El circuito Unión Radio titula así sobre una conversación de ayer entre Felipe VI de España y Donald Trump: «Rey Felipe pide ayuda a Trump para resolver crisis de Venezuela». De inmediato pensé que ha podido solicitar su ayuda para mantener en cintura a Cataluña, o lograr que la prisión de su corrupto cuñado, el esposo de la infanta Cristina, sea lo más breve posible. Pero si se tratara de pedir para países distintos del suyo, entrometiéndose, consideré que también pudiera haber pedido auxilio para los más de dos mil niños separados de sus padres que buscaron refugio en los Estados Unidos, o para México, con una sustancial rebaja de la factura por el megamuro entre ambas naciones que empalidecería al de Berlín o, finalmente, si quería simpatizar con la ciudadanía estadounidense, el auxilio para que las muchas decenas de asesinados, gracias a la absurdamente sostenida Segunda Enmienda (la franquicia de la National Rifle Association), no se vean aumentadas.
Pero no, lo que está de moda es Venezuela; ahora es comme il faut exhibirse internacionalmente como «demócrata», con alguna vistosa declaración que deja de entender que la solución del problema político venezolano está en manos de nuestro Pueblo, no en las del desalmado Sr. Trump, quien ahora elogia descaradamente al sanguinario dictador de Corea del Norte.
Felipe: ¿por qué no te callas, como pidiera tu padre a Hugo Chávez? LEA
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