El diario El Nacional publicó ayer, jueves 10 de noviembre, la información esencial de una encuesta del Instituto Venezolano de Análisis de Datos, que a criterio de este blog es una de las consultoras de opinión más rigurosas y atinadas del país. Las mediciones procedentes del levantamiento nacional de la opinión de venezolanos mayores de 18 años de edad, con alcance nacional, realizado entre el 27 de octubre y el 3 de noviembre, no pueden ser más desoladoras para la Mesa de la Unidad Democrática y sus precandidatos. En conjunto, confirman el diagnóstico adelantado acá el pasado 10 de marzo (exactamente hace ocho meses), reproducido como epígrafe en Realpolitik en viñetas. Hablando de lo que llamó El pelotón opositor, dijo el suscrito de quienes pescueceaban entonces por la candidatura presidencial de oposición a Chávez:
Puede señalarse en cada uno de ellos algunas bondades, sin la menor duda, pero pareciera que ellas son insuficientes para la tarea de alcanzar la Presidencia de la República en un cotejo que, indefectiblemente, incluirá la candidatura de Hugo Chávez, quien repetirá y ampliará su comportamiento ventajista. No es un candidato “normal” quien puede derrotar al Presidente en ejercicio. Menos suficientes todavía serían esas bondades para manejar acertadamente el Poder Ejecutivo Nacional en las condiciones esperables para 2013, en el improbable caso de que éste cayera en sus manos.
Empecemos precisamente por tales bondades. La encuesta del profesor Félix Seijas registra una competencia más o menos pareja entre Henrique Capriles Radonski y Pablo Pérez, y preguntó entre muchas otras cosas acerca de los rasgos más apreciados o esperados en los candidatos presidenciales. Claro que la gente espera que un candidato exhiba «preocupación por la gente»—rasgo apreciado por 96,1% de los entrevistados—y apreciará en él la presencia de «carisma» o simpatía (85,2%). Sin embargo, valora significativamente más la certeza de que combatiría la inseguridad (97,2%) y aun un poco más que sea «portador de futuro»: ¡97,4%! (Este tema, por cierto, fue tratado en este blog—El futuro no es historia (todavía)—el 7 de noviembre, tres días antes de la publicación de El Nacional. La cueva de Tío Conejo, por otra parte, no es cliente del IVAD, básicamente por escasez de fondos. No podía, por tanto, conocer los datos de la encuesta).
Bien; si ésos son los rasgos que los electores querrían ver en los candidatos a la Presidencia, ¿cómo son evaluados Capriles y Pérez al respecto?
En términos generales, el 70% de los encuestados no percibe esas cualidades en Capriles, y tampoco sus cuatro quintas partes en Pérez.
El empate virtual Capriles-Pérez—la lucha del nuevo AD (Un Nuevo Tiempo) contra el nuevo COPEI (Primero Justicia), la del estado Miranda contra el estado Zulia—se pone de manifiesto al preguntar por quién se votaría en las elecciones primarias de oposición, previstas para el 12 de febrero. Si la pregunta sugiere los nombres, 23,6% dice que votaría por Capriles y 20,6% por Pérez. (El error muestral se estima entre 1,03 y 2,37%, de modo que puede hablarse de empate técnico). Por Leopoldo López se pronunció el 11,2%, y 3,8% se inclinó por María Corina Machado, quienes ya lucen derrotados; El Nacional no reportó sobre las patéticas candidaturas de Diego Arria y Pablo Medina. Quienes dicen no saber por quién votarían, alcanzaron 41,3% de la muestra. Si los encuestados mencionan su candidato espontáneamente, entonces Capriles obtiene 14,6% de respaldo y, técnicamente empatado, Pérez recibe 13,3%. (López baja a 5,2%, Machado no es mencionada por la reseña de Maru Morales y ¡63,7% no respondió!)
Pero lo terrible es que a estas alturas 49,3% dice que votaría por Chávez hoy, contra 37,1% de quienes votarían en contra. Si confrontara a Capriles, esa intención bajaría 1,1%, hasta 48,2%, contra 38,6% de los que votarían por el gobernador de Miranda. Chávez sacaría ventaja de casi diez puntos (9,6%) a Capriles. En el caso de un cotejo con Pérez, aparentemente tendría Chávez peor desempeño (47,8%), pero el zuliano lo haría peor que Capriles con 36,1%. La ventaja de Chávez aumentaría a casi doce puntos (11,7%).
En dos platos: ninguno de los candidatos que pudieran hacerse con la candidatura de la Mesa de la Unidad Democrática es gallo para Chávez y eso, según se advirtió acá el 10 de marzo, era cosa sabida.
Como debía ser cosa sabida que la bendita unidad que garantizaría la derrota de Chávez era no más que un mantra que, repetido, sólo sirve para calmar corazones angustiados, con razón, por el chavismo. Aquí se le llamó «mito» el 20 de marzo (Primarias secundarias o El mito de la unidad). Y también se comparó lo que pudiera lograr la Mesa de la Unidad Democrática con una definición del comediógrafo Enrique Jardiel Poncela tan temprano como el 13 de julio de 2006 (Carta Semanal #194 de doctorpolítico) y, más recientemente, el 4 de junio de 2009, en artículo (Nacimiento o conversión) que, por casualidad, comentaba mediciones del IVAD:
…ni la federación del archipiélago opositor formal garantiza que Chávez será vencido. A pesar de la medición de Seijas, la gente no alineada sigue estando allí, insatisfecha crecientemente con el gobierno nacional, pero insatisfecha también, y muy especialmente, con el discurso de los partidos de oposición. Cuidado conque una reedición de la Coordinadora Democrática o el MUN de Ledezma se comporten según la definición de bote salvavidas propuesta por Enrique Jardiel Poncela: “Lancha que sirve para que se ahoguen juntos los que se iban a ahogar por separado”.
Cuando la encuesta que reseño preguntó por simpatías partidistas o por la identificación con chavismo o antichavismo, obtuvo los siguientes resultados:
Maru Morales redactó casi exhaustivamente: «Las toldas que hacen vida en la mesa de la Unidad (AD, PJ, UNT, Copei, Proyecto Venezuela, ABP, Podemos, Voluntad Popular y otros) aglutinaron a 27,4% de los consultados». He allí, medido, el mito de la unidad. La idea de la unidad como ingrediente imprescindible es un error estratégico, como también es una equivocación fundamental creer que el asunto es definirse como opositor a Chávez, creer en uno de los lemas de la campaña de Viene María: «Somos mayoría».
Acá se dijo en Retrato hablado (30 de octubre de 2008), sobre los rasgos imprescindibles en un candidato exitoso: «El primero de ellos, paradójicamente, es que no sea una contrafigura de Chávez. Es decir, que su razón de ser no sea oponerse al actual Presidente de la República. El discurso de una contrafigura exitosa, si bien tendrá que incluir una refutación eficaz del chavismo, deberá alojar asimismo planteamientos nacionales que debiera sostener aun si Chávez no existiese. El problema político venezolano es más grande que Chávez».
Por supuesto, los voceros de la Mesa de la Unidad Democrática—MUD, que en inglés significa lodo, barro—continuarán empantanados en sus rígidos marcos mentales y asegurarán—como su progenitora, la Coordinadora Democrática, hasta un día antes del referendo revocatorio de 2004—que Félix Seijas no es un buen encuestador o que es una ficha del gobierno, que ellos tienen encuestas que dicen otra cosa. Esperable, conmovedor, pero suicida.
Quienes todavía disponen de fondos, cada vez más escasos, para colocar en apuestas políticas y quieren algo mejor que el pernicioso e indeseable continuismo chavista, debieran ir pensando si no es tiempo de explorar otro planteamiento candidatural que no sea el de políticos tan indigentes. Penúltimo aviso.
LEA
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Tu análisis y comentarios me incitan las siguientes reflexiones: i) en política hay que evitar toda tentación panglosiana. Como bien señalas, el margen que registra la encuesta IVAD, de un 10% aproximado entre el candidato oficialista hoy designado y sus rivales de la MUD, da qué pensar. Sobre todo después de unos 13 años de una gestión trágicamente ineficiente. Hay algo que falla y es conveniente intentar precisarlo a fin de introducir factores correctivos; ii) el candidato presidencial triunfador el 12 de febrero próximo, muy probablemente obtendrá no más del 40% del caudal de los votos consignados. O sea, se requiere un diseño específico para superar las grietas inevitables y poder unir al 60% de los votos que le fueron contrarios.
En alguna parte, Alfredo Keller estimó en el orden de un millón los participantes en las primarias de la MUD. Según tu estimación, 400.000 votos determinarían a su abanderado, lo que es una forma de demostrar la minoría.
El 9 de septiembre, recogía El Universal estas palabras de Oscar Schemel (Hinterlaces): «No hay en este momento un aspirante que tenga un posicionamiento sólido, robusto, cuyo liderazgo o aspiración esté asociado a una idea fundamental. Hasta ahora, las propuestas de la oposición no van más allá de proponer algunas soluciones a algunos problemas fundamentales, incluso de manera muy torpe». Más adelante, reportó así:
«Aquí solamente se habla de Chávez. Todo el debate gira alrededor de: Chávez sí, Chávez no. El Presidente estuvo ausente un par de meses, y la oposición se debatía en: vente ya o vete ya, es decir, durante esos dos meses de ausencia, cuando el discurso presidencial perdió intensidad, no logró colocar nuevas ideas ni una nueva visión», dijo.
A su juicio, para que la oposición logre entrar o incrementar su valoración dentro de la sociedad, debe primero «entender la calidad del liderazgo del presidente Chávez, la condición religiosa del presidente Chávez. Segundo, entender que los sectores populares necesitan otras certezas».
«Y, tercero, construir un nuevo tejido lingüístico, pues durante estos años el oficialismo ha logrado colocar en la sociedad venezolana un repertorio gramatical propio, y quien domina la palabra, domina las ideas», sostuvo.
Hizo énfasis en que muchas veces la oposición lo que hace es repetir las gramáticas oficiales, con lo cual refuerza la visión del sector gubernamental.
«La oposición tiene el reto inmenso de convencer a los pobres de que no son una amenaza a la inclusión, de que no van a convertirse en restauradores de la exclusión. Lo que uno percibe es que (en la oposición) falta una estrategia, un mensaje. La oposición debería apurarse» si pretende ganarle al presidente Chávez, subrayó.
Schemel ratificó que tras el estudio realizado en la población venezolana sobre la intención de voto para las elecciones Presidenciales de 2012, de efectuarse hoy, el Jefe de Estado, Hugo Chávez, sería el ganador.
«El Presidente ha logrado convertirse en el líder de los excluidos, él es el defensor de los pobres, es el líder que los ama, que los protege», precisó.
«Hoy ganaría el presidente Chávez con una diferencia de 10% frente a cualquier candidato de oposición», agregó.
He allí algunas claves para el diseño que pides.