Creo en Pablo Picasso, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres.
Creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable.
Creo en los grillos que pueblan la noche de mágicos cristales.
Creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa.
Isadora
Creo en la cualidad aérea del ser humano, configurada en el recuerdo de Isadora Duncan, abatiéndose como una purísima paloma herida bajo el cielo del Mediterráneo.
Creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente debajo de la almohada de mi niñez.
Creo en la fábula de Orfeo.
Creo en el sortilegio de la música, yo que en las horas de mi angustia vi, al conjuro de la Pavana de Fauré, salir liberada y radiante a la dulce Eurídice del infierno de mi alma.
Gabriel Fauré – Pavana (Daniel Barenboim – Orquesta de París)
Creo en Rainer María Rilke, héroe de la lucha del hombre por la belleza, que sacrificó su vida al acto de cortar una rosa para una mujer.
Ofelia
Creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia. Creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar.
Creo en un barco esbelto y distantísimo que salió hace un siglo al encuentro de la aurora; su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles, y junto a sus sienes un resplandor de estrellas.
Creo en el perro de Ulises, en el gato risueño de Alicia en el País de las Maravillas, en el loro de Robinson Crusoe, en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta, en Beralfiro el caballo de Rolando, y en las abejas que labraron su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero.
Creo en la amistad como el invento más bello del hombre.
Creo en los poderes creadores del pueblo.
Creo en la poesía y, en fin, creo en mí mismo, puesto que sé que hay alguien que me ama.
Gerardo Blyde y Jorge Rodríguez se dan la mano en señal de compromiso
(Lo que sigue es traducción de buena parte de un análisis de International Crisis Group, con fecha de hoy, acerca de acuerdos entre el gobierno y la oposición venezolanas).
Cinco años después de las ampliamente desacreditadas elecciones presidenciales de 2018 en Venezuela, el gobierno del presidente Nicolás Maduro y un grupo de partidos de oposición, conocido como Plataforma Unitaria, acordaron el 17 de octubre comenzar a nivelar el campo de juego mediante reformas electorales antes de las elecciones de 2024. El acuerdo marca un retorno al camino de las negociaciones formales entre las partes y crea la esperanza de que las próximas elecciones puedan ser realmente libres y justas. Para Venezuela, hay mucho en juego. Si Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los gobiernos latinoamericanos reconocen los resultados de las elecciones, marcaría el final de la campaña de “máxima presión” que Estados Unidos lanzó en 2019 para derrocar a Maduro, un enfoque que ha exacerbado la peor emergencia humanitaria de América del Sur. , provocando un éxodo migratorio. Pero el acuerdo no ha sido probado hasta ahora, y su verdadero valor dependerá de hasta qué punto Maduro esté dispuesto a llegar para respetarlo, incluso hasta el punto de enfrentar consecuencias en las urnas, una eventualidad que él y el movimiento chavista detrás de él parecen probables. resistir.
Estados Unidos no era parte del acuerdo, pero un día después de que se anunciara el acuerdo de Barbados, el Departamento de Estado emitió una declaración de apoyo decisivo al mismo. También anunció que Estados Unidos levantaría una serie de sanciones a Caracas, aunque fuera temporalmente. Washington ha emitido una amplia autorización de transacciones que involucran a los sectores de petróleo, gas y oro de Venezuela. También eliminó la prohibición de la negociación secundaria de ciertos bonos soberanos venezolanos, así como de deuda y acciones emitidas por Petróleos de Venezuela, la compañía petrolera estatal. La licencia para levantar las sanciones a los sectores de petróleo y gas caduca después de seis meses, y el Departamento de Estado advierte que se renovará sólo si el gobierno de Maduro se adhiere al acuerdo electoral y libera a los presos políticos estadounidenses y venezolanos. Como aparente pago inicial, Caracas liberó a cinco presos políticos venezolanos a última hora del 18 de octubre. Al menos 268 presos políticos venezolanos y tres ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente siguen en prisión.
Las partes firmaron dos acuerdos en Barbados. Además del acuerdo que sienta las bases para importantes mejoras en las condiciones electorales, un segundo acuerdo obliga tanto al gobierno como a la oposición a respaldar la posición de Venezuela en su disputa territorial con Guyana. Esta disputa está ahora bajo consideración en la Corte Internacional de Justicia. Este segundo acuerdo también compromete a ambas partes a buscar protección de los activos venezolanos en el extranjero, muchos de los cuales corren el riesgo de ser confiscados por los acreedores debido a las deudas impagas del país, estimadas en alrededor de 160 mil millones de dólares.
Reformas prometidas
Incluso antes de que culminara en un acuerdo, la reunión en Barbados representó un avance importante. Que el gobierno y la oposición volvieran a la mesa de negociaciones, cara a cara en un entorno formal, rodeados por representantes de gobiernos extranjeros, marcó un gran paso adelante después de meses de estancamiento. El proceso de negociación a medida, que Noruega facilitó y México acogió antes que Barbados, comenzó hace dos años. A pesar de las largas pausas, estas conversaciones generaron un impulso, pero las condiciones en las que deberían celebrarse futuras elecciones resultaron ser un obstáculo. La Plataforma Unitaria había colocado la posibilidad de elecciones libres y justas en el centro de sus objetivos, pero el gobierno se negó a aflojar su control sobre el sistema electoral mientras el daño económico causado por las sanciones estadounidenses impidiera sus posibilidades de ganar.
Los acuerdos de Barbados fueron producto de una serie de esfuerzos diplomáticos en 2023. Altos funcionarios estadounidenses mantuvieron varias reuniones cara a cara con representantes del gobierno de Maduro en Doha, la capital de Qatar, aparentemente para discutir los posibles contornos del alivio de las sanciones. Washington trabajó en conjunto con gobiernos de América Latina y Europa para respaldar un resultado negociado y apoyar los canales informales de comunicación entre el gobierno y la oposición en Caracas.
El nuevo acuerdo electoral ofrece un camino para lograr los objetivos de la Plataforma Unitaria.
El nuevo acuerdo electoral ofrece un camino para lograr los objetivos de la Plataforma Unitaria. Afirma la necesidad de un conjunto de garantías electorales antes de la elección presidencial, al tiempo que fija la fecha de las elecciones en la segunda mitad de 2024, que era la preferencia de la oposición. Las medidas acordadas por ambas partes incluyen una actualización exhaustiva del registro electoral, incluidos esfuerzos para inscribir al menos a parte de la creciente diáspora venezolana. Los especialistas electorales ven estas mejoras como vitales, dado que incluso dentro de Venezuela más de tres millones de personas en edad de votar aún no se han registrado. El acuerdo de Barbados también prevé que el Consejo Nacional Electoral invitará a misiones de observación internacionales para seguir los comicios, incluidas delegaciones de la UE, la ONU, la Unión Africana y el Centro Carter. Estas misiones pueden ayudar a desalentar las malas prácticas y la manipulación de votos, así como a detectar cualquier irregularidad en torno al día de las elecciones. este hecho
En cuanto a otras disposiciones, el gobierno también acordó apoyar la igualdad de acceso a los medios de comunicación para ambas partes, mientras que el acuerdo pedía la eliminación de medidas que pudieran poner en peligro la seguridad de los candidatos y otras figuras políticas. Esta última cláusula puede interpretarse como una referencia a la recompensa de 15 millones de dólares que el Departamento de Justicia de Estados Unidos todavía ofrece por información que conduzca al arresto o condena del presidente Maduro por cargos de corrupción y narcotráfico.
La mano amiga de Washington
Como se señaló, la administración Biden no es signataria de los acuerdos, pero Estados Unidos hizo posible que el gobierno y la oposición venezolanos llegaran a un acuerdo. Al reconocer el fracaso de la estrategia de “máxima presión” del expresidente Donald Trump para derrocar al presidente Maduro al congelar a Venezuela fuera de los circuitos comerciales y negarle el reconocimiento internacional, altos funcionarios estadounidenses volvieron a comprometerse con Caracas después de la invasión rusa de Ucrania en 2022. Los funcionarios de la administración Biden establecieron un vínculo de comunicación directa con el gobierno de Maduro en marzo. Desde entonces, Washington ha dejado claro en repetidas ocasiones que estaría dispuesto a aliviar las sanciones a cambio de avances significativos en las conversaciones entre el gobierno y la Plataforma Unitaria.
Una señal importante de la disposición de Estados Unidos a llegar a un acuerdo se produjo en noviembre de 2022, cuando el gobierno y la oposición venezolanos acordaron la creación de un fondo humanitario administrado por la ONU, a partir de activos venezolanos incautados en el extranjero. El fondo ha enfrentado obstáculos para entrar en funcionamiento, pero aun así el acuerdo representó un avance. Estados Unidos respondió emitiendo una licencia que permite a Chevron bombear petróleo venezolano para exportarlo a Estados Unidos (alrededor de 145.000 barriles por día), un acuerdo que ha inyectado más de 1.200 millones de dólares en el país en el primer semestre de 2023, impulsando una economía destrozada por una colapso que duró una década y que había recortado más del 70 por ciento del PIB del país.
Durante el mes de septiembre, aproximadamente 50.000 migrantes venezolanos cruzaron la frontera de Estados Unidos de manera irregular, la cifra más alta registrada desde Venezuela.
La perseverancia de la administración Biden en buscar un acuerdo electoral que justifique un alivio al menos parcial de las sanciones se ha visto impulsada por el aumento de la migración a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos, una tendencia que podría afectar las perspectivas de reelección del presidente en 2024. Durante el mes de septiembre, aproximadamente 50.000 migrantes venezolanos cruzaron la frontera de Estados Unidos de manera irregular, la cifra más alta registrada desde Venezuela según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Mientras tanto, los venezolanos son preponderantes entre los flujos masivos de migración indocumentada a través del Tapón del Darién entre Colombia y Panamá: constituyeron el 78 por ciento de las personas que caminaron por la selva en septiembre. El 5 de octubre, el gobierno de Estados Unidos anunció que reanudaría los vuelos de deportación directos a Venezuela tras un acuerdo que había alcanzado con el gobierno de Maduro (el primer vuelo de este tipo aterrizó en Venezuela el 18 de octubre). En palabras de un funcionario estadounidense: “Si Maduro coopera en materia de migración, será más fácil para la Casa Blanca aceptar un acuerdo”.
Del lado venezolano, las presiones económicas han atenuado la tradicional reticencia del gobierno de Maduro a tomar medidas que puedan amenazar su control del poder. En pocas palabras, el gobierno necesita aumentar los ingresos, especialmente los provenientes de las exportaciones de petróleo, en anticipación a la campaña electoral de 2024. Incluso en un sistema que se inclina fuertemente en la dirección del gobierno, enfrentan una presión cada vez mayor por parte de miembros que alguna vez fueron incondicionales de su coalición. Los trabajadores del sector público, que tradicionalmente han abrazado el chavismo, la ideología defendida por el fallecido presidente Hugo Chávez y su sucesor Maduro, sufren salarios extremadamente bajos en bolívares en una economía cada vez más dolarizada. Han encabezado numerosas protestas durante el año pasado. Aparte de varios meses de crecimiento respetable en 2022, la economía venezolana no ha podido mantener nada parecido a las tasas de recuperación que necesita: según una estimación de un experto, necesitará crecer al 6 por ciento en 21 años para restaurar el PIB de 2014. Ahora que el gobierno de Estados Unidos ha proporcionado un amplio alivio de las sanciones a los sectores del petróleo y el gas, una preocupación clave para el gobierno es si será suficiente para producir un auge económico preelectoral que podría apuntalar el apoyo al gobierno después de 24 años. en la oficina.
Por su parte, la oposición venezolana ha anhelado desde hace mucho tiempo un acuerdo que le permitiría competir en mejores términos con el gobierno en unas elecciones.
Por su parte, la oposición venezolana ha anhelado desde hace mucho tiempo un acuerdo que le permitiría competir en mejores términos con el gobierno en unas elecciones. Por una buena razón: las últimas elecciones celebradas en condiciones justas –es decir, las elecciones legislativas de 2015– marcaron la peor derrota del chavismo desde que asumió el poder en 1999. El avance de Barbados se produjo pocos días antes del 22 de octubre, cuando la Plataforma Unitaria celebrará las primarias. ¶
El siguiente documento está tomado de publicación de Sala 58, con fecha de ayer:
LECTURA DEL ACUERDO PARCIAL SOBRE LA APROBACIÓN DE DERECHOS POLÍTICOS Y GARANTÍAS ELECTORALES
Las partes designadas a efectos de este proceso, como el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la Plataforma Unitaria de Venezuela, actuando de conformidad con lo previsto en el memorando de entendimiento suscrito el 13 de agosto de 2021 en Ciudad de México, actuando bajo el amparo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica de Procesos Electorales y demás normas aplicables, comprometidas con el fortalecimiento de una democracia inclusiva y una cultura de tolerancia y convivencia política, ratificada la voluntad de acordar las condiciones necesarias para que se lleven a cabo los procesos electorales consagrados en la Constitución con todas las garantías, rechazando cualquier forma de violencia política en contra de Venezuela, su Estado y sus instituciones, atendiendo a lo previsto en los numerales 1 y 2 de la agenda convenida referido a los derechos políticos y las garantías electorales para todos, con base en lo establecido en el numeral 2 de los términos generales contenidos en el memorando de entendimiento antes referido, acuerdan:
1) Las partes se reconocen y respetan el derecho de cada actor político de seleccionar su candidato para las elecciones presidenciales, de manera libre y conforme a sus mecanismos internos, atendiendo a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la ley.
2) Las partes promoverán de manera conjunta ante el Consejo Nacional Electoral, como órgano constitucional rector de los procesos electorales, un conjunto de garantías electorales para todos los actores, para el venidero proceso comicial presidencial, teniendo como base lo previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica de Procesos Electorales y demás normas jurídicas aplicables.
3) Las garantías electorales para todos los actores a que hace referencia este acuerdo parcial, y que serán promovidas conjuntamente por las partes, incluirán los siguientes aspectos: 1. proponer que el proceso electoral presidencial se realice en el segundo semestre del año 2024, atendiendo al cronograma constitucional; 2. La ejecución de la actualización del registro electoral permanente, incluyendo: a. Jornadas especiales de inscripción y actualización; b. campañas de información y promoción de la inscripción y actualización de datos; c. establecimiento de puntos de inscripción y actualización en todo el territorio nacional, con presencia de testigos de los actores política; d. continuación del proceso de cedulación en todo el país, y desarrollo de operativos especiales de cedulación de conformidad con la ley; e. realización de jornada de actualización del registro electoral en el extranjero, sin más limitaciones que las previstas en la Constitución y la ley; f. depuración del registro electoral; 3. desarrollo de todas las auditorías previstas en el sistema electoral venezolano, incluyendo las relacionadas con el registro electoral, con la participación de todos los actores políticos, la observación internacional y los acompañantes nacionales de conformidad con la ley electoral.
4) Solicitud de invitación a misiones técnicas de observación electoral acordadas, incluidas la Unión Europea. el panel de expertos electorales de la ONU, la Unión Africana, la Unión Interamericana de organismos electorales y el Centro Carter, a los fines de observar el proceso electoral presidencial con estricto apego a la Constitución, la ley que los acuerdos suscritos con el poder electoral, sin perjuicio del derecho de los actores políticos a invitar acompañantes nacionales e internacionales dentro del marco de la ley.
5) Promoción de un discurso público y un clima político y social favorable al desarrollo de un proceso electoral pacífico y participativo, sin injerencias externas, con respeto a la ciudadanía, la autoridad electoral, los actores políticos y las leyes del país. Las partes rechazan cualquier forma de violencia en el ejercicio político, así como cualquier tipo de acciones que atenten contra la soberanía, la paz y la integridad territorial de Venezuela.
6). Exhorto a todos los actores políticos y funcionarios públicos para respetar y cumplir la normativa electoral y las decisiones del Consejo Nacional Electoral durante el desarrollo de la campaña.
7) Requerir a las autoridades competentes la adopción de medidas para garantizar la seguridad, libertad de circulación y reunión para todos los candidatos en todo el territorio nacional, sin más limitaciones que las previstas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la ley, las partes promoverán que sea levantada cualquier medida que pueda afectar la seguridad de los candidatos y otros actores políticos.
8) Reconocimiento del derecho de los actores políticos a disponer de mecanismos de financiamiento transparentes que aseguren la pulcritud en su origen y manejò sin más limitaciones que las previstas en la constitución y la ley.
9) Promoción del equilibrio en los medios de comunicación públicos y privados, así como asegurar la igualdad de todos los candidatos en el acceso a los medios de comunicación y redes sociales nacionales e internacionales, así como en espacios públicos bajo la administración del Estado, dentro del marco de lo previsto en la legislación nacional.
10) Se promoverá la participación de todos los medios de comunicación. locales, nacionales e internacionales, y redes sociales en la cobertura de la campaña electoral, conforme a lo previsto en la ley y los procedimientos establecidos por las autoridades competentes.
11). Se promoverá a todos los candidatos presidenciales y partidos políticos, siempre que cumplan con los requisitos establecidos para participar en la elección presidencial, consistente con los procedimientos establecidos en la ley venezolana. Así mismo, conforme a los principios de celeridad, eficiencia y eficacia recogidos en la Constitución.
12). Reconocimiento público de los resultados de los comicios presidenciales.
13) Las partes procurarán que las condiciones electorales a las que hace referencia este acuerdo sean igualmente aplicables para el resto de los procesos electorales que corresponda desarrollar conforme al cronograma constitucional de elecciones, sin perjuicio de que puedan ser ampliadas para dichos procesos.
14). En concordancia con el punto 7 de la agenda acordada y contenida en el memorando de entendimiento, las partes han definido un mecanismo de seguimiento y verificación conforme a las pautas que rigen el proceso de diálogo y negociación.
15). En el marco de la agenda acordada en el memorando de entendimiento, las partes continuarán el proceso de diálogo y negociación con relación a otras medidas orientadas al fortalecimiento de una democracia inclusiva y una cultura de tolerancia y convivencia política, así como de respeto a los derechos humanos, entendiendo la necesidad de que sean levantadas las sanciones contra el estado venezolano y reivindicando como derechos irrenunciables de la nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional. ¶
El primer portal venezolano en Internet fue analitica.com. En él publiqué unos primeros trabajos, antes de que mi hijo mayor me explicara la noción de «marca personal» y montara para mí doctorpolitico.com.Había borrado de mis archivos, y encontré recientemente luego de una rápida búsqueda en la red, el trabajo que transcribo de seguidas, que se hizo necesario luego de difamación e injuria en mi contra alojadas en aquel espacio pionero.
Réplica a una calumnia de Basilio Plaza
28 de febrero de 2004
Haciendo una búsqueda en Internet me he topado con una página publicada en Analitica con fecha del 1º de marzo de 2000, en la que un tal señor Basilio Plaza, muy mal informado y, por ende, con gran irresponsabilidad, expone lo siguiente:
«Cerró El Diario de Caracas y su editor-gerente, Luis Enrique Alcalá, hombre de confianza de Hans Neumann, le echa la culpa a su exdirector Adolfo Herrera y al equipo periodístico de Herrera, al cual el mismo Alcalá había despedido hace algunos meses, como si los periodistas fueran los gestores de una operación financiera que fue siempre mala. De todos modos no hay problema, los periodistas están ya acostumbrados a que se les culpe de todo lo que no funciona.
Lo patético, en este caso, es que el señor Alcalá parece haber expuesto negativa e injustamente el prestigio personal y profesional de sus periodistas en público, como justificación ante el personal del periódico para su cierre. El señor Alcalá, por cierto, es el mismo que quebró La Columna de Maracaibo”.*
En ningún momento eché la culpa del cierre de El Diario de Caracas, acaecido en febrero de 2000, al periodista Adolfo Herrera, como tampoco al equipo periodístico allí reunido. Es más, en ningún momento he hecho pública opinión alguna respecto de esa circunstancia, por lo que no logro comprender cómo el Sr. Plaza hace sus afirmaciones. Por lo contrario, informé a los periodistas y el resto del personal a mi cargo sobre las intenciones de cierre de inmediato, contrariando expresos e interesados requerimientos de la gerencia del periódico, y expuse las razones que el dueño me ofrecía, entre las que nunca hubo un juicio negativo sobre el equipo de redacción.
Por otra parte, dirigí el periódico por escasos cuatro meses, cuando el hoy difunto Hans Neumann me llamó para que me encargara de un proyecto al que el mismo Neumann había ya desahuciado en razón de su poquísima circulación y casi inexistente inversión publicitaria. En esa ocasión pretendió que yo pudiera darle un vuelco al medio en dos meses, plazo que logré extender a tres. Cuando habían transcurrido los dos primeros meses (noviembre de 1999) fui llamado de nuevo por el Sr. Neumann, entonces confinado a una silla de ruedas, para decirme que estaba “muy, pero muy contento” con mi trabajo y que me “tomara mi tiempo”, pues en los momentos su condición financiera personal había mejorado y podía, por tanto, disminuir la presión que había colocado sobre mí al convocarme inicialmente. Ya el periódico había mostrado signos de recuperación en su circulación y un nuevo concepto propuesto por mí había suscitado el entusiasmo del personal, desde la redacción hasta el departamento de rotativa.
Las razones para el cierre del periódico me fueron expuestas el 6 de enero de 2000, y no se materializaron hasta el mes siguiente. Ese día Hans Neumann me expuso que él creía su deber patriótico hacer todo lo que estuviera en sus manos para combatir a Hugo Chávez (para quien las rotativas de Neumann, sin escrúpulo, imprimieron el fallecido “Correo del Presidente”), y que quería que le entregase la dirección del periódico a Teodoro Petkoff, cosa que le habría sido solicitada por representación de Allan Randolph Brewer Carías y Pedro Nikken en diciembre de 1999 en su casa de la isla Moustique. También me ofreció entonces que dirigiese el proyecto de un “Semanario de Caracas”, que en algún momento yo había sugerido como modo de salvar al periódico. De este intercambio hay testigos.
A esta exigencia respondí que el periódico era de su propiedad y que podía hacer con él lo que le pareciera conveniente. Si insistía sobre el punto entregaría el cargo de Editor a Petkoff, y le dije que no aceptaría la capiti diminutio del inexistente semanario. También predije que el proyecto editorial de Petkoff no funcionaría, porque no debe hacerse periodismo como proyecto político, en notas escritas remitidas a Neumann al día siguiente y de las que guardo copia. Las posteriores dificultades financieras de Tal Cual, así como su volumen de circulación, terminaron por darme la razón.
Por lo que respecta al personal periodístico de El Diario de Caracas que tuve el honor de dirigir, dificulto que otro director del mismo hubiera logrado mejor empatía y espíritu de equipo que el suscrito, como podrá comprobarse preguntando directamente a los periodistas. Los únicos periodistas de cuyos servicios prescindí no dieron, simplemente, la talla, y uno en particular exhibió grave irresponsabilidad. Otro evidenciaba manejos turbios. De resto, trabajé con los periodistas ensamblados por Adolfo Herrera, de quien en ningún momento me he expresado en términos negativos.
Y en lo tocante al diario La Columna de Maracaibo, dejé de ser su Editor Ejecutivo en abril de 1990, nueve años antes de su cierre, por lo que mal pudiera haber sido, como afirma maliciosamente el Sr. Plaza, quien “quebró La Columna de Maracaibo”. Dirigí el proyecto del relanzamiento de La Columna desde el 10 de marzo de 1989 hasta el 20 de abril de 1990. El periódico, cerrado a mediados de 1988, reapareció bajo mi conducción el 8 de septiembre de 1989. En seis meses (febrero de 1990) había alcanzado el primer lugar de circulación en Maracaibo, superando al formidable oponente de Panorama donde habían fracasado antes en el intento el Diario de Occidente, Crítica, El Zuliano y El Nacional de Occidente. En abril de ese mismo año la inversión publicitaria, jamás vista en La Columna, había llevado la gestión financiera del periódico a punto de equilibrio (en ocho meses). En julio de ese año el periódico obtuvo el Premio Nacional de Periodismo (a los diez meses del arranque), en competencia con El Nacional y La Religión, que cumplía entonces 100 años de existencia. No pude celebrar el premio con los periodistas, pues mi salida fue forzada a fines de abril por desavenencias de principios con el Dr. Gustavo Gómez López, financista de La Columna.
Nunca ha habido en Venezuela un proyecto periodístico más hermoso y mejor dirigido que La Columna de septiembre de 1989 hasta abril de 1990. Los periodistas no se iban a descansar a sus casas, pues el rico ambiente de trabajo les hacía permanecer, disfrutando, en los predios del periódico después que sus deberes habían terminado. Tanto en el caso de La Columna como en el de El Diario de Caracas mi mayor orgullo ha sido, justamente, la fraternal y feliz relación con sus periodistas, que tenían en mí a su mejor defensor. El tiempo y los recursos que fueron luego puestos a disposición de Petkoff jamás me fueron ofrecidos.
Dicho sea de paso, en La Columna quedaba bajo mi mando no sólo la redacción y edición del diario, sino también su gestión comercial. Éste no era el caso de El Diario de Caracas, donde el ámbito comercial respondía a una gerencia independiente, fuera de mi responsabilidad y no poco divergente de los criterios que en todo caso propuse.
No conocía la calumniosa y totalmente mentirosa difamación del Sr. Basilio Plaza hasta hoy, a casi cuatro años de su mal intencionada nota. Como es el caso, sin embargo, que sus falsas y maliciosas aseveraciones reposan aún en los archivos de Analítica, escribo la relación antecedente la que, para los periodistas de El Diario de Caracas y La Columna con quienes tuve el honor de hacer periodismo, sería totalmente innecesaria.¶
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difamarDesacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama.
calumniar Atribuir falsa y maliciosamente a alguien palabras, actos o intenciones deshonrosas.
Diccionario de la Lengua Española
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Nota de esta fecha: En diciembre de 1999 recibí una llamada desde Maracaibo, mientras aún ejercía como Editor Jefe de El Diario de Caracas. Quien estaba al otro lado se identificó como Director de La Columna, y solicitó ayuda financiera de nosotros. Supongo que tenía a Hans Neumann por persona a quien le sobraba el dinero, y si La Columna aún se editaba nueve años después de que me hubiera ido de Maracaibo difícilmente hubiera podido llevarla a la bancarrota.
Como nunca antes el mundo indígena es de especial interés para nuestros tiempos modernos. En un mundo tan convulso, de enormes diferencias, guerras atroces y lapidarias, una gran preocupación por el cambio climático, el efecto invernadero, la defensa de la naturaleza, invasiones de inmigrantes en busca de mejores calidad de vida (hasta se ha renombrado al Mediterráneo como un gran cementerio), sin hablar de las travesías por la temible y hasta ahora inexpugnable selva del Darién, con el resultado de las experiencias de niños, mujeres, hombres tragados por el embate de la naturaleza y la pobreza. Hasta ahora, el ser humano trató de combatir los efectos trágicos de la naturaleza, de dominarla para aprovecharla en su beneficio; ahora parecería que ésta se está vengando de su abuso y reclama su necesaria existencia.
En paralelo a estos efectos, el desarrollo tecnológico ha alcanzado avances inimaginables. Inteligencia artificial, robotización, metaverso, algoritmos, control de la información por redes sociales mundiales (infotecnología), biotecnología y su modificación de genes, medicina química… Acompañado de un afán de control por el poder mundial, hegemónico, de las grandes naciones.
En fin, estamos en presencia de un sinnúmero de acontecimientos que nos hace apreciar un futuro pleno de incertidumbre. Entonces, la humanidad busca otras maneras de alcanzar lo que se llamaría su desarrollo.
También estamos descubriendo como nunca la dimensión de nuestro universo, casi desconocido. Recientemente, el telescopio espacial James Webb nos ha dado a conocer con sus imágenes ese espacio al cual pertenecemos, pero del cual sabemos tan poco. Presentimos un cierto orden cósmico donde el renacer y la extinción existen, una multiplicidad creativa, donde cabe la violencia atenuada por un infinito orden no caótico. Nuestras religiones intuitivamente llamaron a este orden espacial de diferentes maneras. Una de estas fue Dios y otras, diferentes, relacionándolas con la vida concreta, pero mirando hacia lo sobrenatural como los tantos dioses existentes de nuestra historia diversa y milenaria.
Estos factores plenos de temores contemporáneos y el descubrimiento del origen de nuestro hábitat universal nos hacen reflexionar sobre otras vidas más acordes con la naturaleza y hasta quizás más ordenadas con la convivencia material y espiritual.
Es en ese sentido que con la curaduría de Johanna Pérez Daza y María Teresa Boulton, los espacios culturales de la Universidad Católica Andrés Bello, el apoyo económico del Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE) a través de la Embajada Suiza en Venezuela, la cooperación con su archivo de Brandli de c&fe hemos ideado la exposición “Orígenes y originarios” con el magnífico trabajo fotográfico de la artista suizo-venezolana Barbara Brändli (archivo c&fe), imágenes recientes del universo tomadas por el telescopio James Webb y la música electrónica de LaSirenLaZiren de Andrea Ludovic y Janis Denis. Esta exposición fue pensada con el propósito de ambientar y relacionar un mundo apartado de nuestras vidas, ahora mayormente cosmopolitas, pero que son instrumentos para la reflexión y aprendizaje.
Barbara Brändli, premio nacional de fotografía 1994, convivió con los yanomami* y senemá por varios años. Era cercana a su cultura y fundamentalmente a su humanidad y dignidad como seres humanos. Sus fotografías dan fe de esta búsqueda primordial. Aunque no estuvo específicamente interesada en la mitología, convivía con ésta como parte de la comunidad tribal. Descubrió que la importancia del mito para los integrantes de estas etnias va más allá de los relatos de creación del mundo, repetidos generación tras generación, sino que en sí mismos son expresión y sustancia del mundo espiritual, siendo para ellos realidades que expresan su cosmogonía, su visión del mundo y de la vida. (Isabel Aretz, 1992). El sol y la luna, astros cercanos a su visión y experiencias temporales cíclicas, fueron sus guías para relacionarlos con la vida terrestre. Por eso Barbara titula el libro que recoge su trabajo indigenista, “Los hijos de la Luna” (1974). Ronny Velásquez en Mitos de creación de la Cuenca del Orinoco, expresa que el mito es la primera elaboración que realizan los seres humanos en todas partes de la tierra (…) Así se conjugan los elementos arquetipales que se vuelven realidad en el ritual y, así, son explicados míticamente.
En esta búsqueda del origen cosmogénico inspirado por las imágenes de Barbara Brändli, hemos conocido asimismo el origen de nuestro universo mostrado a través de las pesquisas astronómicas del telescopio James Webb y decidimos relacionar el origen mitológico indígena con el origen de nuestro universo, acompañados de la creación de arquetipos terrenales. Una osada tentativa, que solo se puede emprender a través del arte y la imaginación.
Allí entonces tenemos que iniciarnos en el pensamiento diferenciado y coexistente. Según Einstein, las cosas pueden percibirse de manera distinta dependiendo del punto de vista del observador, incluso en lo referido a dimensiones que hasta el momento se pensaban absolutas, como el tiempo o el espacio. Las teorías de Einstein permitieron el surgimiento de la cosmología, que es una rama de la física dedicada a la determinación de las condiciones del origen del universo.
Por una parte, vale preguntarse: ¿Podría ser que estos relatos míticos nos enseñen algo del conocimiento de nuestro universo? ¿Por qué no contemplar y estudiar estos otros orígenes con nuevos conceptos más fluidos? En un libro de mi autoría, Los originarios contemporáneos, (2019), en una entrevista hecha al fotógrafo indigenista Emilio Guzmán, éste expresa que urgía la autoconciencia indígena y capacitarlos para que dieran continuidad a este conocimiento. De hecho se creó, del cual fue cofundador en 2010, la Universidad Experimental Indígena del Tauca, estado Bolívar, idea creada por el jesuita José María Korta y apoyada por el Gobierno Nacional de esos años, cuyo objetivo, además de la defensa cultural y organizativa, era desarrollar este pensamiento y quizás aliar mitología y matemática. El primer rector fue Esteban Monsonyi y últimamente su principal rector es un indígena jivi, ex-alumno. En este proyecto se incluía, por los ancianos de los pueblos, la versión oral de estas creencias para así conservar estos conocimientos del modo original como fueron trasmitidos de generación a generación. No sé si este intento prosperó en el tiempo: eran fuentes de conocimiento a ser integrados y aprovechados para el saber humano. Lamentablemente, en los últimos años esta única universidad en su género fue saqueada, estudiantes y profesores, algunos indígenas graduados, amenazados sin recibir algún apoyo gubernamental. No sé si ha logrado sobrevivir.
Por otra parte, hay que puntualizar que, desde el principio de la conciencia humana, la música fue parte de su expresión. Para acompañar este mundo de fuentes originales la música electrónica compuesta y cantada por Andrea Ludovic y la mezzosoprano Janis Denis acompañan estos sentimientos originarios. En la obra “Stella Maris” se encuentran dos referencias cosmogónicas: la primera es cristiana. “Stella Maris” es el significado en latín de “María del Mar” estrella del mar que le otorgaba esperanza y luz a los marineros. La otra es griega, “sirena blanca”, criatura que desviaba a los marinos y los arrobaba con su canto. Ambos símbolos son opuestos, pero tienen en común la relación panteísta del ser humano con su entorno, relación por la cual cielo, tierra y animales poseían un espíritu, un alma, una conciencia que dialoga directamente con los hombres por medio del rito. Es así como el ritual de hablar con los peces o de hablar con las estrellas se entroniza en esta canción o, mejor dicho, en las máquinas que hacen de esta una apuesta por unir el origen con el futuro. Objetivo que contiene asimismo el concepto de la exposición “Orígenes y originarios”, el cual es encontrar una síntesis de un universo, juntando y pensando el pasado con el presente y contemplar, a través de nuestra sensibilidad, el complejo legado ancestral para abrirnos a un igualmente complejo y beneficioso futuro. ¶
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* …en la cosmogonía Morales-Chávez los aborígenes del continente eran seres angélicos, intocados por la maldad que, como viruela, trajeron los españoles. ¿Cuántas muertes, cuántos genocidios conoció nuestro condominio continental antes de que a la Reina Isabel se le ocurriera financiar con sus joyas la atrevida aventura de Colón? La palabra makiritare significa sencillamente «hombre», por lo que estaba implicado que ninguna otra tribu era humana. Por eso los maquiritare decían waika o «infrahumano» a los yanomami, a quienes procuraron exterminar. Sostener que España vino a fregar la existencia a un idílico universo de hombres buenos y felices es una colosal tontería, pues antes del Descubrimiento estas tierras vieron la sangre que los humanos sabemos verter en toda latitud y toda época. (Cuentas por cobrar, 30 de octubre de 2003).
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Conocí a Bárbara Brändlï gracias a mi paso por la Fundación Neumann, que estableciera el Instituto de Diseño Neumann-INCE. Bárbara era allí Profesora de Fotografía. Luego la visitaría en su casa de la urbanización Santa Cecilia (cerca de La Casona), donde vivía con su esposo, el arquitecto Augusto Tobito, mencionado en este blog en Tomás. Los hijos de la luna tuvo como coautor al sacerdote antropólogo Daniel de Barandiarán, uno de los numerosos profesores de Religión—ninguno nos aguantaba—que tuvimos quienes nos graduamos en la primera promoción de bachilleres del Colegio La Salle en La Colina (1959). En el texto de María Teresa Boulton se menciona a Esteban Emilio Monsonyi, de quien supe en 1962 en una reunión del Movimiento Universitario Católico de la Universidad Central de Venezuela. Allí tomó la palabra y dijo: «Seré breve. Empezaré por la creación». Las risas y abucheos no le permitieron decir más nada.
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Uno de los grandes éxitos del maravilloso grupo Mecano es justamente Hijo de la luna (1986). Helo aquí:
El 2 de junio de 2017 hice constar, enDe un proyecto irrealizado,que emprendí por empujones de José Rafael Revenga y Victoria Destefano, prologuistas—junto con Ramón J. Velásquez—de Las élites culposas, todos desaparecidos, un ejercicio de política ficción. De tal emprendimiento guardo pocos trozos, como el que se pone abajo. La comparecencia del imaginario Santiago de Las Casas al Instituto Pedro Gual—dirigido en tiempos pasados por el increíble Alfredo Toro Hardy, quien alguna vez me invitó a exponer allí—jamás tuvo lugar.Las iniciales JACD corresponden a un tal José Antonio Caballero Díaz, quien redactara las minutas de las imaginarias sesiones de unos tales Coloquios de Juan Griego.
El texto que sigue es versión escrita, compendiada y editada de una grabación de la charla que, con el título que antecede, fue ofrecida por el Dr. Santiago De Las Casas, el 18 de enero de 2008, en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela. No ha recibido el visto bueno del conferencista, aunque sí el disgusto de la Cancillería. Quien lo invitó a hablar, pensó que en virtud de antiguas posiciones, y de su amistad con Iñaki Anasagasti, disertaría con simpatía mayor por el gobierno venezolano. De Las Casas no hizo ninguna crítica especial contra el proyecto oficial, pero sí se declaró contrario a toda ideología. JACD
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Hola a todos. Es un gran gusto conversar con ustedes en este nuevo programa del Instituto Pedro Gual. Este sobrino de Manuel, quien luchó ya en 1797 para independizar a los venezolanos de la nación que se llama como su socio revolucionario, José María España, sufrió junto con su familia las represalias españolas por los hechos de su tío; es decir, de gente como yo y como mis padres, que somos peninsulares.
La Independencia de las colonias americanas de España fue, ciertamente, un desgarrón inmenso. Para España fue una amputación que no quiere recordar. En los siete tomos de la historia española de Alfaguara, la relación de sus vicisitudes no alcanza a las diez páginas, procurando minimizar su significado. Hoy España ha cambiado, y si antes era madre de la que los hijos se emanciparon con violencia que respondía a la suya, ahora entiende que no es otra cosa que vuestra hermana. Por lo demás, el Maestro Pedro Grases demostró a la Generalitat catalana cómo el Bolívar tardío era un Bolívar hispánico, cómo su último sueño era un gobierno republicano en la Península, al que hubiera dedicado otro juramento y otras batallas si las fuerzas no le hubieran faltado.
Me siento aquí, pues, como en mi propia casa, donde declaro mi admiración por Pedro Gual, el gran político y diplomático nacido en esta ciudad de Caracas el mismo año que el Libertador, secretario personal de Francisco de Miranda, tres veces Presidente de la Sociedad Patriótica, Ministro de Hacienda y Relaciones Exteriores de la Gran Colombia.
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Hoy quiero proponer a ustedes tan sólo tres nociones elementales pero también fundamentales de política: que ella no es una ciencia, sino una profesión; que los pueblos son el sujeto que la ocupa; que no son las naciones la última unidad significativa de esos pueblos.
Naturalmente, hay escuelas de ciencias políticas. Yo mismo he dado clases en una. ¿No es, entonces, la política una ciencia? ¿Qué aprenden sus estudiantes sino, precisamente, política?
De la política lo más importante es aprender a hacerla como se debe. Pero no es esto lo que enseñan los estudios de ciencias políticas, puesto que no enseñan el oficio. En los centros que las enseñan, por cierto, se habla cada vez más acerca de la ciencia y la tecnología de la decisión, pero las técnicas de cálculo de esta disciplina se aplican, lamentablemente, sólo a muy contados casos. Lo que las ciencias políticas logran es ayudar a entender la política, no a hacerla.
Un ejemplo puede aclarar lo que quiero decir. Creo que fue a mediados de los ochenta cuando vi, por casualidad, un capítulo de una telenovela brasileña: “Una mujer llamada Malú”. Malú era una madre soltera con una hija de unos doce o trece años de edad, y llegaba a su casa después de una más de sus jornadas infructuosas en busca de empleo. La hija le preguntó por qué le resultaba tan difícil conseguirlo y ella contestó: “Es que la sociología no es una profesión”.
Malú tenía razón. La sociología no es una profesión, sino una ciencia, bastante incipiente, por cierto. Si uno va a los laboratorios del IVIC y se topa con alguien que trabaje, digamos, en fisiología celular y uno le pregunta cuál es su profesión, no oiremos que nos contesta que su profesión es la fisiología. Nos dirá que su profesión es la de investigador. La fisiología es un campo, una disciplina, una ciencia, pero no una profesión. Del mismo modo son ciencias y no profesiones la sociología, la antropología, la politología y aún la misma economía. Es la política, la ocupación de resolver problemas públicos, lo que es una profesión, que se ejerce desde distintas posiciones. Hay algunos políticos que ejercen su profesión clínicamente, limitando su acción hasta la prescripción de los tratamientos. Otros son más médicos de cabecera o políticos terapeutas o cirujanos, más directamente involucrados en operaciones o aplicaciones de los tratamientos. Hay políticos generales, análogos a los médicos que hacen medicina general. Hay políticos especialistas, como los hay también en la profesión médica.
Debiera haber, por supuesto, escuelas de Política como las hay de Medicina. La Medicina tampoco es una ciencia. Existe lo que se llama «ciencias médicas», ciencias auxiliares de la Medicina como la Fisiología o la Bioquímica o la Embriología. Pero ella es, en sí misma, una profesión, un oficio.¶
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