El efecto mariposa es un concepto que hace referencia en la noción del tiempo a las condiciones iniciales dentro del marco de la teoría del caos. La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en ciertas formas completamente diferentes. Sucediendo así que, una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo. Su nombre proviene de las frases: «el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo» (proverbio chino) o «el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo» así como también «El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo». Este nombre también fue acuñado a partir del resultado obtenido por el meteorólogo y matemático Edward Lorenz al intentar hacer una predicción del clima atmosférico.
Wikipedia en Español
_________________________
Se dice que el presidente Rafael Caldera resistía, durante su segundo gobierno, las reiteradas recomendaciones de aumentar el precio de la gasolina para enderezar las finanzas de PDVSA: «¡Ni se les ocurra! La última vez que eso se hizo tuvimos el Caracazo», contestaría una y otra vez a sus asesores. La prudencia era virtud notable en el experimentado estadista, y en una mente clásica como la suya el escarmiento de 1989 había sido bastante más que suficiente.
Pero las sociedades contemporáneas son sistemas cada vez más complejos, cada vez con mayor número de componentes relacionados en un número creciente de interacciones. Para la época de la formación de las ideologías—entre la Revolución Francesa (1789) que trajo el liberalismo hasta la primera encíclica social (1891), pasando por el Manifiesto Comunista (1848) y la socialdemocracia o socialismo reformista (1875-90)—, se entendía que el problema social moderno era dilucidar cómo se distribuía la renta social entre patronos y obreros; es decir, entre dos roles sociales. Hoy en día, la Organización Mundial del Trabajo reconoce más de un millón de oficios diferentes.
………
Tomemos otro camino:
En 1959, Edward Lorenz, meteorólogo, manipulaba el clima artificial y meramente simbólico de sus modelos matemáticos en su primitivo computador Royal MacBee. Había formulado ecuaciones que relacionaban variables como temperatura y presión atmosférica y confiado al computador el tedioso cálculo de las interacciones, el que imprimía tablas de resultados y hasta un escueto gráfico que mostraba las oscilaciones del clima a lo largo del tiempo. El computador de Lorenz no tenía mucha capacidad: sólo podía calcular hasta seis posiciones decimales. Pero el impresor era aun más lento, y por tal razón se le pedía que imprimiese los sucesivos valores sólo hasta los tres primeros decimales.
Un buen día Lorenz notó un segmento de gráfico que llamó su atención, por lo que se dispuso a correr el modelo de nuevo en el computador, a fin de examinar con mayor atención el episodio de su interés. Pero en lugar de arrancar los cálculos desde el inicio, dada la lentitud del cómputo, decidió tomar como condiciones iniciales valores previos de las variables cercanas a la zona interesante de las curvas. Así, tomó las hojas impresas, seleccionó un punto en el tiempo, previo pero no muy lejano, leyó los valores correspondientes, los ingresó manualmente a la máquina y arrancó el cómputo. Luego, para evitar el tedio, se fue a tomar café.
Cuando Lorenz regresó a su laboratorio se llevó una sorpresa mayúscula. El impresor trazaba ahora trayectorias enteramente distintas para las variables, y el gráfico no se parecía en nada a lo que originalmente había despertado su curiosidad. Al principio creyó que la causa sería un desperfecto repentino en el computador, o tal vez un error en su sistema de ecuaciones. Poco después encontró la verdad: en realidad no había especificado exactamente las mismas condiciones iniciales, pues leyó valores impresos con tres decimales redondeados, cuando entretelones el computador calculaba seis posiciones decimales. El error de una diezmilésima en la condición especificada para el nuevo cómputo había generado, con el paso del tiempo, discrepancias de gran magnitud. Había nacido la ciencia del caos.
Rápidamente, Lorenz sacó la consecuencia: los sistemas complejos revelan una gran sensibilidad a las condiciones iniciales, y una pequeñísima diferencia en éstas puede acarrear a la larga diferencias descomunales. Naturalmente, la metáfora con la que se popularizara este carácter de los sistemas complejos adoptó ropaje climatológico. Se le bautizó como el principio del ala de mariposa: en un sistema tan complejo como el clima, el aleteo de una mariposa en China puede causar un temporal en California. (Marcos para la interpretación de la libre empresa en Venezuela, 2004).
Los acontecimientos del 27 y el 28 de febrero de 1989 en Caracas y otras ciudades del país «son más fácilmente comprensibles si se les interpreta como un caso de proceso caótico, antes que como resultado de una acción subversiva intencional». (Los rasgos del próximo paradigma político, 1994). Fueron la explosión caótica, o una gran avalancha, en el seno de un sistema de gran complejidad. Las condiciones iniciales de hoy, o durante el segundo gobierno de Caldera, no son las mismas de fines de febrero de 1989, y un aumento del precio de la gasolina no tenía ni tiene por qué conducir a un nuevo Caracazo.
………
Ahora el ambiente político nacional está, una vez más, sobrecargado. Las escandalosas revelaciones recientes, en audios grabados a Mario Silva o Wilmer Ruperti, no contribuyen al alivio de la desazón ciudadana, asqueada de nuestra política. (Ver video del regaño de Hugo Chávez a Diosdado Cabello). ¿Estaremos llegando a un punto de quiebre? (Tipping point). La «Primavera Árabe» de 2010 fue ciertamente un proceso de este tipo, descrito ya por Bohdan Hawrylyshyn en Road Maps to the Future (1980), su informe al Club de Roma: «En química, puede uno disolver más y más sólidos en una mezcla hasta que se alcanza el estado de saturación. Un solo cristal adicional puede entonces precipitar a todos los sólidos fuera de la solución. La historia reciente muestra que los eventos pueden ser precipitados en una forma análoga en sociedades en las que se acumulan demasiadas tensiones. Lo que se requiere entonces es sólo un catalizador. En Portugal puede haber sido un libro publicado por un general. En Irán, que también tenía un ejército fuerte y una implacable organización de seguridad interna, fue la voz de Khomeini, oída directamente (como del cielo) en cassettes de audio. En Polonia, el Papa, durante su reciente visita, pudo haber desencadenado casi cualquier conjunto de eventos según su escogencia». (Citado en Sobre la posibilidad de una sorpresa política en Venezuela, 1987). A veces basta quitar una pluma, como nos demuestra la dueña del equilibrio, Miyoko Shida.
Y ya que hemos conocido lo que puede hacer una dama japonesa, una Señora Mariposa (Cho, Butterfly, farfalla) es el nombre que Giacomo Puccini escogió para la consentida de sus óperas. (Una vez sufrió un accidente automovilístico que casi le cuesta la vida; tendido en el piso, repetía dulcemente: «Mia povera Butterfly»). Son las últimas palabras de su libreto «Butterfly! Butterfly! Butterfly!», anticipatorias (1904) de Edward Lorenz. Pero la ópera incluye el tema de la esperanza que no cesa, cuando la protagonista canta «Veremos un bello día». Aquí entona Angela Gheorghiu, la estupenda y hermosa soprano rumana, Un bel di vedremo.
No desesperemos. LEA
______________________________________________________________
Reconocer Señales dentro del Ruido requiere analizar cosas más complejas que simples relaciones entre dos variables. «Aumento de la gasolina» correlacionando positivamente con «Caracazos» es una generalización en la que caen muchos políticos profesionales.
Incluso con un buen manejo de conceptos de probabilidad condicional y de estadística Bayesiana, se requiere mucho cuidado hoy en día para realizar una predicción. La cantidad gigante de información y de variables que se podrían analizar hacen difícil la tarea, pero no hasta el límite de la imposibilidad.
Acabo de ver esta entrevista a Nate Silver, estadístico que hace de «political forecaster» y «psephologist», es interesante http://www.youtube.com/watch?v=z4zhI9uLs4U
Lamentablemente la entrevista está en inglés sin subtítulos.
Esta entrada del blog ya resume bastante bien y en español la idea principal: «No se puede entender sistemas complejos a través de una óptica de análisis lineal y simplista»
Por razones como ésas la Corporación RAND desarrolló la técnica de los Paneles Delphi para predecir, razonando que el juicio de un experto era mejor predictor que el más sofisticado modelo matemático, y el juicio combinado de un grupo de expertos mejor que el de uno solo. En la lectura recomendada en la columna izquierda del blog (Fiesta sorpresa), Yehezkel Dror advierte: «La selección y el éxito de intentos por mutar tendencias depende del macroanálisis de situaciones socio-políticas y político-estratégicas y su evolución. Algunas veces un solo individuo se muestra capaz de asir tales Gestalten. Pero, para hacerlo sistemáticamente, son necesarias unidades especiales compactas, altamente calificadas e interdisciplinarias. Los equipos de análisis político y de inteligencia del tipo convencional son incapaces de hacer el trabajo».
En el fondo, hablamos de «ojo clínico». Pongamos esta predicción como ejemplo: «…de ganar las elecciones de 1988 uno de los candidatos tradicionales (…) el próximo gobierno sería (…) ineficaz, en razón de su tradicionalidad. Así, la probabilidad de un deterioro acusadísimo sería muy elevada y, en consecuencia, la probabilidad de un golpe militar hacia 1991, o aún antes, sería considerable». (El golpe chavista, se supo después, estuvo planeado para el 16 de diciembre de 1991). Esa predicción fue formulada en septiembre de 1987 (Sobre la posibilidad de una sorpresa política en Venezuela), y su base no fue un dato duro, el conocimiento previo de una conspiración («inteligencia del tipo convencional»), sino la consideración clínica del conjunto. (Para un caso de predicción a más breve plazo, puede verse la Carta Semanal #290 de doctorpolítico, 12 de junio de 2008 o hace cinco años y un día).
En cualquier caso, los cerebros de los políticos convencionales no alojan sino nociones o modelos clásicos, lineales y newtonianos, ya incapaces de suscitar las metáforas correctas para la consideración de un sistema complejo como una sociedad. En cambio, disciplinas como las geociencias contienen modelos apropiados—ver en este blog Teoría de catástrofes, de la Carta Semanal #245—, como la predicción electoral basada en modelos de Keilis-Borok; cito de la Carta Semanal #300 (28 de agosto de 2008):
Incluso las herramientas analíticas clásicas de la política son menos poderosas que las que ahora se derivan de más recientes desarrollos científicos. En la predicción de resultados electorales—en los Estados Unidos—un modelo que sigue conceptos de la predicción de terremotos se ha revelado como acertadísimo. Nacido de la colaboración de un historiador estadounidense, Allan Lichtman, y un geofísico y matemático soviético, Vladimir Keilis-Borok, a partir de 1981, el modelo ha predicho con exactitud los resultados de todas las elecciones presidenciales desde esa fecha, luego de que sus “marcadores” fueran calibrados para coincidir con los desenlaces de las elecciones de los últimos ciento veinte años (entre 1860 y 1980). En vez de referirse a los candidatos específicos o los temas propios de cada campaña, el modelo de Lichtman y Keilis-Borok identifica señales (cuatro básicas y nueve complementarias) que parecen determinar con precisión si una determinada elección será “estable” (cuando gana las elecciones el partido que está en el gobierno) o “cataclísmica” (cuando las gana el partido que está en la oposición). Explica Keilis-Borok, hoy en día profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad de California en Los Ángeles: “Los sistemas que generan elecciones y terremotos son sistemas complejos. No son predecibles con ecuaciones simples, pero después de tamizarlos y promediarlos en el tiempo se hacen predecibles”. Lichtman lo resume de esta forma: “Hemos reconceptualizado la política presidencial en términos geofísicos”.
En general puede decirse que es de la ciencia de la complejidad, de la teoría del caos o la del comportamiento de los enjambres, todas inventadas en la segunda mitad del siglo XX, de donde vienen ahora y continuarán viniendo los nuevos moldes de interpretación eficaz. Ninguna de estas disciplinas les es familiar a nuestros políticos convencionales—o, si a ver vamos, a los actuantes en cualquiera otra nación hasta ahora—y sin ellas éstos entienden y entenderán las cosas mal.
Gracias por el enlace.
Gracias por la anécdota sobre las predicciones electorales y el vínculo con la predicción de terremotos. No la conocía.
El «ojo clínico» es el que coloca las probabilidades a priori más relevantes para obtener una predicción que se acerque mucho al resultado final. Por eso los médicos más exitosos son los que han visto más casos, y poseen, por consiguiente, ese don casi «mágico» de separar la señal real de una dolencia dentro del limitado espectro de reacciones con las cuales el cuerpo se puede expresar.
Gracias por las dedicadas interacciones. Siempre se aprende mucho por aquí.