mayor fuerza en la sociedad y la fuerza real en la sociedad es la capacidad de movilizar recursos. No tiene nada de extraño entonces que el señor Maduro, en esta coyuntura, destaque, porque tiene mayor capacidad de mover recursos, lo que se expresa no solamente en el ámbito de la FAN sino de todo el aparato de la administración pública, la burocracia en el área de salud. Sigue teniendo bajo su poder unos recursos que ni cercanamente tiene Juan Guaidó”, expresó Óscar Vallés.

En su opinión, lo peor que puede hacer el presidente de la AN es competir con Maduro en materia de recursos, que sienta que está siendo apabullado y venga entonces a querer tomar acciones de gobierno ante la crisis causada por la pandemia.

Acotó, no obstante, que Maduro se juega su futuro porque está en la vitrina, en un nivel de máxima exposición ante una población que va a estar igualmente en el máximo nivel de expectativa acerca del manejo de la situación.

 

Control social

El sociólogo e investigador Luis Enrique Alcalá, quien mantiene el blog Doctor Político, estima que la crisis derivada de la llegada del coronavirus favorece el logro del control social total al que ha aspirado el chavismo en estos 21 años de gobierno y esto ante una situación donde la población lo que tiende es a tratar de protegerse, lo que lo orienta a buscar la atención que actualmente solo el gobierno de Nicolás Maduro, en teoría, puede ofrecer.

“Actualmente se le está haciendo caso es a Maduro, por las medidas. Añádele a eso que en la dimensión internacional (el tema) Maduro y Venezuela ha dejado de ser prioritario. Países que están pendientes del deporte internacional que es Venezuela, en el que se inscriben, despotrican contra Maduro y ganan puntos en el escenario, ha pasado a un tercer plano”, indicó Alcalá, argumentando así el papel preponderante que está teniendo el gobierno chavista.

Desde su perspectiva, la situación también ha contribuido a desmitificar la “novela” de Juan Guaidó, de quien dice ha bajado en aceptación y presencia. Un libreto que, aseveró, consiste en una serie de mentiras sucesivas que no enfrentan de manera efectiva el régimen de Nicolás Maduro.

Considera que, en algún momento de esta crisis, “caerá la locha” y surgirán las consecuencias de la terrible situación del país. “El estado de la salud en Venezuela es terrible. Estamos en una situación de alta peligrosidad, no solo por el virus mismo sino por la capacidad de atención a la emergencia”, señaló quien se describe como “político clínico”, por su vocación de promover soluciones reales a problemas de carácter público.

 

Fases iniciales

El doctor en Ciencia Política y profesor titular de la Universidad Simón Bolívar Daniel Varnagy explicó que las situaciones de conmoción, como la que se da a partir de la llegada del coronavirus, suelen tener tres fases: ascenso, estabilización y descenso y que, en la inicial, que es la que se vive actualmente, es comprensible que quien tiene el poder fáctico y está respaldado por el estamento militar es quien va a tener control de la situación, algo que continuará en buena parte del período de estabilización.

“Tenemos que recordar que la figura de Juan Guaidó tiene un poder diplomático por un lado y uno simbólico por el otro, pero no tiene poder real. Probablemente en esas dos primeras fases su capacidad de actuar y protagonizar es muy baja; pero luego viene una tercera fase, porque no es una situación que se va a eternizar en el tiempo, que va a dejar mucho más desnudo ante los venezolanos y el mundo la fragilidad en la que estamos sumidos los venezolanos hace 20 años producto de malas políticas y un modelo inadecuado para estos tiempos”, sostuvo el analista Daniel Varnagy al coincidir en que Maduro se juega su futuro.

 

Coacción

Precisó que, efectivamente, la situación favorece a incrementar los niveles de control social de la población por parte del gobierno de Nicolás Maduro.

“Probablemente vayamos a enfrentar un aumento de control por parte del estamento militar y por órdenes de Nicolás Maduro justamente para garantizar la inamovilidad social el distanciamiento social, y la vía para buscar la expansión de la pandemia es la coacción militar cuando en otros países no se ha requerido el uso de la fuerza militar para lograr la cuarentena”.

 

Pronóstico reservado

“Quien está a prueba es Maduro, está en la palestra y está siendo evaluado—afirmó Óscar Vallés—la gestión pública de Maduro en esta crisis viene a ser un factor decisivo porque se juega su futuro político”.

El docente coincide con los otros expertos en apuntar a las enormes carencias que tiene Venezuela en materia hospitalaria y también de los servicios públicos. “La principal recomendación es lavarse las manos constantemente y hay medio millón de habitantes que no cuentan con el servicio de agua. Es lo que está tratando de manejar Maduro y el equipo que le acompaña, tiene pocos recursos y dificultad para lograr que esta crisis llegue a peor”.

Indicó que lo mejor que le ha pasado al gobierno es la recomendación de colocar a la población en cuarentena, pero que de ahí en adelante empezarán las dificultades. “Imaginemos lo que puede pasar en las próximas dos semanas cuando un 70% de la población, que está en la economía informal, no tenga posibilidad de hacer ningún tipo de gestión porque debe estar en la casa; no pueden vender en la calle, hacer plomería, trabajos eléctricos, cuidar niños, así que vamos a ver cuál va a ser la reacción, es de pronóstico reservado. En buena medida la gestión de Maduro y todo su equipo se juega su futuro”, apuntó.

Sostuvo que lo recomendable para Juan Guaidó es ocuparse de su gestión como jefe del Poder Legislativo, “que es un Poder que tiene mucho que hacer y decir” y que evite competir con Maduro. “Debe asumir su papel de Poder Legislativo* y ejercer la contraloría del Estado”, acotó.

 

Planes de contingencia en alimentación

Daniel Varnagy resaltó que la fragilidad del Estado venezolano no se da solo en el sector salud, sino también en otras áreas de la vida, por las precariedades desde el punto de vista económico. “La capacidad de respuesta desde el punto de vista de producción está bastante mermada, la crisis de los servicios públicos es nacional, la capacidad de incrementar nuestra producción de petróleo es nula. El sector privado por políticas proteccionistas, estatistas, y el sector bancario van a quedar muy debilitados luego que pase la conmoción”, advirtió.

Por todo ello, estima que en ese momento será cuando la población va a reaccionar con bastante rabia, todo debido a la poca capacidad de respuesta que va a tener el sistema que encabeza Nicolás Maduro después de pasada la crisis.

Expresó su preocupación por los brotes de histeria colectiva. “En esta situación temo a las ménades, de las cuales en Venezuela ya hemos vivido en anteriores oportunidades, donde se presentan saqueos por el miedo al hambre”, detalló.

“Entonces, si intentas controlar todos los movimientos, no va a haber forma de garantizar la satisfacción de las necesidades nutricionales de la población, que de por sí ya no están satisfechas. Puede haber temor de que cierren los grandes mercados populares o éstos queden desabastecidos”, detalló.

En atención a ello, abogó para que, desde el Estado, se diseñe un plan de contingencia capaz de garantizar los alimentos a los venezolanos.

 

Que el pueblo se pronuncie

Luis Enrique Alcalá también estima que Maduro se juega su futuro e insistió en que, una vez se supere la crisis por el coronavirus y la realidad de un país improductivo y sin recursos se haga más patente, se debe apelar a la población, el auténtico depositario del poder constituyente originario según la Constitución, y el que puede tomar decisiones distintas a lo establecido en la Carta Magna pronunciándose en referéndum.

“Debemos buscar una solución para que Nicolás Maduro salga de la presidencia de la República, pero eso no lo puedes decidir en una mesa de diálogo. El único poder que puede autorizar algo que sea contrario a lo que prevea la Constitución es el poder constituyente originario a través de referendo”, recordó.

………

* Al agradecer a José Luis Carrillo la fidelidad de su texto, observé: «Me parecieron muy claras y atinadas las proposiciones de ambos participantes. La recomendación de Varnagy de que la AN se atenga a su función propia es sensata, pero pasa por resolver su problema de desacato, lo que no ha querido hacer». Sobre este punto, le puse a la orden Entre abogados (en bloque), entrada de este blog del 11 de febrero de 2019.

___________________________________________________________

 

Share This:

No tan clínico

 

Una amable conversación

 

El 8 de este mes a punto de conclusión, acepté la gentil invitación de Luisa Quintero a conversar sobre la suspensión de la ronda de negociaciones del gobierno y su oposición en la isla de Barbados, adonde se había trasladado el diálogo mediado por Noruega. Avisado con tiempo, dispuse la grabación del intercambio en mi teléfono, y de esto quedó un archivo de audio cuya calidad se vio afectada, más que por el medio, por una gripe que me aquejaba en aquel entonces.

Luisa me había explicado que usaría mis respuestas en una nota que preparaba para el portal de Tal Cual, el periódico que fundara Teodoro Petkoff. Ese trabajo aún no ha visto publicación veinte días después, por lo que le consulté sobre la posibilidad de publicar yo mismo en este blog porciones de la conversación; ella contestó amablemente que seguía esperando la publicación de la nota y que no tenía problema con que yo usara mi propia grabación. Así que coloco acá buena parte del intercambio, la menos afectada por la gripe y las limitaciones de mi teléfono:

Hablé con Luisa como ciudadano, ya no como médico político desde Radio Caracas Radio, menos exigido por las limitaciones de una responsabilidad clínica. Dicho de otro modo, asumiendo el lema de Tal Cual hablé claro y raspado. LEA

_________________________________________________________

 

 

Share This:

Y la LUZ se hizo

Nature and Nature’s Laws lay hid in Night.
God said, Let Newton be! and all was Light.

Alexander Pope

__________________

 

Una emisora de LUZ

Casi con un año exacto de diferencia, Ana María Pérez Fonseca llamó desde Maracaibo a consultarme sobre el mismo problema que le inquietaba el 7 de diciembre de 2016—ver en este blog La LUZ llega en diciembre—: el proceso de diálogo entre gobierno y oposición. (El 29 de marzo de este año también hablamos de cosas políticas: Hágase la LUZ). Siempre es para mí un placer, y también un deber de marabino honorario, atender los requerimientos de LUZ Radio (102.9 FM). Con su gentileza de siempre, la generosa periodista me hizo llegar el archivo de audio de nuestra conversación de ayer, que se pone acá de seguidas:

LEA

______________________________________________________________

 

Share This: