Contrapunto de encuestadores

De la página web Dinámica Venezuela

En el día de hoy llegó a las manos del suscrito un informe atribuido a Fortuny, Guzmán & Asociados que lleva por título Todo indica que Capriles va a ganar. No según ellos, sino de acuerdo con las esperanzas de Consultores 21, la encuestadora que trabaja para el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática.

El informe, de fecha 6 de agosto de 2012, indica en nota al pie de su portada: «Fortuny & Asociados prohíbe la reproducción total o parcial de este informe…»  Tal advertencia impide que el Blog de Dr. Político ofrezca a sus lectores el archivo .pdf recibido, y le impone referirse a su contenido en paráfrasis, no mediante la cita textual.

La gente de Dinámica Venezuela—Escenarios políticos y económicos con actualizaciones trimestrales—hace un reconocimiento a la seriedad de Consultores 21 y sus pasados aciertos, presentándola como la encuestadora que sirve al comando de Capriles Radonski; antes, destaca, lo apoyó en lo tocante a mediciones de opinión en las elecciones primarias de la MUD y previamente en las elecciones de Gobernador en el estado Miranda. Por su parte, Fortuny, Guzmán & Asociados encargan sus estudios de la opinión al Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), y admiten que esta firma usualmente es contratada por el oficialismo.

El informe referido da cuenta de un cordial cotejo de cifras e interpretaciones de FG&A con la gente de Consultores 21, llevado a cabo el viernes 3 de agosto, y expone con imparcialidad los argumentos de esta última empresa para su anticipación de un triunfo de Capriles.

Consultores 21 cree, por ejemplo, que si se enfrenta a Hugo Chávez en el mismo terreno de previos combates electorales y con un candidato similar a los anteriores, el candidato-presidente ganaría por ventaja abrumadora. Por tal razón, la encuestadora indaga si tales condiciones se repiten ahora.

En lo tocante al candidato, Consultores 21 cree que Capriles es un candidato muy distinto de los otros candidatos de oposición (Salas Römer, Arias Cárdenas, Rosales). Su desempeño sería superior: la encuestadora mide igualados a Chávez y Capriles en las respuestas a la pregunta ¿Estaría Ud. dispuesto a votar por…?, y señala que Rosales nunca superó 40% en la misma pregunta. Después aduce que por primera vez Chávez no supera a su contendor en la totalidad de 24 rasgos descriptivos: en esta oportunidad, habría un «empate técnico» en 18 de los rasgos y de los seis restantes Chávez aventajaría a Capriles en cuatro y la situación inversa se manifestaría en dos.

En lo atinente al terreno de la confrontación, Consultores 21 también encuentra diferencias con procesos anteriores. La valoración de optimismo de la población era superior en anteriores elecciones que ahora, y las expectativas serían hoy inferiores a las del pasado. Terreno y candidato, apunta la encuestadora, son ahora diferentes. (Consultores 21, por cierto, adjudica a Chávez 2% de ventaja—dentro del error muestral—en intención de voto, con 48% a favor de Chávez sobre 46% en favor de Capriles, y 6% de entrevistados que no saben o no responden. La encuestadora desmintió que fuera cifra suya una ventaja de cuatro puntos del candidato opositor sobre el oficialista, como se ha afirmado insistentemente en las redes sociales).

Las proyecciones favorables para Capriles de Consultores 21 se centran en el encuadramiento de la campaña: si ésta lograre establecerse en términos de presente vs. futuro, la encuestadora cree que Capriles ganaría con facilidad. Consultores 21 espera un punto de quiebre dentro de los próximos treinta días. También adjudica un punto clave de la contienda en la votación que llegue a darse en el Distrito Capital.

Una diferencia importante entre IVAD y Consultores 21 se establece en la composición de la muestra de ambas encuestas. La segunda usa una muestra que supera a la primera en la representación de la clase media—y cree que quien gane el voto de la clase media ganará la elección—; la primera da mayor representación a los estratos más pobres, que tienden a votar mayoritariamente por Chávez. Un árbitro pudiera decidir cuál es la representación más correcta: Datanálisis reportó en enero de este año una composición de 2,5% a 3% en las clases A y B, 17% en clase C, 38% en clase D y 42% en clase E. Usted puede sacar sus propias conclusiones. LEA

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La pérfida Reuters

La sede londinense de Reuters: 30 South Colonnade en Canary Wharf

Fue Reuters la primera agencia de noticias que anunciara el asesinato de Abraham Lincoln en 1865; había sido fundada en la Pérfida Albión por Paul Julius Reuter catorce años antes. Desde entonces, se ha consolidado como una de las agencias más serias y oportunas en esto de distribuir noticias sobre acontecimientos importantes. Más de una vez, empero, ha sido criticada por su estricto apego a una política de lenguaje objetivo. Por ejemplo, trata de no usar la palabra «terrorista». El Editor de Noticias Globales en la agencia, Stephen Jukes, explicó el caso: «Todos sabemos que quien es terrorista para un hombre es un luchador de la libertad para otro, y que Reuters sostiene el principio de no usar la palabra terrorista». Por la misma razón, la agencia ha sido acusada de mantener una posición antisraelita.

Pero Reuters no está al servicio de Telesur, ni se conoce que alguno de sus directivos o ejecutivos esté afiliado al PSUV. Esta advertencia es necesaria porque Reuters acaba de tabular y publicar las mediciones de una media docena de encuestadoras venezolanas, sin que exista un punto de cuenta que le autorice viáticos o pasajes del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, como aseguró Tomás Guanipa (Primero Justicia) que fuera aprobado para beneficiar a Germán Campos y Oscar Schemel.

Las tablas de Reuters incluyen registros de 2011 y 2012. He aquí la correspondiente al año pasado; los números son los porcentajes de la intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre de 2012, y como no fue sino hasta febrero de este año cuando fuera definida la candidatura de la Mesa de la Unidad Democrática, la comparación se establece entre la intención de voto a favor de Hugo Chávez y la asignada a cualquier candidato de la oposición.

Intención de voto en 2011 según cinco encuestadoras

Es fácil notar que las mediciones anómalas fueron anunciadas por Consultores 21, que fue la única encuestadora que en 2011 anotara (hasta octubre) que un candidato opositor cualquiera le ganaría la elección a Hugo Chávez. Extrañamente, en diciembre del año pasado reportó la situación inversa.

El siguiente cuadro informa del cálculo realizado por este blog para computar la ventaja promedio de Chávez sobre un candidato de oposición, según cada encuestadora, con los números de la tabla anterior.

Ventaja de Hugo Chávez en 2011

A lo largo de 2011, los hermanos Cabrera dieron un promedio de 8,1 puntos de ventaja al candidato innominado de la oposición; por su parte, Jesse Chacón adjudicó a Chávez un promedio de 34,1 puntos de ventaja sobre su posible contendor. He allí los extremos opuestos del registro de la opinión pública en 2011.

La tabla que sigue incorpora a Consultores 30-11 (Germán Campos), como sexta encuestadora, en el registro de la intención de voto desde que comenzara 2012.

Movimiento de la intención de voto en 2012

Como antes, computemos la ventaja promedio en lo que va de año para la candidatura oficialista.

Ventaja promedio de H. Chávez sobre H. Capriles en este año

Hasta Consultores 21 da a Chávez adelante, aunque mezquinamente, y la firma de Chacón concede 0,4 puntos de disminución en la ventaja de aquel señor. Los extremos, pues, se han moderado mínimamente.

Claro, la compilación de Reuters volverá a excitar la pasión analítica de tirios y troyanos; unos dirán que ya ganaron, otros que la mejor encuesta es el acto de inscripción de Capriles, que las encuestas han sido amañadas. Pero la cosa no pinta bien para el orador de los silencios. LEA

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La verdad como enemigo

Diestra escondida y siniestra alzada

 

En una visita de 1977 al Instituto Brookings, vetusto think tank de la ciudad de Washington cuyo origen remonta a 1916, escuché de su Director que unas veces «la primera organización dedicada al análisis de políticas públicas al nivel nacional» era tenida por centro que favorecía a los demócratas o a los republicanos, según quién estuviera gobernando. Si un demócrata ejercía en la Casa Blanca, su estudio anual sobre el presupuesto federal de los EEUU parecía hecho por un republicano interesado en señalarle defectos; lo inverso ocurría cuando gobernaba un presidente republicano.

Desde siempre, la aplicación de la inteligencia externa a los asuntos de gobierno encuentra errores en éste con la misma rapidez con la que el gobierno cuestiona la intención del investigador. Cualquier disminución pública de un actor político suscita en éste un ataque al evaluador, la muerte del mensajero. Hace cinco años casi exactamente, cuando medía un descenso en el apoyo de la opinión pública al gobierno, Hinterlaces era atacada por un ministro del presidente Chávez:

Pero ahora Lara, en su nuevo papel de gran desmentidor, acomete la deconstrucción—ministro postmoderno—de los resultados de una encuesta recientemente revelada por Oscar Schemel, el Director de Hinterlaces. Muy apresuradamente ha salido el Sr. Lara a declarar que el estudio de opinión sólo sirve a intereses de clase y es una “mentira estadística”. El Gonzalo Barrios del régimen—con perdón de la memoria del Dr. Barrios—declaró: “Alguien habló una vez que hay en la vida mentiras capitales, veniales y estadísticas, por lo que creo que en Venezuela hace bastante tiempo y por razones de carácter político estamos frente a una mentira sistemática de la mentira estadística”. Igualmente insinuó que algunos dueños de encuestadoras, en función de sus posturas políticas, “inducen respuestas en la forma misma de formular la pregunta a la hora de hacer la entrevista al encuestado”. El Ministro del Poder Popular para Desmentidos y Rectificaciones no toma en cuenta que la metodología de Hinterlaces incluye el empleo de focus groups, en los que los participantes no están encajonados por preguntas cerradas y pueden explayarse al explicar lo que sienten.

¿Qué tiene de particular la encuesta en cuestión, que obliga al gobierno a tratar de descalificarla? Pues que registra una disminución de 9% en el apoyo a Chávez, y reporta que más o menos la tercera parte de quienes votaron por él el pasado 3 de diciembre está arrepentida. (En la Carta Semanal #237 de doctorpolítico, 17 de mayo de 2007).

Pero la oposición lastimada puede conducirse, de hecho lo hace frecuentemente, como un gobierno herido cuando escucha alguna verdad que no le gusta. No es eso nada nuevo. El 4 de octubre de 2007 quise salir en defensa de Luis Vicente León, Director Ejecutivo de Datanálisis, en la Carta Semanal #257 de doctorpolítico:

El diario El Universal publicó el pasado domingo 30 de septiembre dos piezas de gran claridad y valentía, ambas atribuidas al economista Luis Vicente León, el Director Ejecutivo de la encuestadora Datanálisis, que preside el sociólogo José Antonio Gil. La primera es su acostumbrado artículo dominical, que en esta ocasión dedicó a considerar las probabilidades de un nuevo éxito de Hugo Chávez con ocasión del inminente referéndum que considerará su proyecto de reforma constitucional, una vez que la Asamblea Nacional lo componga de manera definitiva. Escribe León: “…si le preguntamos a la población por los temas ‘candentes’ de la propuesta Chávez, conseguimos que éstos no logran motivar a la gente. Más de 50% rechaza la reelección continua; más de 80% cree que la propiedad privada es indispensable para generar empleos y más del 75% rechaza la idea de que sus autoridades sean nombradas a dedo por el Presidente. Bajo estos resultados, algunos analistas concluyen que la reforma perderá corrido. Ésta es una conclusión atrevida. Debemos considerar que lo que se está sometiendo a consideración no son sólo los elementos impopulares de concentración de poder. En este referéndum el Presidente agregó propuestas populares determinantes en la decisión del voto”. Luego advierte: “Miren la paradoja: durante años la oposición, siendo minoritaria, dio esperanzas falsas a su gente para motivarlos a votar y los frustró. Cuando los resultados le fueron adversos jugó a la abstención y acostumbró a una parte de los votantes a que no valía la pena participar, llenando el mercado de mitos y realidades sobre el sistema electoral. Pues ahora, cuando finalmente tiene una opción, su trabajo previo la desarma, el abstencionismo natural la entrampa y probablemente ocasionará que los resultados finales le sean tan adversos como siempre”.

La segunda pieza es una entrevista que le hace Clodovaldo Hernández. Éste pregunta: “Si la oposición reacciona, ¿podría ganar?” Responde León: “Ésta es la primera vez que la oposición tiene la oportunidad de oro para demostrar que la gente puede estar de acuerdo con Chávez pero no con todo lo que propone. Sin embargo, esta es una sociedad utilitaria y ahora es cuando vamos a ver a Chávez en acción. Por eso se muestra todos los días en cadena, entregando dinero. La estrategia será llevar a la gente a pensar que votar Sí o No es votar a favor o en contra de él. Así le endosará a la reforma parte de su popularidad. Y si todo eso fallara y el electorado siguiera dividido en partes iguales, la capacidad operativa de movilización del Gobierno el día cero es infinitamente superior a la de la oposición”. Pero apunta con mayor precisión: “Chávez sabe que la relación utilitaria no sirve para permanecer en el poder a largo plazo. Es como el amor comprado, efímero. Por eso insiste en lo ideológico. Según la última encuesta, 82% rechaza usar a Cuba como ejemplo para Venezuela, pero Chávez le cambió el nombre y ahora se llama Socialismo del Siglo XXI. Nadie, ni él, puede definirlo, pero es una branding strategy, una estrategia de marca impecable. Es como el casabe: a lo que le echas sabe”.

En el artículo, sin embargo, ha escrito, recordando por qué Carlos Ocariz no detenta el cargo de José Vicente Rangel Ávalos: “Carlos Ocariz lo entendió en carne propia cuando perdió la Alcaldía de Sucre no porque era minoría, ni porque nadie lo robó, sino porque su mercado natural no votó, pensando que era imposible ganar, cuando la historia está llena de ejemplos que indican que nada, en política, es imposible”.

Por decir cosas como ésa, valiente y responsablemente, Luis Vicente León ha sido atacado estúpidamente. Clodovaldo Hernández refiere: “En 2004, León quedó accidentalmente en medio de una marcha opositora y casi lo linchan. Había escrito un artículo—sin suficiente anestesia—en el que afirmaba que la estrategia de Chávez para reconectarse con el pueblo, a través de las misiones, había sido ‘exitosísima’. En el club al que asiste, una señora recogió firmas para que lo expulsaran”. Ésta es la clase de gente que rasga sus vestiduras porque se discrimina sobre la base de la “lista de Tascón”. Lo que hay que hacer con Luis Vicente León es darle las gracias.

En el mismo club donde se intentó expulsarlo se repetía como dogma de fe que León había comprado un costoso apartamento ¡en dólares y en efectivo! Ese dato—falso, por supuesto—pretendía ser indicio de su venalidad; el gobierno lo habría comprado. Un amigo cercano me pasó la información que le ofreciera su hija, agente de bienes raíces que manejó el inmueble en cuestión: el comprador del susodicho apartamento ni pagó en dólares ni mucho menos era Luis Vicente León. Pero debe haber aún más de una persona que jura que la transacción existía como aseguraba el chisme difamador y que de tal cosa se desprendería que León y Datanálisis exponen lo que el gobierno les ordena. ¿Quién se hará responsable del injustificable daño a sus reputaciones?

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Hay veces, por supuesto, cuando la descalificación de una encuestadora es menos venenosa, al producirse en términos aparentemente técnicos. La nota de Reuters—Chavez rival struggles to close gap in Venezuela race—reseñada acá hace diez días (Los hombres del barro), recoge esta manifestación del mismísimo candidato opositor, Henrique Capriles Radonski: “Capriles y sus asistentes se mofan de las encuestadoras, señalando que no predijeron la naturaleza de deslave de su triunfo en las primarias de febrero, con 62 por ciento, o la inesperadamente grande asistencia de 3 millones de votantes”. Como mostró Venevisión el 13 de febrero, en general los números de las encuestadoras estuvieron cerca de los resultados del día anterior; en particular, Hinterlaces reportó el 9 de febrero que Capriles pudiera ganar con 66%—obtuvo 64%—y que pudiesen ir a votar hasta 2.700.000 electores. O Capriles y su comando están mal informados o confían en la mala memoria a corto plazo de los ciudadanos; nosotros sufriríamos de un selectivo Mal de Alzheimer político del que los dirigentes habituales pueden aprovecharse.

El 18 de abril próximo pasado, Noticiero Digital insertó un artículo del Sr. Alex Pinto, partidario de Capriles: La verdad de las encuestas. Allí puso:

Entre la lluvia de encuestas que han salido por allí, me decidí a investigar cuál de todas había acertado, para luego decidir si creer o no en las encuestas. Encontré lo siguiente:  – No se puede confiar en ninguna encuesta gringa sobre Venezuela, todas están sesgadas. El procedimiento que seguí fue averiguar cuál fue la ultima encuesta publicada por las firmas y armar la siguiente tabla, donde comparando con los resultados publicados por el CNE se puede calcular lo que yo llamo «El pelón», la diferencia de votos de ambos bloques en %. (…)

Luego, para ver quién acertó mas y quién tuvo más «pelones», hice otra tabla donde se compara la cantidad total de elecciones para las que publicó estudios con el total de aciertos (menos del 7% de error, que en realidad se traduce en un 3.5%) en un primer nivel, y en segundo nivel los que tuvieron menos del 9% (4.5%). (…)

Por último se tomó en cuenta los errores que cometieron algunas todas (sic) para clasificarlas. (…)

Con esto pude clasificar que las que estuvieron más cerca y las de menos errores «graves» son:  1ro IVAD; 2do HINTERLACES; 3ro DATANALISIS.

(GISXXI la descarté por tener pocos estudios y estar dirigida por Jesse Chacón). (…)

Cabe destacar que la peor o menos confiable de las encuestadoras de trayectoria es: Keller y Asociados.

Son precisamente las tres encuestadoras más atinadas según el ejercicio del Sr. Pinto, y también la firma Datos, las que optó por no nombrar un aviso pagado y sin responsable evidente que apareció hoy en la página 8 del cuerpo Ciudadanos del diario El Nacional. A media página, la pieza publicitaria pone al lado izquierdo: «Hasta en sus propias encuestas, Chávez va perdiendo apoyo», y soporta esta tesis con cifras de la encuestadora ConTExto, que atribuye al MinCI y GisXXI que, como es conocido, dirige Jesse Chacón. La primera habría medido 66% de intención de voto para Chávez en marzo de 2012 y de 53% dos meses después; la segunda tendría la cosa en 58% para septiembre del año pasado y en 55% para marzo de este año. No hay comparación con Capriles en este panel izquierdo del anuncio. En cambio, del lado derecho sí se compara a ambas figuras: en primer lugar, Consultores 21 encuentra en marzo de este año que Capriles supera a Chávez en lo tocante al agrado con su personalidad, 51% a 49%. A continuación, JDP Consultores mide dos puntos de ventaja de Capriles sobre Chávez en mayo: 46% a 44%, y en el mismo mes la Encuesta Predigmática asigna 49% a Capriles y 41% a Chávez.

El aviso en Tal Cual (21 de mayo, clic amplía)

Es decir, el aviso da por buenas las cifras de, pongamos, GisXXI para sostener que Chávez «sigue cayendo desde septiembre 2011». Pero quienes pagaron el aviso tomaron una cifra que Jesse Chacón indicó solamente para Caracas y prescindieron de poner lo que su encuestadora mide para Capriles. Dijo Chacón que la intención de voto a favor de Chávez “en región capital está en 55% y a nivel nacional en 57%, son 2 puntos de diferencia. Por Henrique Capriles votaría un 21% a nivel nacional y en la región capital un 22%”. Si GisXXI vale para apuntalar la tesis de que Chávez sigue cayendo ¿por qué no sirve para destacar que Capriles tendría nacionalmente 21% de intención de voto?

Pero es que no son mencionadas las encuestadoras que forman la columna vertebral de la credibilidad demoscópica venezolana; yo añadiría la firma Datos (16 puntos de ventaja para Chávez) a las tres mejor calificadas por el Sr. Pinto: IVAD (29,9% de ventaja para Chávez en marzo), Hinterlaces (18% de lo mismo en marzo, 19% en abril, hoy 22%), y Datanálisis (13,3% de Chávez sobre Capriles en marzo que pasó a 17% la semana pasada). Son estas encuestadoras, no JDP o Predigmática (desconocidas para quien escribe), las que consulta Reuters y ahora la agencia EFE, según nota de ayer reproducida por Noticias 24: Las encuestas siguen dándole malas noticias al candidato de la oposición Capriles Radonski.

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También ha intentado hoy el comando de campaña de Capriles convencer con una presentación de Eduardo Semtei (del equipo comunicacional de Capriles en llave con Kico Bautista), José Vicente Carrasquero (que no logró éxito como gerente de la campaña de Manuel Rosales en 2006) y Carlos Raúl Hernández, articulista. La web de Globovisión ha colocado un video en el que se escucha al último de los nombrados con una conmovedora argumentación: las encuestas medirían una ventaja abrumadora de la candidatura Chávez por el factor miedo, tal como ocurrió en Nicaragua en la campaña ganada por Violeta Chamorro, quien aparecía como perdedora en los estudios de opinión. Esta conjetura, presentada como argumento supuestamente definitivo, ya tiene telarañas; es el mismo wishful thinking de Alfredo Keller en 2004, cuando la madre de la MUD, la Coordinadora Democrática, se acercaba a una derrota en el reverendo revocatorio de ese año. Cuando era inminente el fracaso de Manuel Rosales, que Carrasquero recordará, la Carta Semanal #212 de doctorpolítico rememoraba la seudo explicación:

Alfredo Keller & Asociados pareciera servir para presentar ante empáticas audiencias un panorama lo más rosado posible para la campaña de Rosales, al decretar la existencia de un supuesto «empate técnico» a estas alturas—48% Chávez, 42% Rosales—que daría pie a la esperanza. Pero ya antes ha cumplido ese papel. Para la época del referendo revocatorio hablaba de un «voto oculto», como el que habría determinado años antes la victoria de Violeta Chamorro en Nicaragua ante un sandinismo atemorizador, aunque se cuidó de mencionarlo como una «posibilidad», curándose en salud. El tímido pronóstico de Keller llevaría a Ibsen Martínez a dedicar uno de sus estupendos artículos al tema, en el que aseguraba que el voto oculto existía y se manifestaría el 15 de agosto de 2004. Vistos los resultados del referendo, tuvo la hombría de ofrecer excusas a sus lectores en un nuevo artículo [El cementerio de los analistas], que además fue muy divertido.

Es explicable que el comando de campaña de Capriles quiera participar con tres divisiones—Consultores 21,  JDP y Predigmática—y tres generales—Semtei, Hernández y Carrasquero—en lo que ha bautizado como «la guerra de las encuestas». Ha decidido que la verdad es su enemigo y ofrece falacias en lugar de argumentación lógica y datos confiables, escamoteando lo que no le conviene. En todo caso, alguien como Carrasquero ya está curtido en eso de equivocarse. El 29 de septiembre de 2006 decía con optimismo de la campaña de Rosales: «Las cosas marchan muy bien en Zulia, obviamente. También en Carabobo. En Lara, en Anzoátegui, en Monagas estamos avanzando a buen paso. Hay estados especialmente olvidados por el Gobierno, como Táchira, en la cual la vida cotidiana se ha deteriorado especialmente. Rosales tiene muchas simpatías ahí». Manuel Rosales perdió en Táchira, en Monagas, en Anzoátegui, en Lara, en Carabobo e incluso en Zulia, su propio estado; perdió en todo el país—Chávez le ganó con una ventaja de 26 puntos—menos en el municipio Maracaibo. Este blog apuesta a que Capriles ganará en más de un municipio el 7 de octubre de 2012, si es que llega a esa fecha como candidato. LEA

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Estratigrafía de la opinión

Recién salido del horno (un clic sobre cualquier imagen la amplía)

Empieza a sedimentar un segundo estrato de encuestas de opinión, realizadas con posterioridad a las elecciones primarias de la Mesa de la Unidad Democrática; por tanto, decidoras del impacto sobre la intención de voto de los venezolanos que ha tenido la candidatura que emergiera de aquellas votaciones: la de Henrique Capriles Radonski. Si la primera capa de mediciones indicó que Hugo Chávez aventajaba a Capriles por unos veinte puntos en promedio, lo que se sabe ya de la segunda no modifica sustancialmente la lectura desesperanzadora para el abanderado de la MUD, a pesar de que el Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD) traiga noticias relativamente buenas para Capriles; si en marzo IVAD midió una brecha a favor de Chávez de 29,9%, ahora esta diferencia es de sólo 24,6%.

Este movimiento no se produce porque la intención de voto a favor de Chávez haya disminuido en los últimos treinta días; por lo contrario, ha aumentado: en marzo era de 56,5% y en abril es de 58,6%. Es decir, la candidatura de Chávez ha aumentado 2,1 puntos en el último mes. Pero Capriles ha crecido más en ese lapso (según IVAD); de 26,6% en marzo, la intención de voto a su favor se sitúa ahora en 34%, o 7,4 puntos de incremento en treinta días. En apariencia, un resultado muy alentador para la oposición; de crecer a este ritmo sin parar, la candidatura de Capriles sumaría en cinco meses un incremento de 37 puntos porcentuales, y entonces ganaría la elección ¡con 71%! ¡Sólo 29% de los electores votaría en octubre por Hugo Chávez! ¡La tortilla se habría volteado por completo!

Ahora bien, si la intención de voto por Chávez no está descendiendo ¿de dónde sale el aumento de la de Capriles? En marzo, los indecisos—más o menos equivalentes a la suma de los entrevistados que dicen no saber o no responden—representaban 26,9% de la muestra; ahora, ese segmento se ha reducido a 7,4%. Dicho de otro modo, el cambio pudiera interpretarse como una mayor captación de indecisos por parte de Capriles, lo que no es en sí una sorpresa; se puede decir que Chávez debe estar muy cerca de su techo. Éste habría captado sólo 12,4% de los indecisos en marzo, mientras que Capriles habría convencido a casi 44% de ellos. Tal cosa significa que la reserva de indecisos se ha adelgazado; ya sólo quedaría 7,4% de indecisos—lo que llama la atención por su exiguo tamaño a cinco meses de las votaciones; usualmente este porcentaje es mayor—, y ese porcentaje es exactamente el crecimiento experimentado por Capriles en el último mes. Si Capriles repitiera tal desempeño y Chávez no captara un indeciso más, entonces ya no habría más indecisos para convencer y Capriles sumaría 7,4 puntos a sus actuales 34, para alcanzar un techo teórico de 41,4, o 17,2 puntos por debajo de Chávez. (Claro, esto no toma en cuenta el caso de un crecimiento de Capriles dentro de un juego de suma cero contra Chávez, en el que lo que uno ganara el otro lo perdería).

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No dispongo de otras cifras provenientes de IVAD; en cambio, he podido ponerme en las treinta láminas que componen el Resumen Ejecutivo del Monitor País (Reporte Electoral) de la firma Hinterlaces, del 21 de abril de 2012. (Abajo, un enlace permite descargarlas en .pdf). Este estudio corresponde a lo medido en 1.529 entrevistas directas en hogares, en una cobertura geográfica de toda la población urbana y rural del país según una muestra estratificada, semi-probabilística, polietápica y aleatoria que rinde un nivel de confianza de 95% y un error muestral máximo admisible de ±2,7%. Fueron sus variables de control la edad, el sexo y los niveles socio-económicos y educativos, y los datos fueron levantados entre el 10 y el 18 de este mes.

De una vez, traigamos el dato significativo global, comparable a lo que conocemos de IVAD. Para Hinterlaces, Chávez adelanta en 19 puntos de intención de voto a Capriles:

Intención de voto medida en abril de 2012

Ese registro es 1% superior al obtenido por la misma firma el mes anterior, cuando medía 52% a favor de Chávez y el mismo 34% para Capriles. (Una semana después de las primarias de oposición, Capriles recababa 37% de intención de voto y Chávez 49%; esta mayor cercanía—sólo 12 puntos de diferencia—se diluyó en poquísimos días, luego del anuncio de la recidiva del cáncer en la humanidad presidencial).

José Rafael Revenga describe la peculiaridad de Oscar Schemel, el capitán de Hinterlaces, con el siguiente cognomento: «el mejor conceptualizador de los encuestadores venezolanos». Es una opinión con la que concurro; Schemel no se limita a ofrecer el dato bruto, sino que explica su razón de ser, el proceso de psicología social que está detrás de los resultados, y lo que dice tiene sentido, cuadra con lo que un buen ojo clínico descubriría. Seguramente es la doble metodología de Hinterlaces lo que permite a Schemel la formulación de explicaciones convincentes; además de las encuestas convencionales, la firma reúne focus groups que le permiten profundizar en las razones de los ciudadanos representativos de posturas típicas para sostenerlas, sean éstos de simpatía oficialista, opositores o gente no alineada con ninguno de estos polos.

Tres quintas partes aprueban la gestión de Chávez

Las cifras de intención de voto encontradas por Hinterlaces tienen una base explicable en la evaluación de la gestión del Presidente. Para explicar el gráfico de la derecha que resume esa evaluación, la lámina 11 del Resumen Ejecutivo señala:

EVALUACIÓN DE LA GESTIÓN PRESIDENCIAL

La enfermedad del presidente Chávez borró definitivamente de la psiquis colectiva y de la agenda pública la exitosa movilización de las Primarias de la Oposición, anulando además el debate electoral.

Se impuso nuevamente una hiper-personalización del debate político-electoral en la figura del presidente.

El juicio crítico respecto a la gestión del Presidente Chávez fue desplazado por un juicio emocional y moral que se tradujo en respaldo incondicional.

La evaporación de las primarias de la MUD

Estructuralmente, pues, la posición del candidato de oposición no ha mejorado según Hinterlaces; ha tenido incluso un leve retroceso de 1% en el último mes en términos de su distancia respecto de la intención de voto a favor de Chávez. Vista la cosa dinámicamente en un lapso mayor—noviembre 2011 a la fecha—se percibe más fácilmente el problema (el gráfico se lee a lo árabe, de derecha a izquierda: lo más reciente es lo registrado en la primera columna de la izquierda). El significativo efecto de las primarias consistió en el acortamiento de la ventaja de Chávez, que pasó de 16% a 12% una semana después del evento electoral opositor; mas, en pocos días, Chávez superaba la cota anterior y se adelantaba con 18 puntos de ventaja.

Percepción de la gestión en los últimos cuatro años

Del mismo modo, demos profundidad temporal a la evaluación de la gestión presidencial. Para esto, Hinterlaces suministra una lámina que cubre desde el año 2008 hasta estos últimos días; es digna de ser tomada en cuenta la nota que pone abajo con algunas interrogantes. (Hacer clic sobre la lámina para ampliarla). Si alguno de los efectos que enumera se diese, el efecto negativo sobre la valoración de Chávez no se daría por mérito de Capriles sino por demérito propio, y podría sugerir a gente propensa al sabotaje la introducción de acciones que agravaran las situaciones en ella descritas o, simplemente, el estímulo a la percepción de que se agravan.

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Son cosas como éstas las que encuentra la estratigrafía de la opinión más reciente. El papagayo tricolor no levanta vuelo más allá de cierto techo, y ésta es una situación harto conocida para los estudiosos de las campañas electorales en los países que las celebran. En 1983, Rafael Caldera, quien tenía una estatura y una sustancia muy superiores a las de Capriles Radonski (independientemente de las simpatías que suscitara), se dirigía irremisiblemente a su derrota a manos de Jaime Lusinchi, un candidato que objetivamente no le llegaba a los talones. En medio de la campaña, un pequeño respiro registrado por los estudios de opinión insufló un iluso triunfalismo en muchos miembros de su comando electoral. Referí este estado de ánimo y su equivocada interpretación en mis Memorias prematuras de 1986:

La campaña de Caldera, mostraban las encuestas, había logrado repuntar un poco. (Esto era lo que había despejado las aprensiones del comando de campaña). Sin embargo, dije, todo piloto sabe que se hace ascender un avión aumentando el flujo de combustible. Si el avión venía volando en un cierto “techo”, comienza a ascender. Pero sólo para colocarse en un nuevo techo; superior, por cierto, pero techo al fin. Y el problema era, no sólo que el nuevo techo conseguido no era suficiente, sino que el avión de Caldera ya no podía aumentar más el combustible porque ya no tenía otra cosa que ofrecer. (…) ¿Dónde estaba la gasolina necesaria para volver a subir de techo? No podría provenir del próximo anuncio del programa de gobierno, por lo que conocía de su mediocridad.

El avión opositor tiene su motor embanderado

Ésta parece ser, agravada, la misma situación que aflige a la candidatura de Capriles, que necesita mucho más que un tal «autobús del progreso» que no produce entusiasmo y se dirige inercialmente a un barranco. Si la apuesta de la oposición venezolana fuera la de cambiar oportunamente el autobús por un avión, su único motor, el candidato único que eligió el 12 de febrero, parece no generar empuje suficiente. (Hinterlaces e IVAD coinciden en atribuirle 34% de la intención de voto). Por cierto, ni Capriles ni su comando han hecho alusión alguna a lo que fuera cacareado hace apenas tres meses, el 23 de enero: el programa de gobierno de la «Unidad Democrática»; como en el caso de Caldera, no será de lo programático de donde vendrá el empuje extra para superar el actual techo de intención de voto. Lisa y llanamente, Capriles no calza los puntos de una contrafigura eficaz, no es gallo para Chávez, «no da», como decía Edmond Saade de Manuel Rosales un mes antes de las elecciones presidenciales de 2006.

Y es que tras esa candidatura insuficiente hay una limitación de origen: el hecho de que es la candidatura de la oposición. Es razonable suponer que la abstención de masa opositora el 12 de febrero de este año fue más bien baja, que fue a votar en las primarias una buena parte de la población que se define como de oposición. El movimiento favorable para Capriles, registrado por IVAD en el último mes, sería el crecimiento esperable de alguien que sacó 1.800.000 votos en dirección a los 3.000.000 de votos en la totalización. Hasta cierto punto es esto lo que explica Hinterlaces en una de sus conceptualizaciones características (láminas 28 y 29):

¿PRIMARIAS o PLEBISCITO? Más allá del objetivo de elegir al candidato único de la oposición, las Primarias se convirtieron finalmente en un Plebiscito, donde la motivación fundamental fue expresar el descontento y el malestar por la gestión del Presidente Chávez y de su gobierno. Los medios de comunicación destacaban la amplia participación de más de 3 millones de venezolanos, mucho más que el triunfo del candidato. De hecho, la comunicación de la oposición puso en segundo plano la elección del candidato único. Lo importante era protestar contra el presidente Chávez a través de la participación en estas Primarias. «Hay que ir a votar en las Primarias». Quienes participaron en este evento insistían más en manifestar su rechazo al Presidente Chávez que en su apoyo por cualquiera de los pre-candidatos. Hay que destacar que, con la elección del pre-candidato «menos confrontacional», el país opositor ha venido entendiendo o aceptando que no se puede vencer al Presidente Chávez desde una posición radical y extrema, opositora y anti-chavista. Visto como un Plebiscito, la participación ciudadana en este evento resulta limitada y explica el débil impacto que tuvo posteriormente sobre el respaldo electoral del candidato único de la oposición.

En la misma línea, Noticias 24 recogió el 22 de abril la primicia de José Vicente Rangel sobre la medición de IVAD ya reseñada, y citó algunas de sus palabras que a su vez citaban a Luis Vicente León:

El periodista acotó que el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, señaló durante la reciente presentación de los resultados de los sondeos de la empresa que “se esperaba que la intención de votos por Capriles fuera superior a la suma de los precandidatos previo a las primarias, sin embargo, esto no pasó y aunque tres millones de votos fue buen resultado no dice nada porque para ganar el 7 de octubre se debe tener al menos 7 millones, resultado que se le hace cuesta arriba a Capriles”.

Hace un mes, la mayor parte de la dirigencia y la comunidad opositora prefirió ignorar, al menos ostensiblemente, la lectura de la mayoría de las encuestadoras, a pesar de que entre todas depositaron una capa de sedimento homogéneo que separa el estrato de los votos a favor de Chávez de los que Capriles recogería. La segunda capa está acumulándose y no parece haberse adelgazado. Ya van dos vaciados: IVAD e Hinterlaces; en los próximos días sabremos de otros. LEA

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Descargue el Resumen Ejecutivo del Reporte Electoral: MONITOR PAIS – ABRIL 2012

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Capriles el pensativo (actualizado)

Abajo se incluye la lámina de Datanálisis sobre intención de voto. La diferencia medida por la encuestadora a favor de Hugo Chávez Frías es de 13,3 puntos sobre Henrique Capriles Radonski. La encuesta registra una altísima disposición a ir a votar (91,8%). Entre quienes apoyan a Chávez, 26,3% se autodefine como votante no alineado; en el caso de Capriles, esto ocurre con 21%. No puede esperarse milagros del candidato opositor en este segmento.

Del gran Forges

 

Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos.

Jorge Luis Borges

Funes el memorioso

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En nada es procedimiento científico promediar las mediciones de varias encuestadoras sobre una misma cosa. En apariencia escrutan lo mismo, pero cada investigadora de opinión usa su propia técnica de muestreo y formula sus propias preguntas. Un promedio, sin embargo, es un dato ilustrativo, en particular si las diferencias no son tan grandes entre los datos.

Así, por ejemplo, se hizo en El milagro del Marne, el artículo principal de la Carta Semanal #214 de doctorpolítico, emitida tan sólo tres días antes—30 de noviembre—de las elecciones presidenciales de 2006:

No hay, en consecuencia, buenas razones para votar por Chávez, que insiste en reivindicar la bondad de un abuso, pero a pesar de esta situación, la mayoría de las encuestas registra, a mediados de este mes que hoy concluye, una partición de 60% de la intención de voto a favor de Chávez y 40% a favor de Rosales. Son otros criterios los empleados por la mayoría de los electores. (AP/Ipsos, 59%-27%; Consultores 21, 58%-41%; Datanálisis, 53%-26%; Datos, 55%-28%; Evans McDonough, 57%-35%; Keller, 52%-48%; Penn, Schoen & Berland, 48%-42%; Zogby/Universidad de Miami, 60%-31%. Si dejamos de lado a la única “encuestadora” que da como triunfador a Rosales—CECA, que el año pasado quiso vendernos que después de Diosdado Cabello el preferido como posible sucesor de Chávez, con 17,2% de preferencias, era ¡Oswaldo Álvarez Paz! También sostenía que Enrique Tejera París disfrutaba de ¡14,3% de apoyo para su candidatura!—y a la polémica encuesta realizada por profesores de la Universidad Complutense de Madrid, que vuelve a dar ventaja a Chávez de entre 15 a 20 puntos, las cifras inventariadas arrojan un promedio de 55,25% para éste y 34,75% para Rosales. Sumados estos promedios totalizan 90% de las preferencias, y entonces todavía habría 10% de indecisos. Llevados, finalmente, a escala de 100, los promedios de las encuestas dan a Chávez 61% y a Rosales 39%).

Conviene recordar los números de la votación efectiva del 3 de diciembre de 2006: Hugo Chávez Frías, 62,84% (digamos 63%); Manuel Rosales 36,90% (pongamos 37%). Es decir, a la postre el poco riguroso promedio terminó teniendo valor predictivo.

Ya se conocen las diferencias medidas por ocho encuestadoras en la intención de voto para el próximo 7 de octubre. A las ya publicadas—Hinterlaces, Dinámica Venezuela, Consultores 30.11, GIS XXI, IVAD, Consultores 21—se añade la medición de Datanálisis (sobre trabajo de campo concluido el Día de San José), que arroja 44% a favor de Hugo Chávez Frías y 31% a favor de Henrique Capriles Radonski, y la respuesta obtenida a regañadientes de alguien muy cercano a Joe Saade, el Presidente de la firma Datos, quien se la ofreció: una ventaja de 16 puntos a favor del actual Presidente de la República. (No pude hablar con Alfredo Keller; estará fuera del país hasta el 11 de abril, cuando se cumple una década de una inmensa gesta popular y, al día siguiente, la de una infamia).

Ventaja y discrepancia

En este grupo, el promedio de la diferencia a favor de Chávez es de casi exactamente 20 puntos (20,025%). Supongamos que para calmar a los extremistas dejamos afuera la encuestadora de Jesse Chacón—golpista del 27 de noviembre de 1992—y a Consultores XXI, firma  asociada por algunos a la campaña de Capriles. Entonces el promedio es de 21 puntos a favor de Chávez.

Forges: La vie en rose

La variación entre las encuestas es también ilustrativa. El desvío promedio de la media es de 8,4 puntos, y Consultores 21 tiene una lejanía del grupo significativamente superior al doble de eso. Supera en distancia del promedio por seis puntos a GIS XXI, la que da mayor ventaja a Chávez. De las encuestadoras más respetables Hinterlaces está a dos puntos del promedio y Datos a cuatro. Y si dejamos a las cuatro del medio—Datos, Dinámica Venezuela, Hinterlaces e IVAD—, el promedio baja a 20,575%: veinte puntos. De las dos centrales, creo más a Hinterlaces: dieciocho puntos le lleva Chávez a Capriles y éste, en seis meses, tiene que recortarlos. Cada mes, tiene que añadir 3% de los electores a su favor—y Chávez ninguno—para empatar.

Hay diferencias, ciertamente. Diferencia de cifras, de muestras, diferencia de preguntas, de fechas, de encuestadoras. Diferencia de ventaja. Probablemente Chávez no le lleva 33 puntos a Capriles (sólo 26 puntos le sacó a Rosales), pero le lleva una ventaja de dos dígitos; no de uno, uno solito, 1.

Hay diferencias, sin duda. Son diferencias que Capriles tendrá que olvidar, todos esos detalles inmediatos—El Universal (Elvia Gómez) certificó hoy que Capriles «Declinó entrar en detalles sobre las encuestas»—para poder pensar en la única diferencia que debe importarle: la que hay entre Chávez y él. LEA

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HCF favorito de las clases D y E, Capriles de las AB y C

Síntesis ejecutiva (.pdf) de la encuesta de Datanálisis en El Universal.

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