Katsushika Hokusai – La gran ola de Kanagawa

 

No es «hibris» todavía un término médico. El significado más básico fue desarrollado en la antigua Grecia, simplemente como la descripción de un acto: un acto hibrístico era uno en el que una figura poderosa, inflada con excesivos orgullo y confianza en sí misma, trataba a los otros con insolencia y desprecio.

David OwenIn sickness and in power

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Nuevamente, hay pánico en los mercados financieros del mundo, esta vez detonado por la implosión del Silicon Valley Bank. No es asunto del que me ocupe diariamente; sólo me fastidia que mi pensión de jubilación del IVSS no sea depositada regularmente. Así que lo que puedo aportar es la consideración que sigue, tomada de El precio de lo complejo, nota publicada en este blog el 2 de octubre de 2008:

Los recientes acontecimientos catastróficos en los mercados financieros estadounidenses, y los de países estrechamente conectados con ellos, han sido saludados con arrogancia socialista que proclama el fin del capitalismo. Se trata de una soberbia, de una hibris, equivalentes a las de Francis Fukuyama cuando decretaba “el fin de la historia” a la caída de la Unión Soviética. La hecatombe financiera del mes que acaba de concluir es ciertamente terrible, pero lo es más la catástrofe crónica del pueblo cubano o la que duró setenta años en Rusia bajo la égida comunista. Vale la pena, entonces, recordar palabras de John Haldane, prestigioso genetista inglés que dirigiera el Daily Worker, el periódico del Partido Comunista de Inglaterra: “Y así como hay un tamaño óptimo para cada animal, así también es cierto eso para cada institución humana… Para el biólogo el problema del socialismo consiste mayormente en un problema de tamaño. Los socialistas extremos desean manejar cada país como si se tratase de una empresa única. No creo que Henry Ford encontrase mucha dificultad en administrar Andorra o Luxemburgo sobre bases socialistas. Se puede pensar que un sindicato de Fords, si pudiésemos encontrarlos, haría que Bélgica Ltd. o Dinamarca Inc. fuesen rentables. Pero mientras la nacionalización de ciertas industrias es una obvia posibilidad en los más grandes entre los estados, no me es más fácil imaginar un Imperio Británico o unos Estados Unidos completamente socializados, que un elefante que diera saltos mortales o un hipopótamo que saltara sobre una cerca”. (On Being the Rigt Size, 1928).

Haldane ha debido saber, siendo como era quien dirigía un periódico comunista. Pero hay gente «de izquierda» que se alegra por las tribulaciones financieras de países capitalistas.

LEA

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