Acabo de leer por el servicio de Costa del Sol lo siguiente:
El expresidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, llamó este lunes a los factores políticos del país para crear una junta patriótica de gobierno que permita la salida de Nicolás Maduro del gobierno.
A su juicio, esta es la solución más efectiva para destrabar el desastre económico de los últimos años, que ha derivado en la peor crisis que padece la población en toda su historia.
“Hemos estado planteando una Junta Patriótica de Gobierno. Hacen falta todos los sectores para trabajar en la verdadera reconstrucción de la Patria. Necesitamos resolver este accidente histórico que es el Maduro”, dijo.
Es difícil imaginar que ésa sea «la solución más efectiva» de algo, pero es posible que el Sr. Ramírez se imagine como uno de los miembros de esa junta «patriótica»; en ese caso, compartiría a partes iguales la Presidencia de la República quien sostuviera hace no mucho tiempo el teorema que cierra lo que sigue:
En particular, por ejemplo, Hinterlaces (Oscar Schemel) mide 68% de desacuerdo con la nacionalización de empresas y haciendas ordenada desde la Presidencia de la República. (Quienes están de acuerdo con esa medida alcanzan sólo al 28%. Cuatro por ciento no quiso o no supo responder). Por ejemplo, según el estudio referido, 63% estima que esa medida pudiera afectar a la propiedad privada de todos los venezolanos. (Treinta y tres por ciento no cree tal cosa). Por ejemplo, 68% está de acuerdo con la propiedad privada que apoyan los empresarios y no con la propiedad colectiva propuesta por el presidente Chávez. (Veintisiete por ciento dice preferir la propiedad colectiva sobre la privada).
Y 57% no aprueba el establecimiento del “socialismo del siglo XXI” en el país, frente a 35% que lo aprueba. Y si ese socialismo fuera como el cubano, la desaprobación asciende a 87% y la aprobación desciende a 9%. Y 83% expresa desacuerdo con la idea de que es malo ser rico. (Once por ciento expresa acuerdo). Y 86% no piensa que ser pobre es bueno. (Diez por ciento sí lo cree). Y 80%—contra 16%—no concurre con la idea de que todos debemos ser iguales para que no haya ricos ni pobres, como sostiene que ocurriría el Presidente de la República.
En suma, la mayoría de los venezolanos rechaza la pretensión de implantar en el país un sistema político-económico socialista, a pesar de lo cual Rafael Ramírez, bajo su casco de Presidente de PDVSA, proclama: “PDVSA está con Chávez. PDVSA está con la revolución… Quien no esté en un comité socialista es sospechoso de conspirar contra la revolución”. (Parada de trote, 23 de julio de 2009).
Hay más de un registro de ese tenor, y no creo que convenga que Ramírez copresida nuestra república. Más fundamentalmente: eso de una «junta patriótica de gobierno» es sólo otro nombre para el tal «consejo de Estado» propugnado por los EE. UU. y su marioneta, Juan Guaidólar, lo que es totalmente inconstitucional, como su pretendida encargaduría de la Presidencia de la República. LEA
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