Tal como se anunciara el sábado anterior, el programa #281 de Dr. Político en RCR tuvo el honor de alojar la visita y palabra de Monseñor Ovidio Pérez Morales, Obispo Emérito de Los Teques. A partir de un artículo suyo en El Nacional de la semana pasada (del que se leyó los fragmentos cruciales), la sesión recibió su clara iluminación, que refuerza una tesis reiterada del espacio: que la solución de los problemas nacionales está en manos del Pueblo, que como poder supraconstitucional puede decidir cualquier cosa que no vulnere los derechos humanos, puesto que no está limitado por la Constitución. Como en todo el mes de diciembre, se escuchó un mismo tema—a su presentación y su recapitulación—en los acostumbrados fragmentos musicales acompañantes: el principal y grandioso del último movimiento de la Segunda Sinfonía en Re mayor de Jan Sibelius. Acá está el audio de la última emisión de 2017:
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El programa entrará en receso durante el mes de enero próximo, aunque cada uno de sus sábados Radio Caracas Radio repondrá programas de este año con temática que continuará estando vigente. La transmisión en vivo se reanudará el sábado 3 de febrero de 2018.
Justo entre Navidad y Año Nuevo, el Cantique de Noël compuesto por Adolphe Adam (1803-1856) es un pretexto para escuchar de nuevo la impar voz de Johan Jonatan «Jussi» Björling (1911-1960). Adam, famoso por el ballet Giselle, compuso la canción en 1847 para musicalizar los versos de Minuit, chrétiens (Medianoche, cristianos) del comerciante de vinos y poeta Placide Cappeau (1808-1877). Fuera de Francia se la conoce como Oh Holy Night o, entre nosotros, se la llama Oh Santa Noche. Acá la canta en sueco el incomparable Jussi:
La primera vez que oí la voz de Jussi fue la primera vez que escuché alguna ópera; mi tío meloastroquímico, Edgar Corothie, me sentó a escuchar a mis catorce años, y en sucesión (ambas venían en el mismo álbum de RCA Victor), Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni, y Pagliacci, de Ruggiero Leoncavallo, dos óperas breves que compitieron por el gusto del público entre 1890 y 1892. A continuación canta la voz de titanio en siciliano O Lola, el preludio a la acción de la ópera de Mascagni, y luego podemos escucharla en la de Leoncavallo, en compañía de Victoria De Los Ángeles y Leonard Warren, a cargo de Un tal gioco, credetemi,Vesti la giubba y Non, Pagliaccio non son, aria esta última que lleva a la conclusión con la frase de Tonio, La commedia è finita!:
O Lola
Un tal gioco, credetemi
Vesti la giubba
No, Pagliaccio non son!
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Mario Cavaradossi estaba enamoradísimo de Floria Tosca, y en la ópera de Giacomo Puccini alterna entre la pasión y la dulzura al recordar a su amante; es la última emoción la que aflora en O dolce mani:
O dolce mani
Es del ruso Nikolai Andreievitch Rimsky Korsakoff la sedosa Canción de la India, de su ópera Sadko; hela aquí en una vieja grabación de Bjoerling en un disco de 78 r. p. m.
Canción de la India
Es, en cambio, de su grabación más reciente—del año mismo de su prematura muerte a sus 49 años—su rendición del papel de Calaf, en la última ópera de Puccini: Turandot. Bjoerling la grabó con Giorgio Tozzi (Timur, su padre), Renata Tebaldi (la esclava Liù) y Birgit Nilsson (Turandot), bajo la dirección de Erich Leinsdorff; un elenco imbatible. En Non piangere, Liù la voz paterna y la de la esclava insertan comentarios:
Non piangere, Liù
Un Do de pecho era pan comido para Jussi Bjoerling; el poderosísmo que cierra Nessun dorma en Turandot puede ser escuchado acá al final de La voz de titanio, pero asombra cómo canta sin el menor esfuerzo el de una de las más famosas arias operísticas: La donna è mobile, del Rigoletto de Giuseppe Verdi. (El maestro sabía que había compuesto un éxito digno de los Top Ten, e hizo jurar al tenor Raffaele Mirate que no cantaría o siquiera silbaría la melodía del aria antes del estreno). Todos hemos aprendido, frecuentemente en la juventud, la frase La donna è mobile qual piuma al vento («La mujer es mudable como pluma al viento»), pero no es conocimiento común que el libretista de Giuseppe Verdi, Francesco Maria Piave, tomó esa imagen del Filostrato (abatido de amor) de Giovanni Boccaccio, que el poeta joven y enamorado dedicara—en 1335 o 1340—a su Fiammetta, la rubia Maria D’Aquino, hija natural de Roberto el Sabio, Rey de Nápoles. La vio por vez primera en misa de Sábado Santo de 1331 y su rostro se convirtió en obsesión para él.
La trigésima ottava rima del Filostrato
El plagio—¿la elogiosa alusión?—se disimula algo al comparar el verso en Rigoletto con la metáfora del autor del Decamerón, que puso: Giovane donna è mobile… Volubil sempre come foglia al vento. Maria hizo de su esposo, el Conde de Aquino, un frondoso cornudo, antes y después de rendirse al asedio de Boccaccio; Piave generalizó la liviandad a todas las mujeres y sustituyó la hoja por una pluma. Oigamos cómo se canta el aria con pasmosa naturalidad:
Bueno, Verdi especificó otro Do de pecho para una ópera menos emproblemada que Rigoletto, que tuvo que sortear con dificultad los censores de una época en la que CONATEL no existía (por la implícita crítica a los poderosos en la obra teatral que sirvió de base al libreto: Le Roi s’amuse, de Víctor Hugo, prohibida a raíz de su primera representación el 22 de noviembre de 1832, diecinueve años antes de la ópera). En Di quella pira, de su Il trovatore, se encuentra otra nota agudísima que Giacomo Lauri-Volpi entonaba sin mayores dificultades como Re sobreagudo. Acá lo hace Bjoerling como lo pedía Verdi:
Su Majestad Entonadísima
Añadamos una reivindicación de las señoras (y de los amantes en general). La bohème, de Giacomo Puccini, narra el trágico amor de dos enamorados fieles, Rodolfo y Mimí. En el Acto I de la entrañable ópera, el poeta (ya no Boccaccio), se describe a sí mismo con sinceridad conmovedora, a la espera de la aceptación de la dama. Su elocuencia la convence, y en la noche de Navidad consuman su amor luego de festejar en el Barrio Latino de París—¡nada menos!—con la cuerdita de amigos del varón. Es una de las versiones más refinadas de la dulce aria ésta del Rey de los Tenores, Jussi Bjoerling:
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Habiendo pasado los venezolanos una menesterosa Navidad, que 2018 sea, si no próspero, al menos no peor que el año que cierra. Por si acaso, consintámonos derramar Una furtiva lagrima (Gaetano Donizetti, L’elisir d’amore, 1832) acompañando a Jussi:
El programa #280 de Dr. Político en RCR, tal como se anunciara el sábado anterior, estuvo en su trayecto abierto a la comunicación e intervención de los oyentes, que plantearon problemas de actualidad e insertaron comentarios de gran interés. Se aprovechó la ocasión para anunciar la participación en vivo de Monseñor Ovidio Pérez Morales el próximo sábado 30 de diciembre en la última transmisión del año; igualmente se anticipó que el conductor del espacio tomará un receso durante todo el mes de enero, cuando se retransmitirá cuatro programas de este mismo año. El noble tema del último movimiento de la Quinta Sinfonía de P. I. Tchaikovsky sonó en su exposición inicial y su reposición triunfal, tal como sonaba en una primera y larga etapa para identificar Valores Humanos, el incomparable y luminoso programa que se iniciara en Radio Caracas Radio y luego transmitiera Radio Caracas Televsión.
En el día de hoy un amigo me envió un artículo de Aurelio Concheso: El Bitcoin y la burbuja de los Tulipanes. Concheso es un competente ingeniero mecánico egresado del prestigioso MIT y fue alto dirigente empresarial venezolano en Consecomercio y Fedecámaras; seguramente maneja herramientas conceptuales para discutir el tema de las criptomonedas. Sin embargo, su argumentación es fundamentalmente retórica, pues esencialmente sostiene que así como ocurriera con la primera burbuja especulativa registrada por la historia, el sorprendente surgimiento en valor de algunas criptomonedas, especialmente de la primera y más conocida—Bitcoin—, esta expansión de las monedas digitales basadas en la tecnología de «cadena de bloques» (blockchain), podría tener el mismo destino. Esto escribió:
La primera burbuja financiera documentada históricamente es la de los tulipanes holandeses, conocida también como “tulipmania” en el Siglo 17. Oriundos del Imperio Otomano, los tulipanes fueron llevados a Holanda por el embajador austriaco en Turquía y flor culturista amateur, Ogier Ghislain de Busbecq en el Siglo 16. En el suelo arenoso de los Países Bajos, robado al mar literalmente, florecieron produciéndose en ellos cambios de colores mientras crecían que le daban un aura exótica que a su vez aumentaba su valor. Hoy se sabe que esos cambios de colores eran producto de un parásito de la flor el cual le transmitía un virus. (…) Hay quienes seguramente dirán que cualquier parecido entre los tulipanes y el Bitcoin es pura coincidencia, pero los elementos de una burbuja claramente están ahí. Durante buena parte de la historia de la humanidad, la moneda reserva era el oro. Esto fue así hasta que la Revolución Industrial creó una sociedad más productiva, y necesitada de aumentos en los medios de pago que la limitada cantidad de oro en el mundo no podía dar, con lo que se paso al concepto de “monedas reserva” como la Libra Esterlina y eventualmente el Dólar que, por la fortaleza de las economías que representan tienen un valor intrínseco aceptado por los mercados financieros. (…) El riesgo es que, así como un mercado de futuros y un virus produjeron el desinfle de una burbuja hace 400 años, que esto vuelva a suceder con el Bitcoin, solo que el virus no será biológico sino virtual.
Al amable corresponsal le puse:
Razonar a partir de similitudes, aunque sugerente, es usualmente un procedimiento que conduce al error*. Si a ver vamos, «la fortaleza de las economías que (…) tienen un valor intrínseco aceptado por los mercados financieros” genera burbujas peores que la de los tulipanes, como la que causara la crisis financiera de 2008 en los EEUU y varios países europeos.
También le invité a ver este pedagógico y divertido video sobre esa crisis que explotara al término de la presidencia de George W. Bush:
En ese tiempo, la Carta Semanal #304 de doctorpolítico (Pompa y circunstancia, 25 de septiembre de 2008) se atrevió a apuntar lo siguiente:
En la base del asunto está una deformación sistémica. Ha explotado una pompa especulativa de proporciones titánicas, pero es que la formación de burbujas parece ser consustancial al funcionamiento de los mercados de capital. Incluso en “mercados experimentales”—juegos de simulación con participantes de alguna sofisticación—en los que se elimine la especulación y esté ausente el exceso de confianza, emergen espontáneamente las burbujas, definidas como discrepancias injustificables entre el valor de mercado y el valor intrínseco de las cosas. (Ver King, Smith, Williams, Arlington y van Boening: The Robustness of Bubbles and Crashes in Experimental Stock Markets, en Nonlinear Dynamics and Evolutionary Economics, Oxford University Press, 1993). Se trata de sistemas complejos, que ni pueden ser regulados por control central ni parecen poder escapar a crisis caóticas cada cierto tiempo.
Y en el número siguiente (El precio de lo complejo, 2 de octubre de 2008), se complementó la información:
A pesar de que, ex post facto, es posible trazar la trayectoria de los mercados financieros—en realidad una miríada de trayectorias entrecruzadas—que llevó a la gigantesca pérdida, lo más constructivo es percatarse de que los grandes agregados, los sistemas complejos, tendrán una historia que incluirá episodios catastróficos, y por ende debe aprenderse de la experiencia para mejorar los sistemas e instalar protecciones para el manejo de las emergencias que seguramente ocurrirán de nuevo. Es esa “robustez”—la persistencia—de los crashes económicos a la que se refiere el trabajo citado en el número anterior de esta carta: The Robustness of Bubbles and Crashes in Experimental Stock Markets, publicado hace ya quince años. (Artículos más recientes sobre el mismo fenómeno, como The Social Life of Financial Bubbles o el más técnico The Effect of Short Selling on Bubbles and Crashes in Experimental Spot Asset Markets, ambos de 2006, pueden obtenerse gratuitamente en Internet).
Por último, anexé a mi contestación una publicación nada alarmante de Deloitte** sobre el tema de las criptomonedas, que se puede descargar aquí en formato .pdf: Blockchain-and-Cyber. LEA
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*Ver, sobre este tipo de falacia (razonamiento inválido con apariencia de validez), Generalización apresurada en Wikipedia en Español.
**Deloitte Touche Tohmatsu Limited (llamada de forma abreviada Deloitte) es la firma privada número uno de servicios profesionales del planeta, por volumen de facturación (36.800 millones de dólares en 2016), una de las más importantes y prestigiosas del mundo y también una de las llamadas Cuatro Grandes Auditoras (Big Four auditors en inglés), junto a PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young, y KPMG. Calificada en los últimos 4 años como el lugar número uno para lanzar una carrera por la revista BusinessWeek. (Igualmente en Wikipedia en Español).
Impedido por una cadena de medios al inicio, el programa #279 de Dr. Político en RCR fue dedicado a explicar las posiciones políticas del conductor, con referencia repetida al Código de Ética Política que lo rige. Hoy no hubo interacción con los oyentes, por lo que el sábado próximo se atenderá sus llamadas durante toda la hora, como se ha hecho antes en once ocasiones. Siguiendo lo previsto para diciembre, de nuevo sonó dos veces un mismo tema musical (en su exposición y su recapitulación). En este caso, se escogió el hermoso tema principal del tercer movimiento del Concierto de piano y orquesta #2 de Sergei Rachmaninoff. Éste es el audio de la transmisión—se notará entre el primer minuto y 10 segundos desde el inicio y los 6 minutos y 2 segundos, la inserción que debí hacer en mi casa para sustituir un fragmento de la cadena mencionada en el archivo que me entregara el operador del estudio—:
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