¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y no hay nada nuevo bajo el sol.
Eclesiastés – Capítulo 1, versículo 9
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El siguiente video apareció en YouTube siete meses antes del conflicto ruso-ucraniano que mantiene al mundo en vilo. (Dedique 14 minutos a verlo antes de seguir leyendo; le garantizo que se sorprenderá y aprenderá, como el suscrito. Como siempre, puede verlo a pantalla completa presionando el cuadrado de la esquina inferior derecha de la imagen).
Rusia siempre fue expansionista; en el Océano Pacífico se disputaba territorios asiáticos con Japón a comienzos del siglo XX. La derrota de una flota rusa por buques de guerra japoneses en 1905 constituyó mundialmente una sorpresa mayúscula. Doce años después, durante el penúltimo año de la Primera Guerra Mundial, se desplomaba el régimen zarista, sucedido por el comunista que entraría en «Guerra Fría» con «Occidente», reunido en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, 1949), organización que sería enfrentada por los países del Pacto de Varsovia (1955), liderados por los rusos. (La cruenta Guerra de Corea no llegó a mayores. Rusia y China apoyaron a Corea del Norte mientras los Estados Unidos pelearon por Corea del Sur, a la que los EEUU y la Unión Soviética acordaron separar de la norteña a partir del famoso Paralelo 38).
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Ahora se opone la mayor parte de Occidente a la infame invasión de Ucrania por los rusos. ¿Cuál es la autoridad moral de los países occidentales, específicamente la de los Estados Unidos? Ya en el siglo XIX hubo un conflicto coreano-estadounidense,* y tan temprano como en 1853 los Estados Unidos hicieron llegar una flota de guerra a la Bahía de Tokío, al mando del Comodoro Perry, con el fin de «invitar» a los japoneses a abrirse al comercio de Occidente. La nación a la que Donald Trump incitaba a recuperar su «grandeza» (MAGA: Make America** Great Again) arrancó a México buena parte de su territorio con la guerra, invadió a Cuba (aún preserva Guantánamo), se hizo dueña de la «Zona del Canal» en Panamá, se apoderó de Hawai y las Islas Fiilpinas, compró a Rusia en 1867 el territorio de Alaska (que convirtió en su cuadragésimo noveno estado), y ha hecho de Puerto Rico un «Estado Libre Asociado». (Tales posesiones dejan de mencionar su constante intervención en favor de regímenes dictatoriales en nuestro continente).*** Esto sin tomar en cuenta a su «madre patria», Inglaterra, cuyo imperio «británico»—de Bretaña, región francesa—tomó la mayor parte de América del Norte, posesiones en la del Sur—Trinidad, Guayana Inglesa—buena parte de África, toda India (su virreinato), así como otros enclaves en Asia—Hong Kong, por ejemplo—y prácticamente todo el continente de Oceanía.
Pero no cejemos, ciudadanos del planeta. Para esto deberemos mandar, como corresponde a los pueblos más que a los gobernantes. Autoridad moral tenemos:
Quizás la causa de nuestro pesimismo contemporáneo es nuestra tendencia a ver la historia como una turbulenta corriente de conflictos—entre individuos en la vida económica, entre grupos en política, entre credos en la religión, entre estados en la guerra. Éste es el lado más dramático de la historia, que captura el ojo del historiador y el interés del lector. Pero si nos alejamos de ese Mississippi de lucha, caliente de odio y oscurecido con sangre, para ver hacia las riberas de la corriente, encontramos escenas más tranquilas pero más inspiradoras: mujeres que crían niños, hombres que construyen hogares, campesinos que extraen alimento del suelo, artesanos que hacen las comodidades de la vida, estadistas que a veces organizan la paz en lugar de la guerra, maestros que forman ciudadanos de salvajes, músicos que doman nuestros corazones con armonía y ritmo, científicos que acumulan conocimiento pacientemente, filósofos que buscan asir la verdad, santos que sugieren la sabiduría del amor. La historia ha sido demasiado frecuentemente una imagen de la sangrienta corriente. La historia de la civilización es un registro de lo que ha ocurrido en las riberas. (Will Durant, en Los placeres de la Filosofía).
Consideremos esto otro:
Es necesario un pacto federal que transfiera a una autoridad central planetaria ciertas atribuciones. ¿Cuáles serían? ¿Quiénes serían las autoridades de ese Estado global? ¿Cómo se les elegiría? Debe haber una legislatura planetaria, tal vez construible sobre una reforma de la Asamblea de las Naciones Unidas, pero probablemente haya que sustituir el Consejo de Seguridad por un Senado Planetario, compuesto por miembros elegidos por los bloques de la “geotectónica política”. Hay ya grandes bloques en el planeta bajo autoridad única: EEUU, Rusia, China, India, Europa, Australia. Hay protobloques en América del Sur y África, así como subbloques en Centroamérica. Hay entidades que tienen más bien base religiosa, como el Islam, que agrupa a más de 1.200 millones de almas. ¿Cómo sería y cómo pudiera establecerse un gobierno mundial viable y beneficioso? ¿Cómo se pagará?
En la base de todo tendría que estar la conciencia apuntada al principio: la de que en verdad somos, por encima de cualquier otra cosa, ciudadanos del planeta; la de que es una nueva soberanía planetaria, emanada del único pueblo del mundo, lo que dará base a un gobierno del mundo. (Ciudadanía mundial, 8 de mayo de 2008).
Por supuesto que hay mucho de nuevo bajo el sol. Las armas actuales, que los políticos y militares han desarrollado, no podían soñarse siquiera en la época de Boris Godunov (1598-1605). Pero los ciudadanos del planeta también tenemos recursos nuevos**** para la paz. LEA
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* La expedición estadounidense a Corea, la Shinmiyangyo (para los coreanos) o simplemente la Korean Expedition (para los estadounidenses) en 1871, fue la primera acción militar de Estados Unidos en Corea. Esta tuvo lugar sobre todo alrededor de la isla Ganghwa. La razón para la presencia de una fuerza naval estadounidense en Corea era dar apoyo a una delegación diplomática enviada para establecer relaciones comerciales y políticas con la nación coreana, además de investigarse el destino del navío mercante General Sherman y establecer un tratado que asegurase la asistencia mutua en caso de naufragio. Cuando las baterías coreanas del río Selee atacaron a los dos buques de guerra estadounidenses el 1 de junio de 1871 se le exigió a Corea una disculpa oficial. Al no recibirla, los estadounidenses decidieron mandar una expedición de castigo que alcanzó Corea 10 días después. La respuesta aislacionista de la Dinastía Joseon y la obstinación de los estadounidenses en malentender el conflicto convirtió una expedición diplomática pacífica en un conflicto armado. El 10 de junio, aproximadamente 650 estadounidenses desembarcaron y capturaron varios fuertes, matando a más de 200 soldados coreanos con sólo 3 bajas. Corea continuó rechazando negociar con Estados Unidos hasta 1882. (Expedición de Estados Unidos a Corea).
** El solo hecho de la costumbre estadounidense de hacerse llamar «América» es una apropiación indebida. Nuestro continente americano se extiende desde Canadá hasta la Patagonia, y deriva su nombre de Américo Vespucio, el navegante italiano (latino), que lo navegó de norte a sur.
*** La Operación Cóndor o Plan Cóndor es el nombre con que se conoce al plan de coordinación de acciones y mutuo apoyo entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América del Sur—Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y esporádicamente, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela,—con participación de los Estados Unidos, siendo Henry Kissinger señalado como su ideólogo. Fue llevado a cabo entre las décadas de 1970 y 1980, con el fin de instalar en la región un plan económico neoliberal, con el desmantelamiento de los Estados como articuladores de la vida pública y el desarrollo económico, más un fuerte endeudamiento externo. Esta coordinación implicó, oficial y directamente, el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con tortura, traslados entre países, y desaparición o asesinato de personas consideradas por dichos regímenes como «subversivas del orden instaurado, o contrarias a su política o ideología». El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la estrategia del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política. Los llamados «Archivos del Terror» hallados en Paraguay en 1992 dan la cifra de 50.000 personas asesinadas, 30.000 «desaparecidas» y 400.000 encarceladas. (Plan Cóndor).
**** Yehezkel Dror transcribe otra enumeración de nuevos factores que toma del McKinsey Global Institute: la de tecnologías emergentes disruptivas. (…). Es decir, tecnologías que cambiarán la vida de los humanos en modo imprevisto, con efectos positivos y también perniciosos: 1. la Internet móvil; 2. la automatización del trabajo del conocimiento; 3. la Internet de las cosas; 4. la tecnología de nubes; 5. la robótica avanzada; 6. los vehículos autónomos y cuasi-autónomos; 7, la genómica de nueva generación; 8. el almacenamiento de energía; 9. la impresión 3D; 10. los nuevos materiales; 11. la exploración y recuperación avanzadas de petróleo y gas; 12. la energía renovable. A continuación añade: «Asimismo se menciona en el documento [de McKinsey], aunque no las discute en detalle, la fisión nuclear de próxima generación, la energía de fusión, la captura de carbono, la purificación avanzada del agua y la computación cuántica». (En Cuestión de época, 19 de junio de 2019).
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