La Escuela Juilliard de música, arte dramático y danza en Nueva York

 

…una gran república como los Estados Unidos, seguramente la presencia civilizatoria más admirable del planeta desde la época del Imperio Romano…

Bushit, 3 de julio de 2003

__________________________

 

Los Estados Unidos de Norteamérica producen música a raudales, todos los días, y han acunado a grandes artistas musicales: Barbra Streisand, Frank Sinatra, Elvis Presley, Bob Dylan, Glenn Miller, Scott Joplin, Louis Armstrong…

La música de los Estados Unidos es un reflejo de la población multiétnica del país a través de una amplia gama de estilos. Entre los géneros de mayor reconocimiento internacional, que tienen sus orígenes en el país, destacan marcha, country, bluegrass, las llamadas músicas afroamericanas, como el blues, Hip_hop, góspel, rhythm and blues, jazz, house, música disco, ragtime y rock and roll. Otros géneros musicales que tienen su origen en el país son pop, techno, reguetón, Salsa (género musical), y Barbershop. Además de varios subgéneros, como el dixieland, y otras músicas regionales. Asimismo, existen variaciones como la música cinematográfica y los musicales. (Wikipedia en Español).

Un cotejo de ese primer párrafo con el del artículo equivalente en inglés (WIkipedia) permite percatarse de que se trata de la misma caracterización; la música, para los estadounidenses, es primordialmente música popular. Su producción de música académica es exigua, si se la compara con el variado conjunto de géneros ya enumerados. No es abundante su música académica—ver American classical music—ni numerosa una lista de los compositores de EEUU que se dediquen a ella, y tampoco hay allá obras musicales que pudieran ubicarse en la primera fila de las composiciones junto con las italianas, alemanas, francesas, españolas o rusas.

En lo que sí se destacan es en la producción de grandes ejecutantes, tanto individualmente como de conjuntos orquestales. En la muy autorizada lista de la prestigiosa revista musical inglesa Gramophone, publicada desde 1923, la Orquesta Sinfónica de Chicago ocupa el quinto lugar en el mundo, y las de Cleveland (7ª), Los Ángeles—la dirigida por Gustavo Dudamel—8ª), Boston (11ª), Nueva York (12ª), San Francisco (13ª), Metropolitan Opera (18ª) superan en número a las cuatro orquestas alemanas incluidas y a todas las demás, con el 30% de la representación total. Ejecutantes como William Kapell, Leonard Bernstein, Murray Perahia, Leon Fleisher, Isaac Stern, Van Cliburn, Joshua Bell, Oscar Levant, Gary Graffman, Byron Janis y muchos nacionalizados, atestiguan cuán importante es la música clásica en los Estados Unidos.

Copland

En todo caso, en los Estados Unidos se ha producido música «culta» que vale la pena escuchar, como constataremos en esta entrada. Comencemos por alguien que dirigió la Orquesta Sinfónica de Venezuela en 1956, Aaron Copland, tal vez el más importante de sus compositores. De su ballet Billy the Kid, oigamos la sección del duelo de pistolas y la subsiguiente celebración por la captura del delincuente, que llevan a la conclusión de la obra. Luego, una de sus piezas más acabadas, El Salón México, inspirada por un salón de baile real que el compositor conociera. (La primera obra es interpretada por la Orquesta de Filadelfia, conducida por Eugene Ormandy; la segunda por el mismo compositor a cargo de la New Philharmonia Orchestra de Londres, Inglaterra).

Billy the Kid

El Salón México

 

Hovhaness

Con tales aperitivos, podemos acometer como curiosidad musical, advierto, un plato de difícil degustación: la rarísima composición de Alan Hovhaness—nacido en Somerville, Massachusetts, de madre estadounidense y padre armenio—que tituló Y Dios creó grandes ballenas. (En el Génesis—1:21—se lee «Y dios creó los grandes monstruos marinos», que en una Biblia en inglés resulta en el título de la pieza). Se trata de un poema sinfónico en lenguaje musical ultramoderno (1970) y ¡grabaciones de sonidos emitidos por ballenas reales! Troy Peters dirige la Orquesta Juvenil de San Antonio (Texas):

Y Dios creó las ballenas

 

 

Grofé

Mucho más fácil de disfrutar es la Suite del Gran Cañón, de Ferde Grofé. Es música descriptiva, que llega a pintar en sonido un chaparrón con truenos y relámpagos distinguibles—más fielmente que la tormenta de Ludwig van Beethoven en su Sexta Sinfonía (Pastoral)—, e incluye hermosas melodías. En cinco movimientos, he aquí los tres últimos. (De nuevo, son Ormandy y los músicos de Filadelfia los ejecutantes):

En el sendero

Puesta de sol

Chaparrón

 

Gershwin

Es sabido que George Gershwin—Porgy and Bess, Rhapsody in blue, Un americano en París—se inspiró en temas afroamericanos y tomó prestado del jazz para componer música. Una de sus más brillantes composiciones es su Concierto en Fa, del que aquí se coloca el tercero (último) movimiento. Earl Wild al piano, y Arthur Fiedler comandando la Orquesta Boston Pops (integrada por músicos de la Sinfónica de Boston) se encargan de la ejecución del Allegro agitato:

Concierto en Fa

 

Barber

Para el cierre, la proposición es el Adagio para cuerdas de Samuel Barber, no sólo porque es hermoso sino porque es la obra de mayor calidad musical de esta muestra. Por tercera vez, los convocados son los músicos de la Orquesta de Filadelfia dirigidos por Eugene Ormandy, el húngaro sucesor de Leopold Stokowski que la condujera y la puliera, durante 44 años, como conjunto reconociblemente opulento.

La Orquesta de Filadelfia desarrolló a lo largo de su duradera etapa con Ormandy una sonoridad que la diferenciaba de las demás orquestas de élite. Mientras que Fritz Reiner en la Sinfónica de Chicago consolidaba su sonido sólido y George Szell en la Orquesta de Cleveland conseguía una penetrante perfección; mientras que Mitropoulos y luego Bernstein hacían de la Filarmónica de Nueva York una formación muy técnica aunque de sonido un tanto áspero, Ormandy formó a los profesores de Filadelfia hasta convertirlos en insuperables virtuosos de la brillantez y de la puntuación exquisita. (Wikipedia en Español).

Adagio para cuerdas

Música bellísima, que a alguien que conozco muy bien le produce ansiedad. (Explicablemente). LEA

__________________________________________________________

 

Share This: