Club Campestre Los Cuartillos

En Día de los Inocentes, complacemos peticiones pidiendo un bis de Aquiles Nazoa

Piscina del Club Campestre Los Cortijos, el modelo de Nazoa

 

Nos encontramos en los aristocráticos salones del Club Campestre Los Cuartillo, la tarde de un domingo. En el salón de recreo, algunos de los miembros más distinguidos juegan dominó. Todos están sin saco, con el sombrero puesto, las elásticas caídas sobre los fondillos, los pantalones desabrochados a la altura de la barriga y un cigarro detrás de la oreja. En la biblioteca y discoteca —llamada también «billoteca y discotea» por los miembros más nuevos— hay una motorola que toca un concierto de música clásica a base de «Júrame», la «Serenata» de Schubert y «Estrellita» en inglés. Por todas partes se ven educativas tablillas que dicen: «Se prohibe escupir en las matas», o bien: «Sea decente. No bote cabos de tabaco en la piscina». De paso para el jardín viene una tal Cuchi, dama bastante antigua, más cursi que mondongo en copita y fea como el cará. Como hoy es uno de los días señalados por el reglamento del club, para que sus miembros vistan el traje típico venezolano, la tal Cuchi lleva una sencilla indumentaria criolla, consistente en unas alpargatas blancas de esas que dicen «Souvenir of Venezuela», unos pantalones de los llamados pescadores y una cotica bordada con motivos tropicales. Con todo lo cual, lo que Cuchi parece no es precisamente una persona decente, sino un «pato» disfrazado de apache. Cerca de ella hay otras dos socias del aristocrático club, que en ese momento se ponen los sombreros de sus maridos para retratarse con ellos puestos y haciendo una venia militar. Hecha la fotografía, las espirituales consocias siguen paseando. Una de ellas ve a Cuchi y da un brinquito de sorpresa.

—Ay, me privo: Ahí esta Cuchi Hueleperro… Jaló, Cuchi!

—¡Plasty! No me digas que eres tú. ¿Y ese milagro tú en el clús?

—Guá, con William Guillermo, que está antojadísimo de comer unas caraotas con langosta. Tú sabes que él se chifla por la comida criolla.

—¿Y dónde está ese sanababiche? No lo veo desde Mayami Flórida.

—Fue hasta la casa un momento en el carro. Figúrate que vino con intenciones de darse un baño en la piscina, y tuvo que devolverse porque se le olvidó el jabón… ¿Y ustedes no se conocen?

—Cómo no, niña… ¿Usted no es la cuñada del doctor Peter Pérez?

—No, usted me confunde con Puppy. Yo soy Ñoñi.

—¿Ñoñi? Yo tengo una sobrinita haciendo el jai escul en Canadá, que también se llama Ñoñi. Que confidencia, ¿verdad? ¿Y qué está haciendo Peter ahora?

—Sigue en París. En la última carta nos decía que pensaba dictar una transferencia en la Universidad de Las Hormonas.

—Ay, eso es fantástico. ¿Y sobre qué versaba la coincidencia?

—Guá, sobre antropología. Usted sabe que él se graduó de antropófago.

—Niña, ese Peter es inmortal. Cuando yo estuve en Europa, puede decirse que pasamos todo el año santo juntos. Primero fue en París… Me meto en el Museo de la Ubre, y con el primero que me encuentro es con Peter.

—Ah sí, él nos mandó la fotografía que se sacaron junto a la Momia Luisa.

—Bueno, después nos volvimos a encontrar en Roma cuando fuimos a visitar las cacatumbas. La última vez que lo vi fue en la canal…

—¿En la canal? ¿Y qué hacían ustedes en una canal, Cuchi?

—Guá, niña, en la Canal de Venecia. ¿No te acuerdas que te mandé una postal diciéndote que había paseado en gandola y todo?

—Ah, cómo no. Sí hombre, si Freddicito me contó que hasta tuviste un romance con el hombre que manejaba la gandola.

—Ay sí. Esos bandoleros son muy románticos.

—A propósito de romántico: ¿quieres ir esta noche al concierto de Elena Rubistein?

—No, gracias. Yo nunca voy a conciertos. A mi no me gusta dormir fuera de casa. Además, tú sabes que en casa tenemos piano.

En ese momento, de un cercano cocotero se desprende un enorme coco. Y habiendo abajo tantos nuevos ricos dignos de un cocazo el contundente fruto va a caer directamente—oh justicia divina, dónde estás—en la cabeza de un inocente mesonero. ¶

Aquiles Nazoa

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Las Muñoz Marín salen de compras

El dueño del humor venezolano

 

Conocí a Aquiles Nazoa por casualidad, mientras trabajaba en Corimón. Por mis labores en la Fundación Neumann debía supervisar la producción de libros en Editorial Arte, ya mudada de La Candelaria a Los Ruices Sur. En una tarde que se terminaba, todavía estaba en funciones cuando llegó Nazoa; extrajo un gurrufío y procedió a disertar acerca de su origen, pues su humor tenía mucho de costumbrismo. A partir de allí se hizo habitué de tertulias que pronto se celebraban los sábados antes del mediodía, y yo procuraba no faltar para consumir el vino blanco y escucharlo.

Gurrufío

El texto transcrito abajo, un retrato de damas que calzan la definición de sifrinas,* incluido en el volumen Humor-y-amor-de-Aquiles-Nazoa, era uno de mis favoritos y lo había extraviado.

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En Sears una señora andaba como una hormiga loca sin resolverse por nada, cuando se topó con otra señora que también andaba como una hormiga loca.

—Guás, niña, óuh, tú por aquí! Yo te hacia en la vieja.

—¿Cuál vieja?

—La Vieja Uropas.

—Pues no. A última hora resolvimos dejar el viaje para el año retro-próximo venidero. ¿Y tús, qué haces por aquís?

—Ay niña, loca buscando un fulano papel tualé de Navidad que no se consigue. ¡No sé como van a hacer pupú esos niños este año!… ¿Y esos discos que llevas ahí, qué son?

—Música plástica. Tú sabes que a Freddicito le ha dado por la música plástica desde que vio el Valle Ruso en Nueva York. Aquí le llevo la Sí- filis de Chaplín, La Hipotética de Charcosqui, y una sinfonía de Schubert que me dieron más barata porque le falta un disco—¿Y eso fue todo lo que compraste? ¿Por qué no compraste la novela de Beethoven el Divino Sórdido?

—Ya la tenemos. Freddicito la compró en Nueva York tocada por la orquesta de Arturo Brinquinini. También tenemos El Mascanueces, El Lago de los Chismes, El Manubrio Azul, y una ópera que se llama Tristán y la Sorda de la Warner Bros.

—Niña, pero entonces ustedes tienen una discoteca completa.

—Y eso que tú no has visto la billoteca. ¡Tenemos una billoteca!… Todas las noches me pongo mis anteojos jazzband, abro una caja de manzanas y me acuesto a leer Don Cipote de la Mancha en inglés. ¡A mí me encanta Don Pipote!

—Tendrán muy buenos libros, ¿verdad?

—Naturalmente. Todos están forrados en cuero. Vamos hasta ahí, que estoy buscando unas velitas de vidrio de esas que tienen agua hervida por dentro y echan bombita.

—¿De esas que parecen unas ampolletas rosadas?

—Yes… ¿Verdad que son un sueño? Figúrate que Freddicito trajo dos cajas de Nueva York, ¿y tú crees que queda una para remedio?… Todas las hemos ido regalando entre nuestros amigos más ínfimos. Y a mí me dislocan esas condenadas velitas. Para ponérselas a las tortas de cumpleaños están soñadas. Uno las sopla y no se apagan como las otras.

—Ahí las tienes…

—Ah sí… (Llamando) Esteeem… ¡Mire, señorita! (Ahí viene, Pregúntale tú a cómo son).

—¿Very moch bólivar biutiful general electric merry critsmas?

—¿Cómo es el golpe?

—Ay, chica, como que no entiende. Esa mujer es nativa. Mire, señorita, ella le está preguntando que a cómo son esas velitas. (Qué horror, qué servicio tan pésimo; no sé cómo a estos americanos tan prácticos que son se les ocurre poner nativas a atender a uno. En Estados unidos todas las dependientas de tiendas saben hablar en inglés).

—¡Ay, mira quién viene allá!

—Ay, qué sorpresa. Cuchi Mogollón. Me privo. (Llamando) ¡Come jía, Cuchi!

—Jalou!… ¿Pero que hacen ustedes aquí? Yo las hacía en la Exposición de Huérfanos. ¿Ustedes no y que eran del Comité Organizador, pues?

—Yo sí, pero tuve que renunciar porque no me ha quedado tiempo para nada. Primero, despidiendo a William Guillermo que se fue para Mayami Flórida; después, recogiendo levitas viejas para los niños pobres: Total, no he tenido tiempo para nosing at oll.

—Yo también renuncie al Comité. No me he sentido muy bien después de aquella botella de ponche crema que nos tomamos el otro día en el desayuno. Bueno Cucky, ¿y cómo está tu marido?

—¡Guá, niña, en Estados Unidos. Tú sabes que a él lo mandaron en una Micción. Es que los dos gobiernos celebran el año el fifticentenario del Natalicio de la muerte del Libertador, y él va a pronunciar la oración lúgubre.

—¡Ay, prívense! ¡Miren aquella americana que viene allá!

—¡De veras, niña! ¡Que musiúa tan elegante! ¿Verdad que se parece a Majarete Truman?

—Bueno, yo las dejo. Voy a ver si me cambian un tráveler para comprar aquel juego de reinocerontes de yeso parados en dos patas. ¿Verdad que están soñados?

—Son fantásticos. Bueno, yo también me voy. Freddicito debe estar esperándome para ir a la piccina a practicar un poco de nutrición. Mañana damos un almuerzo criollo en casa. No dejes de ir por allá para que te tomes aunque sea una copita de mondongo. Babay…

—Gubay…
—So long… —Ariós!… —Iúuju!… —Iuju…
—Jasta luegou!… ¶

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  • sifrino, a Ve. Referido a persona, lechuguina, de gustos sofisticados o fatuos, y con cierto aire despectivo frente a lo que considera socialmente inferior. pop.

Diccionario de americanismos – Asociación de Academias de la Lengua Española.

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Hombre nuevo

Hans Neumann y su hija Ariana

 

A Luis Armando Alcalá Sucre, quien me ha regalado el libro de Ariana Neumann Anzola

 

El apellido Neumann es un nombre de origen alemán que significa «nuevo hombre». El apellido proviene del término medieval alemán neuenmann, que se usó para describir a alguien que recién había llegado a la región. Esto podría referirse a un inmigrante o un soldado recién llegado. También puede significar alguien que es nuevo en el oficio.

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Tuve la fortuna y el honor de trabajar para Hans Neumann Haasova en tres ocasiones. La primera comenzó en 1968. En diálogo reproducido en este blog con Caresse Lansberg, hija de Iván, cuento cómo se inició la cosa:

En 1968, yo era el Director del Instituto para el Desarrollo Económico y Social, cuyo principal cliente era el Dividendo Voluntario para la Comunidad, que Iván presidió antes de Hans. Éste quiso que me encargara de dirigir Acción en Venezuela, una organización de desarrollo comunal en barrios que él presidía entonces. Preparó para mí una intensa e interesante sesión de inducción y creyó que terminaría aceptando. Cuando me fue claro que declinaría el ofrecimiento, Hans estaba en Italia, adonde le hice llegar una carta que razonaba así: «Llevo mucho tiempo en actividades sin fines de lucro; ahora quisiera aprender de la empresa privada». Suponía que Hans perdería el interés en mí.

No recuerdo si fue la intuición de tu padre o que yo le hubiera comentado la misiva; lo cierto es que un día me llamó para decirme: «Luis Enrique: yo estoy en el ramo de seguros, en el de reaseguros, de corretaje de seguros y corretaje de reaseguros. Ahora estoy montando una holding de todas las empresas y quiero que vengas como mi mano derecha a trabajar en ella».

La oferta me entusiasmó y enorgulleció y le di mi asentimiento; Iván era hombre al que admiraba grandemente (…)

Bueno, por la tarde del jueves inmediatamente anterior recibí una llamada de Hans, recién llegado de Italia. Le escuché decir: «Sr. Alcalá: ¿va Ud. por fin a trabajar conmigo? ¿Sí o no?» Sorprendido, le pregunté: «¿Pero en qué, Sr. Neumann?» Entonces contestó: «Venga mañana a las 10 a mi oficina y aquí veremos». Al día siguiente me reuní con él y los dos vicepresidentes de Corimón, y de allí salí con el compromiso de empezar a trabajar para él como Asistente de la Presidencia.

Tenía el enorme problema de desencantar a tu padre, quien ya había dispuesto para mí una oficina y un escritorio. El domingo fui a la casa de la 4ª Avda. de Altamira y le conté, ofreciendo como justificación: «Sr. Lansberg, me da mucha pena y lo siento muchísimo, pero me atrae mucho más el mundo industrial que el de los servicios».

………

El primero de los tres períodos en los que trabajé con Handa fue aquél en el que no me atreví a tutearlo; él, por su parte, decía mi apellido como si fuera palabra esdrújula: «Sr. Álcala». Comencé en nómina el 1ro. de mayo de 1968, por lo que mi primer día de trabajo fue al día siguiente. Recuerdo haber asistido a las siete y media de la mañana, para una jornada que comenzaba formalmente a las ocho, con ánimo de impresionarlo. Fue inútil; él había llegado a las siete y un barbero le afeitaba en su oficina a fin de no perder tiempo.

Pronto me percaté de que la puntualidad era sagrada para él. Ariana Neumann, la hija que surgió de su casamiento con María Cristina Anzola Etchevers, escribió When Time Stopped – A Memoir of My Father’s War and What Remains, una reconstrucción apasionante de la vida de los Neumann durante el período de Adolfo Hitler. Los abuelos de la autora fueron asesinados en el campo de Terezín, dos muertes de las seis millones de víctimas en los campos de exterminio que operaron durante la colosal tragedia que condujera Adolfo Hitler. Al cierre del segundo capítulo de la increíble e impactante crónica puede leerse:

En casa, en Libcice* o en Praga, se cenaba siempre a las siete y media de la tarde. (…) Mientras Hans volvía corriendo en bicicleta por el camino hacia la casa, no vio una piedra en las sombras proyectadas por la luz menguante del sol. Perdió el control. Se cayó. Se levantó, se sacudió el polvo de las gafas y volvió a colocar la cadena. Se había raspado los brazos y las piernas y en los cortes se había alojado tierra enrojecida. Mañana, sin duda, las contusiones serían evidentes, pero esto no tuvo importancia. Hans parecía estar perpetuamente cubierto de moretones. (…) A las siete y treinta y cuatro de esa tarde, rayado y sucio, aquel desgraciado arrojó la bicicleta por la puerta lateral y entró corriendo por la cocina. Ella, Otto y Lotar ya estaban sentados en el comedor. (…) Hans se sentó rápidamente y miró fijamente a su padre con desafiantes ojos verdes que parecían más oliváceos mientras su rostro enrojecía de vergüenza. “Handa…” suspiró Ella con resignación mientras él se disculpaba por llegar tarde. Hans miró hacia abajo y se frotó las manos embarradas debajo de la mesa. Ante él podía ver los elaborados diseños de enredaderas y flores de color azul cobalto que serpenteaban sobre el plato blanco. Esto era visible en todas partes excepto en el centro.

Allí, a modo de reprimenda, en lugar de la cena, su padre había colocado su sencillo reloj de bolsillo de oro.

Cuando leí el libro, recordé que muy pronto en nuestra relación profesional Hans me contó esa anécdota. Él mismo ha debido referirla a su hija.

………

Mi primera contratación cambió a los dos meses de iniciada. Oscar Tejada, el Gerente de Relaciones Industriales de Corimón, quien también se ocupaba de la gerencia de la Fundación Neumann, cayó enfermo y recibí el encargo de la misma. Tejada se repuso pero no reasumió la gerencia de la fundación, lo que me fue anunciado telefónicamente; yo era el nuevo gerente. Entonces recordé a Hans en qué condiciones había aceptado trabajar para él. De inmediato me dijo que tenía razón y prometió llamarme en breve. Unos veinte minutos después le atendí para escucharle: «Señor Álcala: usted es Asistente a la Presidencia de Corimón, Gerente de la Fundación Neumann y Secretario de las Juntas Directivas de todas las empresas del Grupo». Allí capitulé.

En esas funciones me desempeñé, y debo admitir que los tres programas de la Fundación Neumann me llenaron de satisfacción. Ellos eran el Centro Infantil Altamira–originalmente de la Fundación Lotar Neumann–, el Instituto de Diseño (la Neumann) y el Taller FN, un proyecto de artesanía textil que Hans estableció al comprobar que su esposa de entonces, Milada Svaton, tenía un apasionado interés en el tema.

………

En 1974, infectado de un incipiente virus político, renuncié a mis ocupaciones. El profesor Yehezkel Dror consiguió que Heinz Eulau me admitiera en el postgrado de Ciencias Políticas de la Universidad de Stanford. Nunca fui, pues no creí que la Fundación Neumann, a la que abandonaba, debiera financiar mi pasantía y debí rechazar la única otra fuente que se me ofreciera por motivos de ética profesional. (Contada sin mención de los pecadores en Mis roces con la corrupción).

Dos años más tarde, Pedro J. Pick, el conductor del Conjunto Químico del Grupo Montana, me convenció de que viajara a Israel para reunirme con Ora Kedem en el Instituto Weiszman en Rehovot, Israel. De allí surgió la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CORDETEC), la empresa que propuse como centro de investigación y desarrollo tecnológico para servicio a las empresas. Fui su Gerente General por año y medio.

Finalmente, luego de mi trabajo en Maracaibo como Editor Ejecutivo de La Columna, Hans me ofreció el cargo de Editor Jefe de El Diario de Caracas, el que ejercí a fines de 1999 y principios de 2000. He aquí una entrevista que coloqué en este blog al enterarme de la publicación del libro de Ariana. Allí hago constar que la cremación del cuerpo sin vida de Handa tuvo lugar el mismo día de los ataques a las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York, para inaugurar el nuevo milenio. LEA

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* Liblice se traduce en Venezuela como Lídice. Es el nombre que se escogió para conmemorar empáticamente sus dolores, causados por el nazismo. En mayo de 1943, durante el gobierno presidido por Isaías Medina Angarita, la Cámara Municipal de Caracas cambió el nombre de Urbanización Quinta Villa Amelia por el nombre de «la aldea arrasada por los nazis, cuyos habitantes, campesinos y mineros checoslovacos ejecutados durante la medianoche del 9 y la mañana del 10 de junio de 1942, significó total repudio a nivel mundial, dejando para la eternidad el nombre de Lídice, como un símbolo de lucha contra la barbarie». (Tomado del Blog: http://lidice.blogspot.com). Los checos con los que trabajé nunca dejaron de agradecer a Venezuela por tal empatía.

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Calvani y Revenga

Retrato de Arístides Calvani

 

Buscando hoy en la red algo sobre Antonio y Alejandro Suels Aranda, viejos amigos, conseguí un texto del fallecido profesor José Rafael Revenga Gorrondona en el que los nombra. A continuación lo reproduzco en su totalidad  preservando la sintaxis y la ortografía originales.

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Me viene a la mente el recuerdo de una llamada telefónica recibida una tarde de julio 1963. Del otro lado de la línea se dirigía a mí el profesor, experto en Derecho Laboral, de la UCV y de la UCAB Arístides Calvani.

El connotado académico, pensador y activista político y social me invitaba a asumir su cátedra de Filosofía Política y Social en la Escuela de Ciencias Sociales fundada por él en la Universidad Católica Andrés Bello en 1959.*

Además de agradecerle el sorpresivo requerimiento no pude sino preguntarle a qué se debía semejante invitación. Calvani me responde alegando numerosas otras ocupaciones incluyendo de manera específica la atención requerida por la Escuela Católica de Servicio Social localizada en Caracas.

La Escuela había sido fundada por Inés Ponte de la Unión de Damas de la Acción Católica  en 1945 con el apoyo del vizcaíno padre Manuel Aguirre Elorriaga S.J. llegado a Venezuela en 1926, fundador de la revista SIC en 1938 y del Circulo Obrero de Caracas  y de la cual fue alumna Adela Abbo de Calvani quien posteriormente ejerció funciones de dirección del instituto.

Tanto Arístides como “Adelita” eran figuras prominentes del Apostolado Seglar y realizaban sus actividades acorde con el espíritu de la Acción Católica.

En aquel entonces—hace 55 años—me imaginé que mi nombre y mi supuesta competencia para el desempeño de tan exigente disciplina académica le habían llegado a Calvani al conocer de mi doctorado en el Instituto Superior de Filosofía en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y de mi reciente incorporación como profesor asistente a Ernesto Mayz Vallenilla en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela.

Mi aceptación dio pie a varias amables reuniones en la casa de los Calvani en la Avenida Gamboa en San Bernardino, en las cuales intenté precisar algunos lineamientos por parte del Maestro para el curso venidero el cual servía de hecho como introducción para todo la temática—relativamente poco conocida en nuestro país a pesar de la celebración del Congreso Latinoamericano de Sociología en 1961 en Caracas—de las Ciencias Sociales dada su ubicación en el primer año de los estudios universitarios.

Contrario a mis expectativas,  Calvani no quiso condicionar en modo alguno mi enfoque académico. Solo me refirió como distante obra referencial a “Lecciones de Filosofía Social” (1949) de Gregorio R. de Yurre.  

En alguna de dichas ocasiones me manifestó  un interés especial por la epistemología o ciencia del conocimiento y me preguntó si conocía la obra del dominico polaco J.M. Bochenski, especialista en  lógica formal, a lo cual respondí afirmativamente al indicarle el pequeño volumen de  “Introducción al Pensamiento Filosófico” (1962). Me planteó la conveniencia de dar unas charlas al respecto que por motivo ya olvidado no tuvieron lugar.

Todas esas incidencias  cimentaron  mi reconocimiento por la absoluta libertad de cátedra otorgada por Arístides y su profundo respeto por el “pluralismo que debe reinar en las instituciones de educación superior.

Para cada curso anual seleccione un tema referencial y un libro o documento de apoyo. Recuerdo el impacto considerable que tuvieron “Antropología de la Pobreza” (1961) y “Los Hijos de Sánchez” (1964) de Oscar Lewis y “La Imaginación Sociológica” de C. Wright Mills (1961). En alguna oportunidad dedique amplio tiempo a “El Pensamiento de Karl Marx” del célebre Jean-Yves Calvez S.J. y a la encíclica “Pacem in Terris”  (1963) de Juan XXIII.

A fines de 1963** le comenté a Calvani la conveniencia de promover un instituto de investigación modelado del IRFED fundado en 1958 por el padre dominico Louis – Joseph Lebret (1897- 1966) y con sede en París. El Instituto dedicado a la investigación y formación en función del desarrollo encontró su inspiración en el movimiento “Economía y Humanismo” que Lebret lanza en 1941 y cuya consigna, ideada por Francois Perroux,  era: “el desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres”.

La existencia del Instituto ubicado en la rue Saint-Honoré llega a mi conocimiento a través de su revista “Développement et civilisations” lanzada en 1960 y leída en Lovaina. Eran tiempos de una agitada  efervescencia para comprender ese disímil agregado de naciones definido como “el Tercer Mundo” o, de manera algo despectiva, como “las naciones subdesarrolladas”.

Después del letargo de la posguerra de los 50s se da una plétora de surgimientos de nuevos conceptos y disciplinas. La educación ocupa el lugar central pero se habla también de planificación, superación de la pobreza, “las etapas del crecimiento” y de los “polos de desarrollo”.

Un buen ejemplo, entre tantos otros, fue el Coloquio Internacional de París del 09.12 al 18.12.1959 sobre  “La planificación de la educación y sus factores económicos y sociales” cuyos trabajos fueron recopilados en los dos primeros números (1960) de la prestigiosa revista Tiers-Monde.

Calvani de inmediato se entusiasma con mi proyecto de crear un instituto de investigación dedicado a orientar al sector empresarial privado en función de una “planificación democrática” con especial énfasis sobre el tema educativo. Arístides asumió la presidencia de la nueva plataforma y yo me reserve la vicepresidencia ejecutiva.

Él consideraba que la nueva plataforma era, en cierto sentido, complementaria al IFEDEC fundado por él en julio 1962 y que contaba igualmente con él como presidente. Nuevamente, él me reconoce total libertad de acción al frente del IDES.

En setiembre 1963 en el marco de un almuerzo con Alfredo Anzola Montauban, para entonces Director de la Fundación Creole y a quien yo asistía formalmente, me propone reunir a un conjunto de especialistas internacionales en el tema del desarrollo a fin de celebrar en Caracas lo que en esa época se denominaba un “simposio”.

Me dedique a elaborar una lista de invitados tanto europeos como estadounidenses. Calvani apoya la iniciativa desde el primer momento y seleccionamos al IDES como anfitrión.

Por su parte, Arístides invita al uruguayo Juan Pablo Terra, dirigente del partido Demócrata Cristiano y uno de los creadores del Centro Latinoamericano de Economía Humana en 1957 como discípulo del padre Lebret.

Mientras tanto, hago contacto con Kenneth Boulding,  presidente de la influyente Asociación Americana de Economía (AEA) y cofundador de La Teoría General de Sistemas.

Con el mismo propósito de abarcar varias facetas del amplísimo tema me comunico con el profesor Frederick H. Harbison de la Universidad de Princeton, especialista en recursos humanos de alto nivel y coautor de Industrialism and industrial man: The problems of labor and management in economic growth. (1960). Ambos aceptan venir a Venezuela.

Ambos especialistas de clase mundial aceptaron la invitación.

La presentación pública del IDES la realiza Calvani como presidente del organismo el 03.12.1963 en el seno del Primer Seminario Internacional de Ejecutivos llevado a cabo en el Hotel Tamanaco, Caracas.

Pocos días mas tarde aprovecho un viaje a París con Alba a mediados de ese diciembre para invitar personalmente a cuatro eminentes especialistas franceses. Me reúno con el padre Lebret, quien había estado en Venezuela hacía unos cuatro años contratado por Cordiplan en función del desarrollo de la ciudad de Valencia; Jean-Yves Calvez S.I., reputado como el mejor conocedor y refutador del pensamiento de Karl Marx; Alfred Sauvy, demógrafo excepcional y con el magno economista François Perroux, colega de Lebret. Los tres primeros contestaron positivamente mientras que Perroux se disculpó pero siempre mantuvo un cercano interés por Venezuela.

A mi regreso a Venezuela comparto con Arístides los resultados obtenidos hasta la fecha y procedemos a organizar el “simposio”  el cual se lleva a cabo bajo su presidencia del 13-07 al 17-07-1964, con gran cobertura mediática, en el auditórium y las salas de trabajo del Colegio de Ingenieros en Quebrada Honda, Caracas.

Suelo recordar el momento cuando fuimos a recibir a Lebret en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía la noche antes de la inauguración del Simposio. Estuvimos presentes Arístides, José Antonio Gil Yépez y el profesor Chi-Yi-Chen de la UCAB, experto en demografía,

En el simposio del IDES, Desarrollo y Promoción del Hombre, el padre Lebret tuvo una destacadísima intervención de la cual extraigo solo algunos de los enjundiosos párrafos y severas advertencias. Su exposición se denominó “Síntesis del Simposio”:

“…el sector privado, en todos los campos económicos, sociales, culturales, espirituales, debe organizarse de tal manera que su esfuerzo pueda unirse al esfuerzo del Estado. Pero la base de esta cooperación, de este diálogo, debe ser el conocimiento profundo, por ambas partes, de lo que existe y de lo que se debe hacer para asegurar la aceleración y la armonía del país”.

“…Si el incipiente desarrollo venezolano no se persigue con metodología y con vigor, Venezuela, a pesar de su ventajosa situación actual, conocerá graves contradicciones internas que podrían comprometer  grandemente su avance”.

La intervención de Calvani en el encuentro organizado por el IDES se títula: “Instauración de las Estructuras Políticas mas favorables para el desarrollo del país”.

Quizás por su enfoque realista y operativo, en su intervención Calvani deja parcialmente al descubierto el secreto de cómo alcanzar las nobles e incuestionables metas propuestas. Si hemos olvidado a Calvani se debe primordialmente por descansar en un utopismo estéril. A continuación selecciono un par de párrafos:

“El nuevo contenido del acto político…   …se puede resumir en una sola frase: ´el hombre debe asumir el desarrollo´.  Porque el político está frente a dos realidades: por una parte, la exigencia de una población que demanda desarrollarse y, por la otra, los medios que él tiene en su mano para, por lo menos, hacer frente a las necesidades básicas. Entre estos dos  términos extremos, va a establecerse una dialéctica de la acción, todo un asentamiento de las tensiones, toda una búsqueda de soluciones, todo el andamiaje de toda una serie de factores que deben concurrir, parcialmente, a aportar a las llamadas necesidades de una población la respuesta total que exige, que debe ser dada a la medida de estas necesidades”.

En su exposición Arístides dedica largo tiempo al tema “Análisis Crítico de las Principales Estructuras Políticas Actuales”. Selecciono una de las quince estructuras examinadas. Me atrae en particular por su actualidad aquella sobre los partidos políticos:

“De acuerdo con un extraordinario estudio de nuestro profesor de derecho constitucional comparado, el Dr. Manuel García Pelayo, la primera razón de ser de los partidos políticos estará en que el poder radica en el pueblo. Como el poder radica en el pueblo a él tenemos que darle la soberanía. Rápidamente se dividen las opiniones. Los ciudadanos se aglutinan en torno a opiniones compartidas en común  y forman grupos estables: los partidos políticos. Esos partidos políticos  necesitan de una unidad subyacente. Necesitan estar de acuerdo en lo fundamental y discrepar solo en lo accesorio. Si esto no ocurre, el régimen de partidos perturba la dinámica de la evolución del país. En efecto, si el desacuerdo reside en lo fundamental, si el desacuerdo se hace cada vez mas profundo, las tensiones que se abren entre los grupos hacen peligrar el sistema democrático y abren el camino a la dictadura”.

“…Todo ello nos muestra las tremendas fuerzas de incoherencia y desarmonía que desde el punto de vista político confluyen en nuestro país. Los partidos, por esa misma razón, no pocas veces tienen discrepancias entre ellos, no solo en lo accesorio, sino también en lo fundamental. Así surge en el país una situación de tensión violenta que amenaza destruir la estabilidad misma del régimen”.

Arístides se retira voluntariamente del IDES en diciembre 1964 para concentrarse en los cursos de formación del IFEDEC. El Instituto funcionará hasta 1968 con un valioso equipo humano integrado por Luis Enrique Alcalá, Armando Brons, Maritza Izaguirre, Alex y Antonio Suels y mi persona.

Quienes no conocieron a Calvani, y son legiones pues han pasado mas de treinta años de su desaparición, tienen motivos para preguntar ¿Quién fue AC?

Pienso que es insuficiente responder con una larga letanía de lo que hizo. Hay que hacer un esfuerzo por comunicar lo que sus ojos chispeantes señalaban cuando acometía una nueva iniciativa, una nueva aventura, un nuevo proyecto en el cual se podían aplicar los principios y valores que lo animaban.

Para percibir el animus de Calvani se me ocurre recurrir a lo que el padre Lebret describía como tarea existencial por ser vivida hasta los tuétanos:

“Luchar por la justicia entraña mucho: obliga a rectificarse, a rechazar cualquier compromiso dudoso, a multiplicar las marchas, a emprender procesos, a remover la opinión, a secundar e inspirar a los legisladores, a turbar la tranquilidad de los funcionarios, a multiplicar reuniones, a estudiar la economía, los códigos y la historia, a fundar periódicos, a escribir libros, a agrupar a los trabajadores, a fundar movimientos, a penetrar en los partidos políticos, a recorrer el mundo, a intervenir ante el Estado y en las conferencias internacionales, a encontrarse presente en cualquier sitio donde una persona esté amenazada, una minoría sea aplastada, una nación pequeña oprimida, a fin de imponer el respeto a sus derechos y ayudarlos a liberarse y progresar”.

Otra revelación sobre el ser de Calvani la brinda su amigo, desde 1943, el padre Jenaro Aguirre Elorriaga S.J. en una homilía publicada en 1993:

“Cultivé con Arístides una amistad profunda que nos resultaba agradable y mutuamente provechosa por la comunión en ideales y en  idénticas maneras de plantear las cosas y juzgar los problemas de la Iglesia, de Venezuela, de Latinoamérica, del Mundo. Fui testigo de excepción de los orígenes de su vocación a la acción socio-política. Abandonó con dolor la Presidencia Nacional de la Acción Católica, para entregarse al quehacer político, por juzgarlo un servicio mas eficaz y universal para la Iglesia …”

“… Nunca sacralizó la política. Y si bien, miró con simpatía y trabajó denodadamente por la superación de las estructura opresivas del hombre; supo, sin embargo, exigirse a sí mismo e inculcar a los demás, que la actividad política con signo cristiano, debe promover una autentica liberación del hombre en su integridad, y no relegar a un segundo plano de transformación, cultural, social y espiritual de los pueblos”.

La influencia de Lebret sobre el pensamiento doctrinario de la Iglesia es amplia pero mal conocida debido principalmente a su fallecimiento en junio 1966, solo dos años después de su presencia en Caracas.

El sacerdote dominico participó como perito en la preparación del documento Gaudium et Spes emanado del Concilio Vaticano II.

Después de la clausura del Concilio Lebret pasó  a ser un cercano colaborador del Papa Pablo VI a quien le sometió los primeros borradores de lo que llegaría a ser el 26/03/1966  una de las principales encíclicas del siglo XX: “Populorum Progressio” o “Desarrollo de los  Pueblos”.

El documento pontificio fue rememorado por Juan Pablo II, a los 20 años de haber sido promulgado, en la encíclica Sollicitudo Rei Socialis (1996) y por Benedicto XVI en la encíclica Caritas in Veritate a los 40 años del pronunciamiento de Pablo VI (2006).

La encíclica de Pablo VI en cuestión incluye por lo menos once párrafos de evidente fabricación lebretiana y el Santo Padre hace suyo el siguiente párrafo proveniente de Dynamique concrète du développement, (1961) al citarlo expresamente:

 “El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: «Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera”.

Al fallecer Lebret, Francois Perroux,  queda a cargo del homenaje póstumo Présence de R.P. Lebret (1897-1966)  del cual tomo el siguiente párrafo en su versión original:

A partir d’expériences tout à fait précises,le Père a pensé à neuf l’économie dans ses types d’organisation variés ; il a compris, dès ce moment, que l’esprit, les projets, les motifs des agents humains, que l’image de l’homme et la réalité de l’ensemble charnel et spirituel qu’est la personne, sont au fondement de toute structure et de toute politique économique.

Para contribuir al enraizamiento de AC en la actualidad se me ocurre la aplicación del conocido formato académico practicado por las mas acreditadas universidades que consiste en una Cátedra que llevaría su nombre a la cual se invitaría anualmente a una prestigiosa personalidad en el mundo de las Ciencias Sociales para dictar varias conferencias. Me imagino que la iniciativa debería caer en la UCAB y/o el IFEDEC.

Me enteré de la publicación de las obras reunidas de AC cuyo primer volumen ya es del dominio público. Sería conveniente que eventualmente se auspiciara la digitalización de las mismas.

Como dijera alguna vez Eduardo Fernández:

¡Qué bueno sería tener a Calvani, otra vez entre nosotros!

José Rafael Revenga

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Para comenzar la semana

Lorenzo Lara Carrero es un empresario de medios y es mi amigo. Hace un buen número de años que no lo veo, desde que organizara un taller en la sede de su compañía—en el Edificio Polar de la Plaza Venezuela de Caracas—para discutir cómo pudiera hacerse una campaña presidencial que fuera mayormente montada en Internet. Ésa fue su práctica respuesta a una llamada que le hice, recuerdo, desde el Cementerio del Este. En ella ya le consultaba, dada su experiencia en el campo, precisamente sobre cómo emplear la Red de redes para tal propósito.

Por varias cosas le estoy agradecido. por sus consejos y apoyos varios. Pero siempre he atesorado el comentario que insertara en la entrada en este blog que lleva por título Hallado lobo estepario en el trópico. (28 de mayo de 2011). Éste es su texto:

Querido Luis Enrique: una intransigencia como la tuya es una bendición, pues está basada en principios y fundamentos sólidos, con argumentos bien ensamblados totalmente racionales, además muy bien escritos y apoyados en información completamente actualizada.
Tu intransigencia es necesaria en este momento en nuestro país, cuando las instituciones son más frágiles que nunca, la mentira pública y notoria predomina, la ignorancia asume con total irresponsabilidad y desvergüenza posiciones que nos afectan a todos y, lamentablemente, la mayoría de las personas arriesgamos poco, todavía, en favor de genuinos intereses colectivos.
Agradezco tu intransigencia y el trabajo que dedicas al análisis y a las propuestas en favor de esos genuinos intereses colectivos. Gracias por estar dispuesto a asumir el papel de «Lobo estepario» tropical.
A veces es difícil lidiar con tus argumentos, a veces son incómodos. Esas características son, precisamente, señal clara de su importancia para nuestro país.
Un gran abrazo,

Lorenzo

No recuerdo otra evaluación de mis trabajos políticos que me haya hecho sentir tan lleno de gratitud.

LEA

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Suicidio electoral

Román Ibarra, ante el micrófono de RCR 750AM

 

Lo que sigue es la reproducción, sin editar, de un artículo de Román Ibarra publicado por el servicio de noticias de Costa del Sol FM. Ibarra conduce con Alfredo Padilla el programa Por cuenta propia – La economía de carne y hueso, transmitido por Radio Caracas Radio. Mientras conduje Dr. Político en RCR, con frecuencia me encontraba con ambos, pues el de ellos salía al aire justo antes del mío. Suscribo lo que sigue.

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Suicidio electoral

 

06-05-2023

Es sorprendente como la política amateur intenta abrirse camino otra vez, a pesar sus reiterados fracasos, y sobre todo con la intención deliberada de chantajear a los interlocutores.

La actitud demagógica y populista de la señora María Corina Machado, de ahora en adelante Doña Cliché, es verdaderamente lamentable. Resulta increíble que proponga como “fórmula mágica”, la celebración de la Primaria sin la presencia del CNE y su asistencia técnica, a sabiendas de que sin ellos sería prácticamente imposible su realización.

La tontería de “papelito por papelito, y sin las maquinitas del fraude” del CNE de Maduro y Jorge Rodríguez, sólo habla de su recurrente deseo de sabotear cualquier proceso electoral, buscando una implosión que no va a ocurrir, para que la lleve a ella en hombros de no sé quien a sentarse en Miraflores

Desde que dirigía Súmate en 2005 ha estado saboteando la institución del voto y destruyendo a la oposición. Recordemos cómo llamaba desaforadamente a la abstención desde entonces, y logró chantajear a unos partidos huérfanos de liderazgo que le siguieron en sus niñadas, y le pusieron a Chávez en bandeja de plata todas las instituciones del Estado, por la vía de no participar en las parlamentarias de ese año.

En lo sucesivo ha estado saboteando junto a sus socios del G4 con otros clichés para fracasar siempre: Firmante  del Decreto Imperial de Carmona; Plaza Altamira; La Salida; Maduro vete ya; dictadura no sale con votos; solos no podemos; los muchachos de los escudos de cartón (pero no sus hijos); la convocatoria del R2P buscando la invasión del país por tropas extranjeras (la más miserable y ruin de todas las propuestas); las guarimbas; los trancazos; nuevos llamados a la abstención; denunciando fraude sin pruebas, etc.

Siempre intentando destruir, como en efecto, la institución del voto para entregar a Chávez primero y luego a Maduro, quien sonríe feliz, todo el control institucional del país para su destrucción como se ve hoy.

Hasta 2018 y 2020, estuvo llamando a la abstención junto a sus socios del G4, pero resulta que ahora es candidata a la Primaria; ya lo había sido en las primarias de 2012 en las que recibió una paliza brutal por parte de Capriles. Qué casualidad que cuando  ella es candidata se olvida de la abstención momentáneamente.

En esta oportunidad también ha intentado chantajear a la Comisión que organiza la Primaria, y estos cometieron el error de pedir asistencia técnica del CNE, pero sin el sistema biométrico, recibiendo como respuesta lógica una negativa rotunda.

No se entiende como insiste en esa necedad de la Primaria sin el CNE, puesto que en el caso de que se realizaran (hay dudas razonables), y ella hipotéticamente resultara ganadora, tendría que enfrentar a Maduro con ese CNE al que ella desprecia. Eso la convierte por incoherente y amateur, desde ya, en la candidata favorita del gobierno.

Esa eventual candidatura la convierte en el tramo más fácil para legitimar la reelección segura del peor gobierno posible, el de Maduro.

Protagonista de tanta irresponsabilidad, pareciera un plan para destruir el proceso que nació muy débil con mini partidos cuestionados y judicializados, para lanzarse sola y denunciar—otra vez sin pruebas—fraude.

El país no se merece a Maduro de nuevo y la candidatura de la Doña, sumado a que varios de sus contrincantes están inhabilitados, garantizan un triunfo seguro del oficialismo en 2024.

Por esas y otras razones largamente explicadas, estamos convencidos de que la Primaria, tal como se ve hasta ahora, anuncia un rotundo fracaso de exigua participación, y el reclamo para evitar la participación del CNE solo responde a la necesidad de inflar las cifras de participación. ¡Derrota cantada!

Debemos insistir en la necesidad de alcanzar un pacto de gobernabilidad y un candidato de consenso que dirija la transición democrática en paz. ¶

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Nota larga de este blog: Se lee en las páginas 283 y 284 de Las élites culposas (marzo 2012):

…el mismo Grupo La Colina había explicado que la violación del secreto del sufragio habría requerido la complicidad de la oposición, pues el acceso al piso de memoria en el que quedaba almacenada la secuencia de votación sólo era posible mediante el empleo de una llave partida en cinco fragmentos; uno de ellos quedaba en manos del Consejo Nacional Electoral, dos en manos de los partidos oficialistas, los dos restantes, finalmente, en manos de los partidos de la coalición opositora. Sin la anuencia de Henry Ramos Allup o Gerardo Blyde, era imposible que Jorge Rodríguez o Luis Tascón supieran cómo habían votado los electores.

 

María Corina me quiere gobernar

La segunda iniciativa extra partido de 2006 fue liderada por Súmate, organización que propuso con insistencia que la candidatura fuera determinada mediante elecciones primarias. Pronto revelaría la misma María Corina Machado que se trataba de una proposición extraordinariamente insincera.

El miércoles 5 de abril de 2006, una reunión extraordinaria de la peña más longeva de Caracas, cuyo anfitrión es Luis Ugueto Arismendi, antiguo Ministro de Hacienda de Luis Herrera Campíns, se convocaba para escuchar a María Corina Machado, quien había solicitado la sesión con urgencia. Unas setenta personas, entre quienes me encontraba, asistieron a la exposición de la indiscutible líder de Súmate. Machado comenzó con el enunciado de la premisa mayor de su presentación: nos hallábamos enfrentados a un gobierno que no creía en la alternabilidad democrática, uno que jamás entregaría el poder si lo llegare a perder en elecciones. La premisa no fue más comentada ni expandida durante toda la exposición, aunque proyectó su sombra sobre todo el resto de lo argumentado. Luego, describió a grandes rasgos el mecanismo de primarias y rebatió, de forma persuasiva, los inconvenientes que usualmente se oponían a la idea de las mismas. Lo que más enfatizó, sin embargo, fue la exigencia de que el candidato más votado tendría que convertirse en el sumo adalid de la lucha por condiciones electorales confiables para retirarse de las elecciones, no con 5% en las encuestas, sino con 40% gracias a las primarias, lo que era preferible y sí “tendría impacto”, en caso de “ser necesario”. Fue luego de todo eso que se suscitó una ronda de intervenciones de algunos asistentes. Uno de ellos argumentó que el gobierno no era demócrata y por tanto jamás sería derrotable por vía electoral—la premisa mayor del inicio—, razón por la cual “lo que había que hacer” era crear, mediante el retiro de la candidatura, una “crisis de gobernabilidad” que pudiera ser aprovechada por otros factores de poder que acabaran con el régimen. Entonces, María Corina Machado se dirigió al ponente de la receta descrita para decirle: “Pues mira, eso es exactamente lo que estamos buscando”.

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